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Grabación y tratamiento del texto de la entrevista con D.A. Alekseev

Realizados por Andrei Sujorukov

 

 
 

 

Fila superior: segundo comandante del escuadrón Dúrov, comandante de escuadrilla Sóbolev.

Fila del medio: la chica de mantenimiento de los paracaídas (?), comandante de escuadrilla Korostyliov

Fila inferior: (?), Alekséev. (Año 1945).

 

 

A.S. ¿La velocidad y la trepada del La-5FN le satisfacían?

 

D.A. Si, eran satisfactorias, aunque estas características dependen mucho del motor. En cuanto a la trepada, el La-5FN superaba al Messerschmitt, ya no te digo nada sobre Focke-Wulf, a éste lo superaba aun más. Cuando un Messerschmitt quería escapar en ascenso, lo alcanzábamos. Y cuanto más grande era el ángulo de ascenso, más fácil era alcanzarlo. El Focke-Wulf era más pesado en comparación con el Messerschmitt, por tanto lo alcanzábamos aun más rápido.

 

En cuanto a la velocidad horizontal, el La-5FN era un poco más rápido que el Messerschmitt, y la ventaja en velocidad del “La” sobre el Focke-Wulf era aun más grande. Ni el Messerschmitt ni el Focke-Wulf podía escapar de un La-5 en vuelo horizontal. Si los alemanes no tenían la posibilidad de retirarse en picado, tarde o temprano les alcanzábamos.


Hay que decir también que los alemanes iban modernizando sus cazas continuamente y tenían una versión del Focke-Wulf, la “E” o la “D” (ahora ya no recuerdo), pues una de estas dos versiones se igualó al La-5FN en maniobrabilidad vertical (y también en velocidad). Pero cuando los alemanes sacaron esta versión del “Focke” (era ya justo al final de la guerra), nosotros ya utilizábamos plenamente al La-7, es decir, nosotros seguíamos manteniendo la ventaja en trepada y en velocidad.

 

Los alemanes sacaron también una versión del Messerschmitt, que incluso llegó a superar en velocidad al La-5FN. Esta versión apareció al final de la guerra, a finales del año 1944. Yo no tuve ninguna ocasión de encontrarme con esta versión del caza alemán, pero Lobanov – si. Recuerdo muy bien que Lobanov se quedó muy sorprendido cuando se encontró con unos Messerschmitt que lograron escaparse en encabritado de un La-5FN. Se quedó sorprendido por no haberles alcanzado.

 

A.S. ¿Cómo era la dinámica de aceleración del La-5FN en comparación con los cazas alemanes?

 

D.A. La-5 era muy dinámico. En cuanto a este parámetro, era similar al Messerschmitt y superaba al Focke-Wulf.

 

A.S. ¿La maniobrabilidad horizontal era comparable con los aparatos enemigos?

 

D.A. Era prácticamente similar. Nosotros no nos preocupábamos a la hora de basar en virajes nuestro combate.

 

A.S. ¿Cual era el rango de velocidades sobre las cuales el La-5FN llevaba el combate aéreo?

 

D.A. En un combate no miras las indicaciones de los instrumentos, tienes que “sentir” tu avión con el cuerpo. Las velocidades aproximadamente eran las siguientes. El combate comenzaba a velocidad máxima, aproximadamente a 610-620 km/h. Cuando realizábamos ataques en picado, evidentemente, la velocidad era más alta, unos 30 km/h más. A medida que transcurría el combate, la velocidad se iba perdiendo. Cuando intentas ganar al enemigo en virajes, realizas el alabeo al máximo, y bajas la velocidad. En viraje disminuíamos velocidad hasta 200-250 km/h, pero aguantábamos el avión, no le dejábamos caer en barrena. El “La” tenía una particularidad que resultaba ser muy útil en un combate: antes de entrar en barrena, el avión empezaba a temblar. Así que evitar entrar en la barrena era muy fácil: justo cuando el avión empezaba a temblar, aumentabas el gas.

 

A.S. ¿Qué particularidades del La-5 podría destacar a la hora de llevar el combate con los  cazas y bombarderos enemigos?

 

D.A. Yo solamente tuve ocasiones de encontrarme con los cazas enemigos: con los “Messerschmitt” Bf-109G y los “Focke-Wulf” FW-190. Cuando yo empecé a luchar, ya no había bombarderos alemanes. Volaban escasísimas unidades sueltas. Encontrarse con un bombardero alemán era una autentica alegría. Recuerdo que nosotros antes de despegar “soñábamos”: “¡Ojala encontráramos a un Stuka!”. Si encuentras a un Stuka, puedes considerarlo como un regalo de la suerte. Lastima que yo en ninguna ocasión me había encontrado con uno.


Los cazas alemanes eran fuertes. Eran veloces, maniobrables, resistentes y con un armamento muy potente (sobre todo el “Focke-Wulf”). Ellos en picado alcanzaban al La-5, y también en picado se separaban del La-5. Medio giro, picado – y adiós. A grandes rasgos, al “Messerschmitt” y al “Focke-Wulf” en picado no era capaz de ganar ni el La-7. Y los alemanes aprovechaban muy bien esta ventaja.


Los pilotos de caza alemanes eran muy calculadores, su táctica más preferida era picar, disparar una ráfaga y retirarse en picado, sin haber entrado en un combate aéreo. En consecuencia, nuestra tarea consistía en no despistarse y evitar que nos ataquen por sorpresa. Seguramente a causa de su “comportamiento calculador”, los alemanes no mostraban firmeza en los combates aéreos. Cuando les “apretábamos” un poco, enseguida hacían media revolución y se escapaban en picado. Los alemanes entraban en un combate maniobrable en ocasiones muy raras y solamente en aquellos casos cuando consideraban que disponen de una ventaja: normalmente cuando disponían de una superioridad numérica y una ventaja en altitud. Y si los alemanes entraban en un combate aéreo maniobrable, luchaban feroz y tácticamente correcto. Los pilotos alemanes estaban bien preparados. Nosotros, los recién graduados de las academias, éramos unos “pollos” en comparación  con ellos. Y si no fuera por nuestros “veteranos”, los alemanes hubieran derribado a todos nuestros novatos.

 

A los alemanes les encantaba rematar a los aviones que se separaban del resto de grupo. Si te separas – seguro que te devorarán. Yo aprendí a no separarme nunca.

 

A.S. Hagamos un resumen: si le he entendido bien, en las altitudes hasta 5000 metros el La-5FN superaba prácticamente a todas las versiones del “Messerschmitt” y del “Focke-Wulf” en la velocidad horizontal y en maniobrabilidad vertical, y era prácticamente igual en cuanto a la maniobrabilidad horizontal. Por otro lado, era inferior en velocidad de picado. ¿Esto es así? ¿La-5FN alcanzaba a cualquier avión alemán, incluso con la cabina abierta y con los portabombas instalados?

 

D.A. Todo es correcto. Con la carlinga abierta y con los portabombas instalados nosotros les alcanzábamos de todas formas (aunque cuando te encontrabas con un alemán demasiado “espabilado”, entonces podíamos cerrar la carlinga, pero normalmente esto no era necesario).


Te lo vuelvo a repetir. Los alemanes podían separarse de nosotros solamente de una manera: realizando el picado. En velocidad de picado el La-5 era inferior tanto al “Messerschmitt” como al “Focke-Wulf”. Nosotros estábamos conscientes de ello, los alemanes también lo sabían perfectamente. Por eso los alemanes procuraban no entrar en combate con los “Lávochkin”. Picaban – se metían por debajo – una ráfaga – media revolución – se retiraban en picado. Así era el modelo de combate empleado por ellos. Y en aquellas ocasiones cuando los alemanes decidían entrar en combate maniobrable con nosotros, procuraban hacerlo de tal manera que les permita siempre mantener la altitud y no perder la posibilidad de salir del combate en cualquier momento.

 

Por consiguiente, nuestra tarea consistía en “aplastarles” contra el suelo, para que no puedan escaparse en picado. A bajas altitudes no tenían donde meterse. En esta situación, la única alternativa que les quedaba era ganar altitud. Al no tener más alternativas, el alemán se arriesgaba y lanzaba su avión en la vertical. Y es allí cuando le pillábamos. Lo alcanzábamos y lo fusilábamos. Si no consigues alcanzarlo en la vertical, él posteriormente se escaparía en picado.

 

Aunque en picado también existía la posibilidad de alcanzarlo. Cuando el alemán se pone a picar y tu le estas siguiendo, hay que actuar de forma correcta. Hay que meter a tope la palanca de gases, y a la vez poner durante varios segundos el paso de hélice en posición del paso grueso al máximo. Y durante estos “varios” segundos el “Lávochkin” literalmente hace un salto. Este “salto” da la oportunidad de acercarte al alemán a una distancia de abrir el fuego. Es así como les alcanzábamos y les derribábamos. Pero si pierdes esa oportunidad, ya no tendrás otra, y el alemán se escapará.


Aparte de la velocidad de picado, el La-5 era inferior a los cazas alemanes en potencia de fuego, sobre todo respecto al “Focke-Wulf”. Los “Focke-Wulf” realmente nos preocupaban, porque si el alemán conseguía acercarse a tu avión de forma correcta, tenias pocas posibilidades de sobrevivir. Cuatro cañones no es moco de pavo. Atacar frontalmente a un Focke-Wulf tampoco era agradable. (En una ocasión ataqué a uno frontalmente y después me hice la promesa de no volver hacerlo nunca más. Aquel cabron me estaba regando con proyectiles como si fueran mangueras de agua. Menos mal que al alemán le fallaron los nervios y él salió del ataque antes que yo).

 

A.S. ¿Cómo llamaban nuestros pilotos a los aviones alemanes?

 

D.A. Al “Messerschmitt” le llamábamos “delgado”, al “Focke-Wulf” – “Focker”.

 

A.S. En un combate maniobrable, en una “pelea de perros”, ¿Cuál de los dos cazas alemanes se consideraba como el más peligroso?

 

D.A. Ambos no eran precisamente “un regalo”. Pero “Messer” se consideraba más peligroso. Era más rápido y más dinámico en comparación con el “FW”. Las últimas versiones del “Messerschmitt” casi incluso lograban alcanzar en velocidad al La-7, y superaban al La-5FN.

 

A.S. ¿Cuándo su regimiento fue armado con los La-7?

 

D.A. En otoño del 1944, nosotros ya estábamos en Polonia. No recuerdo el mes exacto.

 

A.S. ¿El La-7 era mejor que el La-5FN?

 

D.A. Sin lugar a dudas. Su velocidad de vuelo era mucho más alta (unos 50 kilómetros más) y la velocidad de trepada. La aerodinámica del La-7 era mejor que la del La-5, además, el La-7 era más ligero. Aunque quizás en cuanto a la fiabilidad, el La-7 era algo inferior al La-5. El radiador del aceite del La-7 fue trasladado bajo el fuselaje, antes estaba ubicado bajo el motor. Esto implica dos cosas: en primer lugar, el sistema de refrigeración del aceite era más sofisticado, y en segundo, cuando aterrizabas sobre la panza, el radiador de aceite era literalmente arrancado, cosa que no pasaba con el La-5.

 

A.S. ¿El armamento de vuestros La-7 estaba formado por dos o por tres cañones?

 

D.A. El armamento de nuestros La-7 era idéntico al armamento del La-5: dos cañones ShVAK.

 

En cuanto a las características táctico-técnicas, el La-7 era mejor respecto al La-5FN porque era más rápido, tenía una mejor maniobrabilidad vertical, aceleraba más y estaba dotado de un radiotransmisor más bueno. Por lo demás, eran iguales. El La-7 superaba a todas las versiones del Messerschmitt y del Focke-Wulf (incluso a las últimas versiones de estos dos aviones) en la velocidad horizontal y prácticamente en cualquier maniobra, a excepción de la velocidad de picado. Los alemanes no tenían un caza tan veloz como el La-7. Ya no estamos hablando de la superioridad de los cazas alemanes sobre el La-7, ni siquiera podemos hablar de la igualdad.

 

A.S. ¿Si he entendido bien, la visibilidad desde la cabina del La-7 no tenia ninguna ventaja respecto a la visibilidad desde la cabina del La-5FN?

 

D.A. Ninguna. Y el motor también era el mismo.

 

 

 

 

© Andrei Sujorukov