Fila superior: segundo comandante del escuadrón Dúrov, comandante de
escuadrilla Sóbolev.
Fila del medio: la chica de mantenimiento de los paracaídas (?),
comandante de escuadrilla Korostyliov
Fila inferior: (?), Alekséev. (Año 1945).
A.S.
¿La velocidad y la trepada del La-5FN le satisfacían?
D.A.
Si,
eran satisfactorias,
aunque estas características
dependen mucho del motor.
En cuanto a la
trepada, el La-5FN superaba al Messerschmitt, ya no te digo nada sobre
Focke-Wulf, a éste lo superaba aun más. Cuando un Messerschmitt quería
escapar en ascenso, lo alcanzábamos. Y cuanto más grande era el ángulo
de ascenso, más fácil era alcanzarlo. El Focke-Wulf era más pesado en
comparación con el Messerschmitt, por tanto lo alcanzábamos aun más
rápido.
En cuanto a la
velocidad horizontal, el La-5FN era un poco más rápido que el
Messerschmitt, y la ventaja en velocidad del “La” sobre el Focke-Wulf
era aun más grande. Ni el Messerschmitt ni el Focke-Wulf podía escapar
de un La-5 en vuelo horizontal. Si los alemanes no tenían la posibilidad
de retirarse en picado, tarde o temprano les alcanzábamos.
Hay que decir también
que los alemanes iban modernizando sus cazas continuamente y tenían una
versión del Focke-Wulf, la “E” o la “D” (ahora ya no recuerdo), pues una
de estas dos versiones se igualó al La-5FN en maniobrabilidad vertical
(y también en velocidad). Pero cuando los alemanes sacaron esta versión
del “Focke” (era ya justo al final de la guerra), nosotros ya
utilizábamos plenamente al La-7, es decir, nosotros seguíamos
manteniendo la ventaja en trepada y en velocidad.
Los alemanes sacaron
también una versión del Messerschmitt, que incluso llegó a superar en
velocidad al La-5FN. Esta versión apareció al final de la guerra, a
finales del año 1944. Yo no tuve ninguna ocasión de encontrarme con esta
versión del caza alemán, pero Lobanov – si. Recuerdo muy bien que
Lobanov se quedó muy sorprendido cuando se encontró con unos
Messerschmitt que lograron escaparse en encabritado de un La-5FN. Se
quedó sorprendido por no haberles alcanzado.
A.S.
¿Cómo era la dinámica de aceleración del La-5FN en comparación con los
cazas alemanes?
D.A.
La-5 era muy dinámico. En cuanto a este parámetro, era similar al
Messerschmitt y superaba al Focke-Wulf.
A.S.
¿La maniobrabilidad horizontal era comparable con los aparatos enemigos?
D.A.
Era prácticamente
similar. Nosotros no nos preocupábamos a la hora de basar en virajes
nuestro combate.
A.S.
¿Cual era el rango de velocidades sobre las cuales el La-5FN llevaba el
combate aéreo?
D.A.
En un combate no miras las indicaciones de los instrumentos, tienes que
“sentir” tu avión con el cuerpo. Las velocidades aproximadamente eran
las siguientes. El combate comenzaba a velocidad máxima, aproximadamente
a 610-620 km/h. Cuando realizábamos ataques en picado, evidentemente, la
velocidad era más alta, unos 30 km/h más. A medida que transcurría el
combate, la velocidad se iba perdiendo. Cuando intentas ganar al enemigo
en virajes, realizas el alabeo al máximo, y bajas la velocidad. En
viraje disminuíamos velocidad hasta 200-250 km/h, pero aguantábamos el
avión, no le dejábamos caer en barrena. El “La” tenía una particularidad
que resultaba ser muy útil en un combate: antes de entrar en barrena, el
avión empezaba a temblar. Así que evitar entrar en la barrena era muy
fácil: justo cuando el avión empezaba a temblar, aumentabas el gas.
A.S.
¿Qué particularidades del La-5 podría destacar a la hora de llevar el
combate con los cazas y bombarderos enemigos?
D.A.
Yo solamente tuve ocasiones de encontrarme con los cazas enemigos: con
los “Messerschmitt” Bf-109G y los “Focke-Wulf” FW-190. Cuando yo empecé
a luchar, ya no había bombarderos alemanes. Volaban escasísimas unidades
sueltas.
Encontrarse con un bombardero alemán era una autentica alegría. Recuerdo
que nosotros antes de despegar “soñábamos”: “¡Ojala encontráramos a un
Stuka!”. Si encuentras a un Stuka, puedes considerarlo como un regalo de
la suerte. Lastima que yo en ninguna ocasión me había encontrado con
uno.
Los cazas alemanes
eran fuertes. Eran veloces, maniobrables, resistentes y con un armamento
muy potente (sobre todo el “Focke-Wulf”). Ellos en picado alcanzaban al
La-5, y también en picado se separaban del La-5. Medio giro, picado – y
adiós. A grandes rasgos, al “Messerschmitt” y al “Focke-Wulf” en picado
no era capaz de ganar ni el La-7. Y los alemanes aprovechaban muy bien
esta ventaja.
Los pilotos de caza
alemanes eran muy calculadores, su táctica más preferida era picar,
disparar una ráfaga y retirarse en picado, sin haber entrado en un
combate aéreo. En consecuencia, nuestra tarea consistía en no
despistarse y evitar que nos ataquen por sorpresa. Seguramente a causa
de su “comportamiento calculador”, los alemanes no mostraban firmeza en
los combates aéreos. Cuando les “apretábamos” un poco, enseguida hacían
media revolución y se escapaban en picado. Los alemanes entraban en un
combate maniobrable en ocasiones muy raras y solamente en aquellos casos
cuando consideraban que disponen de una ventaja: normalmente cuando
disponían de una superioridad numérica y una ventaja en altitud. Y si
los alemanes entraban en un combate aéreo maniobrable, luchaban feroz y
tácticamente correcto. Los pilotos alemanes estaban bien preparados.
Nosotros, los recién graduados de las academias, éramos unos “pollos” en
comparación con ellos. Y si no fuera por nuestros “veteranos”, los
alemanes hubieran derribado a todos nuestros novatos.
A los alemanes les
encantaba rematar a los aviones que se separaban del resto de grupo. Si
te separas – seguro que te devorarán. Yo aprendí a no separarme nunca.
A.S.
Hagamos un resumen: si le he entendido bien, en las altitudes hasta 5000
metros el La-5FN superaba prácticamente a todas las versiones del
“Messerschmitt” y del “Focke-Wulf” en la velocidad horizontal y en
maniobrabilidad vertical, y era prácticamente igual en cuanto a la
maniobrabilidad horizontal. Por otro lado, era inferior en velocidad de
picado. ¿Esto es así? ¿La-5FN alcanzaba a cualquier avión alemán,
incluso con la cabina abierta y con los portabombas instalados?
D.A.
Todo es correcto. Con la carlinga abierta y con los portabombas
instalados nosotros les alcanzábamos de todas formas (aunque cuando te
encontrabas con un alemán demasiado “espabilado”, entonces podíamos
cerrar la carlinga, pero normalmente esto no era necesario).
Te lo vuelvo a
repetir. Los alemanes podían separarse de nosotros solamente de una
manera: realizando el picado. En velocidad de picado el La-5 era
inferior tanto al “Messerschmitt” como al “Focke-Wulf”. Nosotros
estábamos conscientes de ello, los alemanes también lo sabían
perfectamente. Por eso los alemanes procuraban no entrar en combate con
los “Lávochkin”. Picaban – se metían por debajo – una ráfaga – media
revolución – se retiraban en picado. Así era el modelo de combate
empleado por ellos. Y en aquellas ocasiones cuando los alemanes decidían
entrar en combate maniobrable con nosotros, procuraban hacerlo de tal
manera que les permita siempre mantener la altitud y no perder la
posibilidad de salir del combate en cualquier momento.
Por consiguiente,
nuestra tarea consistía en “aplastarles” contra el suelo, para que no
puedan escaparse en picado. A bajas altitudes no tenían donde meterse.
En esta situación, la única alternativa que les quedaba era ganar
altitud. Al no tener más alternativas, el alemán se arriesgaba y lanzaba
su avión en la vertical. Y es allí cuando le pillábamos. Lo alcanzábamos
y lo fusilábamos. Si no consigues alcanzarlo en la vertical, él
posteriormente se escaparía en picado.
Aunque en picado
también existía la posibilidad de alcanzarlo. Cuando el alemán se pone a
picar y tu le estas siguiendo, hay que actuar de forma correcta. Hay que
meter a tope la palanca de gases, y a la vez poner durante varios
segundos el paso de hélice en posición del paso grueso al máximo. Y
durante estos “varios” segundos el “Lávochkin” literalmente hace un
salto. Este “salto” da la oportunidad de acercarte al alemán a una
distancia de abrir el fuego. Es así como les alcanzábamos y les
derribábamos. Pero si pierdes esa oportunidad, ya no tendrás otra, y el
alemán se escapará.
Aparte de la velocidad
de picado, el La-5 era inferior a los cazas alemanes en potencia de
fuego, sobre todo respecto al “Focke-Wulf”. Los “Focke-Wulf” realmente
nos preocupaban, porque si el alemán conseguía acercarse a tu avión de
forma correcta, tenias pocas posibilidades de sobrevivir. Cuatro cañones
no es moco de pavo. Atacar frontalmente a un Focke-Wulf tampoco era
agradable. (En una ocasión ataqué a uno frontalmente y después me hice
la promesa de no volver hacerlo nunca más. Aquel cabron me estaba
regando con proyectiles como si fueran mangueras de agua. Menos mal que
al alemán le fallaron los nervios y él salió del ataque antes que yo).
A.S.
¿Cómo llamaban nuestros pilotos a los aviones alemanes?
D.A.
Al “Messerschmitt” le llamábamos “delgado”, al “Focke-Wulf” – “Focker”.
A.S.
En un combate maniobrable, en una “pelea de perros”, ¿Cuál de los dos
cazas alemanes se consideraba como el más peligroso?
D.A.
Ambos no eran precisamente “un regalo”. Pero “Messer” se consideraba más
peligroso. Era más rápido y más dinámico en comparación con el “FW”. Las
últimas versiones del “Messerschmitt” casi incluso lograban alcanzar en
velocidad al La-7, y superaban al La-5FN.
A.S.
¿Cuándo su regimiento fue armado con los La-7?
D.A.
En otoño del 1944, nosotros ya estábamos en Polonia. No recuerdo el mes
exacto.
A.S.
¿El La-7 era mejor que el La-5FN?
D.A.
Sin lugar a dudas. Su velocidad de vuelo era mucho más alta (unos 50
kilómetros más) y la velocidad de trepada. La aerodinámica del La-7 era
mejor que la del La-5, además, el La-7 era más ligero. Aunque quizás en
cuanto a la fiabilidad, el La-7 era algo inferior al La-5. El radiador
del aceite del La-7 fue trasladado bajo el fuselaje, antes estaba
ubicado bajo el motor. Esto implica dos cosas: en primer lugar, el
sistema de refrigeración del aceite era más sofisticado, y en segundo,
cuando aterrizabas sobre la panza, el radiador de aceite era
literalmente arrancado, cosa que no pasaba con el La-5.
A.S.
¿El armamento de vuestros La-7 estaba formado por dos o por tres
cañones?
D.A.
El armamento de nuestros La-7 era idéntico al armamento del La-5: dos
cañones ShVAK.
En cuanto a las
características táctico-técnicas, el La-7 era mejor respecto al La-5FN
porque era más rápido, tenía una mejor maniobrabilidad vertical,
aceleraba más y estaba dotado de un radiotransmisor más bueno. Por lo
demás, eran iguales. El La-7 superaba a todas las versiones del
Messerschmitt y del Focke-Wulf (incluso a las últimas versiones de estos
dos aviones) en la velocidad horizontal y prácticamente en cualquier
maniobra, a excepción de la velocidad de picado. Los alemanes no tenían
un caza tan veloz como el La-7. Ya no estamos hablando de la
superioridad de los cazas alemanes sobre el La-7, ni siquiera podemos
hablar de la igualdad.
A.S.
¿Si he entendido bien, la visibilidad desde la cabina del La-7 no tenia
ninguna ventaja respecto a la visibilidad desde la cabina del La-5FN?
D.A.
Ninguna. Y el motor también era el mismo.
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