Una de las unidades estrella de la Luftwaffe
durante la 2ª Guerra Mundial en el Frente Oriental fue la Jagdgeschwader
54 (JG 54) “Grünherz” (“Corazón Verde”), que combatía entre Leningrado y
Velikye Luki. Con un total de 9.600 victorias aéreas reclamadas, fue
superada solo por la JG 52, y contó entre sus filas a renombrados
experte como Walter Nowotny (258 victorias) y Otto Kittel (267
victorias). La propaganda nazi en su momento y luego la literatura
norteamericana en los años de la Guerra Fría, ha mostrado a los ases de
la JG 54 como invencibles paladines, capaces de diezmar las “hordas” de
aviones comunistas sin sufrir pérdidas. Este artículo, basado en uno
escrito por el historiador ruso Valeriy Dymuich, pero con investigación
adicional propia, mostrará cual fue la real performance de estos sin
duda formidables aviadores, cuando se enfrentaron con los mejores
pilotos de la VVS, PVO y KBF soviéticas.
La JG 54 se fromó de tres Gruppe
provenientes de Nüremberg, Austria y Jesau (Prusia Oriental) y recibió
su designación definitiva el 2 de febrero de 1940, y puesta al mando del
Major Martin Mettig. Participó de la campaña de Francia (en donde
reclamó 17 victorias) y la Batalla de Inglaterra. Fue durante esta que
Göring reemplazó a Mettig por el Major Hannes Trautloft, el 24 de
agosto de 1940. La profesional y agresiva naturaleza de su nuevo jefe se
notó enseguida, y la JG 54 terminó la Batalla de Inglaterra con 238
reclamos de victorias aéreas en su haber (por el contrario, 43 de sus
pilotos murieron en combate). Durante la campaña de los Balcanes (la
invasión de Yugoslavia y Grecia) en abril y mayo de 1941 la JG 54 estuvo
asignada principalmente en el rol de cazabombardeo, y anotó pocas
victorias adicionales.
Fue Hannes Trautloft el que le dio a la unidad su
identidad y su apodo – él era de Thüringen (Turingia), conocida como “El
Corazón Verde de Alemania”, y de allí el nombre Grünherz o
“Corazón Verde” de la unidad. Para mediados de junio estaba asignada,
junto con la JG 27 y el II./JG 53, a proveer cobertura de cazas al
Heeresgruppe Nord (Grupo de Ejércitos Norte) en la inminente
invasión a la URSS.
Barbarossa
Durante los primeros meses de la Gran Guerra Patria
la JG 54 gozó de un éxito asombroso. Ente el 22 de junio y el 5 de
diciembre de 1941 reclamó un total de 1.078 derribos de aviones
soviéticos contra solo 46 pérdidas entre derribados y averiados. Pero
entre estas se contaban varios de sus más destacados experten, lo
cual muestra que, aún en este período en que la Luftwaffe gozó de
casi absoluta superioridad, los experimentados y letales pilotos de la
Grünherz no eran invencibles.
La primera baja fue, ironicamente, el propio
Geschwaderkommodore, Hannes Trautloft, el mismo día del inicio de
Barbarossa, y del modo más inesperado. Su Bf.109F-2 WkNr 5761 fue
alcanzado por el fuego defensivo del bombardero SB-2 que Trautloft
estaba atacando, y el Kommodore debió hacer un aterrizaje de
emergencia. Su avión estaba dañado en un 20% y pudo ser rapidamente
reparado, pero este fue un aviso de que no debían subestimar a los
aviadores soviéticos, ni siquiera cuando volaran aviones en apariencia
obsoletos. Esta fue una lección que también aprendió el experte
con 22 victorias y entonces Oberleutnant Hans-Ekkehard Bob (9./JG
54), cuando su Bf.109F-2 WkNr 9207 quedó hecho un colador por el
artillero de otro SB-2 perteneciente al 9º BAP, el 23 de junio. Bob
debió aterrizar de panza cerca de
Radviliskis y se salvó por los pelos de ser capturado,
siendo recogido por las tropas alemanas que avanzaban hacia Leningrado.
El 19 de julio de 1941 presenció el bautismo de
fuego del primer experte que sobrepasaría la marca de las 250
victorias, Walter Nowotny. Desde el sol y con la ventaja de la altura el
Rötte del 9./JG 54 liderado por el entonces Leutnant
Nowotny se abalanzó sobre un grupo de biplanos I-153 del 153º IAP y en
rápida sucesión envió a dos de ellos en llamas hacia el suelo. Extasiado
por sus primeras victorias, y todavía “hambriento”, Nowotny decidió
atacar a un tercer Polikarpov. Pero para su sorpresa, la que pensó que
sería su tercera víctima hizo un giro de 180º en un abrir y cerrar de
ojos (uno de los pocos ámbitos en los que el I-153 superaba al
Messerchmitt) y realizó en un ataque frontal. En la cabina del I-153
Chaika estaba nada menos que el futuro as Starshiy Leitenant
Aleksandr Fiodorovich Avdeyev, y sus balas de 7,62 mm incendiaron el
motor del Bf.109E-7 WkNr 1137. Nowotny no tuvo otra opción que saltar
sobre el Mar Báltico, donde estuvo flotando durante tres días en un
pequeño bote de goma hasta que fue rescatado. De allí en más Nowotny
siempre utilizó en sus misiones de combate los mismos gastados y rotos
pantalones de vuelo que vistió en esa ocasión – eran su talismán de la
suerte.
De hecho, los venerables Chaika, tan
denostados en las fuentes alemanas (y luego estadounidenses) como
simples presas para los Emil y Friedrich, resultaron
fatales para muchos experte de la Grünherz durante
Barbarossa. El 30 de septiembre de 1941 el Gruppenkommandeur
del III./JG 54 Hauptmann Arnold Leignitz (25 victorias en su
palmarés) atacó sobre el propio Leningrado a una aparentemente inerme
pareja de I-153, que se dirigía a atacar las tropas alemanas que
cerraban su cerco sobre la ciudad. Pero el hasta ahora desconocido líder
de esta para (pareja) resultó ser de una madera especial: en vez
de intentar huir hizo un boevoy razvorot (giro de combate)
hacia sus atacantes, y le lanzó los cohetes RS-82 de 82 mm que llevaba a
muy corta distancia en un ataque frontal. Estos cohetes, pensados para
penetrar la coraza de tanques como los PzKpfw III o IV, literalmente
despedazaron al Bf.109F-2 WkNr 9688 de Liegnitz. El experte
alemán de alguna manera sobrevivió y pudo saltar, aunque solo para ser
capturado por tropas rusas.
Otros dos aviones que en la bibliografía occidental
no son considerados dignos oponentes del Bf.109E/F son el I-16 y el MiG-3.
Es sin duda cierto que eran inferiores al formidable caza de
Messerschmitt en muchos aspectos. El I-16 era bastante mas lento, y no
podía competir con este en la lucha en el plano vertical; y con un motor
optimizado para gran altura, el MiG-3 era usualmente superado en
velocidad y maniobra a las alturas en que normalmente tenían lugar los
combates aéreos en el Frente Oriental – hasta 4.000 metros. Pero en
manos experimentadas estos aviones podían arruinarle el día a cualquier
piloto alemán, y a fines de octubre de 1941 dos experten lo
aprendieron de la manera dificil. El 29 de octubre el Unteroffizer
Gerhard Proske (27 derribos en su haber, 8./JG 54) encontró la horma de
su zapato a manos de un piloto de MiG-3 del 28º IAP – Mladshiy
Leitenant Ivan Mijailovich Jolodov. El desafortunado Proske se
tranasformó en la cuarta victoria del futuro as ruso cuando su Bf.109F-2
WkNr 9655 se estrelló en llamas al sudoeste de Kanevo. No sería el
último experte alemán en ser derrotado a manos de Jolodov. Al día
siguiente, un piloto de I-16 (cuya identidad todavía no ha podido
establecerse) derribó por segunda vez a Hans-Ekkehard Bob, que para ese
momento contaba con 37 de las 60 victorias con las que sería acreditado
para el fín de la guerra.
La situación de los siguientes experten de
la JG 54 en ser derribados ha generado controversias. De acuerdo a
Valeriy Dymich, cuando los P-40E Kittyhawk del 159º IAP se enfrentaron a
los Bf.109F-2 del I./JG 54 sobre Novaya Ladoga el 17 de diciembre de
1941, los ases soviéticos Kapitan Piotr A. Pokryshev y Piotr A.
Pilyutov apalearon a los alemanes, obligando a saltar en paracaidas a
uno y a dos aviadores germanos respectivamente – ¡y todos eran ases!
Según Dymich, la víctima de Pokryshev fue el Staffelkapitan del I
Gruppe, Julius Von Zella, con 15 victorias, que fue hecho prisionero, y
que regaló a Pokryshev su pistola como aceptación de que había sido
batido por un mejor piloto. Las víctimas de Pilyutov fueron el
Leutnant Kurt Runger (11 derribos) y el Unteroffizer Karl-Heinz
Windisch (con 31), también hechos prisioneros. Es interesante notar que,
de acuerdo a Dymich, tras ser repatriado en la posguerra, Windisch
voluntariamente decidió volver a la URSS en 1953, formó una familia y
hizo su vida allí hasta su muerte en 1993. Christer Bergström y Andrey
Mijailov discuten estas conclusiones, alegando que no hay rastros en ni
de Von Zella, ni de Runger, ni de Windisch en los archivos
supervivientes de la JG 54, y que la única pérdida sufrida ese día fue
el Unteroffizer Nette (no se sabe su primer nombre), sin
victorias. Es ciertamente probable que Dymich haya consultado
bibliografía rusa demasiado vieja o documentación auténtica pero en la
cual se confundieron las fechas y/o se anotaron incorrectamente los
nombres de los pilotos alemanes. Pero Bergström también reconoce que
“Estos registros [los registros de pérdidas de la Luftwaffe] no estan
100% completos. Las pérdidas reales de la Luftwaffe en el Frente
Oriental en 1942 son indudablemente más elevadas que las estadísticas
indicadas debajo.”
Es conocido también que muchos archivos de la Luftwaffe y la
Wehrmacht se perdieron durante el Colapso de la Alemania Nazi en
1945. Es por lo tanto probable (en mi humilde opinión), que los
registros de estos tres experten esten entre esos documentos
perdidos. En todo caso este combate demostró las capacidades de los
P-40E de Prestamo y Arriendo (Lend-Lease). Piotr Pilyutov opinó sobre la
maniobrabilidad horizontal de su nuevo caballo de batalla: “Es capaz
de dar vueltas alrededor de su propia cola. Con este avión uno puede
girar más cerrado que cualquier Messerschmitt.” Si sus dos
experten del 17 de diciembre finalmente se confirman, Pilyutov sin
duda lo habría demostrado de una manera expeditiva.
Golpe Moral
Sin embargo los Kittyhawk todavía eran escasos en
ese frente, y la vasta mayoría de los cazas soviéticos en el área de
Leningrado y el itsmo de Carelia eran los obsoletos biplanos I-153 e
I-15bis, y los inferiores I-16 de la KBF (Krasnoznamenniy Baltiyskiy
Flot = Flota del Mar Báltico de la Bandera Roja). Para empeorar las
cosas, muchos de los pilotos con experiencia de estas unidades habían
perecido durante Barbarossa, y sus reemplazos venían directamente
de las escuelas de vuelo. Llenos de entusiasmo patríotico pero novatos,
la mayoría de estos desafortunados aviadores moriría en enero y
principios de febrero de 1942 a manos de los experimentados miembros de
la Grünherz.
Entre estos, uno de los que más se destacó fue el
Hauptmann Franz Eckerle, comandante del I Gruppe. Ya en el mismo
primer día del año 1942 reclamó derribar tres I-16 (sus victorias Nº 39,
40 y 41), y esta afirmación está cerca de la verdad – en efecto derribó
a dos Ishak (I-16) del 13º IAP KBF (los del Serzhant
Dmitryev, el Starshiy Politruk Dmitryevskiy, este último murió en
la acción) y dañó un tercero (el del Serzhant Aleksandr Baydrakov,
que pudo ser reparado). El 31 de enero reclamó su derribo Nº 52 – un
Kittyhawk, posiblemente el P-40 del joven Starshiy Leitenant Ilya
Shishkin (158º IAP, 7º IAK PVO). Una semana más tarde su I Gruppe
sorprendió a un grupo de I-16 del antiguo 13º IAP KBF (ahora renombrado
como 4º GIAP KBF) y derribó uno, posiblemente el del Serzhant
Viktor Gulubyev, quién debió saltar de su aeronave en llamas. El 4º GIAP
KBF perdió cuatro I-16 más a manos de los hombres de Eckerle (tres
pilotos resultaron heridos), quién a lo largo del día reclamaría
derribar un Po-2 y un Il-2 más (no confirmados por los registros
soviéticos).
El 14 de febrero de 1942 Eckerle se anotaría su
victoria Nº 60, pero también encontraría a las hormas de su zapato.
Volando solo con su numeral sobre Turyshkino, divisó ocho I-15bis de la
3ª AE, 71º IAP KBF volando debajo de él, y sin dudarlo se lanzó sobre
ellos como el ave de presa que era. Pero esta vez sus “presas” lo habían
visto venir, y ya estaban girando para enfrentarlo. No pudieron evitar
que sus proyectiles de 15 y 7,92 mm desintegraran uno de los biplanos
soviéticos y mataran a su infortunado piloto, pero inmediatamente
después el avión de Eckerle (Bf.109F-2 WkNr 9728) cayó bajo el fuego
concentrado de los I-15bis de los Mladshiye Leitenanti Petrujin y
Markov, y del Serzhant Savosin. Semejante lluvia de proyectiles
destrozó todas las superficies de control del avión germano, el
Messerschmitt se dio vuelta sobre su espalda y entró en un picado muy
pronunciado. Eckerle alcanzó a saltar antes de que su malogrado avión se
estrellase en Lodva cerca del lago Dolgoye (25 kms al SE de la orilla
del lago Ladoga). Para su desgracia fue capturado por una unidad de
infantería rusa que hacía poco había sufrido bajas a manos de la
Luftwaffe, y que lo habían visto destruir al caza propio.
Enceguecidos por la furia, estos soldados no lo dudaron y lo lincharon.
Poco después un segundo Bf.109F-2, esta vez del 4./JG 54, sería
derribado por cazas Hurricane IIB del 191 IAP.
De acuerdo al diario personal del
Geschwaderkommodore Hannes Trautloft, estas pérdidas, especialmente
la de Eckerle, conmovió a todo el JG 54, y produjo una importante golpe
en la moral de los pilotos del I Gruppe. Para restaurarla Trautloft
envió a esta unidad a descansar unos días al magnífico palacio de verano
de Catalina II en Krasnogvardeisk (hoy Gatchina).
¿ Monstruos o
Caballeros?
Tales crimenes (tortura y/o ejecución de pilotos
hechos prisioneros) fueron moneda común a ambos lados de la línea del
frente. Tales eran los sentimientos contradictorios que generaban las
acciones de estos formidables pilotos, una mezcla de admiración y
respeto, pero también profundo rechazo a la ideología que defendían.
Hannes Trautloft mismo es controversial. Se le cita diciendo al
principio de Barbarossa: “No podemos tolerar la costumbre de
nuestros amigos de entrar en luchas de perros con las ‘Ratas’ [apodo
alemán de los I-16] e ‘Ivanes’. Los duelos entre caballeros no son para
el Frente Oriental. Simplemente debemos ganar.” Parece sin duda
avalar el desprecio racista de los nazis contra todos los eslavos. Sin
embargo por otro lado Trautloft dio estrictas ordenes que todos los
aviadores soviéticos capturados en su zona de responsabilidad fueran
tratados bien, y esto lo confirman los testimonios de los veteranos
rusos que fueron llevados a Krasnogvardeisk, donde Trautloft tenía su
Cuartel General.
Este cambio de actitud parece haber sido causado
por la creciente habilidad que Trautloft observó en sus oponentes en el
combate aéreo, la cual anotó en su diario tras un combate el 13 de marzo
de 1942: “[Oberleutnant Otto] Kath y yo nos enzarzamops con seis
‘Ratas’ a una altura de 2.000 metros sobre el área de penetración en
Pogostye. Dimos vueltas durante veinte minutos sin poder lograr ningún
éxito. Por el contrario, tuvimos que combatir duro para defendernos. La
escuadrilla rusa probó ser la más habilidosa y agresiva. Estábamos
empapados en sudor cuando aterrizamos.”
Ganándose el Respeto
Sus oponentes en ese combate parecen haber sido los
pilotos de I-16 de la 3ª AE/4º GIAP VVS KBF, bajo el mando del
Leytenant Vasily Fiodorovich Golubev, un as con 13 victorias en su
haber hasta ese momento, y que terminaría la guerra con 39. Sin duda
influyente en el respeto que Trautloft mostraba ahora hacia sus
oponentes rusos fue el hecho que un día antes, el 12 de marzo de 1942,
fue precisamente Golubev quién derribó a otro experte de la JG
54. Ese día las 1ª y 2ª AE del 4º GIAP VVS KBF atacaron la estación
ferroviaria de Mga, en manos alemanas, mientras que la 3ª AE proveía
cobertura aérea. Para ese entonces los aviadores rusos habían aprendido
que una de las tácticas favoritas de los experten teutones era
emboscar a los aviones soviéticos en misiones freie jagd (caza
libre) cerca de sus propias bases, cuando estos volvían cortos de
combustible y munición, y eran más vulnerables. La falta de oposición
aérea en el ataque hizo intuir a Golubyev que los alemanes intentarían
una misión de caza libre contra su unidad. Como tanto él como su
vedomiy (numeral) Vladimir Dmitryev volvían con bastante
combustible, decidió cubrir desde lo alto el aterrizaje de sus
tovarishchi (camaradas). A los mandos de su I-16 Ishak
“Blanco 33” Vasily Golubyev divisó un par de Messerschmitt a baja
altura, evidentemente merodeando en busca de presas fáciles. El propio
Golubyev cuenta que sucedió a contunuación:
Vasily F. Golubyev:
“Aumenté la velocidad, y observé atentamente. ¡Epa,
allí estaban! Sobre las puntas de los árboles del bosque, como había
supuesto, había un par de Bf.109F. Vladimir Dmitryev también divisó al
enemigo, e hizo el alabeo con su avion. Le respondí con la misma señal.
Yo mismo habia prohibido el uso de la radio en tales casos.
Nuestro grupo principal coemzó a aterrizar
cuando a mí me faltaban 5 kms para llegar al aeródromo. El enemigo
continuó manteniendose a una altitud extremadamente baja, y no acortó la
distancia. Así pues, los alemanes mordieron el anzuelo. Creyendo que mi
pareja estaba con la guardia baja, decidieron realizar un ataque
simultaneo sobre mi pareja, derribandonos de la manera más
desmoralizadora para nosotros – sobre nuestro propio aeródromo. Al fín
había llegado el momento que tanto tiempo había esperado.
Incrementé la velocidad y gané altura.
Veo que los motores de los ‘Messer’ comenzaban a
humear, pasando a un regimen acelerado para un acercamiento y un ataque
rápidos.
Habiendo alcanzado el centro del aeródromo,
efectué un brusco giro de combate a la izquierda a máximo G para entrar
en un ataque frontal.
¡Es ahí cuando decenas de escenarios y calculos
con el empleo de esta maniobra han sido útiles!
Terminé la maniobra a una altura de
aproxidamante 500 metros, y el enemigo acabó mucho mas bajo. Éste de
manera inesperada se encontró con un ataque frontal. Ambos ‘Messers’
levantaron sus morros amarillos y se dirigieron hacia mí, pensando que
yo estaba sin munición, y por lo tanto haciendoles un falso ataque.
Trazadoras oscuras se extendieron desde los dos Bf.109F hacia mi motor.
Tengo al ‘cazador’ líder en mi colimador, la distancia es de
aproximadamente 500 metros. Faltaba un segundo y medio para que todo
finalizara, incluso la vida. Los dedos de mi mano derecha de manera
subconsciente presionaron el gatillo de las ametralladoras, y tres
líneas ígneas como rayos atravesaron el delgado cuerpo del Messerschmitt,
el cual desapareció a solo 5 metros debajo mío.
Sin pensar en los resultados, efectuo un segundo
giro de combate. Por delante y más arriba que yo veo trepando a un único
‘Messer’ que quedaba. De manera subconsciente tiré de la palanca de
mando, tomé la rapidamente deflexion y disparé los cuatro cohetes RS-82
que llevaba. Cuatro explosiones negras surgieron a la cola de mi
enemigo, pero el ‘Messer’ prosiguió ganando pronuncidamente altura.
Alcanzarlo no era posible.
Pero de pronto, cuando estaba a aproximadamente
1500 metros, efectuó un rizo y, disparando, se fue hacia abajo. ¿Qué
pasaba? ¿Decidió dar batalla el solo, u observar como caía en llamas el
avión de su líder? No, sale del picado y comienza un segundo rizo. Ahora
cada segundo cuenta. Le doy por radio la orden a Dmitryev de atacarlo
desde abajo, mientras yo mismo bruscamente arrojo mi avión a ganar
altura. Cuando él estaba en el punto mas alto del tercer rizo, le
disparo al alemán a una distancia de 50 metros. Pero el avión no cae, de
nuevo sigue hacia abajo y luego trepa. ¿Qué son estas mainobras tan
extrañas? Súbitamente entendí: mi oponente estaba en una situación sin
salida – los fragmentos de mis cohetes ‘RS’ habían bloqueado el timon de
profundidad cuando estaba trepando tras el ataque frontal.
A la salida de su cuarto rizo el ‘Messer’ se
enganchó en la punta de los pinos junto al estacionamiento de la 3ª
Escuadrilla, y ya sin alas se deslizó por la nieve cerca del aeródromo.
Veo, como el piloto sale de la cabina y, cayéndose, corre en dirección
del bosque, directamente hacia el estacionamiento de mi escuadrilla.
Ahora el ‘frits’ [apodo ruso dado al
soldado alemán] lejos no irá. Informo por radio al KP [Komandniy
Punkt = Puesto de Mando] del regimiento, le doy la orden a mi
numeral que aterrice, y yo hago lo mismo cerca del estacionamiento de mi
escuadrilla. El combate ocurrió a la vista de toda la guarnición de la
base, y un sonoro ‘¡Hurra!’ se extendió por el aeródromo, cuando el
primer ‘Messer’ hizo explosión. Lo mismo ocurrió tras la destrucción del
segundo.
[…] Cuatro horas más tarde los mecánicos
trajeron al piloto nazi muerto. Habéndose salvado de las llamas en su
avión, había muerto a causa de las heridas recibidas en el aire.”
Aquiel combate fue realizado con un I-16.
Las victimas de Gulubyev fueron el Bf.109F-2 WkNr
8347 del líder, Oberfeldwebel Robert Behr (4./JG 54) y luego el
Bf.109F-2 WkNr 8997 del Unteroffizier Hans Schwarzkopf (1./JG
54). Solo Behr pudo alcanzar las líneas alemanas – el desafortunado
Schwarzkopf se desangró hasta morir mientras trataba de evadir a las
tropas soviéticas. En el timón del aparato de Schwarzkopf se encontraron
26 marcas de victorias – otro as germano había pasado de ser
cazador a ser presa, en este caso la víctima Nº 14 en el palmarés de
Golubyev.
Aún cuando reconocía la evidente mejora en su
calidad, parecía haber todavía en Trautloft una resistencia en admitir
que los pilotos soviéticos podían estar aprendiendo de la Luftwaffe
y/o desarrollando tácticas propias, ya que el 23 de marzo escribía:
“Tenemos la impresión que pilotos franceses están volando junto a los
rusos ahora. En los últimos días hemos notado una táctica completamente
nueva adoptada por los cazas enemigos. Han dejado de volar porfiadamente
cerca unos de otros. En cambio ahora se cuidan uno al otro mutuamente.
De tanto en tanto uno de ellos hace un roll, tal como hemos visto que
hacen los franceses o los ‘Tommies’ [los pilotos británicos]. Y los
rusos se han vuelto más agresivos. ¡Uno tiene que estar condenadamente
alerta!”
Esta impresión cambió pronto. El 1º de mayo
Trautloft ya aceptaba que los rusos estaban dando una buena pelea, y por
mérito propio: “Por mi propia experiencia y numerosos relatos de mis
pilotos, pude notar que los pilotos rusos han aprendido mucho. Nuestras
victorias aéreas se consiguen en combates cada vez más difíciles. Los
rusos se han transformado en mejores pilotos, más agresivos, más
alertas.” Esto probó ser totalmente cierto, y se notó en la cantidad
de experten de la JG 54 que fueron derribados a lo largo del mes.
El primero fue el Staffelkapitan del 8./JG 54, Oberleutnant
Max-Hellmuth Ostermann, y no fue derribado una vez… ¡sino dos veces! La
primera el 10 de mayo (tras reclamar su victoria Nº 98) y la segunda dos
días más tarde (tras reclamar las 99ª y 100ª). Además fue herido en esta
última ocasión. Tras esto Trautloft decidió darle un período de descanso
de dos meses en Alemania. Al día siguiente el joven experte
Oberleutnant Hakon Von Bülow (6 victorias) y su numeral el
Leutnant Alfons Schülte-Walter (ambos del 9./JG 54) fueron
derribados – aparentemente el primero por el fuego del artillero trasero
del Petlyakov Pe-3 que estaba atacando, y el segundo por artillería
antiaérea mientras orbitaba alrededor del lugar donde había caido su
líder. Y esta racha continuó el 14 de mayo – un caza soviético derribó
el Bf.109F-2 del Feldwebel Herbert Broennie, acreditado con 58
victorias. Broennie sobrevivió al encuentro con este desconocido
Stalinskiy Sokol (Halcon de Stalin) pero con heridas.
El 16 de mayo de 1942 la Luftwaffe hizo un
esfuerzo máximo para destruir el puerto de Kobona, en la orilla oriental
del Lago Ladoga, de donde salían los transbordadores que proveían con
alimentos y medicinas a la hambrienta y asediada población de Leningrado.
Participaron del asalto los Stuka de los I y II./StG 1 con la habitual
escolta de los Messerschmitt de la JG 54. A su encuentro salieron los
Kittyhawk de los 158º y 159º IAP, y los Ishak (I-16) del 4º GIAP
KBF, y una gran batalla aérea rugió sobre Kobona.
El piloto de P-40E Kittyhawk Kapitan Piotr
Yakovlevich Lijoletov, para ese momento ya un as acreditado con siete
derribos, demostró de forma contundente la extraordinaria
maniobrabilidad de su montura al forzar a un par de Friedrich a
sobrepasarlo. Antes de que estos pudieran ascender aprovechando la
superioridad del Messerschmitt en maniobras verticales, Lijoletov puso
al Bf.109F-2 WkNr 9685 en su colimador y presionó el gatillo. Las
pesadas balas de 12,7 mm despedazaron al caza alemán, que en llamas se
estrelló cerca del lago Maluksinskoye, con su piloto muerto en la cabina
– el experte con 33 victorias Feldwebel Gerhard
Lautenschläger, del 3./JG 54. Su conmocionado kaczmarek, Walter
Nowotny afirmó entonces derribar a este P-40, pero la verdad es que
Lijoletov simplemente picó para evadir el fuego de Nowotny y regresó a
su base sin siquiera daños. Lijoletov terminaría la guerra acreditado
con 34 victorias, y (como veremos) al menos un experte más en su
haber.
Después de mayo de 1942 Trautloft y sus hombres
respetaban mucho más a sus adversarios eslavos, y tenían claro ahora que
los tiempos de las fáciles victorias en el frente norte habían
terminado. La Luftwaffe retendría su superioridad táctica y en
experiencia por un año más, pero era solo cuestión de tiempo para que la
VVS, la PVO y la VVS KBF revirtieran la situación.
“Pobediteli Ekspertenov”
(Vencedores de Experten)
Entusiasmado por los grandes avances en las zonas
de Voronezh y el Donbass a fines de junio y todo julio de 1942, Hitler
quiso tambien quiso finalmente sacarse esa muy molesta piedra en su
zapato que era Leningrado. Por lo tanto redesplegó en el frente norte al
11º Ejército de Erich Von Manstein, quién había conquistado Sevastopol
solo unos días antes (el 1º de julio) con la misión de tomar Leningrado,
e incluso le asignó un nombre código a esta operación – Nördlicht
(Luces del Norte). Pero la STAVKA soviética se enteró de estos planes, y
se le adelantó lanzando una serie de contraofensivas entre fines de
julio y agosto que, si bien fueron derrotas tácticas, forzaron a la
Wehrmacht a usar todos los recursos ofensivos del 11º Ejército en la
defensa, y a la larga la victoria estratégica de forzar a Hitler a
cancelar Nördlicht. Durante esas contraofensivas feroces combates
aéreos rugieron en la zona, y más experten siguieron cayendo.
Uno de los refuerzos recibidos por el Frente de
Leningrado fue el 41º IAP y sus LaGG-3. Esta llegada fue muy bienvenida,
especialmente porque entre sus filas estaba el joven pero ya
experimentado Starshiy Leytenant Arkadiy Ivanovich Sukov.
Mientras aún estaba desplegado en el Frente de Kalinin, Sukov había
conseguido una muy particular victoria. Mientras escoltaba un grupo de
Pe-2, dos Bf.109F del II./JG 51 (liderados por el experte con 69
derribos Leutnant Hans Strelöw) atacaron a los bombarderos, pero
sin darse cuenta que él estaba allí. Inicialmente sorprendido, Sukov
reaccionó pronto y atacó al líder, que ya intercambiaba disparos con el
artillero de cola del bimotor Petlyakov. Ni Strelöw ni su numeral nunca
supieron que los golpeó, solo que subitamente el motor del Messerschmitt
del as germano fue alcanzado – ambos erroneamente pensaron que por el
arillero del Pe-2, cuando en realidad lo fue por los proyectiles de 20 y
12,7 mm del LaGG-3 de Sukov. A Strelöw no le quedó otra opción que
aterrizar de panza en territorio liberado por las tropas soviéticas.
Temiendo correr una suerte similar a la de Eckerle al ver que estaba
rodeado por soldados rusos, decidió cometer suicidio.
La llegada de Sukov coincidió con el regreso del
Staffelkapitan de la 8./JG 54 después de su período de dos meses en
Alemania: Max-Helmuth Ostermann, quién pronto reclamó sus 101ª y 102ª
victorias. Su ambición de ser el segundo piloto en alcanzar la marca de
las 150 victorias le cegó, a pesar de que su propia experiencia le decía
que sus oponentes ya no eran simples corderos. El 9 de agosto de 1942
despegó junto con su numeral (quién, dicho sea de paso, era un novato
que llegaba para reemplazar las perdidas de veteranos sufridas en mayo)
en una misión freie jagd contra el aeródromo soviético de Amosovo,
en la costa este del lago Ilmen. Hicieron una pasada de ametrallamiento
contra los P-40 estacionados allí, y luego se quedaron haciendo
circuitos fuera del alcance de la AAA de la base aérea, esperando que
algunos Kittyhawk levantaran vuelo a enfrentarlos (sabiendo que, con
ventaja de altura y velocidad, esos P-40 serían fáciles presas). Lo que
Ostermann no vió fue la llegada de los LaGG-3 de Arkadiy Sukov y su
numeral, arriba sobre su cabeza. Habiendo aprendido bien la táctica de
hacer ataques sorpresa “desde el sol” con ventaja de altura y velocidad,
Sukov disparó una larga ráfaga con sus cañones y ametralladoras, la cual
dio de lleno en el Bf.109G-2 WkNr 10438 de Ostermann. Convertido en una
antorcha, el Messerschmitt cayó sin control hasta estrellarse contra la
olas del lago Ilmen, sellando la suerte del experte teutón. Su
conmocionado numeral huyó.
Este fue otro muy duro golpe para la JG 54, como lo
demuestra el diario de Trautloft: “Frecuentemente, y a veces de una
manera trivial, hablamos acerca de ‘una pérdida irremplazable’, cuando
quizás palabras menos fuertes podrían ser utilizadas. Pero en este caso
‘ireemplazable’ se queda corta. Por supuesto que seguimos llevando a
cabo la lucha incluso después de la muerte de Ostermann. Pero ningún
otro piloto de mi Geschwader personificaba la naturaleza de un piloto de
caza como Ostermann.”
Dos días más tarde la Grünherz casi pierde a
otra de sus estrellas, cuando el Leutnant Walter Nowotny (2./JG
54) debió aterrizar de emergencia en Relvitsy con su Bf.109G-2 WkNr
10360 y resultó herido. Las fuentes oficiales alemanas citan que chocó
contra un obstáculo mientras aterrizaba al regresar de la misión en que
derribó dos MiG-3 (sus victorias Nº 55 y 56). Pero el testimonio de su
numeral el Feldwebel Karl “Quax” Schnörrer desmiente esta
versión: “¡Los rusos me hicieron pedazos el avión! ¡Tengo ‘ampollas’
en mis alas!’ chilló Nowotny en la radio. Desesperadamente nos sacudimos
al enemigo de encima e hicimos un rápido escape a baja altura. El
Messerschmitt 109 de Nowotny hizo un aterrizaje brutal en el aeródromo
de Relvitsy. Rodando a 160 km/h sobre la pista de aterrizaje, el motor
subitamente explotó en llamas. A unos 100 km/h Nowotny arrojó la
cubierta de la cabina y abandonó el avión en un verdadero salto del tipo
‘hazlo o muere’. El Messerschmitt continuó rodando otros 30 metros, y
entonces explotó.” Quizás algún día sepamos quien fue el habilidoso
aviador soviético que puso en aprietos por segunda vez a un experte
de la talla de Nowotny.
Para esta época (fines de julio y agosto de 1942)
la ofensiva nazi en el Sur hacia Stalingrado y el Cáucaso estaba en su
apogeo, y la decisiva batalla de Stalingrado estaba por comenzar. La
STAVKA decidió lanzar una ofensiva (los Frentes de Kalinin y Occidental)
para forzar a los alemanes a sacar fuerzas del sur en ayuda del Grupo de
Ejércitos Centro y así aliviar la presión sobre Stalingrado. La ofensiva
comenzó el 30 de julio, y contó con un apoyo aéreo de tal intensidad que
sorprendió a los alemanes. Particularmente alarmante fue el
profesionalismo mostrado por los pilotos de caza soviéticos en el área,
que empezaron a infringir pérdidas a los Bf.109 de los II, III y IV./JG
51 como nunca antes habían experimentado – cinco el 1º de agosto, nueve
el día 2, y seis el día 3 de agoto, por dar un ejemplo. Y entre estos no
solo había novatos, sino un Gruppenkommandeur y tres
Staffelkapitane, todos ellos consumados experten con muchas
victorias en sus respectivos palmareses. No era de extrañar, ya que
entre sus oponentes de la VVS se encontraban unidades de élite tales
como el 5º GIAP del Geroy Sovetskogo Soyuza (Heroe de la URSS) Mayor
Vasily Zaytsev (no confundir con el legendario snayper o
francotirador) o el 485º IAP de Georgiy Zimin.
La situación se volvió tan seria para el Grupo de
Ejercitos Centro que en efecto la ofensivo logró la que buscaba: obligar
a la Luftwaffe y la Wehrmacht a sacar unidades del Frente
Norte, el Cáucaso y Stalingrado y enviarlas a la zona de Rzhev. Del
frente sur llegaron los Stuka del II./StG 1 y los Bf.109G del I./JG 52,
y del norte regresó el I./JG 51 (que estaba desplegado allí desde
febrero, durante la batalla de la bolsa de Demyansk) y fueron
despleagados los Ju.88 del Stab y el II.KG 53, y además (que lo
que nos concierne para este artículo) ambos el Stab y el II./JG
54. Para arreglar el despliegue de estos dos últimos Hannes Trautloft se
encontró en Dugino el 6 de agosto con el Geschwaderkommodore de
la JG 51, Major Karl-Gottfried Nordmann. Y este le recibió con
las siguientes palabras: “¡Todo el infierno se nos vino encima en el
cielo y en la tierra!”. Fue en este marco que la JG 54 perdió a su
siguiente experte.
El 10 de agosto de 1942 varios Bf.109F-2 del 10./JG
51 y dos Bf.109G-2 del 6./JG 54 interceptaron una formación de seis Pe-2
al norte de Rzhev. Estos dos últimos eran tripulados por el
Staffelkapitan, Hauptmann Karl Sattig (51 victorias en su
haber), y su numeral Unteroffizer Johann Fieber. Sattig reclamó
derribar dos Petlyakov y Fieber un tercero. Pero entonces, sin que ellos
se dieran cuenta, llegaron seis Hurricane IIB del 485º IAP, y uno de
ellos, posiblemente el Kapitan Gabrinez, alcanzó al Messer
de Fieber, obligándolo a retirarse (Fieber creyó que le habían dado los
artilleros de los Pe-2). Fue posiblemente el as Polkovnik Georgiy
Vasilyevich Zimin, en su Hawker Hurricane IIB “Blanco 50”, quién a
continuación incendió el Bf.109G-2 WkNr 10383 de Sattig, obligando al
experte a saltar directo hacia su cautiverio. La lucha continuó
durante 45 eternos minutos entre los seis Hurricane y los restantes
Messerschmitt de la JG 51 Mölders, y durante la refriega el
Mayor Kondratyev abatió al Bf.109F-2 del Feldwebel Richard
Brand (quién fue herido) pero fue a su vez derribado y muerto.
Desgraciadamente, si bien ya demostrando un mayor
profesionalismo y una mayor contundencia que antes, la VVS todavía
sufría de programas de entrenamiento muy cortos y mala coordinación
entre los bombarderos Il-2 y Pe-2 y los cazas que debían escoltarlos, lo
cual resultó en importantes pérdidas, y para fines de agosto la ofensiva
de alivio en el sector de Rzhev debió ser cancelada. Pero las JG 51 y
54, acostumbradas a reclamar montones de derribos y sufrir relativamente
pocas perdidas, por primera vez se se encontraron siendo literalmente
apeleadas por los cazas de la VVS. Entre el 31 de julio y el 31 de
agosto solo la JG 51 perdió 101 Bf.109, y la JG 54 le sumó otros 14 más.
Septiembre agridulce
Ambos bandos perdieron a muchos de sus más
experimentados pilotos durante septiembre de 1942, con la JG 54 viendo
como siete de sus experten eran derribados por aeronaves de la
VVS – uno moriría, y tres resultarían heridos.
El primer as alemán en tener que saltar de su avión
en llamas fue el Leutnant Alfred Teumer (1./JG 54, sería
acreditado con 76 victorias a lo largo de toda la guerra), cuando el
radiador de su Bf.109G-2 fue incendidado por un P-40E Kittyhawk del 159º
IAP, tripulado por el ya familiar para nosotros Kapitan Piotr
Lijoletov, el 9 de septiembre de 1942. Ese mismo día el Messerschmitt
del Staffelkapitan del 7./JG 54 -Oberleutnant Waldemar
Wübke, con 15 victorias en su haber- regresó con un 15% de daños y
herido tras un encuentro “cercano” con un bien piloteado MiG-3. Teumer
volvería a ser alcanzado por el fuego de cazas rusos solo cinco días
después, y aunque su Bf.109G-2 WkNr 10419 recibió solo un 25% de daños,
él resultó con heridas, y tuvo que ser hospitalizado.
El 16 de septiembre de 1942 Oberfeldwebel
Wilhelm Schilling (9./JG 54) interceptó una formación de Ilyushin
Shturmovik que acababan de bombardear la estación ferroviaria de Tosno,
en manos alemanas, y reclamó derribar uno de ellos (su victoria Nº 46).
Lo que Schilling no vió fue a la pareja de I-16 Ishak del 21º IAP
KBF que escoltaban a los Il-2. Su Bf.109G-2 WkNr 10436 fue acribillado
por el fuego concentrado del Kapitan Dmitriy Zosimov y el
Starshiy Leitenant Boris Sushkin, y el propio Schilling fue
seriamente herido. Erroneamente pensando que había sido alcanzado por la
antiaérea, Schilling de alguna forma se las arregló para llevar su
vapuleado avión hasta el aeródromo avanzado de Mga, y hizo un aterrizaje
de panza. Hospitalizado por un largo tiempo, se recuperó, volvió a
combatir, y su cuenta personal aumentó hasta las 63 victorias.
Hay confusión con respecto a la fecha en que el
siguiente experte teutón cayó. El Pobeditel Ekspertenov
Arkadiy Sukov escribió en su libro de vuelo el 18 de septiembre de 1942:
“Misión de combate. Despegue a la 1:09 PM, LaGG-3. Líder del zveno.
Dando cobertura a Il-2 del 448º ShAP. Combate con 8 Bf-109 al norte de
la estación ferroviaria de Tosno. Derribé al líder del grupo alemán,
quién estaba galardonado con la Cruz de Caballero.” El único piloto
alemán perdido en esas fechas galardonado con la Ritter Kreuz fue
el Feldwebel Peter Siegler del 3./JG 54, con 49 victorias en su
palmarés personal. Las fuentes alemanas coinciden en que en efecto fue
derribado tras un prolongado duelo aéreo contra un muy habil piloto de
“Yak-1” (¿una identificación errónea de un LaGG-3?). Siegler intentó
amerizar, pero su Bf.109G-2 WkNr 10330 se hundió con él dentro, antes de
que pudiera abrir la cubierta. El problema es que la Luftwaffe
registra esta pérdida el 24 de septiembre, casi una semana después de la
anotación de Sukov. Solo el tiempo dirá si en efecto fue Sukov el
vencedor de Siegler, o en caso contrario si sabremos quién fue el piloto
de Yakovlev que debe recibir el crédito por tan destacada victoria.
No hay ninguna duda acerca del quién derribó al
penúltimo experte alemán del mes. El 28 de septiembre no menos de
ocho Bf.109G de los II. y III./JG 54 que escoltaban a Junkers del KG 3
cuando se encontraron con cuatro cazas soviéticos (dos Yak-1 del 402º
IAP y dos P-40E del 630º IAP PVO) que a su vez cubrían a una formación
de Il-2. Los resultados fueron mixtos: en un inusual exageración los
aviadores alemanes reclamaron derribar siete cazas soviéticos (¡tres más
de los que realmente había!) con el experte Leutnant Hans-Joachim
Heyer derribando al P-40E de Nikolay Chebotaryov y su compañero Heinrich
Sterr haciendo lo propio con el otro Kittyhawk tripulado por Nikolay
Dolenko (ambos pilotos alemanes habían reclamado dos victorias cada uno,
y ambos aviadores soviéticos saltaron y llegaron a tierra sanos y
salvos). Pero uno de los pilotos de Yak-1, el Starshiy Leitenant
Smolnikov, devolvió la cortesía obligando al experte Leutnant
Horst Hannig (6./JG 54) a saltar de su Bf.109G-2 en llamas, mientras que
su tovarish el as con 16 victorias Starshiy Leitenant Ivan
Dmitryevich Lijobabin derribaba al Ju.88A-4 del Leutnant Immo
Riebecke (1./KG 3) – toda la tripulación pereció. Lijobabin de hecho
probablemente derribó a un segundo Junkers por el cual nunca presentó un
reclamo oficial, ya que la Luftwaffe perdió a un segundo Ju.88 en
el transcurso de ese combate. Esta era la segunda vez que Hannig era
derribado en suelo ruso, la primera había sido el 17 de marzo de 1942.
Hannig sería acreditado con 90 victorias en el Frente Oriental, y
perecería el 15 de mayo de 1943 sobre Francia, sirviendo en la JG 2
Richthofen, a manos de cazas Spitfire británicos, cuando su cuenta
de victorias ascendia a 98.
El último experte en ser derribado ese mes
fue el oficial técnico del III./JG 54, Leutnant Erwin Leykauf, el
29 de septiembre. Las versiones alemana y rusa de su derribo coinciden
en que Leykauf estaba atacando un Il-2 del 57º ShAP KBF. Pero mientras
Leykauf afirma que fue impactado por la antiaérea segundos después de
abatir al Shturmovik (su victoria Nº 26), los archivos de la KBF
muestran que el piloto de este Il-2, el Starshiy Leitenant
Aleksandr Scherbinin, intencionalmente chocó su mortalmente dañado avión
contra el Bf.109G-2 WkNr 13613 del as germano –Taran, como se lo
conoce en ruso- obligandolo a saltar. En su extraordinario trabajo
Christer Bergström considera más creible la versión de Leykauf, pero
quien escribe estas líneas (sin negar la posibilidad de un
embellecimiento del hecho por parte de la propaganda de guerra
soviética para levantar la moral a los pilotos y a la población)
considera en cambio mucho más confiable la versión rusa.
Estos éxitos, muy encomiables, no deben soslayar el
hecho que la VVS, la PVO y la VVS KBF en el frente norte aún estaban en
inferioridad cualitativa y técnica, y que muchos de sus ases también
cayeron en ese período - precisamente a manos de los experten de
la JG 54. Solo el 30 de septiembre el as Unteroffizer Sigfried
Müller derribó en dos combates separados a cuatro I-16 del 4º GIAP KBF
(dos en c/u), y dos de sus victimas eran a su vez ases – el
subcomandante del regimiento y Geroy Sovietskogo Soyuza Mayor
Aleksey Iliyn, y el Starshiy Leitenant Vladimir Petrov (nueve
victorias). Ilyn sobrevivió pero Petrov murió en la refriega.
Finaliza 1942
Dos ases alemanes de la Grünherz caerían a
manos de los Stalinskie Sokoli (Halcones de Stalin) antes de la
Nochevieja de 1942. El primero de ellos fue el Staffelkapitan del
5./JG 54, Oberleutnant Joachim Wandel. La planicie al norte del
Lago Ilmen, castigada por las primeras heladas, fue mudo testigo del
duelo entre Wandel y su numeral Unteroffizier Ransmeyer por un
lado, y un par de Yak-1 del 283º IAP el 7 de octubre de 1942. De acuerdo
a la versión alemana, Wandel logró derribar a uno de los Yakovlev como
su 75ª víctima (este reclamo no coincide con una real pérdida soviética)
pero el piloto del segundo Yak-1 Leytenant Zaytsev se puso a su
cola e hizo trizas el Bf.109G-2 WkNr 10353 con una sola ráfaga de 20 y
12,7 mm. Wandel aparentemente alcanzó a saltar de su aparato, pero ya
sea porque su paracaidas no se abrió a tiempo o porque estaba muy
seriamente herido, falleció.
El último experte del año fue el Leutnant
Hans-Joachim Heyer (8./JG 54), que contaba con 53 victorias en su
haber. Irónicamente, se transformó en la primera víctima de un hasta ese
momento novato piloto de Yak-7 del 271º IAP: el Serzhant Nikolay
Mijailovich Alekseyev. El encuentro entre ambos se produjo el 9 de
noviembre de 1942 sobre Gorodok, al norte de Vitebsk – Heyer custodiaba
la Rölbahn Brest-Smolensk-Vyazma, y Alekseyev patrullaba la zona
al sur de Velikye Luki. De acuerdo a la versión alemana, el Bf.109G-2
WkNr 13809 de Heyer fue víctima de un taran, del cual solo un
piloto logró saltar. Evidentemente fue Heyer, quién luego murió por
heridas, porque de hecho Nikolay Alekseyev -si bien se acercó mucho a su
presa- la derribó de una manera más tradicional (con fuego de cañones de
20 mm y ametralladoras) y regresó luego a su base. Esta fue la primera
de las 14 victorias personales y tres en grupo con las que Alekseyev
sería acreditado.
Cobras, La-5 y Focke-Wulfs
El comienzo de 1943 mostró muchos cambios en el
equipamiento de ambos bandos en la zona norte del Frente Oriental. La JG
54 ya había sido la primera cuando sus I. y III. Gruppen hicieron la
trancisión al Focke Wulf Fw.190A-4 (en donde siguieron conviviendo con
los Bf.109G-2), pero las unidades de caza soviéticas en la zona también
lo hicieron. En primer lugar, desde el sur llegaron varios regimientos
equipados con el letal caza Lend-Lease P-39 Airacobra, incluido el 153º
IAP, ya una unidad de la Guardia y por lo tanto renumerado 28º GIAP.
Además por fin todos los venerables I-16 de los regimientos de la VVS
KBF fueron retirados y sustituidos por el moderno Lavochkin La-5 – el 4º
GIAP KBF fue el primero en recibirlos. Pero tanto o más importante que
estos refuerzos fue el impacto moral de lo que ocurría mil kilómetros al
sur, en Stalingrado. Esta indisputable victoria del pueblo ruso y
soviético le dio un gran empuje moral a todos los pilotos de la URSS –
ahora sabían con certeza que se podía derrotar a la Wehrmacht y a
la Luftwaffe, estas ya no eran ni todopoderosas ni invencibles.
Esto quedó muy en claro también en el Frente de
Leningrado desde el mismo principio del año. Y quién lo demostró con
contundencia fue el propio comandante del 28º GIAP, Aleksey Semyonovich
Smirnov, cuando el 5 de enero de 1943 con su P-39 Airacobra convirtió a
dos experten en sus sexta y séptima victorias. El primero fue el
Feldwebel Alfred Dettke (8./JG 54, 33 victorias), quién pereció
en la cabina de su Bf.109G-2 WkNr 13947, y el segundo fue el
Unteroffizier Johannes Rünge (4./JG 54, seis derribos), quién debió
saltar con heridas de su Bf.109G-2 WkNr 13935 en llamas. Y ellos fueron
solo los primeros ases en probar la letalidad del veneno de la Cobra
de Smirnov – por lo menos otros tres experte más de la
Grünherz lo harían más tarde.
Ese fue el comienzo de una desastrosa sucesión de
pérdidas de experten para la JG 54. Al mismísimo día siguiente
una Rotte de Messerschmitt del 7./JG 54 –el Feldwebel
Josef Brechtl (líder, 27 victorias) y su punto el Feldwebel Kurt
Stöber- interceptaron un grupo de Il-2 cerca de Velikye Luki. En el
combate que siguió Brechtl reclamó derribar un Ilyushin (su 28ª
victoria) y Stöber cinco más. Pero entonces tuvo la misma mala suerte
que había tenido Hans-Joachim Heyer tres meses antes: enontrarse con el
Yak-7B de Nikolay Alekseyev. Mostrando su pericia, el aviador ruso
transformó al experte alemán en su derribo Nº 9 – Brechtl pereció
cuando su Bf.109G-2 WkNr 13666 se precipitó a tierra en llamas.
Desgraciadamente, igual que sus primera y novena presas, Alekseyev no
vería el final del conflicto: moriría en combate el 12 de julio de 1943
con el rango de Starshiy Leytenant durante la batalla de Kursk.
Veinticuatro horas más tarde, el 7 de enero, el que
debió saltar de su Bf.109G-2 (en este caso WkNr 13609) fue el
Feldwebel Heinrich Sterr del 6./JG 54, que terminaría la guerra con
129 victorias – su vencedor fue (de no mediar una confusión en el tipo
de avión, muy común en los informes alemanes) un por ahora desconocido
piloto de LaGG-3. Esperamos poder develar su identidad en el futuro
cercano.
Dos experten más conocerían el sabor de la
derrota a manos de la VVS en enero. Cuando tras un duro duelo aéreo el
15 de enero de 1943 el as Mijail A. Garam (32º GIAP, 3ª GIAD) pintó la
décima estrella roja en su nuevo Lavochkin La-5, ya le habían confirmado
que su antagonista había sido hecho prisionero y tenía 36 victorias en
su cuenta personal – era el Feldwebel Kurt Stöber. Solo nueve
días antes se había salvado por los pelos de ser derribado por Nikolay
Alekseyev después que este abatiera a su líder Josef Brechtl. Ese día su
suerte se terminó, y los restos calcinados de su Bf.109G-2 WkNr 10438 al
norte de la estación Chernozem quedaron como mudo testimonio de la
letalidad de Garam.
Al día siguiente dos Fw.190A-4 del 2./JG 54 fueron
derribados por pilotos de caza soviéticos (cuya identidad aún se
investiga) y ambas victorias fueron muy remarcables: La primera porque
su piloto, el Unteroffizer Helmut Brandt, tuvo que hacer un
aterrizaje de panza cerca Schïsselburg, en la ribera sur del Lago Ladoga,
y tanto él como su casi intacto Fw.190A-4 WkNr 142310 fueron capturados,
dando así la posibilidad al STAVKA soviético de analizar a fondo al caza
de motor radial alemán. La segunda también es destacable porque su
piloto era el experte Feldwebel Otto Kittel, que en ese momento
contaba con “solo” 29 victorias en su haber (sería acreditado con 267).
No sería la última vez que el as teutón conocería el amargo sabor de la
derrota a manos de los aviadores soviéticos.
En ese momento el Gruppenkommandeur del II./JG 54 era el ya Major Hans
“Assi” Hahn, uno los Halte Asse de la Batalla de Inglaterra y el Frente
del Canal, con 66 victorias (53 de ellas fueron Spitfire) mientras
sirvió en el JG 2. Con la Grünherz reclamó aumentar ese palmarés en 41
victorias más hasta que el 21 de febrero de 1943 encontró la horma de
sus zapato de la forma más inesperada: a manos de un inexperto piloto de
Il-2 Shturmovik – Serzhant Talgat Yakubekovich Begeldinov. El propio
Begeldinov relata encuentro con el experte germano:
Talgat Y. Begeldinov: “Mientas
estaba decidiendo que hacer, las trazadoras pasaron justo por encima de
la cabina. Giré la cabeza y vi que me estaba atacando un caza. El piloto
del “Messer” actuaba de forma extremadamente agresiva. Me atacaba por
todos lados, pero no lograba derribarme. Pensé: “Así me acabara
matando”. Comencé a realizar virajes, intentando desplazarme hacia
nuestro territorio. La altitud no era baja, así que para atacarme por
debajo el alemán lo tenia difícil. El alemán tenía miedo de entrar por
delante, conociendo la potencia de fuego del armamento frontal de IL-2.
Mi velocidad era más baja, así que el radio de viraje era más reducido.
Mientras tanto, el “Messer” me estaba entrando por la cola una y otra
vez.
De repente pensé: “¿Por qué solamente estoy realizando maniobras
defensivas, por que no lo intento atacar yo?”. Aunque en aquel entonces
no había oído casos de que un IL-2 ataque a un caza: en caso de
encontrarse con los cazas, nos ordenaban retirarse en vuelo rasante y no
entrar en combate aéreo.
El alemán se puso muy agresivo. La alta velocidad para él era un
obstáculo. El alemán bajó el tren de aterrizaje para reducirla. No sé
por que, pero este hecho me cabreó. ¡Bastardo, ahora verás!
En un brusco giro dirigí mi avión hacia el caza alemán y tiré de la
palanca. El “Messer” acabó en mi colimador. Apreté los gatillos. Vi cómo
las ráfagas impactaron en el avión alemán. Cada instante parecía una
eternidad. El caza desprendiendo humo se tumbó de un ala y se fue al
suelo. El alemán resultó ser un experto y pudo nivelar su avión en
llamas y aterrizar sobre la panza. Mi avión estaba a punto de entrar en
barrena. Corregí el avión, gané velocidad, reduje altitud.
Realicé el giro y vi cómo hacia el caza alemán corrían nuestros
soldados, armados con metralletas. Ahora podía retirarme hacia la base.
Y en aquel momento sentí que se me agotaron las fuerzas. Todo mi cuerpo
estaba cubierto por un pegajoso sudor. Por otro lado, mi avión estaba
dañado. Los timones de dirección y de giro estaban dañados. Los
radiadores de agua y de aceite estaban perforados
Con mucha dificultad pude llegar hasta el aeródromo y aterrizar. Abrí
la cabina y literalmente caí en los brazos de los pilotos, que rodearon
mi avión. Llegó el comandante del regimiento. Le informe sobre la
misión, pero no se porqué pero no dije nada sobre el caza derribado.
Miré mi avión y comprendí que sobreviví de milagro, dado que éste estaba
lleno de impactos.
En la madrugada me despertó el ayudante y me ordenó llegar al estado
mayor de la División urgentemente. Allí me recibió el comandante de la
división y pidió contarle el combate aéreo con el “Messerschmitt”.
Resultó ser que el alemán al que yo había derribado era un as, con rango
de Mayor, que tenia 108 aviones derribados, y que había luchado en
Bélgica, Francia y en los Balcanes. El alemán no se lo creía que fue
derribado por un joven sargento, con tan solo 8 vuelos de combate
realizados. El alemán pidió en varias ocasiones de encontrarse conmigo,
pero no pudo ser: lo enviaron al Estado Mayor del Ejercito del Aire”
Proyectiles disparados por Begeldinov abrieron grandes agujeros en el
ala izquierda e impactaron en el motor del Bf.109G-2/R6 WkNr 13949 del
experte alemán. Aunque ‘Assi’ Hahn intentó regresar a territorio ocupado
por sus fuerzas, su motor se detuvo, debió aterrizar de panza y fue
inmediatamente capturado por soldados soviéticos que estaban en el área.
Es interesante enfatizar que Begeldinov era totalmente novato – tenía
solo 21 años en ese momento ¡y esa era su octava misión de combate!
Begeldinov representaba un cambio profundo en la mentalidad y actitud de
los pilotos de Shturmovik, que comenzaba a ocurrir más y màs seguido: ya
no eran corderos de sacrificio, solo esperando inermes el ataque de los
pilotos alemanes, rogando que su grueso blindaje los salvara. No, ahora
estaban descubriendo que el IL-2 podía defenderse, que en
maniobrabilidad horizontal podían superar al Bf.109G y Fw.190A. Ya para
ese momento (aún cuando estos casos fueran desconocidos para Begeldinov)
los pilotos de Shturmovik llevaban meses derribando a los Bf.109 que
intentaban detenerlos, especialmente sobre Stalingrado. Además, los
nuevos modelos de Il-2 incorporaban ahora el artillero trasero, y estos
dos factores cambiaron por completo la fisonomía del combate aéreo en el
Frente Oriental – a partir de entonces las pérdidas de Shturmovik a
causa de los cazas alemanes comenzaron a disminuir drásticamente.
Debe notarse que otras fuentes atribuyen el derribo de Hahn a uno de los
nuevos La-5 del 169º IAP al sur de Volnoye, cerca de Staraya Russa, a
manos del as Pavel Andreyevich Grazhdannikov. Pero los detalles
proporcionados por Begeldinov y otros documentos no dejan duda de que
fue él quien abatió a Hahn. Es probable que la víctima de Garzhdannikov
haya sido uno de los nuevos Fw.190A-4 (uno es admitido perdido por la JG
54 ese día).
Choques de Titanes
Como vemos, si bien algunos de los ases de la JG 54
fueron derribados por pilotos soviéticos novatos o con pocas victorias
que tuvieron su día de suerte, la gran mayoría de los experten de
la Grünherz fueron abatidos por sus pares, los ases de la VVS,
en verdaderos Choques de Titanes.
Este sería el caso el 6 de marzo de 1943, cuando a
las 14:50 hs cuatro Bf.109G-2 del 6./JG 54 guiados por su
Staffelkapitan, Oberleutnant Hans Beisswenger (150 victorias) se
enzarzaron con la misma cantidad de La-5 del regimiento de élite 32º
GIAP liderados por el Starshiy Leitenat Ivan Mijailovich Jolodov
(14 derribos hasta ese momento) sobre Staraya Russa. El hecho de que
enfrentaban a pilotos rusos de primera clase se hizo pronto evidente
para la Schwarm germana cuando uno de los La-5, piloteado por el
as con 8 victorias hasta ese entonces Starshiy Leitenat Vasily
Antonovich Savelyev alcanzó con una ráfaga al Bf.109G-2 WkNr 13913 del
Unteroffizer Georg Munderloh, numeral de Beisswenger y también
experte con 20 derribos. Beisswenger reclama entonces derribar a los
dos Lavochkin que atacaron a su numeral –esto no puede corroborarse del
lado ruso, ya que tanto Savelyev como su numeral volvieron a su base
sanos y salvos - y ataca al punto de Jolodov, Arkadiy Sergeyevich
Makarov. El líder soviético corre a auxiliar a Makarov, pero termina su
maniobra muy cerca del avión de Beissswenger. Sin tiempo para corregir (Makarov
ya estaba en la mira del experte teutón) Ivan Jolodov no lo duda
un segundo y estrella su La-5 contra el Bf.109G-2 WkNr 14236 de Hans
Beissswenger. Mientras cae en su paracaidas Jolodov observa como el
Messer cae sin control sin que el aviador germano salte,
estrellándose – Ivan Mijailovich no lo sabe aún pero ha matado a su
segundo as alemán (como vimos, derribó y mató a Gerhard Proske en
octubre de 1941). Ha sido un choque de titanes con victoria soviética
por partida doble, porque Munderloh, la víctima de Savelyev, no alcanza
a llegar a las líneas alemanas y es hecho prisionero por tropas rusas.
Fue un muy buen día para el 32º GIAP, ya que no sufren más pérdidas, y
en otra salida ese día Arkadiy Makarov avería un Fw.190A-4 (WkNr 145811,
2./JG 54) el cual sufre un 40% de daños al aterrizar de emergencia en
Krasnogvardeisk y estrellarse contra un He.46. Jolodov terminaría la
guerra con 15 victorias personales (más dos grupales), y ambos Savelyev
y Makarov con 16.
La siguiente Bytva Titanov (Batalla de
Titanes en ruso) ocurre días después, el 15 de marzo de 1943. La versión
oficial de la Luftwaffe es que, tras reclamar su victoria Nº 47
(un “MiG-3”, sin duda una errónea identificación de un P-39, tipo de
caza con el que aún no estaba familiarizado), Otto Kittel sufrió una
falla del motor de su Fw.190A-4 WkNr 142481, y debió aterrizar 60 kms
detrás de la línea del frente. Despues de tres días, tras cruzar a pie
el helado lago Ilmen, llegó a la zona alemana. Lo que la versión alemana
no dice es que “la falla de motor” de Kittel coincide con el Focke-Wulf
reclamado en ese mismo lugar y hora (9:30 de la mañana) por el ya
conocido para nosotros as de P-39 Airacobra Aleksey Smirnov. Es dificil
decir si Kittel sinceramente nunca vió a Smirnov y asumió en buena fé
que su motor se detuvo por una falla mecánica, o si la JG 54 intentó
intencionalmente ocultar que una de sus nuevas estrellas había sucumbido
ante la creciente habilidad de los hombres del aire soviéticos. Lo que
si se puede confirmar es que la unidad de Kittel (2./JG 54) sufrrió
mucho la letalidad de la Cobra de Smirnov a lo largo de ese día –
durante una segunda misión por la tarde el as ruso borró del cielo el Fw.190A-4
WkNr 145740 y mató al desafortunado piloto alemán (el Feldwebel
Rudolf Stemper), y en una tercera causó un 30% de daños al Fw.190A-4
WkNr 145704. Además, a consecuencia del derribo Kittel sufrió principio
de congelación, y tuvo que estar hospitalizado por casi 2 meses,
regresando a Krasnogvardeisk solo en mayo de 1943.
Fin Parte I
Cuando Adolf Hitler decidió apostar a todo o nada
en la Operación Zitadelle contra el saliente de Kursk o
Kurskaya Duga (Arco de Kursk, en ruso), la JG 54 despachó a su I.
Gruppe allí para ayudar a la JG 51. No menos de seis de sus experten
serían derribados allí, uno con serias heridas, otro hecho prisionero y
otro fallecería. Pero la cantidad de aviones y pilotos involucados, y la
enorme cantidad de salidas voladas por ambos bandos (conscientes de lo
que se decidía era el resultado final de la guerra) hacen muy dificil
saber quién-derribo-a-quién. Es mucho lo que aún falta investigar y
cruzar referencias con los datos de ambos bandos, lo que por ahora
excede las capacidades de este humilde trabajo, y de quien lo escribe.
Queda la solemne promesa a los internautas que esto leen, de escribir
una segunda parte para cubrir los duelos entre los experten de la
Grünherz y los “Halcones Rojos” para el período Julio 1943-Mayo
1945, a medida que más información vaya saliendo a la luz.
Como conclusión preliminar queda claro que los
hombres de Trautloft lograron impresionantes éxitos contra los aviadores
soviéticos debido a la superioridad técnica de su montura inicial (el
Bf.109F y G), su excelente entrenamiento, sus superiores tácticas, y
también la enorme experiencia. Pero nunca fueron ni los superhombres que
Josef Goebbels afirmaba, y en muchas de las ocasiones en que se
enfrentaron a pilotos soviéticos tan formidables como ellos, debieron
admitir que (al menos ese día) el aviador eslavo era el mejor, y que no
era para nada un untermenschen, como su líder político pregonaba.
FUENTES:
·
Vesiolaya Ojota v Vostoke Evropy.
Valeriy Dymich. Revista Aviatsiya i Kosmonavtika Nº 1, 1999.
·
Triumf a Tragedie, Sovietskye
Stihaci v II. Svetové Valku. Valery Dymich
& Milos Sedivy. Editorial Svet Kridel , Cheb.
2005. (Cortesía de Milos Sedivy).
·
Krylya krepnut v boyu,
memorias de Vasily Fiodorovich. Golubyev, (se las
puede leer on-line en ruso en
http://militera.lib.ru/memo/russian/golubev-vf/14.html)
·
Asy Velikoy Otechestvennoy. Samye
Resultativnye Liotchiki 1941-1945 gg. Mijail
Yurievich Bykov. Yauza – Eksmo. 2007. (Cortesía de Torero. Spasibo
bolshoe, Andrei!)
·
Black Cross, Red Star – The Air War
over the Eastern Front. Volume 2. Resurgence.
Christer Bergström & Andrey Mijailov.
Pacifica Military History. 2003. (Cortesía de
Torero. Spasibo bolshoe, Andrei!)
·
Black Cross, Red Star – The Air War
over the Eastern Front. Volume 3. Everything for Stalingrad.
Christer Bergström, Andrey Dikov, & Vlad Antipov.
Eagle Editions Limited. 2006.
·
Lista de Pérdidas de la JG 54 (http://www.jg54greenhearts.com/LossList.htm)
·
Schwabedissen W.
Russian Air Force in the Eyes of German Commanders. — Ayer Co Pub, 1968.
Black Cross, Red
Star – The Air War over the Eastern Front. Volume 2. Resurgence.
Christer Bergström & Andrey Mijailov.
Pacifica Military
History. 2003. Appendix A, página 214.
Ironicamente sería
contra sus viejos adversarios del JG 54, que habían enviado al
I. Gruppe al flanco norte del saliente – ese día derribó el Fw.190A-5
del Uffz. Ludwig Buschmann (1./JG 54, fallecido) pero segundos
más tarde fue a su vez abatido y muerto por el experte Fw.
Helmut Missner (quién reclamó erroneamente su Yak-7 como un “LaGG-3”).
De
Talgat Yakubekovich Begeldinov
tenemos
la
biografia completa y uno de los
iniformes de combate
|