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ESTRELLAS ROJAS VERSUS CORAZONES VERDES

 
 

ESCRITO POR DIEGO ZAMPINI ©

 
 

 

 

 


 

 

 

Articulo 

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

Fotos

 

 

 


 

 

 

 

Una de las unidades estrella de la Luftwaffe durante la 2ª Guerra Mundial en el Frente Oriental fue la Jagdgeschwader 54 (JG 54) “Grünherz” (“Corazón Verde”), que combatía entre Leningrado y Velikye Luki. Con un total de 9.600 victorias aéreas reclamadas, fue superada solo por la JG 52, y contó entre sus filas a renombrados experte como Walter Nowotny (258 victorias) y Otto Kittel (267 victorias). La propaganda nazi en su momento y luego la literatura norteamericana en los años de la Guerra Fría, ha mostrado a los ases de la JG 54 como invencibles paladines, capaces de diezmar las “hordas” de aviones comunistas sin sufrir pérdidas. Este artículo, basado en uno escrito por el historiador ruso Valeriy Dymuich, pero con investigación adicional propia, mostrará cual fue la real performance de estos sin duda formidables aviadores, cuando se enfrentaron con los mejores pilotos de la VVS, PVO y KBF soviéticas.

La JG 54 se fromó de tres Gruppe provenientes de Nüremberg, Austria y Jesau (Prusia Oriental) y recibió su designación definitiva el 2 de febrero de 1940, y puesta al mando del Major Martin Mettig. Participó de la campaña de Francia (en donde reclamó 17 victorias) y la Batalla de Inglaterra. Fue durante esta que Göring reemplazó a Mettig por el Major Hannes Trautloft, el 24 de agosto de 1940. La profesional y agresiva naturaleza de su nuevo jefe se notó enseguida, y la JG 54 terminó la Batalla de Inglaterra con 238 reclamos de victorias aéreas en su haber (por el contrario, 43 de sus pilotos murieron en combate). Durante la campaña de los Balcanes (la invasión de Yugoslavia y Grecia) en abril y mayo de 1941 la JG 54 estuvo asignada principalmente en el rol de cazabombardeo, y anotó pocas victorias adicionales.

Fue Hannes Trautloft el que le dio a la unidad su identidad y su apodo – él era de Thüringen (Turingia), conocida como “El Corazón Verde de Alemania”, y de allí el nombre Grünherz o “Corazón Verde” de la unidad. Para mediados de junio estaba asignada, junto con la JG 27 y el II./JG 53, a proveer cobertura de cazas al Heeresgruppe Nord (Grupo de Ejércitos Norte)  en la inminente invasión a la URSS.

Barbarossa

Durante los primeros meses de la Gran Guerra Patria la JG 54 gozó de un éxito asombroso. Ente el 22 de junio y el 5 de diciembre de 1941 reclamó un total de 1.078 derribos de aviones soviéticos contra solo 46 pérdidas entre derribados y averiados. Pero entre estas se contaban varios de sus más destacados experten, lo cual muestra que, aún en este período en que la Luftwaffe gozó de casi absoluta superioridad, los experimentados y letales pilotos de la Grünherz no eran invencibles.

La primera baja fue, ironicamente, el propio Geschwaderkommodore, Hannes Trautloft, el mismo día del inicio de Barbarossa, y del modo más inesperado. Su Bf.109F-2 WkNr 5761 fue alcanzado por el fuego defensivo del bombardero SB-2 que Trautloft estaba atacando, y el Kommodore debió hacer un aterrizaje de emergencia. Su avión estaba dañado en un 20% y pudo ser rapidamente reparado, pero este fue un aviso de que no debían subestimar a los aviadores soviéticos, ni siquiera cuando volaran aviones en apariencia obsoletos. Esta fue una lección que también aprendió el experte con 22 victorias y entonces Oberleutnant Hans-Ekkehard Bob (9./JG 54), cuando su Bf.109F-2 WkNr 9207 quedó hecho un colador por el artillero de otro SB-2 perteneciente al 9º BAP, el 23 de junio. Bob debió aterrizar de panza cerca de Radviliskis y se salvó por los pelos de ser capturado, siendo recogido por las tropas alemanas que avanzaban hacia Leningrado.

El 19 de julio de 1941 presenció el bautismo de fuego del primer experte que sobrepasaría la marca de las 250 victorias, Walter Nowotny. Desde el sol y con la ventaja de la altura el Rötte del 9./JG 54 liderado por el entonces Leutnant Nowotny se abalanzó sobre un grupo de biplanos I-153 del 153º IAP y en rápida sucesión envió a dos de ellos en llamas hacia el suelo. Extasiado por sus primeras victorias, y todavía “hambriento”, Nowotny decidió atacar a un tercer Polikarpov. Pero para su sorpresa, la que pensó que sería su tercera víctima hizo un giro de 180º en un abrir y cerrar de ojos (uno de los pocos ámbitos en los que el I-153 superaba al Messerchmitt) y realizó en un ataque frontal. En la cabina del I-153 Chaika estaba nada menos que el futuro as Starshiy Leitenant Aleksandr Fiodorovich Avdeyev, y sus balas de 7,62 mm incendiaron el motor del Bf.109E-7 WkNr 1137. Nowotny no tuvo otra opción que saltar sobre el Mar Báltico, donde estuvo flotando durante tres días en un pequeño bote de goma hasta que fue rescatado. De allí en más Nowotny siempre utilizó en sus misiones de combate los mismos gastados y rotos pantalones de vuelo que vistió en esa ocasión – eran su talismán de la suerte.

De hecho, los venerables Chaika, tan denostados en las fuentes alemanas (y luego estadounidenses) como simples presas para los Emil y Friedrich, resultaron fatales para muchos experte de la Grünherz durante Barbarossa. El 30 de septiembre de 1941 el Gruppenkommandeur del III./JG 54 Hauptmann Arnold Leignitz (25 victorias en su palmarés) atacó sobre el propio Leningrado a una aparentemente inerme pareja de I-153, que se dirigía a atacar las tropas alemanas que cerraban su cerco sobre la ciudad. Pero el hasta ahora desconocido líder de esta para (pareja) resultó ser de una madera especial: en vez de intentar huir hizo un boevoy razvorot (giro de combate) hacia sus atacantes, y le lanzó los cohetes RS-82 de 82 mm que llevaba a muy corta distancia en un ataque frontal. Estos cohetes, pensados para penetrar la coraza de tanques como los PzKpfw III o IV, literalmente despedazaron al Bf.109F-2 WkNr 9688 de Liegnitz. El experte alemán de alguna manera sobrevivió y pudo saltar, aunque solo para ser capturado por tropas rusas.

Otros dos aviones que en la bibliografía occidental no son considerados dignos oponentes del Bf.109E/F son el I-16 y el MiG-3. Es sin duda cierto que eran inferiores al formidable caza de Messerschmitt en muchos aspectos. El I-16 era bastante mas lento, y no podía competir con este en la lucha en el plano vertical; y con un motor optimizado para gran altura, el MiG-3 era usualmente superado en velocidad y maniobra a las alturas en que normalmente tenían lugar los combates aéreos en el Frente Oriental – hasta 4.000 metros. Pero en manos experimentadas estos aviones podían arruinarle el día a cualquier piloto alemán, y a fines de octubre de 1941 dos experten lo aprendieron de la manera dificil. El 29 de octubre el Unteroffizer Gerhard Proske (27 derribos en su haber, 8./JG 54) encontró la horma de su zapato a manos de un piloto de MiG-3 del 28º IAP – Mladshiy Leitenant Ivan Mijailovich Jolodov. El desafortunado Proske se tranasformó en la cuarta victoria del futuro as ruso cuando su Bf.109F-2 WkNr 9655 se estrelló en llamas al sudoeste de Kanevo. No sería el último experte alemán en ser derrotado a manos de Jolodov. Al día siguiente, un piloto de I-16 (cuya identidad todavía no ha podido establecerse) derribó por segunda vez a Hans-Ekkehard Bob, que para ese momento contaba con 37 de las 60 victorias con las que sería acreditado para el fín de la guerra.

La situación de los siguientes experten de la JG 54 en ser derribados ha generado controversias. De acuerdo a Valeriy Dymich, cuando los P-40E Kittyhawk del 159º IAP se enfrentaron a los Bf.109F-2  del I./JG 54 sobre Novaya Ladoga el 17 de diciembre de 1941, los ases soviéticos Kapitan Piotr A. Pokryshev y Piotr A. Pilyutov apalearon a los alemanes, obligando a saltar en paracaidas a uno y a dos aviadores germanos respectivamente – ¡y todos eran ases! Según Dymich, la víctima de Pokryshev fue el Staffelkapitan del I Gruppe, Julius Von Zella, con 15 victorias, que fue hecho prisionero, y que regaló a Pokryshev su pistola como aceptación de que había sido batido por un mejor piloto. Las víctimas de Pilyutov fueron  el Leutnant Kurt Runger (11 derribos) y el Unteroffizer Karl-Heinz Windisch (con 31), también hechos prisioneros. Es interesante notar que, de acuerdo a Dymich, tras ser repatriado en la posguerra, Windisch voluntariamente decidió volver a la URSS en 1953, formó una familia y hizo su vida allí hasta su muerte en 1993. Christer Bergström y Andrey Mijailov discuten estas conclusiones, alegando que no hay rastros en ni de Von Zella, ni de Runger, ni de Windisch en los archivos supervivientes de la JG 54, y que la única pérdida sufrida ese día fue el Unteroffizer Nette (no se sabe su primer nombre), sin victorias. Es ciertamente probable que Dymich haya consultado bibliografía rusa demasiado vieja o documentación auténtica pero en la cual se confundieron las fechas y/o se anotaron incorrectamente los nombres de los pilotos alemanes. Pero Bergström también reconoce que “Estos registros [los registros de pérdidas de la Luftwaffe] no estan 100% completos. Las pérdidas reales de la Luftwaffe en el Frente Oriental en 1942 son indudablemente más elevadas que las estadísticas indicadas debajo.[1] Es conocido también que muchos archivos de la Luftwaffe y la Wehrmacht se perdieron durante el Colapso de la Alemania Nazi en 1945. Es por lo tanto probable (en mi humilde opinión), que los registros de estos tres experten  esten entre esos documentos perdidos. En todo caso este combate demostró las capacidades de los P-40E de Prestamo y Arriendo (Lend-Lease). Piotr Pilyutov opinó sobre la maniobrabilidad horizontal de su nuevo caballo de batalla: “Es capaz de dar vueltas alrededor de su propia cola. Con este avión uno puede girar más cerrado que cualquier Messerschmitt.” Si sus dos experten del 17 de diciembre finalmente se confirman, Pilyutov sin duda lo habría demostrado de una manera expeditiva.

Golpe Moral

Sin embargo los Kittyhawk todavía eran escasos en ese frente, y la vasta mayoría de los cazas soviéticos en el área de Leningrado y el itsmo de Carelia eran los obsoletos biplanos I-153 e I-15bis, y los inferiores I-16 de la KBF (Krasnoznamenniy Baltiyskiy Flot = Flota del Mar Báltico de la Bandera Roja). Para empeorar las cosas, muchos de los pilotos con experiencia de estas unidades habían perecido durante Barbarossa, y sus reemplazos venían directamente de las escuelas de vuelo. Llenos de entusiasmo patríotico pero novatos, la mayoría de estos desafortunados aviadores moriría en enero y principios de febrero de 1942 a manos de los experimentados miembros de la Grünherz.

Entre estos, uno de los que más se destacó fue el Hauptmann Franz Eckerle, comandante del I Gruppe. Ya en el mismo primer día del año 1942 reclamó derribar tres I-16 (sus victorias Nº 39, 40 y 41), y esta afirmación está cerca de la verdad – en efecto derribó a dos Ishak (I-16) del 13º IAP KBF (los del Serzhant Dmitryev, el Starshiy Politruk Dmitryevskiy, este último murió en la acción) y dañó un tercero (el del Serzhant Aleksandr Baydrakov, que pudo ser reparado). El 31 de enero reclamó su derribo Nº 52 – un Kittyhawk, posiblemente el P-40 del joven Starshiy Leitenant Ilya Shishkin (158º IAP, 7º IAK PVO). Una semana más tarde su I Gruppe sorprendió a un grupo de I-16 del antiguo 13º IAP KBF (ahora renombrado como 4º GIAP KBF) y derribó uno, posiblemente el del  Serzhant Viktor Gulubyev, quién debió saltar de su aeronave en llamas. El 4º GIAP KBF perdió cuatro I-16 más a manos de los hombres de Eckerle (tres pilotos resultaron heridos), quién a lo largo del día reclamaría derribar un Po-2 y un Il-2 más (no confirmados por los registros soviéticos).

El 14 de febrero de 1942 Eckerle se anotaría su victoria Nº 60, pero también encontraría a las hormas de su zapato. Volando solo con su numeral sobre Turyshkino, divisó ocho I-15bis de la 3ª AE, 71º IAP KBF volando debajo de él, y sin dudarlo se lanzó sobre ellos como el ave de presa que era. Pero esta vez sus “presas” lo habían visto venir, y ya estaban girando para enfrentarlo. No pudieron evitar que sus proyectiles de 15 y 7,92 mm desintegraran uno de los biplanos soviéticos y mataran a su infortunado piloto, pero inmediatamente después el avión de Eckerle (Bf.109F-2 WkNr 9728) cayó bajo el fuego concentrado de los I-15bis de los Mladshiye Leitenanti Petrujin y Markov, y del Serzhant Savosin. Semejante lluvia de proyectiles destrozó todas las superficies de control del avión germano, el Messerschmitt se dio vuelta sobre su espalda y entró en un picado muy pronunciado. Eckerle alcanzó a saltar antes de que su malogrado avión se estrellase en Lodva cerca del lago Dolgoye (25 kms al SE de la orilla del lago Ladoga). Para su desgracia fue capturado por una unidad de infantería rusa que hacía poco había sufrido bajas a manos de la Luftwaffe, y que lo habían visto destruir al caza propio. Enceguecidos por la furia, estos soldados no lo dudaron y lo lincharon. Poco después un segundo Bf.109F-2, esta vez  del 4./JG 54, sería derribado por cazas Hurricane IIB del 191 IAP.

De acuerdo al diario personal del Geschwaderkommodore Hannes Trautloft, estas pérdidas, especialmente la de Eckerle, conmovió a todo el JG 54, y produjo una importante golpe en la moral de los pilotos del I Gruppe. Para restaurarla Trautloft envió a esta unidad a descansar unos días al magnífico palacio de verano de Catalina II en Krasnogvardeisk (hoy Gatchina).

¿ Monstruos o Caballeros?

Tales crimenes (tortura y/o ejecución de pilotos hechos prisioneros) fueron moneda común a ambos lados de la línea del frente. Tales eran los sentimientos contradictorios que generaban las acciones de estos formidables  pilotos, una mezcla de admiración y respeto, pero también profundo rechazo a la ideología que defendían. Hannes Trautloft mismo es controversial. Se le cita diciendo al principio de Barbarossa: “No podemos tolerar la costumbre de nuestros amigos de entrar en luchas de perros con las ‘Ratas’ [apodo alemán de los I-16] e ‘Ivanes’. Los duelos entre caballeros no son para el Frente Oriental. Simplemente debemos ganar.” Parece sin duda avalar el desprecio racista de los nazis contra todos los eslavos. Sin embargo por otro lado Trautloft dio estrictas ordenes que todos los aviadores soviéticos capturados en su zona de responsabilidad fueran tratados bien, y esto lo confirman los testimonios de los veteranos rusos que fueron llevados a Krasnogvardeisk, donde Trautloft tenía su Cuartel General.

Este cambio de actitud parece haber sido causado por la creciente habilidad que Trautloft observó en sus oponentes en el combate aéreo, la cual anotó en su diario tras un combate el 13 de marzo de 1942: “[Oberleutnant Otto] Kath y yo nos enzarzamops con seis ‘Ratas’ a una altura de 2.000 metros sobre el área de penetración en Pogostye. Dimos vueltas durante veinte minutos sin poder lograr ningún éxito. Por el contrario, tuvimos que combatir duro para defendernos. La escuadrilla rusa probó ser la más habilidosa y agresiva. Estábamos empapados en sudor cuando aterrizamos.”

Ganándose el Respeto

Sus oponentes en ese combate parecen haber sido los pilotos de I-16 de la 3ª AE/4º GIAP VVS KBF, bajo el mando del Leytenant Vasily Fiodorovich Golubev, un as con 13 victorias en su haber hasta ese momento, y que terminaría la guerra con 39. Sin duda influyente en el respeto que Trautloft mostraba ahora hacia sus oponentes rusos fue el hecho que un día antes, el 12 de marzo de 1942, fue precisamente Golubev quién derribó a otro experte de la JG 54. Ese día las 1ª y 2ª AE del 4º GIAP VVS KBF atacaron la estación ferroviaria de Mga, en manos alemanas, mientras que la 3ª AE proveía cobertura aérea. Para ese entonces los aviadores rusos habían aprendido que una de las tácticas favoritas de los experten teutones era emboscar a los aviones soviéticos en misiones freie jagd (caza libre) cerca de sus propias bases, cuando estos volvían cortos de combustible y munición, y eran más vulnerables. La falta de oposición aérea en el ataque hizo intuir a Golubyev que los alemanes intentarían una misión de caza libre contra su unidad. Como tanto él como su vedomiy (numeral) Vladimir Dmitryev volvían con bastante combustible, decidió cubrir desde lo alto el aterrizaje de sus tovarishchi (camaradas). A los mandos de su I-16 Ishak “Blanco 33” Vasily Golubyev divisó un par de Messerschmitt a baja altura, evidentemente merodeando en busca de presas fáciles. El propio Golubyev cuenta que sucedió a contunuación:

Vasily F. Golubyev: “Aumenté la velocidad, y observé atentamente. ¡Epa, allí estaban! Sobre las puntas de los árboles del bosque, como había supuesto, había un par de Bf.109F. Vladimir Dmitryev también divisó al enemigo, e hizo el alabeo con su avion. Le respondí con la misma señal. Yo mismo habia prohibido el uso de la radio en tales casos.

Nuestro grupo principal coemzó a aterrizar cuando a mí me faltaban 5 kms para llegar al aeródromo. El enemigo continuó manteniendose a una altitud extremadamente baja, y no acortó la distancia. Así pues, los alemanes mordieron el anzuelo. Creyendo que mi pareja estaba con la guardia baja, decidieron realizar un ataque simultaneo sobre mi pareja, derribandonos de la manera más desmoralizadora para nosotros – sobre nuestro propio aeródromo. Al fín había llegado el momento que tanto tiempo había esperado.

Incrementé la velocidad y gané altura.

Veo que los motores de los ‘Messer’ comenzaban a humear, pasando a un regimen acelerado para un  acercamiento y un ataque rápidos.

Habiendo alcanzado el centro del aeródromo, efectué un brusco giro de combate a la izquierda a máximo G para entrar en un ataque frontal.

¡Es ahí cuando decenas de escenarios y calculos con el empleo de  esta maniobra han sido útiles!

Terminé la maniobra a una altura de aproxidamante 500 metros, y el enemigo acabó mucho mas bajo. Éste de manera inesperada se encontró con un ataque frontal. Ambos ‘Messers’ levantaron sus morros amarillos y se dirigieron hacia mí, pensando que yo estaba sin munición, y por lo tanto haciendoles un falso ataque. Trazadoras oscuras se extendieron desde los dos Bf.109F hacia mi motor. Tengo al ‘cazador’ líder en mi colimador, la distancia es de aproximadamente 500 metros. Faltaba un segundo y medio para que todo finalizara, incluso la vida. Los dedos de mi mano derecha de manera subconsciente presionaron el gatillo de las ametralladoras, y tres líneas ígneas como rayos atravesaron el delgado cuerpo del Messerschmitt, el cual desapareció a solo 5 metros debajo mío.

Sin pensar en los resultados, efectuo un segundo giro de combate. Por delante y más arriba que yo veo trepando a un único ‘Messer’ que quedaba. De manera subconsciente tiré de la palanca de mando, tomé la rapidamente deflexion y disparé los cuatro cohetes RS-82 que llevaba. Cuatro explosiones negras surgieron a la cola de mi enemigo, pero el ‘Messer’ prosiguió ganando pronuncidamente altura. Alcanzarlo no era posible.

Pero de pronto, cuando estaba a aproximadamente 1500 metros, efectuó un rizo y, disparando, se fue hacia abajo. ¿Qué pasaba? ¿Decidió dar batalla el solo, u observar como caía en llamas el avión de su líder? No, sale del picado y comienza un segundo rizo. Ahora cada segundo cuenta. Le doy por radio la orden a Dmitryev de atacarlo desde abajo, mientras yo mismo bruscamente arrojo mi avión a ganar altura. Cuando él estaba en el punto mas alto del tercer rizo, le disparo al alemán a una distancia de 50 metros. Pero el avión no cae, de nuevo sigue hacia abajo y luego trepa. ¿Qué son estas mainobras tan extrañas? Súbitamente entendí: mi oponente estaba en una situación sin salida – los fragmentos de mis cohetes ‘RS’ habían bloqueado el timon de profundidad cuando estaba trepando tras el ataque frontal.

A la salida de su cuarto rizo el ‘Messer’ se enganchó en la punta de los pinos junto al estacionamiento de la 3ª Escuadrilla, y ya sin alas se deslizó por la nieve cerca del aeródromo. Veo, como el piloto sale de la cabina y, cayéndose, corre en dirección del bosque, directamente hacia el estacionamiento de mi escuadrilla. Ahora el ‘frits’ [apodo ruso dado al soldado alemán] lejos no irá. Informo por radio al KP [Komandniy Punkt = Puesto de Mando] del regimiento, le doy la orden a mi numeral que aterrice, y yo hago lo mismo cerca del estacionamiento de mi escuadrilla. El combate ocurrió a la vista de toda la guarnición de la base, y un sonoro ‘¡Hurra!’ se extendió por el aeródromo, cuando el primer ‘Messer’ hizo explosión. Lo mismo ocurrió tras la destrucción del segundo.

[…] Cuatro horas más tarde los mecánicos trajeron al piloto nazi muerto. Habéndose salvado de las llamas en su avión, había muerto a causa de las heridas recibidas en el aire.”

Aquiel combate fue realizado con un I-16.

Las victimas de Gulubyev fueron el Bf.109F-2 WkNr 8347 del líder, Oberfeldwebel Robert Behr (4./JG 54) y luego el Bf.109F-2 WkNr 8997 del Unteroffizier Hans Schwarzkopf (1./JG 54). Solo Behr pudo alcanzar las líneas alemanas – el desafortunado Schwarzkopf se desangró hasta morir mientras trataba de evadir a las tropas soviéticas. En el timón del aparato de Schwarzkopf se encontraron 26 marcas de victorias – otro as germano había pasado de ser cazador a ser presa, en este caso la víctima Nº 14 en el palmarés de Golubyev.

Aún cuando reconocía la evidente mejora en su calidad, parecía haber todavía en Trautloft una resistencia en admitir que los pilotos soviéticos podían estar aprendiendo de la Luftwaffe y/o desarrollando tácticas propias, ya que el 23 de marzo escribía: “Tenemos la impresión que pilotos franceses están volando junto a los rusos ahora. En los últimos días hemos notado una táctica completamente nueva adoptada por los cazas enemigos. Han dejado de volar porfiadamente cerca unos de otros. En cambio ahora se cuidan uno al otro mutuamente. De tanto en tanto uno de ellos hace un roll, tal como hemos visto que hacen los franceses o los ‘Tommies’ [los pilotos británicos]. Y los rusos se han vuelto más agresivos. ¡Uno tiene que estar condenadamente alerta!”

Esta impresión cambió pronto. El 1º de mayo Trautloft ya aceptaba que los rusos estaban dando una buena pelea, y por mérito propio: “Por mi propia experiencia y numerosos relatos de mis pilotos, pude notar que los pilotos rusos han aprendido mucho. Nuestras victorias aéreas se consiguen en combates cada vez más difíciles. Los rusos se han transformado en mejores pilotos, más agresivos, más alertas.” Esto probó ser totalmente cierto, y se notó en la cantidad de experten de la JG 54 que fueron derribados a lo largo del mes. El primero fue el  Staffelkapitan del 8./JG 54, Oberleutnant Max-Hellmuth Ostermann, y no fue derribado una vez… ¡sino dos veces! La primera el 10 de mayo (tras reclamar su victoria Nº 98) y la segunda dos días más tarde (tras reclamar las 99ª y 100ª). Además fue herido en esta última ocasión. Tras esto Trautloft decidió darle un período de descanso de dos meses en Alemania. Al día siguiente el joven experte Oberleutnant Hakon Von Bülow (6 victorias) y su numeral el Leutnant Alfons Schülte-Walter (ambos del 9./JG 54) fueron derribados – aparentemente el primero por el fuego del artillero trasero del Petlyakov Pe-3 que estaba atacando, y el segundo por artillería antiaérea mientras orbitaba alrededor del lugar donde había caido su líder. Y esta racha continuó el 14 de mayo – un caza soviético derribó el Bf.109F-2 del Feldwebel Herbert Broennie, acreditado con 58 victorias. Broennie sobrevivió al encuentro con este desconocido Stalinskiy Sokol (Halcon de Stalin) pero con heridas.

El 16 de mayo de 1942 la Luftwaffe hizo un esfuerzo máximo para destruir el puerto de Kobona, en la orilla oriental del Lago Ladoga, de donde salían los transbordadores que proveían con alimentos y medicinas a la hambrienta y asediada población de Leningrado. Participaron del asalto los Stuka de los I y II./StG 1 con la habitual escolta de los Messerschmitt de la JG 54. A su encuentro salieron los Kittyhawk de los 158º y 159º IAP, y los Ishak (I-16) del 4º GIAP KBF, y una gran batalla aérea rugió sobre Kobona.

El piloto de P-40E Kittyhawk Kapitan Piotr Yakovlevich Lijoletov, para ese momento ya un as acreditado con siete derribos, demostró de forma contundente la extraordinaria maniobrabilidad de su montura al forzar a un par de Friedrich a sobrepasarlo. Antes de que estos pudieran ascender aprovechando la superioridad del Messerschmitt en maniobras verticales, Lijoletov puso al Bf.109F-2 WkNr 9685 en su colimador y presionó el gatillo. Las pesadas balas de 12,7 mm despedazaron al caza alemán, que en llamas se estrelló cerca del lago Maluksinskoye, con su piloto muerto en la cabina – el experte con 33 victorias Feldwebel Gerhard Lautenschläger, del 3./JG 54. Su conmocionado kaczmarek, Walter Nowotny afirmó entonces derribar a este P-40, pero la verdad es que Lijoletov simplemente picó para evadir el fuego de Nowotny y regresó a su base sin siquiera daños. Lijoletov terminaría la guerra acreditado con 34 victorias, y (como veremos) al menos un experte más en su haber.

Después de mayo de 1942 Trautloft y sus hombres respetaban mucho más a sus adversarios eslavos, y tenían claro ahora que los tiempos de las fáciles victorias en el frente norte habían terminado. La Luftwaffe retendría su superioridad táctica y en experiencia por un año más, pero era solo cuestión de tiempo para que la VVS, la PVO y la VVS KBF revirtieran la situación.

“Pobediteli Ekspertenov” (Vencedores de Experten)

Entusiasmado por los grandes avances en las zonas de Voronezh y el Donbass a fines de junio y todo julio de 1942, Hitler quiso tambien quiso finalmente sacarse esa muy molesta piedra en su zapato que era Leningrado. Por lo tanto redesplegó en el frente norte al 11º Ejército de Erich Von Manstein, quién había conquistado Sevastopol solo unos días antes (el 1º de julio) con la misión de tomar Leningrado, e incluso le asignó un nombre código a esta operación – Nördlicht (Luces del Norte). Pero la STAVKA soviética se enteró de estos planes, y se le adelantó lanzando una serie de contraofensivas entre fines de julio y agosto que, si bien fueron derrotas tácticas, forzaron a la Wehrmacht a usar todos los recursos ofensivos del 11º Ejército en la defensa, y a la larga la victoria estratégica de forzar a Hitler a cancelar Nördlicht. Durante esas contraofensivas feroces combates aéreos rugieron en la zona, y más experten siguieron cayendo.

Uno de los refuerzos recibidos por el Frente de Leningrado fue el 41º IAP y sus LaGG-3. Esta llegada fue muy bienvenida, especialmente porque entre sus filas estaba el joven pero ya experimentado Starshiy Leytenant Arkadiy Ivanovich Sukov. Mientras aún estaba desplegado en el Frente de Kalinin, Sukov había conseguido una muy particular victoria. Mientras escoltaba un grupo de Pe-2, dos Bf.109F del II./JG 51 (liderados por el experte con 69 derribos Leutnant Hans Strelöw) atacaron a los bombarderos, pero sin darse cuenta que él estaba allí. Inicialmente sorprendido, Sukov reaccionó pronto y atacó al líder, que ya intercambiaba disparos con el artillero de cola del bimotor Petlyakov. Ni Strelöw ni su numeral nunca supieron que los golpeó, solo que subitamente el motor del Messerschmitt del as germano fue alcanzado – ambos erroneamente pensaron que por el arillero del Pe-2, cuando en realidad lo fue por los proyectiles de 20 y 12,7 mm del LaGG-3 de Sukov. A Strelöw no le quedó otra opción que aterrizar de panza en territorio liberado por las tropas soviéticas. Temiendo correr una suerte similar a la de Eckerle al ver que estaba rodeado por soldados rusos, decidió cometer suicidio.

La llegada de Sukov coincidió con el regreso del Staffelkapitan de la 8./JG 54 después de su período de dos meses en Alemania: Max-Helmuth Ostermann, quién pronto reclamó sus 101ª y 102ª victorias. Su ambición de ser el segundo piloto en alcanzar la marca de las 150 victorias le cegó, a pesar de que su propia experiencia le decía que sus oponentes ya no eran simples corderos. El 9 de agosto de 1942 despegó junto con su numeral (quién, dicho sea de paso, era un novato que llegaba para reemplazar las perdidas de veteranos sufridas en mayo) en una misión freie jagd contra el aeródromo soviético de Amosovo, en la costa este del lago Ilmen. Hicieron una pasada de ametrallamiento contra los P-40 estacionados allí, y luego se quedaron haciendo circuitos fuera del alcance de la AAA de la base aérea, esperando que algunos Kittyhawk levantaran vuelo a enfrentarlos (sabiendo que, con ventaja de altura y velocidad, esos P-40 serían fáciles presas). Lo que Ostermann no vió fue la llegada de los LaGG-3 de Arkadiy Sukov y su numeral, arriba sobre su cabeza. Habiendo aprendido bien la táctica de hacer ataques sorpresa “desde el sol” con ventaja de altura y velocidad, Sukov disparó una larga ráfaga con sus cañones y ametralladoras, la cual dio de lleno en el Bf.109G-2 WkNr 10438 de Ostermann. Convertido en una antorcha, el Messerschmitt cayó sin control hasta estrellarse contra la olas del lago Ilmen, sellando la suerte del experte teutón. Su conmocionado numeral huyó.

Este fue otro muy duro golpe para la JG 54, como lo demuestra el diario de Trautloft: “Frecuentemente, y a veces de una manera trivial, hablamos acerca de ‘una pérdida irremplazable’, cuando quizás palabras menos fuertes podrían ser utilizadas. Pero en este caso ‘ireemplazable’ se queda corta. Por supuesto que seguimos llevando a cabo la lucha incluso después de la muerte de Ostermann. Pero ningún otro piloto de mi Geschwader personificaba la naturaleza de un piloto de caza como Ostermann.”

Dos días más tarde la Grünherz casi pierde a otra de sus estrellas, cuando el Leutnant Walter Nowotny (2./JG 54) debió aterrizar de emergencia en Relvitsy con su Bf.109G-2 WkNr 10360 y resultó herido. Las fuentes oficiales alemanas citan que chocó contra un obstáculo mientras aterrizaba al regresar de la misión en que derribó dos MiG-3 (sus victorias Nº 55 y 56). Pero el testimonio de su numeral el Feldwebel Karl “Quax” Schnörrer desmiente esta versión: “¡Los rusos me hicieron pedazos el avión! ¡Tengo ‘ampollas’ en mis alas!’ chilló Nowotny en la radio. Desesperadamente nos sacudimos al enemigo de encima e hicimos un rápido escape a baja altura. El Messerschmitt 109 de Nowotny hizo un aterrizaje brutal en el aeródromo de Relvitsy. Rodando a 160 km/h sobre la pista de aterrizaje, el motor subitamente explotó en llamas. A unos 100 km/h Nowotny arrojó la cubierta de la cabina y abandonó el avión en un verdadero salto del tipo ‘hazlo o muere’. El Messerschmitt continuó rodando otros 30 metros, y entonces explotó.” Quizás algún día sepamos quien fue el habilidoso aviador soviético que puso en aprietos por segunda vez a un experte de la talla de Nowotny.

Para esta época (fines de julio y agosto de 1942) la ofensiva nazi en el Sur hacia Stalingrado y el Cáucaso estaba en su apogeo, y la decisiva batalla de Stalingrado estaba por comenzar. La STAVKA decidió lanzar una ofensiva (los Frentes de Kalinin y Occidental) para forzar a los alemanes a sacar fuerzas del sur en ayuda del Grupo de Ejércitos Centro y así aliviar la presión sobre Stalingrado. La ofensiva comenzó el 30 de julio, y contó con un apoyo aéreo de tal intensidad que sorprendió a los alemanes. Particularmente alarmante fue el profesionalismo mostrado por los pilotos de caza soviéticos en el área, que empezaron a infringir pérdidas a los Bf.109 de los II, III y IV./JG 51 como nunca antes habían experimentado – cinco el 1º de agosto, nueve el día 2, y seis el día 3 de agoto, por dar un ejemplo. Y entre estos no solo había novatos, sino un Gruppenkommandeur y tres Staffelkapitane, todos ellos consumados experten con muchas victorias en sus respectivos palmareses. No era de extrañar, ya que entre sus oponentes de la VVS se encontraban unidades de élite tales como el 5º GIAP del Geroy Sovetskogo Soyuza (Heroe de la URSS) Mayor Vasily Zaytsev (no confundir con el legendario snayper o francotirador) o el 485º IAP de Georgiy Zimin.

La situación se volvió tan seria para el Grupo de Ejercitos Centro que en efecto la ofensivo logró la que buscaba: obligar a la Luftwaffe y la Wehrmacht a sacar unidades del Frente Norte, el Cáucaso y Stalingrado y enviarlas a la zona de Rzhev. Del frente sur llegaron los Stuka del II./StG 1 y los Bf.109G del I./JG 52, y del norte regresó el I./JG 51 (que estaba desplegado allí desde febrero, durante la batalla de la bolsa de Demyansk) y fueron despleagados los Ju.88 del Stab y el II.KG 53, y además (que lo que nos concierne para este artículo) ambos el Stab y el II./JG 54. Para arreglar el despliegue de estos dos últimos Hannes Trautloft se encontró en Dugino el 6 de agosto con el Geschwaderkommodore de la JG 51, Major Karl-Gottfried Nordmann. Y este le recibió con las siguientes palabras: “¡Todo el infierno se nos vino encima en el cielo y en la tierra!”. Fue en este marco que la JG 54 perdió a su siguiente experte.

El 10 de agosto de 1942 varios Bf.109F-2 del 10./JG 51 y dos Bf.109G-2 del 6./JG 54 interceptaron una formación de seis Pe-2 al norte de Rzhev. Estos dos últimos eran tripulados por el Staffelkapitan, Hauptmann Karl Sattig (51 victorias en su haber), y su numeral Unteroffizer Johann Fieber. Sattig reclamó derribar dos Petlyakov y Fieber un tercero. Pero entonces, sin que ellos se dieran cuenta, llegaron seis Hurricane IIB del 485º IAP, y uno de ellos, posiblemente el Kapitan Gabrinez, alcanzó al Messer de Fieber, obligándolo a retirarse (Fieber creyó que le habían dado los artilleros de los Pe-2). Fue posiblemente el as Polkovnik Georgiy Vasilyevich Zimin, en su Hawker Hurricane IIB “Blanco 50”, quién a continuación incendió el Bf.109G-2 WkNr 10383 de Sattig, obligando al experte a saltar directo hacia su cautiverio. La lucha continuó durante 45 eternos minutos entre los seis Hurricane y los restantes Messerschmitt de la JG 51 Mölders, y durante la refriega el Mayor Kondratyev abatió al Bf.109F-2 del Feldwebel Richard Brand (quién fue herido) pero fue a  su vez derribado y muerto.

Desgraciadamente, si bien ya demostrando un mayor profesionalismo y una mayor contundencia que antes, la VVS todavía sufría de programas de entrenamiento muy cortos y mala coordinación entre los bombarderos Il-2 y Pe-2 y los cazas que debían escoltarlos, lo cual resultó en importantes pérdidas, y para fines de agosto la ofensiva de alivio en el sector de Rzhev debió ser cancelada. Pero las JG 51 y 54, acostumbradas a reclamar montones de derribos y sufrir relativamente pocas perdidas, por primera vez se se encontraron siendo literalmente apeleadas por los cazas de la VVS. Entre el 31 de julio y el 31 de agosto solo la JG 51 perdió 101 Bf.109, y la JG 54 le sumó otros 14 más.

Septiembre agridulce

Ambos bandos perdieron a muchos de sus más experimentados pilotos durante septiembre de 1942, con la JG 54 viendo como siete de sus experten eran derribados por aeronaves de la VVS – uno moriría, y tres resultarían heridos.

El primer as alemán en tener que saltar de su avión en llamas fue el Leutnant Alfred Teumer (1./JG 54, sería acreditado con 76 victorias a lo largo de toda la guerra), cuando el radiador de su Bf.109G-2 fue incendidado por un P-40E Kittyhawk del 159º IAP, tripulado por el ya familiar para nosotros Kapitan Piotr Lijoletov, el 9 de septiembre de 1942. Ese mismo día el Messerschmitt del Staffelkapitan del 7./JG 54 -Oberleutnant Waldemar Wübke, con 15 victorias en su haber- regresó con un 15% de daños y herido tras un encuentro “cercano” con un bien piloteado MiG-3. Teumer volvería a ser alcanzado por el fuego de cazas rusos solo cinco días después, y aunque su Bf.109G-2 WkNr 10419 recibió solo un 25% de daños, él resultó con heridas, y tuvo que ser hospitalizado.

El 16 de septiembre de 1942 Oberfeldwebel Wilhelm Schilling (9./JG 54) interceptó una formación de Ilyushin Shturmovik que acababan de bombardear la estación ferroviaria de Tosno, en manos alemanas, y reclamó derribar uno de ellos (su victoria Nº 46). Lo que Schilling no vió fue a la pareja de I-16 Ishak del 21º IAP KBF que escoltaban a los Il-2. Su Bf.109G-2 WkNr 10436 fue acribillado por el fuego concentrado del Kapitan Dmitriy Zosimov y el Starshiy Leitenant Boris Sushkin, y el propio Schilling fue seriamente herido. Erroneamente pensando que había sido alcanzado por la antiaérea, Schilling de alguna forma se las arregló para llevar su vapuleado avión hasta el aeródromo avanzado de Mga, y hizo un aterrizaje de panza. Hospitalizado por un largo tiempo, se recuperó, volvió a combatir, y su cuenta personal aumentó hasta las 63 victorias.

Hay confusión con respecto a la fecha en que el siguiente experte teutón cayó. El Pobeditel Ekspertenov Arkadiy Sukov escribió en su libro de vuelo el 18 de septiembre de 1942: “Misión de combate. Despegue a la 1:09 PM, LaGG-3. Líder del zveno. Dando cobertura a Il-2 del 448º ShAP. Combate con 8 Bf-109 al norte de la estación ferroviaria de Tosno. Derribé al líder del grupo alemán, quién estaba galardonado con la Cruz de Caballero.”  El único piloto alemán perdido en esas fechas galardonado con la Ritter Kreuz fue el Feldwebel Peter Siegler del 3./JG 54, con 49 victorias en su palmarés personal. Las fuentes alemanas coinciden en que en efecto fue derribado tras un prolongado duelo aéreo contra un muy habil piloto de “Yak-1” (¿una identificación errónea de un LaGG-3?). Siegler intentó amerizar, pero su Bf.109G-2 WkNr 10330 se hundió con él dentro, antes de que pudiera abrir la cubierta. El problema es que la Luftwaffe registra esta pérdida el 24 de septiembre, casi una semana después de la anotación de Sukov. Solo el tiempo dirá si en efecto fue Sukov el vencedor de Siegler, o en caso contrario si sabremos quién fue el piloto de Yakovlev que debe recibir el crédito por tan destacada victoria.

No hay ninguna duda acerca del quién derribó al penúltimo experte alemán del mes. El 28 de septiembre no menos de ocho Bf.109G de los II. y III./JG 54 que escoltaban a Junkers del KG 3 cuando se encontraron con cuatro cazas soviéticos (dos Yak-1 del 402º IAP y dos P-40E del 630º IAP PVO) que a su vez cubrían a una formación de Il-2. Los resultados fueron mixtos: en un inusual exageración los aviadores alemanes reclamaron derribar siete cazas soviéticos (¡tres más de los que realmente había!) con el experte Leutnant Hans-Joachim Heyer derribando al P-40E de Nikolay Chebotaryov y su compañero Heinrich Sterr haciendo lo propio con el otro Kittyhawk tripulado por Nikolay Dolenko (ambos pilotos alemanes habían reclamado dos victorias cada uno, y ambos aviadores soviéticos saltaron y llegaron a tierra sanos y salvos). Pero uno de los pilotos de Yak-1, el Starshiy Leitenant Smolnikov, devolvió la cortesía obligando al experte Leutnant Horst Hannig (6./JG 54) a saltar de su Bf.109G-2 en llamas, mientras que su tovarish el as con 16 victorias Starshiy Leitenant Ivan Dmitryevich Lijobabin derribaba al Ju.88A-4 del Leutnant Immo Riebecke (1./KG 3) – toda la tripulación pereció. Lijobabin de hecho probablemente derribó a un segundo Junkers por el cual nunca presentó un reclamo oficial, ya que la Luftwaffe perdió a un segundo Ju.88 en el transcurso de ese combate. Esta era la segunda vez que Hannig era derribado en suelo ruso, la primera había sido el 17 de  marzo de 1942. Hannig sería acreditado con 90 victorias en el Frente Oriental, y perecería el 15 de mayo de 1943 sobre Francia, sirviendo en la JG 2 Richthofen, a manos de cazas Spitfire británicos, cuando su cuenta de victorias ascendia a 98.

El último experte en ser derribado ese mes fue el oficial técnico del III./JG 54, Leutnant Erwin Leykauf, el 29 de septiembre. Las versiones alemana y rusa de su derribo coinciden en que Leykauf estaba atacando un Il-2 del 57º ShAP KBF. Pero mientras Leykauf afirma que fue impactado por la antiaérea segundos después de abatir al Shturmovik (su victoria Nº 26), los archivos de la KBF muestran que el piloto de este Il-2, el Starshiy Leitenant Aleksandr Scherbinin, intencionalmente chocó su mortalmente dañado avión contra el Bf.109G-2 WkNr 13613 del as germano –Taran, como se lo conoce en ruso- obligandolo a saltar. En su extraordinario trabajo Christer Bergström considera más creible la versión de Leykauf, pero quien escribe estas líneas (sin negar la posibilidad de un embellecimiento del hecho por parte de la propaganda de guerra soviética para levantar la moral a los pilotos y a la población) considera en cambio mucho más confiable la versión rusa.

Estos éxitos, muy encomiables, no deben soslayar el hecho que la VVS, la PVO y la VVS KBF en el frente norte aún estaban en inferioridad cualitativa y técnica, y que muchos de sus ases también cayeron en ese período - precisamente a manos de los experten de la JG 54. Solo el 30 de septiembre el as Unteroffizer Sigfried Müller derribó en dos combates separados a cuatro I-16 del 4º GIAP KBF (dos en c/u), y dos de sus victimas eran a su vez ases – el subcomandante del regimiento y Geroy Sovietskogo Soyuza Mayor Aleksey Iliyn, y el Starshiy Leitenant Vladimir Petrov (nueve victorias). Ilyn sobrevivió pero Petrov murió en la refriega.

Finaliza 1942

Dos ases alemanes de la Grünherz caerían a manos de los Stalinskie Sokoli (Halcones de Stalin) antes de la Nochevieja de 1942. El primero de ellos fue el Staffelkapitan del 5./JG 54, Oberleutnant Joachim Wandel. La planicie al norte del Lago Ilmen, castigada por las primeras heladas, fue mudo testigo del duelo entre Wandel y su numeral Unteroffizier Ransmeyer por un lado, y un par de Yak-1 del 283º IAP el 7 de octubre de 1942. De acuerdo a la versión alemana, Wandel logró derribar a uno de los Yakovlev como su 75ª víctima (este reclamo no coincide con una real pérdida soviética) pero el piloto del segundo Yak-1 Leytenant Zaytsev se puso a su cola e hizo trizas el Bf.109G-2 WkNr 10353 con una sola ráfaga de 20 y 12,7 mm. Wandel aparentemente alcanzó a saltar de su aparato, pero ya sea porque su paracaidas no se abrió a tiempo o porque estaba muy seriamente herido, falleció.

El último experte del año fue el Leutnant Hans-Joachim Heyer (8./JG 54), que contaba con 53 victorias en su haber. Irónicamente, se transformó en la primera víctima de un hasta ese momento novato piloto de Yak-7 del  271º IAP: el Serzhant Nikolay Mijailovich Alekseyev. El encuentro entre ambos se produjo el 9 de noviembre de 1942 sobre Gorodok, al norte de Vitebsk – Heyer custodiaba la Rölbahn Brest-Smolensk-Vyazma, y Alekseyev patrullaba la zona al sur de Velikye Luki. De acuerdo a la versión alemana, el Bf.109G-2 WkNr 13809 de Heyer fue víctima de un taran, del cual solo un piloto logró saltar. Evidentemente fue Heyer, quién luego murió por heridas, porque de hecho Nikolay Alekseyev -si bien se acercó mucho a su presa- la derribó de una manera más tradicional (con fuego de cañones de 20 mm y ametralladoras) y regresó luego a su base. Esta fue la primera de las 14 victorias personales y tres en grupo con las que Alekseyev sería acreditado.

Cobras, La-5 y Focke-Wulfs

El comienzo de 1943 mostró muchos cambios en el equipamiento de ambos bandos en la zona norte del Frente Oriental. La JG 54 ya había sido la primera cuando sus I. y III. Gruppen hicieron la trancisión al Focke Wulf Fw.190A-4 (en donde siguieron conviviendo con los Bf.109G-2), pero las unidades de caza soviéticas en la zona también lo hicieron. En primer lugar, desde el sur llegaron varios regimientos equipados con el letal caza Lend-Lease P-39 Airacobra, incluido el 153º IAP, ya una unidad de la Guardia y por lo tanto renumerado 28º GIAP. Además por fin todos los venerables I-16 de los regimientos de la VVS KBF fueron retirados y sustituidos por el moderno Lavochkin La-5 – el 4º GIAP KBF fue el primero en recibirlos. Pero tanto o más importante que estos refuerzos fue el impacto moral de lo que ocurría mil kilómetros al sur, en Stalingrado. Esta indisputable victoria del pueblo ruso y soviético le dio un gran empuje moral a todos los pilotos de la URSS – ahora sabían con certeza que se podía derrotar a la Wehrmacht y a la Luftwaffe, estas ya no eran ni todopoderosas ni invencibles.

Esto quedó muy en claro también en el Frente de Leningrado desde el mismo principio del año. Y quién lo demostró con contundencia fue el propio comandante del 28º GIAP, Aleksey Semyonovich Smirnov, cuando el 5 de enero de 1943 con su P-39 Airacobra convirtió a dos experten en sus sexta y séptima victorias. El primero fue el Feldwebel Alfred Dettke (8./JG 54, 33 victorias), quién pereció en la cabina de su Bf.109G-2 WkNr 13947, y el segundo fue el Unteroffizier Johannes Rünge (4./JG 54, seis derribos), quién debió saltar con heridas de su Bf.109G-2 WkNr 13935 en llamas. Y ellos fueron solo los primeros ases en probar la letalidad del veneno de la Cobra de Smirnov – por lo menos otros tres experte más de la Grünherz lo harían más tarde.

Ese fue el comienzo de una desastrosa sucesión de pérdidas de experten para la JG 54. Al mismísimo día siguiente una Rotte de Messerschmitt del 7./JG 54 –el Feldwebel Josef Brechtl (líder, 27 victorias) y su punto el Feldwebel Kurt Stöber- interceptaron un grupo de Il-2 cerca de Velikye Luki. En el combate que siguió Brechtl reclamó derribar un Ilyushin (su 28ª victoria) y Stöber cinco más. Pero entonces tuvo la misma mala suerte que había tenido Hans-Joachim Heyer tres meses antes: enontrarse con el Yak-7B de Nikolay Alekseyev. Mostrando su pericia, el aviador ruso transformó al experte alemán en su derribo Nº 9 – Brechtl pereció cuando su Bf.109G-2 WkNr 13666 se precipitó a tierra en llamas. Desgraciadamente, igual que sus primera y novena presas, Alekseyev no vería el final del conflicto: moriría en combate el 12 de julio de 1943 con el rango de Starshiy Leytenant durante la batalla de Kursk[2].

Veinticuatro horas más tarde, el 7 de enero, el que debió saltar de su Bf.109G-2 (en este caso WkNr 13609) fue el Feldwebel Heinrich Sterr del 6./JG 54, que terminaría la guerra con 129 victorias – su vencedor fue (de no mediar una confusión en el tipo de avión, muy común en los informes alemanes) un por ahora desconocido piloto de LaGG-3. Esperamos poder develar su identidad en el futuro cercano.

Dos experten  más conocerían el sabor de la derrota a manos de la VVS en enero. Cuando tras un duro duelo aéreo el 15 de enero de 1943 el as Mijail A. Garam (32º GIAP, 3ª GIAD) pintó la décima estrella roja en su nuevo Lavochkin La-5, ya le habían confirmado que su antagonista había sido hecho prisionero y tenía 36 victorias en su cuenta personal – era el Feldwebel Kurt Stöber. Solo nueve días antes se había salvado por los pelos de ser derribado por Nikolay Alekseyev después que este abatiera a su líder Josef Brechtl. Ese día su suerte se terminó, y los restos calcinados de su Bf.109G-2 WkNr 10438 al norte de la estación Chernozem quedaron como mudo testimonio de la letalidad de Garam.

Al día siguiente dos Fw.190A-4 del 2./JG 54 fueron derribados por pilotos de caza soviéticos (cuya identidad aún se investiga) y ambas victorias fueron muy remarcables: La primera porque su piloto, el Unteroffizer Helmut Brandt, tuvo que hacer un aterrizaje de panza cerca Schïsselburg, en la ribera sur del Lago Ladoga, y tanto él como su casi intacto Fw.190A-4 WkNr 142310 fueron capturados, dando así la posibilidad al STAVKA soviético de analizar a fondo al caza de motor radial alemán. La segunda también es destacable porque su piloto era el experte Feldwebel Otto Kittel, que en ese momento contaba con “solo” 29 victorias en su haber (sería acreditado con 267). No sería la última vez que el as teutón conocería el amargo sabor de la derrota a manos de los aviadores soviéticos.

En ese momento el Gruppenkommandeur del II./JG 54 era el ya Major Hans “Assi” Hahn, uno los Halte Asse de la Batalla de Inglaterra y el Frente del Canal, con 66 victorias (53 de ellas fueron Spitfire) mientras sirvió en el JG 2. Con la Grünherz reclamó aumentar ese palmarés en 41 victorias más hasta que el 21 de febrero de 1943 encontró la horma de sus zapato de la forma más inesperada: a manos de un inexperto piloto de Il-2 Shturmovik – Serzhant Talgat Yakubekovich Begeldinov. El propio Begeldinov relata encuentro con el experte germano:

Talgat Y. Begeldinov: “Mientas estaba decidiendo que hacer, las trazadoras pasaron justo por encima de la cabina. Giré la cabeza y vi que me estaba atacando un caza. El piloto del “Messer” actuaba de forma extremadamente agresiva. Me atacaba por todos lados, pero no lograba derribarme. Pensé: “Así me acabara matando”. Comencé a realizar virajes, intentando desplazarme hacia nuestro territorio. La altitud no era baja, así que para atacarme por debajo el alemán lo tenia difícil. El alemán tenía miedo de entrar por delante, conociendo la potencia de fuego del armamento frontal de IL-2. Mi velocidad era más baja, así que el radio de viraje era más reducido. Mientras tanto, el “Messer” me estaba entrando por la cola una y otra vez.

De repente pensé: “¿Por qué solamente estoy realizando maniobras defensivas, por que no lo intento atacar yo?”. Aunque en aquel entonces no había oído casos de que un IL-2 ataque a un caza: en caso de encontrarse con los cazas, nos ordenaban retirarse en vuelo rasante y no entrar en combate aéreo.

El alemán se puso muy agresivo. La alta velocidad para él era un obstáculo. El alemán bajó el tren de aterrizaje para reducirla. No sé por que, pero este hecho me cabreó. ¡Bastardo, ahora verás!

En un brusco giro dirigí mi avión hacia el caza alemán y tiré de la palanca. El “Messer” acabó en mi colimador. Apreté los gatillos. Vi cómo las ráfagas impactaron en el avión alemán. Cada instante parecía una eternidad. El caza desprendiendo humo se tumbó de un ala y se fue al suelo. El alemán resultó ser un experto y pudo nivelar su avión en llamas y aterrizar sobre la panza. Mi avión estaba a punto de entrar en barrena. Corregí el avión, gané velocidad, reduje altitud.

Realicé el giro y vi cómo hacia el caza alemán corrían nuestros soldados, armados con metralletas. Ahora podía retirarme hacia la base. Y en aquel momento sentí que se me agotaron las fuerzas. Todo mi cuerpo estaba cubierto por un pegajoso sudor. Por otro lado, mi avión estaba dañado. Los timones de dirección y de giro estaban dañados. Los radiadores de agua y de aceite estaban perforados

Con mucha dificultad pude llegar hasta el aeródromo y aterrizar. Abrí la cabina y literalmente caí en los brazos de los pilotos, que rodearon mi avión. Llegó el comandante del regimiento. Le informe sobre la misión, pero no se porqué pero no dije nada sobre el caza derribado. Miré mi avión y comprendí que sobreviví de milagro, dado que éste estaba lleno de impactos.

En la madrugada me despertó el ayudante y me ordenó llegar al estado mayor de la División urgentemente. Allí me recibió el comandante de la división y pidió contarle el combate aéreo con el “Messerschmitt”. Resultó ser que el alemán al que yo había derribado era un as, con rango de Mayor, que tenia 108 aviones derribados, y que había luchado en Bélgica, Francia y en los Balcanes. El alemán no se lo creía que fue derribado por un joven sargento, con tan solo 8 vuelos de combate realizados. El alemán pidió en varias ocasiones de encontrarse conmigo, pero no pudo ser: lo enviaron al Estado Mayor del Ejercito del Aire” [3]

Proyectiles disparados por Begeldinov abrieron grandes agujeros en el ala izquierda e impactaron en el motor del Bf.109G-2/R6 WkNr 13949 del experte alemán. Aunque ‘Assi’ Hahn intentó regresar a territorio ocupado por sus fuerzas, su motor se detuvo, debió aterrizar de panza y fue inmediatamente capturado por soldados soviéticos que estaban en el área. Es interesante enfatizar que Begeldinov era totalmente novato – tenía solo 21 años en ese momento ¡y esa era su octava misión de combate!

Begeldinov representaba un cambio profundo en la mentalidad y actitud de los pilotos de Shturmovik, que comenzaba a ocurrir más y màs seguido: ya no eran corderos de sacrificio, solo esperando inermes el ataque de los pilotos alemanes, rogando que su grueso blindaje los salvara. No, ahora estaban descubriendo que el IL-2 podía defenderse, que en maniobrabilidad horizontal podían superar al Bf.109G y Fw.190A. Ya para ese momento (aún cuando estos casos fueran desconocidos para Begeldinov) los pilotos de Shturmovik llevaban meses derribando a los Bf.109 que intentaban detenerlos, especialmente sobre Stalingrado. Además, los nuevos modelos de Il-2 incorporaban ahora el artillero trasero, y estos dos factores cambiaron por completo la fisonomía del combate aéreo en el Frente Oriental – a partir de entonces las pérdidas de Shturmovik a causa de los cazas alemanes comenzaron a disminuir drásticamente.

Debe notarse que otras fuentes atribuyen el derribo de Hahn a uno de los nuevos La-5 del 169º IAP al sur de Volnoye, cerca de Staraya Russa, a manos del as Pavel Andreyevich Grazhdannikov. Pero los detalles proporcionados por Begeldinov y otros documentos no dejan duda de que fue él quien abatió a Hahn. Es probable que la víctima de Garzhdannikov haya sido uno de los nuevos Fw.190A-4 (uno es admitido perdido por la JG 54 ese día).

Choques de Titanes

Como vemos, si bien algunos de los ases de la JG 54 fueron derribados por pilotos soviéticos novatos o con pocas victorias que tuvieron su día de suerte, la gran mayoría de los experten de la Grünherz fueron abatidos por sus pares,  los ases de la VVS, en verdaderos Choques de Titanes.

Este sería el caso el 6 de marzo de 1943, cuando a las 14:50 hs cuatro Bf.109G-2 del 6./JG 54 guiados por su Staffelkapitan, Oberleutnant Hans Beisswenger (150 victorias) se enzarzaron con la misma cantidad de La-5 del regimiento de élite 32º GIAP liderados por el Starshiy Leitenat Ivan Mijailovich Jolodov (14 derribos hasta ese momento) sobre Staraya Russa. El hecho de que enfrentaban a pilotos rusos de primera clase se hizo pronto evidente para la Schwarm germana cuando uno de los La-5, piloteado por el as con 8 victorias hasta ese entonces Starshiy Leitenat Vasily Antonovich Savelyev alcanzó con una ráfaga al Bf.109G-2 WkNr 13913 del Unteroffizer Georg Munderloh, numeral de Beisswenger y también experte con 20 derribos. Beisswenger reclama entonces derribar a los dos Lavochkin que atacaron a su numeral –esto no puede corroborarse del lado ruso, ya que tanto Savelyev como su numeral volvieron a su base sanos y salvos - y ataca al punto de Jolodov, Arkadiy Sergeyevich Makarov. El líder soviético corre a auxiliar a Makarov, pero termina su maniobra muy cerca del avión de Beissswenger. Sin tiempo para corregir (Makarov ya estaba en la mira del experte teutón) Ivan Jolodov no lo duda un segundo y estrella su La-5 contra el Bf.109G-2 WkNr 14236 de Hans Beissswenger. Mientras cae en su paracaidas Jolodov observa como el Messer cae sin control sin que el aviador germano salte, estrellándose – Ivan Mijailovich no lo sabe aún pero ha matado a su segundo as alemán (como vimos, derribó y mató a Gerhard Proske en octubre de 1941). Ha sido un choque de titanes con victoria soviética por partida doble, porque Munderloh, la víctima de Savelyev, no alcanza a llegar a las líneas alemanas y es hecho prisionero por tropas rusas. Fue un muy buen día para el 32º GIAP, ya que no sufren más pérdidas, y en otra salida ese día Arkadiy Makarov avería un Fw.190A-4 (WkNr 145811, 2./JG 54) el cual sufre un 40% de daños al aterrizar de emergencia en Krasnogvardeisk y estrellarse contra un He.46. Jolodov terminaría la guerra con 15 victorias personales (más dos grupales), y ambos Savelyev y Makarov con 16.

La siguiente Bytva Titanov (Batalla de Titanes en ruso) ocurre días después, el 15 de marzo de 1943. La versión oficial de la Luftwaffe es que, tras reclamar su victoria Nº 47 (un “MiG-3”, sin duda una errónea identificación de un P-39, tipo de caza con el que aún no estaba familiarizado), Otto Kittel sufrió una falla del motor de su Fw.190A-4 WkNr 142481, y debió aterrizar 60 kms detrás de la línea del frente. Despues de tres días, tras cruzar a pie el helado lago Ilmen, llegó a la zona alemana. Lo que la versión alemana no dice es que “la falla de motor” de Kittel coincide con el Focke-Wulf reclamado en ese mismo lugar y hora (9:30 de la mañana) por el ya conocido para nosotros as de P-39 Airacobra Aleksey Smirnov. Es dificil decir si Kittel sinceramente nunca vió a Smirnov y asumió en buena fé que su motor se detuvo por una falla mecánica, o si la JG 54 intentó intencionalmente ocultar que una de sus nuevas estrellas había sucumbido ante la creciente habilidad de los hombres del aire soviéticos. Lo que si se puede confirmar es que la unidad de Kittel (2./JG 54) sufrrió mucho la letalidad de la Cobra de Smirnov a lo largo de ese día – durante una segunda misión por la tarde el as ruso borró del cielo el Fw.190A-4 WkNr 145740 y mató al desafortunado piloto alemán (el Feldwebel Rudolf Stemper), y en una tercera causó un 30% de daños al Fw.190A-4 WkNr 145704. Además, a consecuencia del derribo Kittel sufrió principio de congelación, y tuvo que estar hospitalizado por casi 2 meses, regresando a Krasnogvardeisk solo en mayo de 1943.

Fin Parte I

Cuando Adolf Hitler decidió apostar a todo o nada en la Operación Zitadelle contra el saliente de Kursk o Kurskaya Duga (Arco de Kursk, en ruso), la JG 54 despachó a su I. Gruppe allí para ayudar a la JG 51. No menos de seis de sus experten serían derribados allí, uno con serias heridas, otro hecho prisionero y otro fallecería. Pero la cantidad de aviones y pilotos involucados, y la enorme cantidad de salidas voladas por ambos bandos (conscientes de lo que se decidía era el resultado final de la guerra) hacen muy dificil saber quién-derribo-a-quién. Es mucho lo que aún falta investigar y cruzar referencias con los datos de ambos bandos, lo que por ahora excede las capacidades de este humilde trabajo, y de quien lo escribe. Queda la solemne promesa a los internautas que esto leen, de escribir una segunda parte para cubrir los duelos entre los experten de la Grünherz y los “Halcones Rojos” para el período Julio 1943-Mayo 1945, a medida que más información vaya saliendo a la luz.

Como conclusión preliminar queda claro que los hombres de Trautloft lograron impresionantes éxitos contra los aviadores soviéticos debido a la superioridad técnica de su montura  inicial (el Bf.109F y G), su excelente entrenamiento, sus superiores tácticas, y también la enorme experiencia. Pero nunca fueron ni los superhombres que Josef Goebbels afirmaba, y en muchas de las ocasiones en que se enfrentaron a pilotos soviéticos tan formidables como ellos, debieron admitir que (al menos ese día) el aviador eslavo era el mejor, y que no era para nada un untermenschen, como su líder político pregonaba.

 

FUENTES:

·        Vesiolaya Ojota v Vostoke Evropy. Valeriy Dymich. Revista Aviatsiya i Kosmonavtika Nº 1, 1999.

·        Triumf a Tragedie, Sovietskye Stihaci v II. Svetové Valku. Valery Dymich & Milos Sedivy. Editorial Svet Kridel , Cheb. 2005. (Cortesía de Milos Sedivy).

·        Krylya krepnut v boyu, memorias de Vasily Fiodorovich. Golubyev,  (se las puede leer on-line en ruso en http://militera.lib.ru/memo/russian/golubev-vf/14.html)

·        Asy Velikoy Otechestvennoy. Samye Resultativnye Liotchiki 1941-1945 gg.  Mijail Yurievich Bykov. Yauza – Eksmo. 2007. (Cortesía de Torero. Spasibo bolshoe, Andrei!)

·        Black Cross, Red Star – The Air War over the Eastern Front. Volume 2. Resurgence. Christer Bergström & Andrey Mijailov. Pacifica Military History. 2003. (Cortesía de Torero. Spasibo bolshoe, Andrei!)

·        Black Cross, Red Star – The Air War over the Eastern Front. Volume 3. Everything for Stalingrad. Christer Bergström, Andrey Dikov, & Vlad Antipov. Eagle Editions Limited. 2006.

·        Lista de Pérdidas de la JG 54 (http://www.jg54greenhearts.com/LossList.htm)

·        Schwabedissen W. Russian Air Force in the Eyes of German Commanders. — Ayer Co Pub, 1968.

[1] Black Cross, Red Star – The Air War over the Eastern Front. Volume 2. Resurgence. Christer Bergström & Andrey Mijailov. Pacifica Military History. 2003. Appendix A, página 214.

[2] Ironicamente sería contra sus viejos adversarios del JG 54, que habían enviado al I. Gruppe al flanco norte del saliente – ese día derribó el Fw.190A-5 del Uffz. Ludwig Buschmann (1./JG 54, fallecido) pero segundos más tarde fue a su vez abatido y muerto por el experte Fw. Helmut Missner (quién reclamó erroneamente su Yak-7 como un “LaGG-3”).

[3] De Talgat Yakubekovich Begeldinov tenemos la biografia completa y uno de los iniformes de combate

 

Escrito por Diego Zampini

 

 

 

 

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