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Dos Veces Héroe de la URSS, Capitán de la Guardia

T.Y. BEGELDINOV

"Shturmovik en combate aéreo contra

bombarderos enemigos"

Informe del combate

Biografía del piloto

 

Talgat Yakubekovich BEGELDINOV

(1922)

General-Mayor de las Fuerzas Aéreas

Dos Veces Héroe de la URSS (1944, 1945)

 

Fue condecorado por primera vez con el grado de Héroe de la Unión Soviética siendo

Segundo Comandante de Escuadrón del 144º Regimiento Aéreo de Asalto de la Guardia (9ª  GShAD, 5º Ejército del Aire, 2º Frente Ucraniano), con rango de Starshiy Leytenant de la Guardia

 

Fue condecorado por segunda vez con el grado de Héroe de la Unión Soviética siendo

Comandante de Escuadrón del mismo regimiento (9ª  GShAD, 1er GShAK, 2º Ejército del Aire, 1er Frente Ucraniano), con rango de Capitán de la Guardia

 

Nació el día 05.08.1922 en la ciudad Pishpek (Frunze) en una familia obrera. Kazajo. Miembro del PCUS desde 1943. Terminó estudios secundarios en la ciudad de Frunze. A los 16 años ingresó en un aeroclub de Osoaviahim.

 

Se alistó en el Ejercito Soviético en el año 1940. Se graduó en la Academia Militar del aire de Orenbúrg en el año 1942.

 

Estuvo luchando en el frente desde enero de 1943.

 

Hasta el mes de junio de 1944 realizó 155 vuelos de combate en misión de reconocimiento y ataque a las fortificaciones, aeródromos, nudos ferroviarios y concentraciones de tropas.

 

El día 26 de octubre de 1944, por la valentía y maestría, mostradas en 155 vuelos combate, por participar en la liberación de las ciudades de Znamenka y Kirovograd, por derribar personalmente a 4 aviones enemigos y por el eficiente apoyo prestado a las tropas terrestres durante la reconquista de la frontera estatal de la URSS, Begeldínov fue condecorado con el grado de Héroe de la Unión Soviética (medalla Nº 4619).

 

Siendo comandante del mismo regimiento, hasta el mes de marzo de 1945 realizó otros 120 vuelos de combate adicionales. El día 27.06.1945, por ejercer de forma eficiente el papel de Comandante de Escuadrón, que realizó 520 vuelos de combate sin sufrir bajas, y por las hazañas cometidas durante ataques terrestres en las batallas por la liberación de Cracovia, Opeln, Katovitce, Breslau y Berlin, el Capitán de la Guardia Begeldínov fue condecorado con la segunda medalla “Estrella de Oro” (medalla Nº 6554).

 

Begeldínov no solamente tenía fama de un maestro en ataques a suelo, sino también tenia una gran reputación como experto en misiones de reconocimiento aéreo. En complicadas condiciones meteorológicas, conseguía la valiosa información sobre el enemigo.

 

En total había realizado 305 vuelos de combate.

 

Dos Veces Héroe de la URSS Capitán T.Y. Begeldínov participó en el Desfile de la Victoria de la Plaza Roja, celebrado el día 24 de junio de 1945.

 

 

Tras finalizar la guerra siguió prestando servicio en las Fuerzas Aéreas. Estuvo al mando de un regimiento aéreo. En el año 1950 se graduó en la Academia Militar del Aire. A causa de salud tuvo que dejar de volar, y fue enviado a los Cursos Superiores de Perfeccionamiento de Oficiales y Navegantes como jefe del estado mayor. Fue condecorado con el título de Piloto Destacado de la URSS. Tras retirarse a la reserva en el año 1956 con grado de Coronel, comenzó a trabajar como suplente del jefe local de la Dirección de la Aviacion Civil. En el año 1968 se graduó en el Instituto de Ingeniería de Construcción de Moscú y trabajó durante años en la administración de la Construcción Estatal en Alma-Ata. Fue diputado del Consejo Supremo de la URSS de la II y III Junta. Actualmente es presidente del Fondo Internacional de ayuda a los mutilados de la Guerra y huérfanos.

 

 

Fue condecorado con la Orden del Lenin, 2 Ordenes de la Bandera Roja, Orden de Aleksandr Nevskiy, Orden de la Guerra Patriótica de I y II grado, Orden de la Estrella Roja, Orden de la Gloria de III grado y diversas medallas. Titulo de Piloto Destacado de la URSS.

 

El busto de bronce fue colocado en su ciudad natal. Es Cadete de Honor de la Academia Superior Militar del Aire de I.S. Polbin de la ciudad de Orenburgo.

 

Fue autor de los siguientes libros:

 

1- “Los IL-2 atacan”. 2ª edición, Alma-Ata, 1966;

2- “Los 305 raids”. Frunze, 1966

3- “Las batallas del aire”

4- “Combates aéreos”

5- “El picado hacia la inmortalidad”, Alma-Ata, 2000

 

 

*    *    *

 

Su primer combate fue realizado el 17 de febrero de 1943.

 

Durante toda la misión Begeldínov no quitaba la vista de su líder, replicando con exactitud todas sus maniobras. Los IL-2 salieron a la zona del objetivo y atacaron el convoy ferroviario.

 

El primer vuelo de combate fue realizado con éxito. El mismo día Sargento Begeldínov realizó otros dos vuelos de combate. Así comenzó su camino bélico. Los combates procedían en la zona de Staraya Russa.

 

 

 

*    *    *

 

Poco después, el grupo de IL-2 fue enviado para atacar a la aldea Gluhaya Gorushka, convertida por los alemanes en una potente fortificación. La misión consistía en atacar a las posiciones de artillería alemana. El grupo fue atacado por los cazas, Begeldínov iba sin artillero. (citando a las memorias):

 

“Mientas estaba decidiendo que hacer, las trazadoras pasaron justo por encima de la cabina. Giré la cabeza y vi que me estaba atacando un caza. El piloto del “Messer” actuaba de forma extremadamente agresiva. Me atacaba por todos lados, pero no lograba derribarme. Pensé: “Así me acabara matando”. Comencé a realizar virajes, intentando desplazarme hacia nuestro territorio. La altitud no era alta, así que para atacarme por debajo el alemán lo tenia difícil. El alemán tenía miedo de entrar por delante, conociendo la potencia de fuego del armamento frontal de IL-2. Mi velocidad era más baja, así que el radio de viraje era más reducido. Mientras tanto, el “Messer” me estaba entrando por la cola una y otra vez.

 

De repente pensé: “¿Por qué solamente estoy realizando maniobras defensivas, por que no lo intento atacar yo?”. Aunque en aquel entonces no había oído casos de que un IL-2 ataque a un caza: en caso de encontrarse con los cazas, nos ordenaban retirarse en vuelo rasante y no entrar en combate aéreo.

 

El alemán se puso muy agresivo. La alta velocidad para él era un obstáculo. El alemán bajó el tren de aterrizaje para reducirla. No sé por que, pero este hecho me cabreó. ¡Bastardo, ahora verás!

 

En un brusco giro dirigí mi avión hacia el caza alemán y tiré de la palanca. El “Messer” acabó en mi colimador. Apreté los gatillos. Vi cómo las ráfagas impactaron en el avión alemán. Cada instante parecía una eternidad. El caza desprendiendo humo se tumbó de un ala y se fue al suelo. El alemán resultó ser un experto y pudo nivelar su avión en llamas y aterrizar sobre la panza. Mi avión estaba a punto de entrar en barrena. Corregí el avión, gané velocidad, reduje altitud.

 

Realicé el giro y vi cómo hacia el caza alemán corrían nuestros soldados, armados con metralletas. Ahora podía retirarme hacia la base. Y en aquel momento sentí que se me agotaron las fuerzas. Todo mi cuerpo estaba cubierto por un pegajoso sudor. Por otro lado, mi avión estaba dañado. Los timones de dirección y de giro estaban dañados. El radiador de aceite estaba perforado.

 

Con mucha dificultad pude llegar hasta el aeródromo y aterrizar. Abrí la cabina y literalmente caí en los brazos de los pilotos, que rodearon mi avión. Llegó el comandante del regimiento. Le informe sobre la misión, pero no se porqué pero no dije nada sobre el caza derribado. Miré mi avión y comprendí que sobreviví de milagro, dado que éste estaba lleno de impactos.

 

En la madrugada me despertó el ayudante y me ordenó llegar al estado mayor de la División urgentemente. Allí me recibió el comandante de la división y pidió contarle el combate aéreo con el “Messerschmitt”. Resultó ser que el alemán al que yo había derribado era un as, con rango de Mayor, que tenia 108 aviones derribados, y que había luchado en Bélgica, Francia y en los Balcanes. El alemán no se lo creía que fue derribado por un joven sargento, con tan solo 8 vuelos de combate realizados. El alemán pidió en varias ocasiones de encontrarse conmigo, pero no pudo ser: lo enviaron al Estado Mayor del Ejercito del Aire”

 

“Los IL-2 atacan”. 2ª edición, Alma-Ata, 1966".

 

*    *    *

 

En otra ocasión, en el regimiento, del cual formaba parte Begeldínov, se recibió una orden del General V.G. Ryazanov: realizar el ataque sobre el aeródromo enemigo en la zona de Harkov. Los Shturmovik fueron escoltados por un regimiento de cazas. El grupo sobrevoló la línea del frente y a primeras horas de la madrugada salió justo al objetivo. Los IL-2 realizaron un ataque con bombas, destruyendo a 12 bombarderos enemigos, varios hangares y detonaron un almacén de bombas. Todo el regimiento volvió a la base sin haber sufrido bajas.

 

A las 14:00 un sexteto de IL-2 volvió a tomar rumbo hacia Harkov, pero esta vez sin escolta de cazas. Cuando se acercaban al aeródromo, los antiaéreos abrieron fuego denso.

 

Los IL-2 sobrevolaron los dos cinturones de defensa antiaérea y de repente detectaron a un grupo de bombarderos alemanes escoltados por los cazas. El grupo alemán volvía de una misión. Los 12 “Messerschmitt” dieron la vuelta y se dirigieron al grupo de IL-2. Comenzó el combate aéreo de 12 “Messerschmitt” contra 6 IL-2.

 

Uno de los alemanes atacó por debajo el avión de Begeldínov y unos instantes después salió por delante de su IL-2. Begeldínov apretó el gatillo de los cañones y vio cómo el avión enemigo comenzó la caída. Pero el IL-2 de Begeldínov sufrió daños anteriormente. Habría que dar la vuelta y volver a la base, pero no podía incumplir sus órdenes, dado que muy cerca del lugar se encontraba el aeródromo de campo enemigo, con más de 100 bombarderos y cazas estacionados allí. Cuando los IL-2 se acercaron al aeródromo, allí cundió el  pánico, los aviones comenzaron a despegar directamente desde los aparcamientos, desde alguno de los bombarderos sus artilleros abrieron fuego.

 

Los IL-2 comenzaron el ataque y convirtieron el aeródromo en un mar de fuego. Tras salir del ataque, el grupo tomó rumbo a la base. A causa de los daños sufridos, el avión de Begeldínov comenzó a perder velocidad. Ya no podía mantenerse en la formación, pero hasta la línea del frente aun quedaban 40 kilómetros.

 

2 de los FW-190 al ver a un avión dañado que iba en solitario, le hicieron tijeras e intentaron obligarlo a aterrizar. Begeldínov se negó a obedecer, y ellos abrieron fuego. Las ráfagas atravesaron la cabina y dañaron el motor. El avión se incendió. El piloto y el artillero se lanzaron en paracaídas.

 

Los dos tardaron varios días en llegar a la línea del frente. En dos ocasiones se encontraron con patrullas alemanas. En uno de los enfrentamientos mataron a dos soldados alemanes. Estuvieron refugiados durante 3 horas en un pantano, cubiertos por el agua hasta la garganta, y posteriormente prosiguieron su camino. Justo en la línea del frente entraron en un campo de minas, donde murió el artillero de Begeldínov, al pisar una mina.

 

Pocas horas antes de la madrugada, Begeldínov llegó hasta la orilla del río Severskiy Donets y comenzó a cruzarlo. Comenzó a nadar en las heladas aguas, bajo la lluvia de balas alemanas. Mientras nadaba, una bala le alcanzó la mano izquierda. La ropa mojada le arrastraba hacia el fondo del río, pero Begeldínov pudo cruzarlo y llegar a la orilla opuesta. Tras salir a la orilla, perdió el conocimiento y cayó sobre las rocas. Lo encontraron nuestros soldados y lo trasladaron a la unidad. El enfermero le puso la venda y Begeldínov fue enviado al hospital. Al cabo de 3 semanas Begeldínov volvió a las filas para seguir luchando.

 

*    *    *

 

En febrero de 1944 durante la operación ofensiva de Korsun-Shevchenko, realizada por las tropas soviéticas, a Begeldínov le encargaron una misión bastante peculiar: cazar a un destructor de vías férreas. Los alemanes inventaron dicha maquina ya en el invierno de 1941 y la emplearon durante su derrota en Moscú. Mediante esta maquina destruían las vías férreas durante su retirada. Dicha maquina estaba formada por una especie de enorme arado, que se enganchaba a una locomotora de vapor. El arado rompía las traviesas por la mitad, y los carriles se doblaban y se rompían con unas guías En una hora de trabajo la locomotora era capaz de destruir hasta 15km de vías férreas.

 

 

Un destructor de vías como ese operaba en el invierno de 1944 entre Pervomaysk y Malye Viski. El enemigo, sabiendo que el destino de su agrupación de tropas cercadas por el Ejercito Rojo estaba predeterminado, durante su retirada decidió emplear dicha maquina para destruir a todas las vías, intentando frenar el avance de nuestras tropas. La misión de encontrar y destruir la locomotora fue encomendada a Begeldínov. Comenzó la cacería. Cita de las memorias de Begeldínov:

 

“He de decir que se trataba de un enemigo astuto, experimentado y cuidadoso. Ayer mismo, sobrevolando aquella zona, yo veía los hilos metálicos de las vías. Pero hoy ya no estaban. Tampoco estaba la locomotora. Todos mis intentos de localizarla eran inútiles. En mi ayuda llegó el servicio de reconocimiento terrestre.

 

Me encontraba en el puesto de mando, esperando la señal y listo para despegar. De repente recibí el mensaje, que la locomotora está operando en la zona de Malye Viski. Despego y me dirijo a la zona, pero lo único que podía distinguir eran los resultados de su bárbaro trabajo: la locomotora se había esfumado. Y así día tras día. Comencé a perder la paciencia. Por otro lado, los mandos no me dejaban en paz, me exigían localizar y destruir a la maldita locomotora. En un solo día la locomotora causa tanto daño, que se necesita una semana entera para reconstruir las vías, mucho material y la intervención de centenares de soldados y oficiales de las tropas de ingenieros. Y lo más importante, mientras se reconstruyen las vías, se retrasa el suministro de los cargamentos para nuestras tropas que estaban en ofensiva.

 

Uno de estos días, sin recibir ninguna noticia sobre la locomotora, despegué en misión de reconocimiento. Reuní la información sobre la posición de las tropas alemanas, fotografié las posiciones de artillería alemana y a los carros de combate hundidos en la tierra. Tras haber fotografiado las posiciones, di la vuelta y tomé rumbo a la base. De repente detecté en la tierra la sombra de una locomotora. Pero solamente podía distinguir la sombra. A últimas horas de la tarde, en los rayos del sol, la sombra parecía enorme y muy fea. Yo veía como se movía la sombra, pero no veía el humo de la chimenea de la locomotora. Y lo más curioso es que no podía distinguir la propia locomotora. Piqué bruscamente y es cuando comprendí la causa de la inutilidad de mi trabajo llevado a cabo hasta ahora. A lo largo de toda la locomotora estaba montada una pista, en la cual los alemanes colocaron la nieve, trozos de tierra, arbustos y piedras. Los laterales de la locomotora estaban pintados de color blanco. Cuando la locomotora se encontraba con nuestros aviones, simplemente se paraba, y aprovechando su peculiar camuflaje, esperaba hasta que nuestros aviones se retiren.

 

¡Grité de tanta alegría! “¡Ahora no tendrás escapatoria!”

 

Entré en lateral, capté la locomotora en el colimador y comencé el ataque. Pero en vano… El maquinista dio la marcha bruscamente y mis proyectiles no alcanzan el objetivo. Realicé el segundo ataque y otra vez sin resultados. Comprendí que en la cabina de la locomotora se encontraba un maquinista experto, capaz de observar y prever cada uno de mis movimientos.

 

El curioso duelo entre la locomotora y el avión duró aproximadamente 15 minutos. Por fin, uno de los proyectiles acertó en la caldera. Una nube de vapor se levantó 20 metros sobre el suelo, y la locomotora quedó paralizada. Realicé otra entrada en lateral y atravesé la locomotora con las ráfagas de cañones y ametralladoras. Seguidamente di la vuelta y entré por el otro lado, y a quemarropa le disparé todos los proyectiles a reacción (cohetes RS). La locomotora fue convertida en una montaña de chatarra. Realicé un circulo y tras asegurarme de que la locomotora estaba completamente destruida, fotografié los resultados del ataque y tomé rumbo a la base”.

 

FAE_Cazador / HR_Torero

 

 

 

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