"Antes
del combate"
A.S. Nikolay Gerásimovich, nuestra anterior entrevista ha despertado mucho
interés ha provocado un alud de preguntas adicionales.
Esta
claro que contestar a todas las preguntas es imposible, así que al menos
intente a contestar algunas de ellas.
Empezaremos por lo siguiente: al terminar la guerra se resumieron los
siguientes puntos débiles de la preparación prebélica de los pilotos de caza:
1. Pocas horas de vuelo realizadas en los aviones de combate. 2. La falta de
prácticas de tiro sobre los objetivos de aire. 3. Los pilotos no sabían
observar el aire (“no veían el aire”). 4. Mas o menos podían llevar un
combate aéreo individual, “uno contra uno”, pero no sabían llevar un combate
coordinado “grupo contra grupo”. 5. Desconocimiento total de utilización
efectiva de la radio, incluso que ésta estaba disponible.
¿Nikolay Gerásimovich, en que medida dichas afirmaciones se aproximan a la
realidad?
N.G.
Vamos por partes.
Se realizaban
pocas horas de vuelo en los aviones de combate, esto es cierto. 35 horas de
vuelo en un caza no es mucho, pero tampoco se puede afirmar que es poco.
Todo depende a qué
se
dedicaban estas horas.
Respecto a la afirmación de que no sabían disparar sobre los objetivos
aéreos – esto no es verdad. En
nuestra
academia
disparábamos
mucho.
Disparábamos
en
los
conos.
En mi
promoción se realizaban 15 prácticas de tiro sobre los objetivos aéreos y
unas 20-25 practicas de tiro sobre los objetivos de tierra.
Pero
es
cierto que justo
antes
de
empezar la
guerra,
en
el año
1941
salió una
promoción
de
pilotos que
tuvo pocas prácticas de tiro, tenían unas 5 prácticas de tiro sobre los
objetivos del aire (tiros en el cono) y unas 5 prácticas de tiro sobre
objetivos de tierra. Pero esta promoción de preparación “intensiva” tenía
una preparación de vuelo bastante buena, ya que estaba formada por los ex-instructores
de vuelo de los clubes aeronáuticos. Ellos no hacían cursos de aprendizaje
sino de reciclaje, y es por esto se les había acortado el tempo de
preparación.
Otra
cosa es que el tiro sobre el cono como un ejercicio práctico tiene un
defecto bastante serio: no es posible determinar la distancia solamente
mirando el cono, ya que éste tiene un tamaño reducido, así que la distancia
era determinada mirando el avión-remolcador. De esto se deriva la falta de
habilidad de determinar la distancia de tiro, por lo que a principio el
piloto durante el combate abría fuego desde una distancia demasiado larga,
sobre todo cuando se trataba de los bombarderos (bombardero parecía ser
enorme). Este error común, mas el armamento de pequeño calibre hacia que
nuestro fuego fuera poco efectivo. Cuando aprendimos a determinar
correctamente la distancia de tiro – “por los remaches”
(cuando empiezas a distinguir los remaches - abres el fuego) – la eficacia
del fuego ha mejorado muchísimo.
Por lo
demás, el tiro en el cono daba muy buenos hábitos en cuanto a tiro sobre
objetivos en el aire, porque daba la posibilidad de adquirir práctica de
calcular la deflexión y además enseñaba a ahorrar munición.
A.S. He oído que muchos pilotos acostumbrados a disparar sobre cono, en un
combate real abrían fuego cuando el objetivo visualmente llegaba a tener
tamaño de un avión-remolcador.
N.G.
No es verdad. La deflexión se tiene que calcular por el cono de todas formas,
y no por el remolcador, así que nadie apuntaba al cono mirando la posición
del remolcador, ¿de que costumbre estamos hablando?
A.S. ¿Utilizaban las cámaras de fotocontrol en la academia de vuelo?
N.G.
No. Sabíamos que estas cámaras existen, pero en la academia no disponíamos
de ellas.
A.S.
Entiendo. ¿Que puede decir sobre la circunspección?
N.G.
En cuanto a la circunspección te puedo decir que nuestro principal punto
débil era la falta de habilidad de “mirar” alrededor, no sabíamos mirar
alrededor de nosotros, es decir nosotros detectábamos al enemigo demasiado
tarde, y como consecuencia le dábamos la oportunidad de realizar un
ataque-sorpresa.
La
guerra nos enseñó a “mirar” a 360 grados, en todas las direcciones. Además,
las maniobras de la escuadrilla tienen que realizarse de tal forma que nos
permitan observar todo el espacio de forma más rigurosa, sobre todo la
semiesfera trasera. Lo conseguíamos mediante maniobras como “serpiente” o
“tijeras”. Cuando llegamos a nuestro regimiento, Safonov nos dijo: “tenéis
que mirar atrás de tal forma que se vea la pata trasera de vuestro avión”.
Además, observar el aire no solo consiste en mirar alrededor sino hay que
usar una técnica especifica – primero empiezas a mirar lejos, luego “vas
acercando”. Tienes que buscar “puntos”. Si has detectado un punto en el
cielo, tienes que determinar enseguida si es un avión o no lo es. Si en vez
de detectar un punto detectas directamente a un avión, esto quiere decir
solo una cosa: se te acercaron y ahora abrirán fuego. No tendrás tiempo ni
para realizar la maniobra.
Una
correcta circunspección exige tener unas grandes habilidades, continuamente
realizar en grupo un análisis y discutir todas las acciones emprendidas,
para el posterior estudio y entrenamiento, tanto para el grupo en conjunto
como para cada piloto en particular. ¿Que mas me has preguntado?
Evgeniy Haldey tomando foto a
Boris Safonov
A.S. … Los combates en grupo…
N.G.
¿Que puedo decir sobre los combates de entrenamiento en grupo? Es cierto que
en las academias no se llevaban a cabo, solo se realizaban combates
individuales. A veces realizaban combates “escuadrilla contra escuadrilla”,
pero estos combates estaban acotados por una serie de limitaciones en cuanto
a maniobras. Normalmente estos combates se realizaban con maniobras
horizontales.
Incluso
en los destacamentos no se simulaban combates en grupo. Siempre se daba la
importancia a enseñar un combate individual y con técnicas de pilotaje bien
adiestradas.
A.S. ¿En su opinión, a que se debe esta política?
N.G.
Por un lado, antes de la guerra el combate en grupo era muy infravalorado,
por otro lado las maniobras de escuadrilla en formación estrecha (en aquel
entonces volábamos en trío) era arriesgado, existía riesgo de colisión, y la
verdad es que nadie quería asumir este riesgo y ser responsable de las
posibles incidencias.
El
combate en grupo era infravalorado porque toda la experiencia que nos
aportaron las guerras anteriores - España, China,
Khalkhin-Gol
– nos indicaba que el mayor éxito era obtenido siempre por el piloto que
realiza un combate individual, fuera de la formación. Esto pasaba con
nuestros principales ases, lo mismo pasaba con los principales ases de
nuestros enemigos – italianos y japoneses. Por cierto, los alemanes en
España no destacaron mucho en comparación con los italianos. Como resultó
mas tarde, nuestra experiencia obtenida en estos conflictos fue aplicada de
forma correcta, pero no tuvo su posterior desarrollo.
A.S. No me queda muy claro.
N.G.
Te explico. Los combates en grupo, con una buena coordinación de pareja y de
escuadrilla, sin que la formación de ambas se desintegre durante el combate,
tuvo su encarnación clásica solamente en el 1941, en el frente
Soviético-Alemán: en la batalla de Moscú, en el Subantártico, en Sevastópol.
Antes del 1941 todas las batallas aéreas masivas procedían siguiendo el
mismo escenario: una avalancha de bombarderos, escoltados por una gran
cantidad de cazas; cuando empezaba el combate aéreo, la formación de los
cazas se rompía enseguida y a partir de allí cada caza llevaba el combate
por su cuenta, sin coordinación con los demás.
Así es
como actuábamos nosotros, los alemanes y los italianos en España; nosotros y
los japoneses en
Khalkhin-Gol;
así a grandes rasgos actuaban también los ingleses y los alemanes en la
“Batalla de Bretaña”. Solo al final de la “Batalla de Bretaña” los alemanes
empezaron a actuar de forma mas coordinada por escuadrillas, pero incluso en
aquel entonces muchos pilotos alemanes seguían actuando de forma individual.
Otra
cosa es que los alemanes habían logrado unos avances muy importantes en
cuanto a la coordinación de escuadrillas, y para el verano del 1941 ellos
resumieron toda su experiencia obtenida en combates anteriores, formalizaron
definitivamente su táctica de la coordinación de las parejas y de
escuadrillas. Dicha táctica no se empleaba hasta el momento, si no tomamos
en consideración algunos casos aislados. En cuanto a la coordinación – el
elemento crucial de las tácticas de combate - los alemanes habían superado a
todos, tanto a nosotros como a los ingleses con los americanos. Así es como
sucede siempre – alguien va por delante de los demás en algún aspecto
táctico. Por tanto no se puede afirmar que nosotros no dábamos importancia a
los combates aéreos en grupo a la hora de preparar a nuestros pilotos. En el
1941 tuvimos la gran desgracia de encontrarnos con un enemigo que empleaba
tácticas de combate en grupo hasta ahora completamente desconocidas y que no
se habían empleado de forma masiva hasta el momento en ningún conflicto
bélico.
A.S. ¿Realizaron muchos combates aéreos en la academia de vuelo?
N.G.
Los combates aéreos se realizaban en la última fase de la carrera. En total
se realizaban unos 10-15 combates aéreos. Solo los cursos “intensivos” para
instructores de vuelo incluían mas combates, unos 15-20.
Todos
los combates entre cadetes e instructores se realizaban siguiendo un plan
previamente elaborado.
A.S. ¿Se computaban todos los combates realizados, o solo aquellos donde el
cadete salía vencedor?
N.G.
Todos. Sabes lo que pasa, a veces te despistas y tu adversario se pone a tus
6 en un momento. A partir de allí es difícil sacártelo de encima, ya que los
aviones eran del mismo tipo, eran idénticos en velocidad y en maniobra. Para
sacártelo de encima tenías que hacer algo muy peligroso, pero era un riesgo
innecesario. Así que era mejor estar siempre en alerta.
A.S. … ¿Y las comunicaciones por radio?
N.G.
En las academias no hubo prácticas de utilización de la radio, porque la
mayoría de los aviones disponibles no la llevaban.
Incluso
en los destacamentos de combate no todos los aviones llevaban la radio, y
los que la llevaban, su calidad dejaba mucho que desear. La calidad de las
radios instaladas en los aviones I-153 y I-16 era absolutamente
insatisfactoria. Infravalorábamos la comunicación por radio antes de la
guerra, esto es cierto.
A.S. ¿Como era la incorporación al combate de los novatos en el regimiento
N72? ¿Que medidas se tomaban para apaliar rápidamente las deficiencias de
preparación de las academias?
N.G.
Nos incorporábamos en los combates paulatinamente. Los “veteranos”
nos cuidaban. Primero, a los pilotos novatos no se les mandaba a realizar
cualquier misión, siempre (en la medida de lo posible) intentaban darles
misiones mas sencillas.
Segundo, en caso de que la misión se tenía que realizar en el territorio
enemigo, por ejemplo escoltar los bombarderos o el avión de reconocimiento,
la composición de la escolta formada por escuadrilla-cuarteto era la
siguiente: tres “veteranos” y un “novato”. Los “veteranos” le observan como
pilotaba el avión, como realizaba las maniobras, que es lo que “veía” en el
aire. Antes de despegar le decían: “tu tarea es ir pegado a mi, no
separarse, haga la maniobra que haga. ¡Y siempre MIRAR!”. Cuando
aterrizábamos en la base, la primera pregunta que se hacía: “¿que has
VISTO?”. Luego comparábamos lo que vió el novato y lo que vió su líder. A
continuación siempre se realizaba el exhaustivo análisis de la misión. Se
analizaba cada una de las maniobras realizadas por el novato, se le hacían
sugerencias, se le daban consejos para mejorar, en pocas palabras – se le
estaba enseñando.
Primero
el “novato”
realizaba cuatro-cinco combates en un grupo como este, luego se analizaba su
comportamiento, sus resultados, y se decidía si era capaz de realizar las
misiones de combate complejas o todavía tenia que seguir aprendiendo. Si era capaz,
le
asignaban tareas de
combate, si aun no era capaz, tenia que realizar unos cuantos vuelos mas en
las condiciones anteriores. Y así hasta que no alcance un nivel
satisfactorio. En nuestro regimiento nunca se mandaba al combate “serio” a
los novatos recién llegados.
A.S. ¿Realizaban los combates de entrenamiento con pilotos expertos?
N.G.
Nosotros, es decir los pilotos de nuestra promoción – no. Faltaban aviones,
los aviones disponibles siempre estaban en misiones de combate o se
encontraban en reparación. La falta de aviones era brutal. Si no me
equivoco, cuando llegamos al regimiento, para cada diez aviones operativos
había dieciocho pilotos.
Como
eran los combates ya ni te cuento. Los alemanes – iban veinticinco, nosotros
– seis. Nos daban caña tremenda. Perdíamos los aviones, perdíamos a los
pilotos... A veces el avión llegaba tan dañado y tan lleno de impactos, que
los técnicos lo estaban arreglando durante toda la noche como podían. No
podíamos ni pensar en los combates de entrenamiento.
Tan
pronto como mejoro el suministro de aviones - desde los principios del 1943
- los combates de entrenamiento entre “novatos” y “veteranos” se han pasado
a ser obligatorios.
A.S. ¿Como se incorporo Usted en combate?
¿Ha
influido el hecho de que Usted anteriormente ha sido instructor de vuelo?
N.G.
Me incorporé como todos los demás. Mi punto fuerte respecto a los demás
novatos era un alto nivel de técnicas de pilotaje. Por esto yo prestaba
menos atención al manejo del avión y así podía dedicar más tiempo a observar
el espacio aéreo. Empecé a realizar misiones “normales” a partir de la
tercera misión de combate.
A.S. ¿Qué puntos fuertes tenia la enseñanza de las academias de vuelo
soviéticas antes de la guerra?
N.G.
El punto fuerte – las técnicas de pilotaje eran de nivel bastante alto.
Aunque los cadetes realizaban pocas horas de vuelo, estas horas se dedicaban
a pulir las técnicas de pilotaje hasta tal punto que las maniobras se
realizaban de forma subconsciente, automática. Antes de la guerra se daba
mucha importancia a la “limpieza” de las maniobras: hacíamos virajes tan
“limpios” que las agujas de los instrumentos no se movían.
Antes
de la guerra se consideraba que “las técnicas de pilotaje – son los pilares
de una victoria en un combate”, y la verdad es que dicha afirmación tenia
sentido. Créeme, realizábamos maniobras sin mirar al panel de instrumentos,
“sentíamos” el avión con el cuerpo. Con el sexto sentido, con el trasero,
sentíamos lo que teníamos que hacer en cada momento. No nos preocupaba la
caída en barrena, tirar excesivamente la palanca de mando y etc. Sacábamos del avión
todo lo que se le podía sacar y un poco más.
Otra
cosa es que un pilotaje “limpio” tiene que estar al servicio del “fuego”, de
lo contrario sería inútil. Teníamos pilotos con un nivel de técnicas de
pilotaje muy alto, y cuando empezamos a recibir aviones modernos, reciclamos
nuestras tácticas de combate, “atamos la maniobra al fuego” y ya esta,
empezamos a tener victorias. Los alemanes perdieron su superioridad técnica,
nosotros obtuvimos experiencia de combate, por esto ellos ya no podían
realizar ataques-sorpresa como antes. Y en cuanto al combate cercano basado
en maniobras los alemanes iban en desventaja desde principio de la guerra. Y
esta desventaja se revelaba cada vez más a medida que pasaban los años. La
mayoría de los pilotos alemanes no tenían el nivel de técnicas de pilotaje
como el nuestro, y no les gustaba “la pelea de perros”. Un combate cercano
maniobrable – no es el estilo de combate alemán.
A.S. ¿Cuando empezaron a llegar los cadetes bien adiestrados desde las
academias, con un buen nivel desde el principio?
N.G.
Aproximadamente a partir de la segunda mitad del 1944. La segunda parte de
la guerra luchamos con maquinaria moderna y teníamos una gran experiencia de
combate. El nivel de bajas disminuyó considerablemente y como consecuencia
los regimientos exigían muchos menos refuerzos. Así es como apareció la
posibilidad de destinar a los pilotos recién graduados a los regimientos de
reserva (ZAP – Zapasnóy Aviapólk), donde eran entrenados por los
instructores de guerra con una amplia experiencia en combate. En los
regimientos de reserva los jóvenes pilotos practicaban única y
exclusivamente los ejercicios de combate, y con una dedicación muy seria. De
los regimientos de reserva los pilotos venían a los regimientos de combate
con una importante experiencia de combate. Los regimientos de combate eran
uno de los puntos más fuertes y más necesarios de la escuela soviética de
preparación de pilotos militares.
A.S. Los investigadores destacan las siguientes debilidades en la táctica
soviética de los aviones-caza durante el periodo 1941-42: 1.
Pasividad de los cazas, que siempre intentaban llevar el combate a partir de
la táctica defensiva (“circulo defensivo”). 2. Falta de habilidades para
aplicar las maniobras verticales. 3. Se despreciaba la formación escalonada
por altitudes. 4. Formación básica de la escuadrilla era el “trío”. En su
opinión, ¿hasta que punto todas estas debilidades eran la consecuencias de
una obsolescencia tecnológica y de una preparación insatisfactoria de los
pilotos y de los mandos?
N.G.
Vamos por partes. Primero – nunca hubo pasividad de los cazas. Nuestros
pilotos nunca preguntaban “cuantos enemigos hay” sino “donde esta el
enemigo”, siempre querían luchar.
Segundo
– jugaba mucho papel la falta de circunspección, la que he mencionado
anteriormente. Detectábamos a los aviones enemigos demasiado tarde, y por
tanto teníamos que aceptar las reglas del juego impuestas por ellos. Esto
implica que tienes que llevar el combate defensivo desde principio, hablando
en otras palabras – ponerte en “circulo defensivo”.
Tercero
– a menudo la aparente pasividad de nuestros cazas era la consecuencia
directa de la inferioridad de nuestros aviones en cuanto a la velocidad. Si
eres mas lento que tu enemigo, tienes que llevar un combate defensivo.
A.S. ¿Aplicaban el regimiento N72 la táctica del “circulo defensivo”?
En
caso afirmativo, ¿cuando dejaron de emplear esta técnica definitivamente?
N.G.
Cuando pilotábamos los I-15bis y I-153, el “circulo defensivo” era utilizado
de forma frecuente. Cuando cambiamos por los I-16 tipo 28, el “circulo
defensivo” se empleaba con mucho menor frecuencia, ya que este tipo de
“Mosca” superaba a los Bf-109E en la mayoría de las características
técnico-tácticas (en aquel entonces los alemanes en el Norte básicamente
tenían este tipo de “Messerschmitt”). Lastima que teníamos pocas unidades
del I-16 de este tipo.
Luego
nos cambiaron nuestros I-16 por los “Hurricane” y los alemanes – cambiaron
sus aviones por el Bf-109F. El “circulo defensivo” se tuvo que volver a
emplear con mucha frecuencia, porque solo había una manera de llevar el
combate en un “Hurricane” contra este tipo de “Messerschmitt” – en las
maniobras horizontales. Simplemente estábamos obligados a llevar combate
puramente defensivo. “Hurricane” no podía imponer un combate ofensivo a este
tipo de “Messerschmitt”, ya que era inferior en cuanto a velocidad y la
maniobrabilidad vertical.
Cuando
nos cambiaron los “Hurricane” por los P-40, enseguida dejamos de emplear el
“circulo defensivo”. El P-40 era similar al Bf-109F en cuanto a velocidad,
por tanto el “circulo defensivo” no era necesario para nada.
Nuestros “vecinos” del IAP N20 utilizaban el “circulo” en casos muy
aislados, ya que tenían los Yak.
Además
te quiero explicar otra cosa: el “circulo” es una variedad de la maniobra
táctica, y que tiene su aplicación en situaciones adecuadas, por tanto no se
puede afirmar que el “circulo” siempre es inadecuado. Muy a menudo cuando
vas escoltando los aviones de ataque, “atar” a los cazas del enemigo a un
“circulo defensivo” es lo mejor que puedes hacer. ¿Qué es lo más importante
cuando realizas una escolta? Retener a los cazas del enemigo, dejar que
nuestros bombarderos lancen sus bombas o que se alejen de los cazas
enemigos. Y si has conseguido involucrar a los cazas enemigos en la pelea,
puedes considerar que has cumplido tu misión. Ya no podrán salir de esta.
Por tanto el “circulo” es una buena jugada táctica.
A.S. ¿Y las maniobras verticales?
N.G.
En cuando a las maniobras verticales: cuando dicen que no nos enseñaban o
que no sabíamos realizar las maniobras verticales – es mentira. En las
academias se practicaban las maniobras verticales en la misma medida que las
horizontales, ya que ambas son maniobras de combate. Otra cosa es cuando
entró en servicio el Bf-109F y FW-190 - la maniobra vertical prácticamente
quedo en desuso. Los “F” y “FW” eran muy fuertes en las maniobras verticales
(sobre todo el “F”). En un combate con ellos era prácticamente imposible
realizar maniobras verticales en un I-16 y sobre todo en un “Hurricane”.
¿Para que en el combate vas a aplicar una maniobra sabiendo de entrada que
tu avión en esta maniobra es inferior? Además, los “F” y “FW” nos ganaban en
velocidad, por tanto siempre intentábamos involucrarles en combates basados
en maniobras horizontales. Cuando nos llegaron aviones con características
similares a los aviones alemanes, empezamos a emplear a fondo las maniobras
verticales.
A.S. ¿Y que puede decir sobre la formación escalonada por altitudes?
N.G.
La táctica de la formación escalonada por altitudes la conocíamos con
bastante antelación a la guerra, solo tienes que echar un vistazo a los
manuales de tácticas de combate soviéticos de los tiempos prebélicos.
No se
como fue en el 1941, pero cuando yo entre en combate en el 1942, la
formación escalonada no se aplicaba por una sola razón – por falta de
aviones. La formación escalonada era muy necesaria, pero no había medios
para ello. De todas formas si íbamos por ejemplo 6 cazas, hacíamos una
especie de formación escalonada – van los cuatro abajo y dos arriba, o al
revés – dos abajo y cuanto arriba.
A.S. ¿Por que durante tanto tiempo volaban en “tríos”?
Incluso en el 1943 muchos regimientos de caza volaban en “tríos”.
N.G.
A partir del 1942, en el Norte, todos los IAP volaban en formación de
pareja.
A.S. ¿Hasta cuando se voló en formación de “trío” en su regimiento y cuando
se dejo de volar en “trío” definitivamente?
N.G.
Nuestro regimiento empezó a volar en pareja aproximadamente a partir del
segundo mes de la guerra. Cuando comprendimos el porque los alemanes volaban
el pareja y entendimos todas las ventajas de esta formación, enseguida
empezamos a volar en pareja.
A.S. Nikolay Gerásimovich, la “pareja” no estaba formalizada por ninguna
ordenanza
militar
- es un hecho conocido.
Dígame
por favor, ¿el mando superior no aplicó ningún tipo de sanción a B.F.
Safonov por incumplir la ordenanza?
N.G.
No. ¿De que
ordenanzas
me estas hablando?
La ordenanza militar
en tiempos de
guerra es flexible.
La ordenanza
de combate habla de unas características básicas de vuelo en formación.
Definir los detalles – es el derecho del comandante, eso también esta
previsto
por
la ordenanza.
La ordenanza OBLIGA al comandante a tener su propia iniciativa y a ser
creativo. Safonov
era
un
comandante
de
este estilo.
Si Safonov decide que su regimiento tiene que volar en pareja
– que así sea, tiene todo el poder de decisión. Si su regimiento obtiene
buenos resultados y cumple sus misiones – perfecto. Si el regimiento realiza
con éxito sus misiones, nadie le va a echar bronca al comandante por su
iniciativa. El comandante tiene todo el derecho de organizar las misiones
como lo vea pertinente.
¿Cómo
volábamos antes de la guerra?
En formación de tres, de seis, de nueve. El escuadrón estaba formado por
tres tríos.
Durante la guerra el escuadrón pasó a estar formado por doce aviones, porque
empezamos a volar en pareja. Pareja, cuarteto, sexteto y etc.
Un
apareja esta formada por el piloto y el piloto jefe – el líder. Como regla
general, la escuadrilla estaba formada por 4 aviones: el comandante de la
escuadrilla y el piloto jefe – iban de líderes, los dos pilotos restantes –
de puntos. Si en la misión intervenían seis cazas, al cuarteto se añadía una
pareja.
A.S. ¿Si he comprendido bien, el mando superior tomó con consideración la
decisión de pasar del “trío” a “pareja”?
N.G.
Si.
A.S. He oído que las ametralladoras ligeras (del calibre estándar)
“obligaban” a volar en formación de “trío” (dos aviones atacando y el
tercero – cubriéndoles), sobre todo a la hora de atacar los bombarderos.
¿Es
cierto?
N.G.
No.
No he
oído nada de esto.
Incluso cuando empezamos a pilotar los “Hurricane” (que estaban armados
exclusivamente por ametralladoras) no volvimos a volar en trío.
A.S. ¿Cuales eran los puntos fuertes de la táctica de combate soviética
antes de la guerra?
N.G.
Primero quiero destacar que todos los elementos tácticos estudiados y
practicados por nosotros durante los entrenamientos antes de la guerra eran
análogos a los elementos tácticos de los alemanes, así que no había una
diferencia notable en este aspecto.
El
punto fuerte de nuestra táctica – nuestros pilotos sabían llevar a cabo un
combate maniobrable, es decir, se les enseñaba a analizar la situación de
forma instantánea y a no tener miedo a la superioridad numérica del enemigo.
Hacer frente a nuestros pilotos en un combate maniobrable era muy difícil.
Los alemanes lo comprendieron enseguida, por lo cual siempre procuraban
evitar entrar en combate maniobrable, si no disponían de una clara
superioridad numérica.
El
punto fuerte de la táctica alemana era una coordinación precisa entre
parejas de una escuadrilla y sobre todo entre varias escuadrillas. Cuando
comenzó la guerra, nosotros a ritmos forzados empezamos a aprender de los
alemanes su forma de coordinar los aviones, y además llevar a la practica
todas las técnicas elaboradas tanto por nosotros antes de la guerra y como
todo lo bueno que pudimos aprender de los demás.
A.S. ¿Y que es lo que aprendimos de los demás?
Yo
creía que en cuanto a táctica, aprendíamos cosas solamente de los alemanes.
N.G.
No. Por ejemplo, la misma formación escalonada por altitudes. Era una idea
de los franceses. La estaban desarrollando desde el comienzo de los años 30,
y la copiamos durante las maniobras (igual que los alemanes que también la
copiaron). Andes de la guerra los franceses eran fuertes en cuanto a
tácticas de combate. Si en el 1940 el ejército francés hubiera resistido más
tiempo, creo que los pilotos franceses habrían tenido la oportunidad de
mostrar su nivel. No se cómo eran los franceses en cuanto a las habilidades
de pilotaje y cómo eran en realidad sus aviones, pero su táctica de cazas
era de las mas avanzadas. De esto me entere después de la guerra, cuando
estaba estudiando en la Academia.
A.S. Nikolay Gerásimovich, Usted dice que en un combate entre un “Hurricane”
y un “Messerschmitt” el piloto del primero tiene que involucrar al segundo
en un combate basado en maniobras horizontales. ¿Como se puede involucrarlo?
Usted
mismo ha dicho que “Hurricane” no podía imponer un combate activo a un
“Messerschmitt”.
N.G.
Absolutamente cierto. Si los alemanes no querían entrar en combate, no
podíamos hacer nada. Se largaban y ya esta. Pero si el mismo enemigo tenia
intenciones de entrar en combate, se podría intentar involucrarlo,
utilizando su deseo de derribarte. Los alemanes eran muy tacaños en cuanto a
derribos.
Nos ponemos en círculo defensivo, y los alemanes dando vueltas encima de
nosotros. No pueden romper nuestro círculo, por lo cual quedan a la espera
hasta que alguien se salga. Y tu lo que tienes que hacer es darles la
esperanza y falsas oportunidades: les provocas para que te ataquen, haces
ver que te saliste del círculo, intentas aparentar novato e inexperto. Para
el alemán un avión así es un trozo muy apetitoso.
El
alemán empieza a atacar desde arriba. Como la maniobrabilidad horizontal del
“Hurricane” es muy buena – la aprovechas y te vuelves a meter bruscamente
dentro del círculo. El alemán no se meterá dentro del círculo (y si se mete
puede darse por muerto), por tanto pasa de lado o realiza el giro, y es
cuando le pillas, le disparas de lado. No había otra forma de enfrentarse
con un “Hurricane” a un “Messerschmitt”. Todos los combates se realizaban en
este escenario. Es muy importante tener todo bien calculado y volver a
entrar en el círculo a tiempo - ni más tarde ni más temprano – esto es la garantía de un contraataque de éxito.
A.S. A principio esta todo claro.
¿Pero
que pasa si te equivocas y no te da tiempo a volver a entrar en el circulo?
N.G.
Quedas derribado. Los alemanes eran unos adversarios serios, no te
perdonaban esos errores.
A.S. Nikolay Gerásimovich, en la anterior entrevista Usted ha sorprendido a
todos con su valoración del caza P-40: “… P-40 Tomahawk era similar a
Bf-109F y el Kittyhawk incluso era algo superior…” Y otra cosa que Usted ha
dicho: “Cuando entraron en servicio las versiones posteriores del Bf-109G y
WF-190, Kittyhawk paso a ser algo inferior, pero no demasiado.
Aunque
un piloto experto realizaba un combate de igual a igual…”
N.G.
Si, así es.
A.S. Le voy a citar al M. Spick, un historiador de aviación militar de mucho
prestigio: “…Los destacamentos de las Fuerzas Aéreas, dislocadas en Malta y
en el desierto de África del Norte, tenían que conformarse con los aviones
de segunda categoría.
A
principios de la guerra eran los biplanos Gloster “Gladiador” y los
“Hurricane I” desgastados en los anteriores combates. Mas tarde, en junio
del 1941 y en abril del 1942 entraron en servicio los Curtiss P-40
“Tomahawk” y “Kittyhawk”, respectivamente.
Se consideraban no aptos como cazas para realizar misiones en Europa, y
fueron destinados al desierto donde tenían suficiente capacidad para hacer
frente a la mayoría de los cazas italianos, AUNQUE NI SIQUIERA PODIAN SER
COMPARADOS (remarcado en mayúsculas por A.S.) con los cazas alemanes Bf-109E
y Bf-109F. La misma afirmación también tiene lugar en cuanto al “Hurricane
II C”, el cual, a pesar de tener un motor “Merlin” más potente y un
armamento excepcional en cuanto a potencia de fuego – cuatro cañones
“Hispano” de 20mm – también era interior por sus características de vuelo a
los mejores aviones alemanes.
Los nuevos “Spitfire V” empezaron a llegar al frente solamente a partir del
marzo del 1942, primero a Malta y después a los escuadrones dislocados en el
desierto.
Pero
en aquel entonces los alemanes ya empezaron a rearmarse con sus nuevos cazas
– Messerschmitt Bf-109G…”
(Citando
a: M. Spick, “Los ases de Luftwaffe”, Smolénsk, Rusich, 1999, A.S.).
Anteriormente Usted ha descrito muy bien al “Hurricane”, y su valoración de
este avión coincide con la valoración de M. Spick. ¿Pero P-40? Según M.
Spick “el P-40 es un avión de segunda”. ¿Cual es la causa de tanta
diferencia de valoración del P-40 entre Usted y Spick?
N.G.
Según los aliados, es poco útil y casi imposible llevar el combate con un
P-40 – este punto de vista de los aliados yo ya lo conocía cuando estábamos
en plena guerra. Pero nosotros considerábamos el P-40 como un caza bastante
aceptable.
Cuando
empezamos a explotar al P-40, enseguida le detectamos dos defectos, que
disminuían sus cualidades como caza:
1. P-40
acelerando era bastante “torpe”, aumentaba la velocidad de forma muy lenta.
Una dinámica de aceleración débil se convertía en una velocidad de combate
bastante baja. Durante el combate no daba tiempo a alcanzar la velocidad
necesaria. Y la velocidad para un caza es crucial.
2.
Era
bastante
flojo en
maniobras
verticales,
sobre todo
el “Tomahawk”.
Ambos
puntos débiles eran la consecuencia del bajo coeficiente de empuje. Nosotros
lo solucionamos rápidamente.
El
primer problema fue solventado de la manera siguiente: durante el vuelo
manteníamos el motor a revoluciones más altas, volando más rápido. El
segundo problema: aligeramos el avión, quitando dos de sus ametralladoras.
Esto es todo, así mejoramos las características de este caza.
El
resto dependía de los propios pilotos. Lo importante es siempre estar en
alerta y utilizar de forma más intensiva el mando del avión.
Pero
había otra cara de la moneda – el motor en este régimen
de funcionamiento aguantaba como mucho 50 horas, a menudo bastante menos
de las 50. Normalmente en estas condiciones el motor aguantaba unas 35 horas
y luego era sustituido por otro nuevo.
A.S. … ¿Y a causa de una utilización mas intensiva del mando del avión, el
encabritado era aun mas pronunciado?
Por
cierto, sobre el cabeceo del “Tomahawk” no he encontrado ninguna mención en
la literatura extrajera. Los aliados encontraron muchos puntos débiles del
“Tomahawk”, pero sobre el cabeceo – ningún comentario. ¿Por qué será?
N.G.
No lo se, pero “Tomahawk” tenia este defecto.
A.S. Pues no estoy convencido.
Existe
una gran discrepancia entre las opiniones.
¿Es posible que esto sea debido a las diferencias entre las tácticas de
combate de los soviéticos y de los aliados?
N.G.
No, las tácticas no tienen que ver con esto.
Las
diferencias entre las valoraciones de las capacidades del P-40 se derivan
del hecho que nosotros y los aliados explotábamos estos cazas de forma muy
diferente. Ellos seguían al pie de la letra las instrucciones de los
manuales técnicos, sin permitir ninguna desviación.
En
cambio para nosotros, como te decía antes, la principal regla a seguir – era
sacar del avión lo máximo posible, y un poco mas. Y este “un poco mas” no
sale en los manuales técnicos, a menudo el propio ingeniero aeronáutico
desconoce todas las posibilidades de su avión. Estas cualidades solamente se
revelan en los combates.
Por
cierto, todo lo dicho anteriormente también aplica a “Airacobra”. Si
nosotros hubiéramos explotado los motores en régimen de funcionamiento según
los manuales, nos hubieran derribado a todos al cabo de poco tiempo, ya que
“Airacobra” explotado en regimenes según el manual - era un avión mediocre.
Pero nosotros, forzando los motores nos enfrentábamos de igual a igual con
los “Messerschmitt” y los “FW”. Pero en estas condiciones el motor duraba
3-4 combates y luego tenia que ser sustituido.
A.S. Otra pregunta sobre las ametralladoras del P-40 - pasa una cosa rara
que no conseguimos entender: la “mezcla” de armamento. Buscamos en muchos
manuales y no encontramos la solución.
N.G.
El “Tomahawk” y el “Kittyhawk” tenían armamento diferente. Los “Tomahawk”
tenían cuatro ametralladoras – dos sincronizadas de gran calibre instaladas
debajo del capó y dos alares. No me acuerdo el calibre de las ametralladoras
alares ya que las desmontábamos enseguida. Posiblemente eran del calibre
estándar. En cambio, “Kittyhawk” no tenía ametralladoras sincronizadas.
Llevaba seis ametralladoras alares de gran calibre (tres por cada ala).
Desmontábamos dos ametralladoras de entrada, dejando cuatro.
A.S. Si he entendido bien en la anterior entrevista, la ausencia de cañones
en los P-40 no era un problema grave.
Además, dos ametralladoras eran suficientes. ¿Esto tiene que ver con el
estilo individual de cada piloto que realizaba tiro directo, o en su
regimiento había otras opiniones alternativas?
N.G.
La ausencia de los cañones no era problemática.
Cuando
teníamos “Tomahawk” con dos ametralladoras, estaba claro que le faltaba un
par de ametralladoras adicionales. Cuando empezaron a tener los “Kittyhawk”
con cuatro ametralladoras, la potencia de fuego se consideraba suficiente. Y
también tiene que ver el estilo de cada piloto – abrir el fuego desde una
distancia corta, a quemarropa.
A.S. Ahora queda todo claro.
¿Nikolay Gerásimovich, podría Usted poner algún ejemplo del combate aéreo en
un P-40? Algún combate ejemplar, que no hubiera podido ser realizado con un
“Hurricane”.
N.G.
Puedo.
Este
combate hubo cuando
nuestro regimiento se rearmo completamente con los P-40 y no quedaba ningún
“Hurricane”.
Nosotros íbamos cuatro, pilotando los “Tomahawk” y entramos en combate con
seis Bf-109F. Derribamos a tres de ellos, sin perder a ninguno de los
nuestros.
Elegimos una táctica adecuada y los aviones no nos fallaron. Sucedió de
forma siguiente: nosotros íbamos sobre 3-4 mil metros, los alemanes con sus
Bf-109F iban unos 500 metros más abajo. Atacamos por sorpresa, desde el Sol,
a una velocidad grande y de tal forma que ellos no nos habían detectado. De
una pasada derribamos a dos de ellos.
Quedaban cuatro.
Ellos quedaron aturdidos, se separaron en parejas e intentaron imponernos el
combate basado en maniobras verticales, contando con la superioridad de los
“Messerschmitt” en maniobrabilidad vertical.
Nosotros también nos separamos, así que a partir de aquel momento el combate
transcurría pareja contra pareja. ¡Pero esto ya era “nuestro” estilo
combate! Enseguida derribamos al tercer caza, ya que claramente teníamos mas
nivel para realizar combate maniobrable. P-40 superaba al “Messerschmitt” en
maniobrabilidad horizontal y era similar en cuanto a la vertical (además
nosotros teníamos una buena reserva de velocidad). Después de perder al
tercer caza los alemanes se asustaron y se dieron a la fuga en todas las
direcciones – con sobrealimentación activada y en un picado profundo se
escaparon.
Con un
“Hurricane” seria imposible imponer un combate ofensivo tan agresivo.
A.S. ¿Que puntos fuertes del P-40 eran aprovechados en su regimiento?
N.G.
La velocidad. Era lo más importante.
A.S. ¿Nikolay Gerásimovich, Usted tuvo derribos con su P-40?
N.G.
Si, uno, con el “Tomahawk”. Era un Bf-109F. Yo iba de punto. El alemán atacó
directamente a mi líder, no se si era porque no me vio o simplemente no me
tuvo en cuenta. Creo que no me vio.
Yo si
lo vi desde lejos. Vi como se ponía detrás de mi líder. Yo en aquel entonces
ya tenia bastante experiencia de combate, conocía bien las posibilidades y
las costumbres de los pilotos alemanes. Si yo fuera menos experto, hubiera
abierto el fuego de detención desde una distancia mas larga para asustarlo,
pero no, decidí derribarlo. Calculé la distancia desde la cual el alemán iba
a abrir fuego y planifiqué mis maniobras para poder pillarlo. Era un gran
riesgo. Si me hubiera equivocado, hubiera perdido a mi líder – la vergüenza
para el resto de mi vida. Así que tuve que maniobrar para tenerlo siempre a
tiro para abrir fuego de detención en todo momento y además sin perder de
vista al líder. En fin, cuando el alemán estaba a una distancia de abrir el
fuero – a unos 100 metros de mi líder – yo estuve a unos 25 metros del
alemán. Yo abrí fuego primero, le adelante. Disparando con dos
ametralladoras de gran calibre, a quemarropa… Ahora tardo bastante tiempo en
contar esto, pero todo este combate duró escasos segundos.
A mí en
una ocasión también estuvieron a punto de derribarme con mi P-40… El avión
quedó muy dañado, pero pude aguantar hasta nuestra base.
A.S. Nikolay Gerásimovich, ¿cuál seria su valoración de los alemanes como
pilotos de caza y de sus cualidades de combate: pilotaje, tiro, coordinación
en el combate, las tácticas?
¿Cual
de estas cualidades era la más fuerte en el periodo inicial, medio y final
de la guerra?
N.G.
A principio de la guerra todas las cualidades que me acabas de mencionar
eran de nivel muy alto.
Pilotaban muy bien, disparaban de forma excelente, casi siempre actuaban
tácticamente correcto y el en combate actuaban de forma muy coordinada.
Sobre todo impresionaba la coordinación para cubrirse las espaldas unos a
otros: te pones detrás de uno y enseguida tienes encima a una pareja
defendiéndole. En la primera fase de la guerra los pilotos alemanes estaban
preparados (me atrevería a decirlo así) casi de forma ideal. Ellos
organizaban y aprovechaban muy bien la superioridad numérica, y en caso de
una gran necesidad podían entrar en una
«pelea
de perros».
No les gustaba meterse en la «pelea
de perros»
(esto se notaba claramente), lo evitaban en la medida de lo posible, pero en
caso de necesidad se metían, su nivel les permitía hacerlo. Aunque te diré
que en comparación con nuestros principales ases como B. Safonov en este
tipo de combate ellos eran inferiores a nosotros incluso en el año 1941.
Además,
ellos siempre tenían la superioridad numérica y, créeme, la aprovechaban al
máximo. Y también a principio de la guerra sus aviones eran superiores a los
nuestros en cuanto a las características táctico-técnicas en la mayoría de
los casos, y los pilotos alemanes lo sabían utilizar para sacar provecho.
Alemania disponía en abundancia de pilotos de esta clase alta durante los
años 1941 – 42. Eran formados antes del comienzo de la guerra. Para el año
1943 nosotros derribamos a muchos de estos pilotos, y a partir de entonces
empezaron a llegar al frente pilotos graduados durante la guerra y con el
nivel de preparación notablemente inferior. Esto se notaba enseguida. Esta
falta de pilotos bien adiestrados llevo a Luftwaffe a una situación en la
cual durante el 1943 el mando alemán estaba obligado a agrupar a los pilotos
con mayor experiencia en unos escuadrones especiales, lanzándolos de un
frente a otro para realizar tareas de mayor importancia. Los demás
destacamentos eran formados por los pilotos normales, con un nivel de
preparación que no era malo pero tampoco se puede afirmar que era bueno –
bastante mediocre, digamos así. Medianos, esta es la palabra que los define.
En el
1943 la mayoría de los pilotos alemanes en comparación con los nuestros eran
inferiores en cuando a combate maniobrable. Disparaban peor que antes, eran
inferiores que nosotros en cuanto a la preparación táctica, aunque sus ases
eran unos tipos duros.
A
partir del 1944 los pilotos alemanes se han vuelto aun peores. El piloto
alemán “medio” era “verde” (cursillos de preparación intensiva): pilotaba
mal, disparaba mal, no sabía llevar el combate de forma coordinada,
desconocía las tácticas de combate. Puedo afirmar que estos pilotos no
sabían “mirar hacia atrás”, muy a menudo pasaban olímpicamente de sus
obligaciones directas de defender a sus tropas de tierra y a sus objetivos
estratégicos. Muy rara vez estos pilotos realizaban combates maniobrables
clásicos y cuando los realizaban – lo hacían solo en caso de disponer de una
importante (dos o tres veces) superioridad numérica. En caso de que las
fuerzas de ambos bandos eran igualados en cuanto a cantidad, los alemanes
llevaban el combate de forma muy pasiva y débil, y si nosotros derribábamos
a uno o dos de ellos, se daban a la fuga.
En
nuestra zona, en el Norte, los últimos duros y largos combates se produjeron
en la primera mitad del 1943 con el grupo Schmidt. Era un famoso as alemán,
y según nuestro servicio de inteligencia su grupo estaba formado por pilotos
con al menos cuarenta victorias individuales cada uno.
Nos “machacábamos” (no podría encontrar otra expresión) con ellos durante
dos semanas seguidas,
les metimos una
paliza ejemplar, pero nosotros también sufrimos bajas importantes. En cuanto
yo sepa, el propio Schmidt fue derribado dos veces durante estos combates.
Derribamos a Müller precisamente en este periodo de tiempo, cuando él
formaba parte del grupo de Schmidt. Luego este grupo fue reformado y
reforzado, y posteriormente fue destinado a otros lugares del frente de
mayor importancia. No volvieron a aparecer más en el Norte.
Después
de estos combates en nuestro frente ya no quedaban más pilotos “de nivel”.
Solo quedaban pilotos de nivel mediocre. Además, nosotros ya teníamos la
superioridad numérica. Las tácticas de combate de los alemanes quedaron
reducidas al modelo “atacar – darse a la fuga” o “lanzar bombas – darse a la
fuga”. A partir de mediados del 1943 y hasta el final de la guerra nosotros
teníamos el dominio total en el aire, empezamos a realizar mas misiones de
“caza libre”, periódicamente les atrapábamos y les metíamos una buena paliza
para mostrar quien es el “dueño de los cielos”.
A.S. Estos pilotos alemanes que Usted llama “verdes”: ¿tenían un nivel de
preparación superior o inferior al nivel que teníais vosotros cuando erais
recién graduados en las academias?
N.G.
Peor. Nosotros al menos sabíamos pilotar. ¡Pero estos eran unos mocosos!
¡Eran carne
de cañón!
Estos
alemanes no
sabían
hacer nada.
Sospecho
que
despegaban
y
aterrizaban igual
de
mal.
Derribamos a muchos de ellos.
A.S. Se sabe que los alemanes a menudo dividían el grupo de cazas en dos
partes: por un lado estaba un as y por otro un “grupo de asistencia y
escolta”.
¿Con
que frecuencia empleaban los alemanes este modelo de combate y cuales son,
en su opinión, sus puntos débiles?
N.G.
Durante la primera mitad de la guerra los alemanes empleaban a fondo la
táctica “uno-dos atacando, seis - cubriendo”. Esta táctica también estaba
presente al final de la guerra, pero con mucha menor frecuencia. En el
Norte, de los ases alemanes mas conocidos que iban con el “grupo de
asistencia y escolta” era
Müller.
Mas
tarde, cuando Luftwaffe empezó a sufrir la falta de cazas de forma
sistemática, esta táctica tuvo que ser abandonada por ellos. Era demasiado
costosa en cuanto al número de cazas implicados en una determinada
operación. Es que los pilotos que están cubriendo las espaldas de su as no
pueden hacer otra cosa que esto.
Por
ejemplo, ellos están acatando a nuestros bombarderos, nosotros como es
lógico les defendemos. Cuando cogimos más experiencia, ya no nos metíamos
con el grupo de escolta sino directamente organizábamos el ataque sobre el
as alemán. Enseguida todo el grupo de alemanes dejaba en paz a los
bombarderos y se echaba a defender a su as – y esto era exactamente lo que
nosotros queríamos. Nuestra principal misión era cubrir a los bombarderos –
y de esta forma resultaba que los alemanes con su propia táctica nos
facilitaban muchísimo nuestro trabajo. Esta claro que con esta táctica
puedes inflar tu cuenta personal de victorias hasta cifras astronómicas,
pero desde el punto de vista de la estrategia de combate este método es
corrupto.
En
general, este método era aplicable solamente cuando se disponía de una
notable superioridad numérica. Lo mismo aplica para la
«caza
libre».
Nosotros al final de la guerra también empezamos a realizar muchas misiones
de «caza
libre»,
podíamos permitirnos este lujo ya que teníamos la superioridad numérica.
Íbamos cuatro, como regla general, en un
vuelo
rasante.
Nosotros
conocíamos las rutas por donde pasaban las comunicaciones alemanas,
sabíamos por donde iban sus aviones de transporte. Te acercas, golpeas y te
retiras enseguida. Cuando nosotros estábamos en inferioridad numérica, era
imposible realizar
misiones de “caza libre”.
A.S. Nikolay Gerásimovich, ¿podría decirme algunos puntos débiles de los
pilotos alemanes en el 1942?
N.G.
Puntos débiles que se notaban a primera vista no tenían.
Ellos
eran muy calculadores, no les gustaba el riesgo. Les encantaba derribar. Así
es como ellos se ganaban el sueldo.
A.S. ¿Esto puede ser considerado como un punto débil?
N.G.
A menudo - si. A nosotros también nos pagaban premios. Para nosotros ganar
dinero era la ultima preocupación, pero para alemanes era distinto –
derribas un avión – aquí tienes tu dinero, no lanzaste los depósitos
exteriores de combustible – aquí tienes más.
A.S. ¿No se desprendían de los depósitos?
N.G.
Si, esto pasaba. En varias ocasiones nos atacaron cazas alemanes con los
depósitos exteriores anclados y nosotros no podíamos comprender - porque
antes de realizar el ataque no se desprendieron de los depósitos. Luego los
pilotos alemanes capturados prisioneros nos dijeron que les pagaban dinero
por volver a la base con los depósitos. Les pagaban el valor de los
depósitos o parte del valor, no me acuerdo.
Así es
como luchaban ellos, para derribar sin riesgo personal.
A.S. ¿Y esto que tiene de malo?
N.G.
A menudo para ganar el combate tienes que arriesgar mucho para poder cambiar
la situación y ganar ventaja, y a los alemanes no les gustaba arriesgar.
Cuando ellos veían que las fuerzas de los dos bandos estaban equilibradas o
cuando la situación se volvía desfavorable para ellos, preferían retirarse
del combate cuanto antes.
A.S. ¿Bueno, esto es correcto, verdad?
La
próxima vez podrán “tomar la revancha”.
N.G.
Esto va como va y no tiene porque ser siempre así. Hay combates cuando
tienes que luchar ahora y “hasta el final”, cuando no habrá “próxima vez”.
A.S. ¿Por ejemplo?
N.G.
Por ejemplo defender un objetivo estratégico del ataque de los bombarderos
enemigos o defender un convoy. O escoltar y defender tus bombarderos. Tienes
que asegurar la defensa como sea, hasta la muerte, ni pensar en la “próxima
vez”.
Ahora
que pienso, los pilotos alemanes tenían un gran punto débil. Un punto débil,
a mi juicio, muy serio.
Los
alemanes entraban en combate cuando era absolutamente innecesario. Por
ejemplo, cuando ellos escoltaban a sus bombarderos. Nosotros aprovechábamos
esta debilidad durante toda la guerra. Partíamos nuestro grupo de cazas en
dos partes: una parte estaba atacando a los cazas del grupo de escolta para
distraerles, y la otra parte de nuestros cazas atacaba a los bombarderos.
Los
alemanes estaban contentos, porque se les presentaba la oportunidad de
derribar a un avión. Enseguida se olvidaban por completo de sus bombarderos.
Les daba absolutamente igual el hecho de que la otra parte de nuestros cazas
en este momento esta crujiendo a sus bombarderos.
A.S. No sabía que los alemanes tenían la escolta de sus bombarderos tan mal
organizada.
N.G.
¿Y como crees que nosotros derribábamos a los bombarderos alemanes con los
“Hurricane”? Si los alemanes hubieron organizado la escolta de sus
bombarderos como nosotros - ni nos hubiéramos acercado a ellos. En general
me da la impresión de que los bombarderos no eran la prioridad en Luftwaffe.
La prioridad la tenían los cazas y los aviones de reconocimiento. Los
primeros tenían la total libertad de acción, los segundos – la mejor
escolta. Pero los bombarderos – no. Como disponen de artilleros – ya se
apañaran ellos solitos, y si les derriban – será culpa de ellos.
Formalmente los alemanes cubrían sus bombarderos de forma muy rigurosa, pero
- solo formalmente. En realidad, una vez empezaba el combate, ellos
abandonaban a sus bombarderos, perdían el sentido de la misión con mucha
facilidad. Y esto pasaba durante toda la guerra.
A
principio de la guerra los alemanes se involucraban en estos combates de
distracción con una facilidad increíble, ya que nuestros cazas siempre
estaban en inferioridad numérica y además eran inferiores en cuando al
conjunto de las características técnico-tácticas. Esto quiere decir que
tenían una alta probabilidad de derribar algún avión nuestro. Ellos siempre
estaban predispuestos a entrar en cualquier combate, solo buscaban la
oportunidad. Posiblemente les pagaban buenas cantidades de dinero por cada
avión derribado. Aun me sigue sorprendiendo esta “facilidad” de involucrarse
en combates de importancia secundaria.
A.S. ¿Y como actuábamos nosotros cuando escoltábamos a nuestros bombarderos?
N.G.
Nuestro grupo de escolta directa de los bombarderos y de los “shturmovíc”
siempre tenía una misión concreta y bien definida: no derribar los cazas
enemigos sino repeler sus ataques. La escolta – era la misión principal.
Teníamos una regla: “es mejor no derribar ningún caza enemigo y no perder
ningún bombardero nuestro, que derribar a tres cazas enemigos y perder a un
bombardero”. El hecho de perder un bombardero o un shturmovik tenia
consecuencias muy serias para los pilotos de caza que realizaban la escolta,
una vez estén en tierra.
Si los
alemanes derribaban al menos a uno de nuestros bombarderos, posteriormente
se realizaba toda una investigación: “¿como, donde, porque lo derribaron?
¿De quien fue la culpa?” Y etc. Por lo visto en el caso de los alemanes,
este asunto era tratado de forma distinta, ya que durante toda la guerra sus
cazas de escolta abandonaban sistemáticamente a sus bombarderos cuando
tenían oportunidad de derribar a un avión.
A.S. Dígame, ¿hubo alguna orden que decía: en el caso de que los bombarderos
no cumplen su misión, a los pilotos de los cazas de escolta no se les
computa la misión de combate en sus expedientes?
N.G.
No, no existía esta orden.
Si que
había orden que decía: en caso de perdida de sus bombarderos los pilotos de
los cazas de escolta eran castigados de forma severa, e incluso podían ser
juzgados por el tribunal militar.
En
nuestro regimiento no hubo ningún caso de abandono de bombarderos. Si hubo
casos cuando los bombarderos de separaron de nosotros.
Los alemanes tampoco eran estúpidos. Un grupo de sus cazas nos ataba en el
combate, otro grupo quedaba a la espera. Mientras nosotros estábamos
peleando con los cazas, los bombarderos se alejaban a máxima velocidad del
lugar de combate, y ya no podíamos alcanzarlos. Y cuando los bombarderos se
separaban de nosotros a una distancia considerable, se convertían en unas
buenas presas para los cazas alemanes. En estos casos solicitábamos por
radio que todo el grupo de los bombarderos reduzca la velocidad para que
nosotros les podamos alcanzar.
Con el
tiempo mejoramos considerablemente nuestra coordinación con los bombarderos,
así que los casos de separación entre bombarderos y la escolta eran muy poco
frecuentes. Aprendimos a coordinar nuestras acciones con los pilotos de los
bombarderos: ellos procuraban mantener siempre la velocidad adecuada.
También coordinábamos nuestras acciones con los artilleros de los
bombarderos: cada uno de ellos defendía una semiesfera o sector que le
correspondía. Normalmente los cazas defendían la semiesfera superior, y los
artilleros – la semiesfera inferior. Los alemanes intentan atacar desde
arriba – allí estábamos nosotros. Se metían por abajo – les disparaban los
artilleros. Volvían a atacar desde arriba – nosotros les llenamos de balas
otra vez, y así sucesivamente. Esta táctica resultaba ser muy eficiente.
A.S. Nikolay Gerásimovich, anteriormente Usted ha mencionado que al final de
la guerra los pilotos alemanes a menudo no cumplían sus obligaciones de
defender a sus tropas y a sus objetivos de tierra.
¿En
que se manifestaba?
N.G.
Por ejemplo, nosotros escoltamos a los Shturmovík. Aparecen cazas alemanes,
dan vueltas alrededor de nosotros pero no nos atacan, ya que consideran que
les faltan fuerzas. Los IL-2 trabajan sobre sus objetivos, pero los alemanes
no atacan, están concentrándose, esperan la llegada de los refuerzos – los
cazas de otros sectores del frente. Los IL-2 terminan la misión y empiezan a
retirarse hacia su base – y es cuando los alemanes empiezan a acatar. En
este momento ellos logran una superioridad numérica como tres veces
superior. ¿Pero que sentido tiene este ataque, si los IL-2 ya han cumplido
su misión y han convertido en cenizas el objetivo? Lo único que consiguen
con esto es aumentar sus “marcadores” personales de derribos. Y esto sucedía
con mucha frecuencia.
A.S. ¡Vaya!
N.G.
Hubo casos mas curiosos.
A.S. ¿Más curiosos?
N.G.
A veces los alemanes daban vueltas y vueltas y nunca llegaban a atacarnos.
Claro, no eran tan estúpidos, su servicio de inteligencia les informaba
bien. Las “cobras” con el morro pintado de color rojo eran del GIAP N2 de la
Flota del Norte (GIAP N2 VMS KSF). No eran tan estúpidos para meterse con el
regimiento de elite de la Guardia. ¡Tenían miedo de ser derribados con toda
la probabilidad! Para ellos era mejor esperar un objetivo más fácil. Eran
muy calculadores.
A.S. ¿Nikolay Gerásimovich, como explica tanta ilusión de los pilotos
alemanes de aumentar sus “marcadores” personales?
N.G.
A nosotros nos parecía muy raro.
Sabes,
cuando derribamos a Müller, lo trajeron a nuestro regimiento. Lo recuerdo
bien: de estatura media, de cuerpo atlético, pelirrojo. Sorprendió el hecho
de que tan solo tenía el rango de oberfeldfebel, ¡y eso con más de 90
aviones derribados! También me sorprendió que su padre fuera un simple
sastre.
Pues
cuando le preguntamos a Müller que opina sobre Hitler, éste dijo que no le
importa para nada la política, no siente ningún odio hacia los rusos, y que
es un “deportista” – lo único que le importa es el resultado: derribar, y
cuanto mas - mejor. Su “grupo de escolta” esta llevando el combate, pero él
es un “deportista”: si quiere – ataca, si no quiere – no ataca. Me da la
impresión de que muchos de los pilotos alemanes eran deportistas como este.
Iban por el dinero y por la fama.
A.S. Supongamos que los pilotos alemanes eran “deportistas”, y que para
ellos la guerra era una modalidad deportiva.
¿Que
representaba esta guerra para nuestros pilotos, y para Usted en particular?
N.G.
Para mí en particular – lo mismo que para los demás: trabajo. Un trabajo
duro, sangriento, sucio, horrible e incesante. Aguantábamos este duro
trabajo por una única razón: estábamos defendiendo a nuestra Patria. Y esto
no tiene nada que ver con el deporte.
A.S. Nikolay Gerásimovich, se sabe que los pilotos de Luftwaffe, sobre todo
a partir de la segunda mitad de la guerra, tenían el derecho de elegir el
momento y el lugar de combate.
Los
pilotos aliados ni en sus sueños más dulces podían haberse imaginado una
libertad de decisión tan grande. ¿Que opina, era una política correcta de
los mandos alemanes, o es un error?
N.G.
Es como una grieta. A principio era un intento de motivar a los pilotos de
cazas a luchar de forma más activa. A grandes rasgos, esta política no
aportaba nada bueno. Sabes, un piloto nunca querrá volar en aquellos
sectores del frente donde se decide el resultado de la guerra. A estos
lugares los pilotos son destinados mediante órdenes, porque el piloto jamás
iría allí por su propia voluntad. Y desde el punto de vista humano esto es
comprensible – en la guerra todos quieren sobrevivir. Pero esta libertad de
elección deja la oportunidad “legal” de evitar ir a estos lugares. Así que
la “grieta” se convierte en un gran “agujero”.
La
“caza libre” – es la modalidad de combate mas beneficiosa para el piloto y
la menos eficiente para el ejercito al cual pertenece este piloto. ¿Por qué?
Porque casi siempre los intereses particulares de un piloto de caza chocan
con los intereses tanto de sus mandos directos como de los mandos del
ejército al servicio del cual están las fuerzas aéreas. Dar plena libertad
de decisión a todos los pilotos de caza es lo mismo que dar plena libertad
de decisión a todos los soldados en un campo de batalla: haces trincheras
donde te de la gana, disparas cuando te apetezca. Es una estupidez. El
infante no puede saber donde y cuando su presencia aportará más valor, ni
tampoco puede observar todo el campo de batalla y tener una visión global de
la situación.
Lo
mismo sucede con los pilotos de caza – son soldados de la guerra en el aire.
Rara vez ellos pueden comprender y evaluar correctamente, donde y en que
momento tienen que estar destinados para aportar la mayor contribución al
resultado de la guerra. La regla es muy sencilla: cuanto menos cazas tienes
(y los aviones en general) – mas centralizada tiene que ser la dirección -
¡y no al revés! Si dispones de pocos recursos, tienes que actuar en aquel
momento y lugar donde más se requieren estos recursos y no despilfarrarlos
en misiones de importancia secundaria.
Hay que
destacar que Luftwaffe recurría muchísimo a las tácticas de «caza libre»
durante la primera mitad de la guerra, porque tenían la superioridad
numérica. En la segunda mitad disminuyeron el uso de estas tácticas.
Pero
tampoco se puede omitir por completo la aplicación de la
«caza
libre».
Los alemanes nos causaban muchas bajas en determinados sectores del frente,
sobre todo cuando se trataba de aviación de transporte.
También debo decir que después de los combates en la llamada “Línea
azul” (“Línea Azul” – las fortificaciones alemanas en la península de
Tamanskiy. Nota de HR.) Luftwaffe iba perdiendo su dominio en el aire y
para el final de la guerra, cuando su dominio era perdido por completo, la
«caza libre» era el único modo de llevar a cabo acciones militares en las
que ellos podían alcanzar algún resultado positivo. Estas acciones eran
realizadas en las zonas alejadas de las operaciones principales, intentaban
derribar lo que podían. La cuestión era hacer algún daño, por muy
insignificante que sea. Pero en ningún caso podemos hablar de una influencia
seria de esta «caza
libre»
sobre el resultado final de la guerra.
A.S. Si, pero las cuentas personales de victorias de los ases alemanes son
kilométricas. ¿Me quiere decir que no existe la relación: “el numero de
aviones derribados – mayor el daño causado al enemigo – mayor contribución a
la victoria”?
N.G.
No, no existe relación directa entre estos conceptos.
En la
guerra todo depende de la prioridad de cada misión. Los alemanes durante
toda la guerra tuvieron problemas a la hora de definir las prioridades, no
se aclaraban.
Te doy
un ejemplo: cuando los cazas alemanes escoltaban a sus bombarderos, se
distraían continuamente, entraban en combates de importancia secundaria.
Pues resulta que el mando de Luftwaffe a la hora de determinar la misión,
ordenaba defender a sus bombarderos y a la vez derribar a los cazas
enemigos, por tanto daba la misma prioridad a ambas tareas. Como
consecuencia los pilotos alemanes elegían derribar. Como acabo todo – lo
sabes perfectamente.
A.S. ¿Nikolay Gerásimovich, que valoración le daría Usted a la dirección
operativa de los destacamentos de Luftwaffe?
N.G.
Muy alta. Una gran maestría, sobre todo en la primera mitad de la guerra.
Mas tarde - algo peor.
Los alemanes maniobraban muy bien con sus destacamentos, tanto con los
grupos de ataque como con los grupos de escolta. Concentraban una gran
cantidad de recursos en aquellos sectores donde se planificaba el golpe
principal. Mientras tanto, en los sectores de importancia secundaria
realizaban operaciones de distracción.
Los alemanes intentaron superarnos estratégicamente, aniquilarnos en
plazos muy breves con su superioridad numérica, romper nuestra resistencia.
Hay que reconocer que
ellos sabían redirigir recursos de un frente a otro en plazos muy breves.
Ellos prácticamente no tenían destacamentos de fuerzas aéreas adjuntos a un
ejército en concreto. En aquellos sectores donde en un momento determinado
tenían inferioridad numérica, realizaban vuelos de demostración, mostraban
mucha actividad e intentaban demostrar su superioridad numérica de forma muy
talentosa. Mostraban que eran fuertes y capaces de golpear duro.
A.S. ¿En definitiva, como ganamos la guerra en el aire nosotros, con nuestra
superioridad numérica o con nuestro talento?
N.G.
Con superioridad numérica y con el talento.
A.S. Lo pregunto porque actualmente surgen muchas discusiones: ¿realmente
era necesario tener una fuerza aérea grande, no seria mejor tener “menos
cantidad y mas calidad”?
N.G.
Los que opinan así no saben de lo que están hablando. La superioridad
numérica junto a la igualdad – tanto técnica como el nivel de preparación de
los pilotos – es crucial. Es la clave de la victoria.
¿Por
que los alemanes nos vencían a principio de la guerra? Las tácticas de
combate, la radio – esto esta claro. ¿Pero que es lo mas importante? - Los
alemanes supieron lograr la superioridad numérica, tanto táctica como
estratégica.
Durante
los primeros ataques los alemanes causaron bajas catastróficas a nuestra
fuerza aérea. Por un lado destruyeron una gran cantidad de aviones en las
mismas bases, en tierra. Por otro lado derribaron aviones en los combates
aéreos. Y por otro lado - nosotros mismos destruimos una gran cantidad de
aviones durante la retirada para que no queden en manos del enemigo. Todo
esto es cierto. Pero hay un detalle más que es muy poco mencionado en la
literatura.
A.S. ¿La preparación insuficiente de los pilotos soviéticos?
N.G.
No. Teníamos pilotos buenos, y no solo buenos, también teníamos pilotos
excelentes.
Lo
esencial – es el hecho que los alemanes conquistaron gigantescas capacidades
productivas de fabricación de aviones, y lo más importante – capacidades de
reparación de aviones. Además, se quedaron con enormes cantidades de
repuestos. Es por eso durante la primera mitad de la guerra nos faltaban
tanto los aviones.
Nuestra
producción de aviones nuevos disminuyó drásticamente. Reparar los aviones
viejos en cantidades requeridas no era posible. ¡No hay aviones y punto!
Intentábamos conseguir aviones como sea…
Los
alemanes lograron la superioridad numérica y no nos dejaban igualarla. ¡Los
combates iban transcurriendo sin parar! Esta claro que las bajas eran
sufridas por ambos bandos, pero es que los alemanes podían recuperarse de
estas bajas mucho más rápido que nosotros. ¡No nos dejaban ni respirar! Sin
lugar a duda, esto era su maestría militar de más alto nivel. Nosotros, los
pilotos corrientes, lo sufrimos en nuestras propias carnes. Para nosotros la
superioridad numérica estratégica del enemigo significaba que nosotros
teníamos que realizar CADA combate en inferioridad numérica. ¡Incluso si
eres muy buen piloto, prueba ir con seis de los tuyos contra doce enemigos!
Esquivas el ataque de uno – ya tienes a otro encima. Y estos doce no tienen
porque ser peores que tu, ellos también
son
profesionales, la elite. Pero por muy buenos que fueran los alemanes, los
que ganamos la guerra somos nosotros.
Adquirimos experiencia de combate, conseguimos igualarnos en cantidad. Y
cuando empezamos a tener superioridad numérica, las cosas fueron por el
camino contrario.
Intenta
comprender, que todos estos trucos de los alemanes que consistían en
traspasar los destacamentos aéreos de un frente a otro se redujeron al
mínimo. Ellos perdieron la posibilidad de concentrar sus fuerzas de forma
eficaz. Todas estas tácticas eran efectivas mientras nosotros estábamos en
inferioridad numérica o cuando nuestros aviones eran inferiores en
características técnicas y el nivel de preparación era mas bajo.
Cuando
contra tus mil aviones el enemigo pone dos mil, y pone otros mil allí donde
tu solo dispones de doscientos, y ataca simultáneamente en ambos lugares, y
teniendo en cuenta que sus aviones y pilotos no son nada peores que los
tuyos – vencer a este enemigo es imposible. Puedes mostrar una gran
resistencia, puedes causar muchas bajas a tu enemigo, puedes hacer muchas
cosas mas, pero lo que no puedes hacer el vencerlo. Y es lo que paso en la
segunda mitad de la guerra. Primero nos igualamos en las características
técnicas, en el nivel de preparación de nuestros pilotos y luego les
superamos en estos aspectos, adicionalmente logramos la superioridad
numérica. Al suceder todo esto nuestra victoria era inevitable.
Los
alemanes no eran capaces de organizar ni la producción de aviones ni la
preparación de pilotos en cantidades requeridas. Ellos no pudieron hacerlo,
nosotros – si. Fin de la discusión.
A.S. Nikolay Gerásimovich, no me diga que incluso en el 1942 hubo serias
dificultades con la reparación de los aparatos. La guerra hace ya un año que
había empezado.
N.G.
Hubo dificultades y muy serias. La falta de repuestos era brutal. Siempre
faltaban piezas de repuesto para los motores M-63 del I-16 tipo 28. Por esto
en nuestro regimiento no podían estar en el aire simultáneamente más de 10
aviones de este tipo. El resto, unas 6-8 unidades, estaban semanas esperando
los repuestos. A veces los repuestos eran transportados por Li-2 o C-47,
venían de lugares tan remotos que no había otra forma de traerlos.
A.S. Nikolay Gerásimovich, como valoraría Usted a los cazas alemanes -
Bf-109E, Bf-109F, Bf-109G y FW-190?
N.G.
Los alemanes tenían buenos cazas. Potentes, veloces, resistentes a los
daños, maniobrables.
El
Bf-109E por sus características táctico-técnicas era similar a los tipos 28
y 29 del I-16, superaba todos los tipos anteriores del I-16 y al
“Hurricane”, pero era inferior al Yak-1, P-40 y P-39. Según los comentarios
de los pilotos del IAP N20, Yak-1 superaba al “E” en todos los parámetros.
En el 1942 Bf-109E quedo obsoleto, aunque en el Norte estaba en servicio
casi hasta los principios del 1943. Luego los alemanes lo retiraron
rápidamente, en una o dos semanas. Debe ser porque los Bf-109E empezaron a
sufrir demasiadas bajas. Posteriormente solo nos encontrábamos con los
Bf-109F,
Bf-109G
y
FW-190.
Bf-109F
superaba
considerablemente
al
Bf-109E, era más moderno.
Era
increíblemente dinámico,
con una
buena velocidad y maniobrabilidad vertical. La maniobrabilidad horizontal
era peor. El armamento era mediano – un cañón de 20 mm y dos ametralladoras.
Si
tomamos en
consideración
todo el
conjunto
de
las
características,
el BF-109F
sin duda superaba a todos los tipos del I-16 y al “Hurricane”. Era similar
al Yak-1 y al P-40, y un poco inferior al P-39.
Bf-109G era un avión peligroso, veloz y muy bueno en maniobras
verticales. No era malo realizando maniobras horizontales. Pero entro en
servicio tarde, en el 1943, cuando todos nuestros regimientos ya eran
equipados con aviones modernos. Si tomamos en consideración el conjunto de
todas las características, Bf-109G era similar a nuestros cazas básicos –
Yak-1b (7b, 9), La-5 (7) y P-39 “Airacobra” y algo superior al P-40
“Kittyhawk”.
“FW”
era un aparato potente y veloz, pero como caza era inferior al Bf-109G, ya
que aceleraba menos (debido al gran morro que tenia) y era peor en maniobras
verticales. “FW” era muy potente, por esto a menudo era utilizado como avión
de apoyo cercano, tenia posibilidad de anclar bombas.
Hay que
destacar que
Bf-109G
y
FW-190
estaban dotados de un armamento muy potente, cinco y seis
armas
respectivamente, en su mayoría cañones. Este era un punto muy fuerte de los
aparatos alemanes.
A.S. En los manuales nos podemos encontrar los siguientes puntos fuertes del
Bf-109G: 1. Un motor de altura y de potencia elevada.
2. El
armamento potente, formado por cañones. 3. Realizaba buen picado. 4. Era
fácil de pilotar. 5. Era muy rápido y tenía una excelente dinámica de
aceleración.
De los
puntos débiles de destaca: 1. Una mala visibilidad desde la cabina. 2. Vía
estrecha del tren de aterrizaje, lo que creaba serias dificultades a la hora
de aterrizar, sobre todo con un viento lateral. ¿Esto es cierto?
N.G.
Sobre el
techo de servicio del motor
no
puedo decir
nada,
yo
con mi
“cobra”
hasta 8
mil metros
no
tuve
dificultades con este tipo de “Messer”. Más de 8 mil metros no subía nadie,
ni nosotros ni los alemanes. He oído que los Yak habían tenido algunas
dificultades a estas altitudes, pero realmente realizábamos pocos combates a
grandes altitudes. Los motores de los “Messer” tenían sobrealimentación.
Aceleraba de manera excelente, “seguía el movimiento la palanca de gas”,
pero yo no podría afirmar que tenia una velocidad sobresaliente. Era rápido,
pero nuestros aviones también lo eran.
Su armamento realmente era potente – cinco armas, tres de las cuales eran
cañones de 20mm, pero “cobra” tenia un cañón de 37mm, por lo cual yo no
tenia ningún complejo de inferioridad en cuanto a la potencia del armamento
de mi avión.
El “G”
realizaba un buen picado, ya que era pesado.
En
cuanto a la facilidad de manejo, vía estrecha del tren de aterrizaje y
visibilidad desde la cabina no puedo decir nada, esto lo tienes que
preguntar a los pilotos alemanes. Aunque posiblemente tenían ciertas
dificultades en cuanto a la visibilidad trasera, ya que derribamos a muchos
de ellos atacando por detrás, pero no se si esto se debía a la mala
visibilidad o bien al despiste y falta de experiencia del piloto alemán.
A.S. Ahora hablemos del FW-190.
Los
puntos fuertes del FW-190: 1. Un motor potente y de altura. 2. Potentes
cañones. 3. Realizaba buen picado. 4. Era fácil de pilotar. 5. La cabina
tenía buena visibilidad.
Puntos
débiles: mediocre dinámica de aceleración.
N.G.
Sobre el techo de servicio del motor del FW-190 y de su potencia tampoco te
puedo decir nada concreto, pero sin duda era un motor potente.
Pero si
puedo decir con seguridad que el motor del “FW” era mucho más fiable y
resistente a los daños que el motor del “Messerschmitt”. Esto es un hecho.
Si el motor del “FW” perdía dos cilindros, podía seguir volando. Aunque la
gran fiabilidad y resistencia a los daños es una característica típica de
todos los motores radiales, en comparación con los motores en línea. Pero en
este aspecto los alemanes no nos lograron superar, nuestros I-16 y La-5
podían perder hasta cuatro cilindros y volver perfectamente a la base. Para
el “FW” la perdida de dos cilindros era el limite.
Gracias
al motor radial a los pilotos alemanes les gustaba realizar ataques
frontales, sobre todo a principio de la guerra, ya que el motor protegía al
piloto. Además, el FW tenía el armamento potentísimo – 4 cañones de 20mm y 2
ametralladoras. Con una ráfaga así puedes derribar a cualquier avión.
“FW”
realizaba un buen picado, es una característica común de todos los aviones
alemanes.
Era muy bueno en maniobras horizontales, pero en las verticales era peor.
Sobre
la facilidad de manejo y la visibilidad desde la cabina – no es a mí a quien
tienes que preguntar, habla con los alemanes.
La
dinámica de aceleración era uno de los puntos débiles del “FW”, esto es
totalmente cierto. En este aspecto era inferior prácticamente a todos
nuestros cazas, quizás a excepción del P-40. En este aspecto era similar al
P-40.
A.S. En su opinión, Nikolay Gerásimovich, ¿por que el “FW-190” no triunfó en
el Frente del Este?
Según
referencias de los pilotos soviéticos, era un buen avión, pero nada más que
esto. Sin embargo, en el frente Occidental este avión provocó un autentico
furor.
N.G.
Todo es correcto. Era un caza potente, “de nivel”, pero en cuanto a las
cualidades de combate no era nada sobresaliente.
En
general tengo la impresión de que los alemanes esperaban mucho de este caza,
y es evidente que lo sobrevaloráron, sobreestimaron sus características.
Por
ejemplo, ¿quien les metió en la cabeza que “cobra” es inferior a “FW” en
velocidad? Pero es que realmente pensaban así. A principio los alemanes
estaban tan convencidos de la superioridad en velocidad del “FW” que a
menudo, tras realizar el ataque, intentaban separarse de nosotros solamente
activando la sobrealimentación. Y nosotros los alcanzábamos y los atacábamos
desde arriba. El “FW” sacaba humo del motor pero no era capaz de escaparse
de nosotros. Les quitamos rápidamente esta confianza en la
sobrealimentación. Posteriormente los pilotos de los “FW” seguían la regla
de oro: la salida del ataque o la fuga se debe realizar solamente mediante
el picado profundo, y de ninguna otra forma.
En
cuanto a la maniobrabilidad vertical, “FW” también era inferior a “Cobra”,
aunque a principio los alemanes intentaban llevar combates basados en
maniobras verticales. También les quitamos rápidamente esta falsa sensación.
Esto tampoco puedo entender – ¿de donde habían sacado que “FW” es mejor que
“Cobra” en maniobras verticales?
La
dinámica de aceleración del “FW” era su punto débil, quizás el punto mas
débil de todos los que tenia. Mas tarde los pilotos de “FW” intentaban
planificar las maniobras de tal forma que no se pierda la velocidad. Un
combate prolongado del “FW” contra “Yak”, “Lávochkin” o “Cobra” – es un
fracaso de entrada. Si pierde la velocidad - puede darse por derribado. Y si
la pierde, luego cuando intenta volver a ganarla, nos daría tiempo a
derribarlo varias veces seguidas. Nuestros aviones eran muy dinámicos.
En los
ataques frontales el “FW” era muy peligroso, y los alemanes lo aprovechaban
con frecuencia. El hecho de saber que tu avión puede resistir dos o tres
impactos, pero tú con una sola ráfaga puedes reventar en pedazos el avión
enemigo – te da una gran seguridad a la hora de realizar un ataque frontal.
Mas
adelante los alemanes iban a ataques frontales contra “Cobra” con mucho mas
cuidado, esto se notaba. Nosotros teníamos un cañón de 37mm, contra esto no
hay ningún motor que proteja. Con un solo impacto lo derribas. En este
escenario para realizar ataques frontales hay que tener unos nervios de
acero, ya no puedes confiar en el motor. Nosotros teníamos nervios más
fuertes que los alemanes. Te contare un caso:
hicimos un ataque frontal contra cuatro “FW”. Cuatro contra cuatro. Y
resulta que durante el viraje mi punto acabo por delante de mi. Le digo
“¡venga, tu vas primero, ataca y yo te cubro!”. Y mi punto pego un tiro
directamente en el morro del líder del grupo alemán. Impactó uno o como
mucho dos proyectiles. El
“FW”
reventó ante nuestros ojos en mil pedazos.
Los tres restantes enseguida se dieron a la fuga. Todo esto transcurrió
en escasos segundos.
A.S. Nikolay Gerásimovich, Usted me ha contado todo muy bien, pero no me ha
explicado lo más importante - ¿porque en el frente Este el “FW” no resulto
ser aquella “barrilla mágica”, que fue en el frente Occidental?
Fíjese
lo que escribe en sus memorias James “Jonny” Johnson (el primer as
británico de la Segunda Guerra Mundial): “… Cuando el coordinador de vuelos
me informaba de la presencia de un grupo de cazas alemanes, yo intentaba
evitar entrar en combate, a no ser que el sol y la altitud me dejaban la
oportunidad para realizar un ataque-sorpresa. Es que en la primavera del
1943 la superioridad de los “FW” frente a los “Spitfire” era demasiada…”
(Citando a James E. Johnson, “El mejor as británico”. M. “AST” 2002). ¡Pero
Johnson pilotaba el “Spitfire Vb”, un aparato que en el occidente era sin
ninguna duda considerado mejor que P-40, y quiaza incluso mejor que el P-39!
Incluso si tomamos en consideración el hecho de que en el Frente del Este
los “FW” a menudo eran pilotados por los pilotos de bombardero, que “no
brillaban” como pilotos de caza, este hecho no puede explicar tanta
diferencia entre las valoraciones del “FW”.
N.G.
Creo que la respuesta la podemos encontrar en la diferencias de utilización
del “FW”. En nuestro frente el “FW” era utilizado por los alemanes como el
caza del frente y caza-bombardero, pero en el Occidente era utilizado como
interceptor.
Posiblemente la respuesta se encuentra en el uso del radar. En el Occidente
los “FW” eran guiados por radar, y esto implica que en el momento de entrar
en combate los “FW” ya habían ganado la ventaja en altitud y alcanzaban la
velocidad necesaria. Esta
ventaja en altitud
permitía a los
“FW” compensar su mala dinámica de aceleración, ya que la altitud era
transformada en velocidad, así que la mala dinámica de aceleración a penas
podía influir. Además es evidente que los alemanes realizaban menos combates
maniobrables de larga duración.
En
nuestro frente los alemanes no disponían de tanta densidad de cobertura del
radar como en el frente occidental. Tanto nosotros como los alemanes
habitualmente detectábamos al enemigo de forma visual. Durante el vuelo
estas mirando por todos lados, si detectas al enemigo, pones el gas al
máximo - ¡y al ataque! Para conseguir la velocidad máxima de la forma más
rápida sin ser guiado por radar, la dinámica de aceleración juega el papel
esencial, y como te dije antes, la dinámica del “FW” era mediocre.
Si no
recuerdo mal, cuando los alemanes empezaron a utilizar el “FW” como
caza-bombardero en Occidente, también empezaron a sufrir numerosas bajas.
A.S. ¿En alguna ocasión vio en acción al modelo FW-190F (versión del FW para
ataques de tierra)?
¿Que
valoración le daría?
N.G.
¿Aquel que llevaba bombas? Si, los había visto y los había derribado.
Mientras tenía las bombas ancladas, como caza era mediocre. Cuando se
desprendía de las bombas – era como cualquier “FW”. Ni mejor ni peor.
¿Recuerdas que te hablé sobre misiones de escolta de nuestros barcos
torpederos? Me equivoqué un poco, mejor dicho – deje de contarte algo: aquel
día para atacar a nuestros torpederos vinieron seis FW-190 con bombas. Iban
escoltados por los seis Bf-109f.
Mi
grupo era formado por mi sexteto y por la pareja del Vitia Maksimovich.
Los
“FW” iban un poco mas bajo y los “Messerschmitt” a unos 500 metros por
encima de ellos. Planifiqué muy bien el ataque. Entramos por la parte del
sol, con ventaja en altitud y atacamos los seis simultáneamente, primero al
grupo de los “Messerschmitt”. Derribo a uno de ellos y sigo sin cambiar de
trayectoria: instantes después en la misma pasada derribo a un “FW”. Y luego
subo otra vez hacia arriba, como si fuera un columpio, en dirección al sol:
de esta manera siempre puedo estar por encima de los alemanes. El ataque
resulto ser muy efectivo, los “Messerschmitt” se dieron a la fuga, los “FW”
lanzaron las bombas al mar y también se dieron a la fuga. Seguidamente
realizamos otro ataque desde arriba. Les dimos una buena lección aquel día.
La
verdad es que en aquel combate derribé a tres, pero uno de nuestros pilotos
también disparo al tercer avión, y por tanto éste último fue anotado en su
cuenta personal.
A.S. Nikolay Gerásimovich, Usted va diciendo continuamente que los cazas
básicos soviéticos “Yak” y “La” eran iguales a los alemanes en velocidad, a
pesar de que los manuales dicen lo contrario.
Según
los manuales, los aviones alemanes siempre tenían la ventaja en velocidad.
¿Como explicaría Usted esta diferencia entre los datos teóricos y los
prácticos?
N.G.
Los datos teóricos que constan en los manuales son obtenidos en condiciones
ideales y con aviones “ideales”. En las condiciones reales las
características técnicas de los aviones siempre serán inferiores a las
características teóricas.
A.S. Si, pero nosotros igual que los alemanes obteníamos los datos teóricos
en condiciones “ideales”.
Vamos
a intentar comprender este “fenómeno” de otra forma: ¿cuales son las
velocidades reales (en base a los indicadores de velocidad) que alcanzaban
los cazas alemanes en los combates aéreos?
N.G. Bf-109E: entre 450 y 500 km/h.
Bf-109F: entre
500 y 550 km/h.
Bf-109G: en
velocidad era similar a “F”, puede que algo más rápido. La ventaja del “G”
frente al “F” era su armamento, no la velocidad.
FW-190: entre
470 y 520 km/h.
En picado todos
estos incrementaban la velocidad en unos 30 km/h de media.
Sabes, durante
el combate no miras mucho los indicadores. No hace falta ya que sin mirarlos
puedes ver perfectamente si tu avión es inferior en velocidad o no. Por esto
yo puedo afirmar otra vez que los aviones “Cobra”, “Yak” y “La” no eran
inferiores en velocidad a los cazas alemanes.
A.S. No se que decirle… Digamos los así – los datos que Usted me esta
diciendo son “algo” inferiores a lo que pone en los manuales.
N.G.
¿Y yo que te estoy diciendo?
Tú
estas cometiendo un error típico de todas las personas que no tienen que ver
con la aviación, ¿comprendes? Estas confundiendo dos términos muy
diferentes: la velocidad máxima y la velocidad de combate. La velocidad
máxima es tomada en las condiciones ideales: el vuelo horizontal, una
altitud rigurosamente elegida, las revoluciones del motor precalculadas y
etc.
La
velocidad de combate – es un rango de velocidades máximas que puede alcanzar
un caza en un combate aéreo activo y maniobrable, y realizando todas las
posibles maniobras necesarias.
Por
tanto cuando te estoy hablando de velocidad, única y exclusivamente me estoy
refiriendo la velocidad de combate, ya que es en ella en la que se lleva el
combate. Y la velocidad máxima – me da igual.
A.S. ¿Pero si tienes que alcanzar a alguien?
Es
allí cuando importa la velocidad máxima.
N.G.
¿Bueno, lo alcanzas y que haces luego? Si aceleraste demasiado tienes que
frenar de todas formas, sino pasarás de lado. Disparar a una velocidad muy
alta es muy problemático. Es decir, acertar en el blanco – puedes acertar,
pero, ¿será suficiente la cantidad de aciertos? – esta es la gran pregnta.
En estos casos actuas de la forma siguiente: alcanzas al enemigo – bajas la
velocidad – disparas – aumentas el gas y otra vez aumentas la velocidad. La
capacidad del motor de acelerar y frenar el avión en un corto periodo de
tiempo se llama “admisibilidad del motor”.
Mucha
gente piensa: si el avión tiene una alta velocidad máxima – esto
directamente implica una alta velocidad de combate. Pero esto no es así.
Cuando comparas las características de dos cazas, resulta que uno tiene más
alta la velocidad máxima, y el otro – más alta la velocidad de combate. La
velocidad de combate es determinada por los factores como admisibilidad del
motor y coeficiente de empuje. Estos dos factores son los que determinan la
máxima dinámica de aceleración.
No hace
falta ir muy lejos para encontrar ejemplos reales. Nosotros teníamos un
LaGG-3. Yo tuve ocasión
de pilotarlo.
Pues en el 1941 su velocidad era más alta que la velocidad de Yak-1. Además,
aparte de la velocidad el LaGG tenía otras ventajas frente al Yak: LaGG era
más resistente a daños, era más difícil prenderle fuego gracias a que estaba
hecho de la delta-madera. Aparte de esto,
LaGG llevaba armamento más potente.
¿Y
que?
Pregunta a cualquier piloto que estuvo en la guerra – a cual de los dos
aviones prefiere, el “Yak” o el “LaGG”? Con toda la seguridad te dirá que
prefiere al “Yak”.
¿Por
qué?
Porque
“Yak” era un avión muy dinámico, tenía una admisibilidad muy alta, mientras
el “LaGG” era un avión muy “torpe”, era como una plancha. “LaGG” era mucho
mas pesado que “Yak” y en consecuencia – era mas inerte. La velocidad máxima
del “LaGG” era más alta porque era un avión muy “limpio” en sentido
aerodinámico. Si volado en línea recta le metes caña al motor – es un
bólido. Pero una vez pierda esta velocidad, volver a ganarla es difícil.
Para no perder la velocidad en un combate, el piloto tenía que hacer cosas
sofisticadas: realizar picados, las maniobras de combate y los ataques
tenían que ser realizadas de tal forma que se permita mantener la velocidad
en la medida de lo posible, y etc. Además, había que aplicar considerables
esfuerzos físicos sobre los mandos del “LaGG”.
El
“Yak” en comparación con el “LaGG” tenia solo dos ventajas, ¡pero ventajas
importantísimas! Una excelente admisibilidad y la facilidad de manejo. “Yak”
recuperaba rapidamente la velocidad perdida, metes el gas a tope – y ya
esta. Ni hacia falta entrar en picado, “Yak” ganaba velocidad en cabeceo.
Además, “Yak” era mucho más sencillo de pilotar que “LaGG”: por un lado era
más estable y por otro, con el mínimo esfuerzo aplicado a los mandos
respondía de forma instantánea.
Yo no
tuve ocasión de realizar combates con el “LaGG-3”, solo pude pilotarlo. Pero
ahora, con la experiencia que tengo, puedo afirmar que no era mal avión, y
sus características táctico-técnicas eran equiparables con P-40. Pero llevar
el combate de igual a igual en un LaGG contra un “Messerschmitt” solo podía
un piloto con experiencia, un piloto que tiene pleno dominio del avión
(sobre todo la utilización del motor) y con buenos conocimientos de las
tácticas de combate. Un piloto con insuficiente nivel de conocimientos o con
poca experiencia (teníamos muchos pilotos así a principio de la guerra) no
podía ser un serio adversario para un “Messerschmitt”. Simplemente porque no
sabría aprovechar los puntos fuertes del “LaGG”. “Yak” daba muchas mas
posibilidades de sobrevivir a un piloto con poca experiencia. Además, un
piloto experto se encontraba en el combate mas seguro pilotando el “Yak”, ya
que la velocidad perdida en las maniobras le daba menos “dolores de cabeza”.
Otro
ejemplo: I-16 tipo 28 y Bf-109E. La velocidad máxima del “Messerschmitt” era
mas alta, pero las velocidades de combate de ambos cazas eran prácticamente
iguales. Y si comparas el I-16 tipo 28 con el “Hurricane”, resulta que
“Hurricane” tenia velocidad máxima más alta, pero su velocidad de combate
era mas baja que la velocidad de combate del I-16. “Hurricane” era un avión
muy “torpe”.
Tienes
que comprender que es un gran error comparar las cualidades técnicas de dos
aviones en base los manuales, hay demasiados detalles que se escapan porque
no pueden ser recogidos en los manuales.
A.S.
Nikolay Gerásimovich, hoy en día muchos consideran al “Yak” como un error de
la industria aeronáutica soviética. Los argumentos son los siguientes:
1. Durante toda la guerra todos los tipos de “Yak” eran inferiores a los
“Messerschmitt” en velocidad máxima.
2. La
potencia del armamento de los “Yak” era inferior a la mayoría de los tipos
de Bf-109, quizás a excepción del tipo “F”.
Tenía otros puntos débiles, por ejemplo era fácilmente incendiable, era poco
resistente a los daños, y muchas otras cosas más. Hoy en día muchos opinan
que los “Yak” eran fabricados en serie porque Yákovlev tenía buenas
relaciones con Stalin, y además era su principal consultor en los asuntos de
la industria aeronáutica, por lo cual aprovechaba su posición privilegiada.
Pero su caza era bastante mediocre. ¿Qué opina?
N.G.
No es verdad. Los “Yak” eran aviones excelentes.
Yo
mismo los piloté y conocí a numerosos pilotos de nivel que también los
pilotaron. Sus referencias sobre este avión eran muy buenas.
Tienes
que
comprender que
“Yak”
es
un caza
único por su altísima velocidad de combate. Yákovlev no solamente diseño un
avión con alta velocidad máxima (lo que en aquel momento intentaban
conseguir todos los ingenieros aeronáuticos): lo más importante – diseñó un
caza con alta velocidad de combate. No se si esto lo había pensado a
propósito o resulto ser una casualidad, pero el “Yak” era precisamente así.
Y durante toda la guerra el “Yak” mejoraba sus características, sobre todo
su velocidad de combate.
Si
analizas los aviones alemanes, “Bf” o “FW”, su velocidad de combate era
inferior a su velocidad máxima en unos 80-100 km/h. En cuando yo sepa, los
aviones ingleses y americanos tenían la diferencia similar entre ambas
velocidades. La relación entre ambas velocidades de los cazas occidentales
se mantenía sin variaciones durante toda la guerra. En cambio, la diferencia
entre ambas velocidades de los “Yak” era solamente de 60 – 70 km/h, y
durante la segunda mitad de la guerra iba disminuyendo. Los “Yak” eran los
cazas mas dinámicos y ligeros de las Fuerzas Aéreas soviéticas, por esto
eran muy buenos en maniobras verticales. Y durante toda la guerra un piloto
corriente, de nivel medio, con una buena preparación, se enfrentaba de igual
a igual con los “Messerschmitt”. Y al inicio de la guerra “Yak” era el sueño
de cualquier piloto.
Ya ni
te hablo del “Yak-3” que entro en servicio en el 1944. Este avión por su
dinámica de aceleración y su coeficiente de empuje – y en consecuencia por
su velocidad de combate - era un avión único. La diferencia entre velocidad
máxima y velocidad de combate era apenas de 40-50 km/h. Seguramente en aquel
entonces ningún país del mundo disponía de un caza capaz de competir con el
Yak en cuanto a la velocidad de combate. La admisibilidad del “Yak-3” era
espeluznante, y también su velocidad máxima era imponente, aunque no era el
caza más rápido del mundo. No era el más rápido pero en el combate alcanzaba
a cualquier caza prácticamente en cualquier tipo de maniobra.
Además,
la producción de los “Yak” era sencilla y barata, lo que permitía
producirlos en cantidades muy grandes. Piensa que si tienes un buen caza que
no es posible fabricar en las cantidades que requiere la guerra – este caza
deja de ser bueno. La sencillez y bajo coste de producción de un avión de
guerra es una característica casi tan importante como la velocidad o la
maniobrabilidad de este avión.
A.S. Pero la potencia de fuego de los “Yak” era baja, esto es indiscutible.
Dos o como mucho tres armas, de las cuales uno era un cañón, mientras
“Messerschmitt” tenía 5 armas de las cuales 3 eran cañones.
N.G.
Si sabes disparar bien, incluso con dos armas es suficiente (te lo puedo
asegurar, yo mismo pilote el P-40 con tan solo dos ametralladoras de gran
calibre y para mi era suficiente). Pero si no sabes disparar - fallarás con
las cinco armas. Piensa que cuanto mas armamento llevas, más pesado es el
avión. Además, incrementan los costes productivos.
A.S. Entiendo. O sea, el comentario de un famoso piloto alemán de la 1-a
Guerra Mundial dicho con otras palabras queda así: es mejor llevar 10 armas
en cinco Yak-9 que 10 armas en dos Bf-109G.
N.G.
Correcto.
Además
hay que recordar que en la segunda mitad de la guerra nosotros nos
especializamos, utilizando un determinado tipo de caza para tareas
concretas. Por ejemplo, cuando se trataba de formar un grupo de escolta para
los bombarderos, el “grupo de combate” se formaba por los “La” y “Cobra”,
mientras que el grupo de “escolta directa” se formaba por los “Yak”. Esto
era una táctica correcta.
El
“grupo de combate” entraba en enfrentamiento directo con los cazas enemigos.
Por esto el techo de servicio de sus motores tenía que ser más alto, para
poder llegar al lugar de combate con cierta ventaja en altitud. Además su
potencia de fuego tenía que ser más grande: el primer
ataque siempre es un ataque-sorpresa y por esto es el más efectivo.
Además, este grupo tenia que estar dotado de aviones mas pesados, es mejor
para poder alcanzar al avión alemán en picado. Los “La” y “Cobra” cubrían
exactamente estas necesidades ya que tenían características idóneas para
realizar estas tareas.
En
cambio, el grupo de “escolta directa” tenía que estar dotado de aviones más
dinámicos y más ligeros, con una buena maniobrabilidad vertical, porque
tenían que dar vueltas alrededor de los bombarderos y repeler los ataques de
aquellos cazas enemigos que lograban romper el cordón defensivo del “grupo
de combate”. Los “Yak” eran justo lo que se necesitaba. Otra cosa es que un
piloto del grupo de “escolta directa” tenía mucho menos posibilidad de
derribar a algún avión, en comparación con los pilotos del “grupo de
combate”. Por eso los pilotos de “Yak” siempre estaban molestos por esta
“especialización”, pero en la guerra cada uno tiene que cumplir su misión.
A.S. Erich Hartman (el piloto de Luftwaffe, el as más “eficiente” de la
Segunda Guerra Mundial) reconoció que en dos ocasiones no se atrevió a
entrar en combate con A.I. Pokrischkin. Es cierto que Hartman tenia el
derecho de elección del momento y lugar de combate, y en este sentido no
incumplió su deber como militar, pero hoy en día respecto a este suceso
existen dos opiniones alternativas:
1-a: Hartman era un cobarde, y esto honra a nadie.
2-a: Evitar un combate de esta magnitud con el final totalmente impredecible
era correcto por parte de Hartman, porque en otros sectores del frente
derribó a muchos aviones soviéticos, con lo que causó mucho mas daño
comparado con el daño que habría causado derribando únicamente a
Pokrischkin.
¿En su opinión cual de los dos puntos de vista es el más correcto?
N.G.
A mi juicio no puede existir una única opinión, es decir, la situación tiene
que ser analizada desde ambos puntos de vista.
El
primero: si en el aire se encuentran solo los “cazadores libres”, por
ejemplo “pareja contra pareja”, o “sexteto contra sexteto”, entonces se
puede considerar que Hartman hizo lo correcto.
Lo mas
seguro es que Hartman no pudo realizar un ataque-sorpresa (Pokríschkin no
era un adversario cualquiera). Por otro lado Hartman ni en sus sueños más
dulces podría haberse imaginado tener una preparación y un nivel como tenia
Pokrischkin para realizar el combate maniobrable. Lo más probable es que
Hartman evito entrar en combate con Pokrischkin porque valoró sus fuerzas y
posibilidades de forma objetiva. No estaba preparado para un combate de este
nivel. En nuestro regimiento, Safonov en varias ocasiones lanzó el banderín
a los alemanes, invitándoles a realizar un duelo a cualquiera de los ases
alemanes, sea a Müller, o sea Schmidt, o sea a quien sea. ¡En un I-16! Y
jamás obtuvo respuesta alguna, y nunca consiguió que ellos acepten el reto.
A.S. ¿Bromas aparte, realmente les lanzaba banderines? Yo creía que esto era
una leyenda.
N.G.
No es ninguna leyenda, es la verdad. Lanzaba el banderín justo en el centro
del aeródromo alemán. “Os invito a tal hora, en tal lugar, uno contra uno”.
Ninguno de ellos acepto el reto. En principio esto es comprensible: ¿para
que van a aceptar un duelo? Un alemán prefiere realizar el combate cuando
esta escoltado por su grupo, es mejor subir alto y derribar aviones sueltos
que se separen de la pelea. Pero en un combate “uno contra uno” el resultado
es imprevisible. Aun más cuando los alemanes eran conscientes de que les
faltaba nivel para realizar un combate maniobrable contra los principales
ases soviéticos como Safonov. Lo que te decía antes, los alemanes eran muy
calculadores durante toda la guerra.
A.S. Usted ha dicho que el caso de Hartman tiene que ser analizado desde dos
puntos de vista. ¿Cual es el segundo?
N.G.
El segundo escenario podría ser el siguiente: Pokrischkin no estaba
realizando la misión de “caza libre”
sino estaba escoltando a los
aviones
de ataque (los bombarderos o los aviones de apoyo cercano IL2) o bien esta
protegiendo un determinado sector. Es que Pokrischkin durante toda la guerra
estuvo en la aviación de frente, donde pocas veces se realizaba “caza
libre”. Normalmente realizaba la protección de las tropas de tierra o la
escolta de bombarderos. Como puedes comprender, el regimiento de Pokrischkin
era un regimiento de elite de la Guardia. Dicho lo anterior implica que
ellos no realizaban misiones de importancia secundaria, sino siempre les
destinaban allí donde se realizaban las operaciones mas importantes.
Pues si en aquella situación Pokrischkin escoltaba a los bombarderos,
Hartman estaba OBLIGADO a atacar. Y no atacar a Pokrischkin sino atacar a
los bombarderos. Otra cosa es que Pokrischkin por las buenas no dejaría
derribar ni un bombardero. En esta situación Hartman no tenía ningún derecho
de darse a la fuga.
Podría
suceder otra cosa: Pokríschkin defendía un determinado sector, y Hartman
tenía que “limpiar” la zona de los cazas para dar el camino a sus
bombarderos. En este caso Hartman tampoco tenía alternativa, tenia que
luchar, no podía darse a la fuga en una situación como esa: si no
involucraba a Pokríschkin en un combate, éste reventaría en pedazos a los
bombarderos alemanes (lo que normalmente solía pasar). Así que todo depende
de la situación en la que se encontraba Hartman.
A.S. ¿Que opina Usted, Hartman realmente derribo 352 aviones?
N.G.
Lo dudo. Aunque sin duda alguna derribó muchos aviones.
Es que
los alemanes registraban las “victorias” con demasiada facilidad.
Normalmente tan solo bastaba con la confirmación del punto, o con la
presentación de la película del fotocontrol como prueba. La caída del avión
al suelo no les preocupaba, sobre todo a finales de la guerra.
A.S. ¿Y en nuestro caso?
N.G.
Era difícil. Y a medida que pasaban los años cada vez era más difícil. A
partir de la segunda mitad del 1943 el avión se registraba como derribado
solo con la confirmación de la caída al suelo, expedida por los puestos VNOS
(VNOS - puesto de Vigilancia Aérea, Alerta y Comunicación. Nota de HR),
por el fotocontrol, por el servicio de inteligencia y por otras fuentes de
información. Lo mejor – por el conjunto de todos estos medios. Los
testimonios de los puntos o de otros pilotos no se tomaban en consideración,
con independencia del número de pilotos que lo confirmaban.
A.S. ¿Si he comprendido bien, los aviones derribados solo se registraban
cuando había confirmación de “terceros”?
N.G.
Afirmativo. Una vez paso lo siguiente: nuestro piloto Evgéniy Grediuschko
derribó a un alemán con un solo proyectil (por cierto, Evgéniy
posteriormente paso a ser piloto de pruebas de helicópteros del despacho de
diseño de Kámov. Era famoso porque fue el primero en aterrizar con
helicóptero Kámov sobre la cubierta de un crucero). Pues ellos iban cuatro y
se encontraron con cuatro alemanes.
Como
Grediuschko iba primero, también disparo con su cañón primero, digamos, para
“calentarse” antes del combate. Teníamos una tradición: si no había manera
de realizar un ataque-sorpresa, habitualmente el líder del grupo hacia un
disparo del cañón en dirección al enemigo. Era como lanzar un reto al
enemigo – una pelota de fuego: “o aceptas el combate o te largas de aquí”.
Pues Evgéniy siguiendo esa tradición disparo un proyectil – ¡y uno de los
“Messerschmitt” explotó! El enemigo fue eliminado con tan solo un solo
proyectil. Los demás “Messerschmitt” se dieron a la fuga. No aceptaron el
combate y se largaron.
Pues
como volábamos en la Tundra, en la retaguardia alemana, nadie podía
confirmar este derribo. No había puestos VNOS, tampoco sabíamos el lugar
exacto de la caída del avión (no había ninguna referencia en la tierra para
determinar el sector). Y como lo vas a encontrar, si el avión reventó en el
aire y a la tierra solo cayeron sus escombros. Tampoco se registró el
derribo por el fotocontrol, ya que Evgéniy disparo desde una distancia
larga. El consumo de munición entre los cuatro aviones – un proyectil de 37
mm. Pues este derribo no le fue registrado, aunque otros tres pilotos vieron
perfectamente como su proyectil reventó el caza alemán.
Esto
era así de sencillo: no hay confirmación de “terceros” – no hay derribo. Al
pasar un tiempo, de forma inesperada llegó la confirmación de las tropas de
tierra, de la infantería. Resulta que este combate aéreo fue visto por un
pelotón de reconocimiento que en este momento se encontraba en la
retaguardia alemana (iban de vuelta a casa con un prisionero). Cuando
volvieron, pusieron en su informe la descripción de este combate. También
hubo casos como ese.
A.S. Dicen que los alemanes evitaban ataques frontales, les daba miedo.
¿Esto es verdad?
N.G.
No. No les gustaba, digamos así. El ataque frontal es un riesgo, una
lotería. Y a los alemanes no les gustaba arriesgar (a nosotros tampoco nos
gustaban ataques frontales. Un ataque frontal – casi siempre es un elemento
de combate que se aplica cuando no quedan otras alternativas).
Nada de
cobardía, solo el cálculo frió. Puede que el alemán evitaría realizar un
ataque frontal contra el Yak-9T o “Cobra”, un proyectil de 37mm no es moco
de pavo. Pero contra el Yak-1b o el Yak-9 (dotados de dos armas) podía ir
tranquilamente. En este caso el alemán intentará reducir el combate a los
ataques frontales (si es que no puede realizar un ataque-sorpresa), si va
con un
Bf-109G
(con 5 armas) o el FW-190
(con 6 armas más la protección que da su motor radial): en este caso juega
con gran ventaja. Como te decía antes, los alemanes eran muy calculadores.
En este escenario nuestro piloto debería evitar los ataques frontales e
intentar llevar el combate basado en maniobras verticales.
A.S. Nikolay Gerásimovich, Usted durante algún tiempo luchó junto a los
pilotos británicos. ¿Podría hablarme sobre sus puntos fuertes y débiles
(pilotaje, tiro, coordinación en el combate, tácticas)? ¿Que tácticas
aprendieron de ellos los pilotos del GIAP N2?
N.G.
Eran del ala 151, estaban dislocados en un portaaviones. El ala era bastante
heterogéneo, disímil en cuanto al nivel de preparación. Tenían un escuadrón
bajo el mando de un tal Müller
(no es un apellido muy anglosajón, por cierto). Este escuadrón era el mejor
del ala. Tenían una técnica de pilotaje muy buena, eran muy coordinados.
Pero un “Hurricane” es un “Hurricane”, así que ellos perdieron a cinco
pilotos, pero creo que derribaron a doce aviones enemigos. Si no me
equivoco, ellos estuvieron con nosotros desde el septiembre del 1941 hasta
el mayo del 1942. Ahora no recuerdo bien. Los otros dos escuadrones eran
notablemente más flojos. El escuadrón de Müller
siempre era destinado a las misiones de mayor importancia.
A.S. ¿Entonces ustedes también realizaron vuelos conjuntos?
N.G.
Pues si. Cuando nos entregaron parte de sus aviones, realizamos algunas
misiones conjuntas.
A.S. ¿Y como os comunicabais en el aire? Seguramente en su regimiento nadie
hablaba ingles.
N.G.
¿Y que quieres comunicar? El plan de vuelo era desarrollado en la tierra,
los sectores eran repartidos con antelación, todos los posibles escenarios
de cooperación entre nuestros escuadrones a la hora de rechazar los ataques
estaban analizados previamente (donde se dirigen ellos, donde vamos
nosotros), ¿para que quieres hablar en el aire? Cada uno sabía lo que tenia
que hacer sin hablar.
A.S. ¿La táctica de los ingleses tenia algunas peculiaridades?
N.G.
A principio sus escuadrillas volaban en formación muy curiosa – en forma de
rombo. Tres iban en formación de “trío” – un líder y dos puntos – y el
cuarto avión iba detrás haciendo “ochos” horizontales y verticales,
controlando la semiesfera trasera. Ellos volaban en esta formación cuando
nosotros ya volábamos en pareja. Probamos volar como ellos una o dos veces y
lo dejamos.
En
primer lugar –
volar
en
trío es malo en
si. En segundo – el cuarto avión que iba detrás del trío no tendría donde
meterse: si gira a la izquierda y el “trío” también gira a la izquierda,
existía el riesgo de colisión; si gira a la izquierda y el trío gira a la
derecha, existía el riesgo de quedarse muy atrás y no poder alcanzarles, y
como consecuencia ser derribado.
Los
ingleses estudiaron nuestras tácticas de componer formaciones de vuelo y
desde los finales del 1941 paulatinamente pasaron a volar en pareja.
Tardaron demasiado tiempo en pasar a volar en pareja.
Aparte
del rombo yo no detecté mas diferencias en sus tácticas. ¿Que esperas de un
“Hurricane”? Si coges al mejor piloto de cualquier país del mundo y le das
un “Hurricane” para luchar contra un “Messerschmitt”, el combate aéreo
finalmente acabara en las maniobras horizontales. “Hurricane” no daba otras
alternativas.
A.S. ¿Como describiría las cualidades de los pilotos ingleses: agresividad,
persistencia?
N.G.
No eran nada cobardes. Nunca se daban a la fuga. Realizaban bien los
ataques. Cualquiera de nuestros regimientos estaría encantado de coger el
escuadrón entero de Müller, y no se arrepentiría. Eran unos tipos duros.
A.S. ¿Tuvo la ocasión de volar con los pilotos americanos?
N.G.
No. El único americano que yo conocí era el piloto de pruebas que vino a
comprobar la estabilidad del “Tomahawk”. Pero él mismo nos dijo que no era
un piloto de guerra.
A.S. ¿Que primera impresión le dio B.F. Safonov? ¿Cuál sería su descripción
como piloto de caza y como persona?
N.G.
Mi primera impresión – era muy encantador. Sabía ganar confianza de la
gente, era un buen psicólogo.
Era muy
bien analista.
Siempre analizaba cada
acontecimiento,
cada combate.
Después
de cada combate, por muy duro que fuera, Safonov reunía a todos los pilotos
y analizaba las acciones emprendidas por cada uno. A veces uno de nosotros
aterrizaba con el avión lleno de impactos. Safonov reunía a todos alrededor
de ese avión y empezaba a describir cómo se había recibido cada uno de los
impactos: “este impacto lo recibiste cuando no te diste cuenta de que te
disparan, este – cuando hiciste “esto” y “esto”. Pero si hubieras hecho
“esto” y “esto”, esto no hubiera pasado”. Safonov
era
muy
observador
– tenia ese talento.
Siempre
pensaba en mejorar. Gracias a Safonov, a los I-16 fueron incorporados los
cohetes RS. Armar a los “Hurricane” con los RS, con cañones y ametralladoras
“Berézin” también fue idea suya.
Safonov
sabía asumir responsabilidades. Nosotros éramos los primeros en empezar a
volar en pareja. Y cuando sustituíamos el armamento de los “Hurricane”, los
ingleses empezaron a protestar: “como es posible…, sin nuestro
consentimiento… nuevo armamento…”. Y el contesto:
“¡Chorradas!
La guerra lo perdonara todo.
Lo haremos bajo mi responsabilidad”.
Tenia
otra virtud importante – prácticamente no tomaba alcohol. Jamás lo había
visto beber el vodka. Por las tardes cuando nos reuníamos, se tomaba sus
25-50 gramos de vino tinto y nada más.
No
fumaba.
Era muy
estudioso.
Leía mucho y era muy culto.
Sabía hablar: hablaba bonito, exacto y corto.
Podía
hablar con palabrotas – ya sabes que la gente a menudo no entiende el
lenguaje normal. Pero Safonov utilizaba este lenguaje en situaciones
adecuadas y siempre con razón. Durante los combates – sin comentarios, todos
lo hacíamos, se oían más palabrotas que palabras normales. Pero insultar a
alguien – jamás.
A.S. ¿Cuál de las cualidades de un piloto era considerada la mas importante
por Safonov?
N.G.
Primero – saber disparar bien. Pero no solo disparar bien sino disparar como
Safonov - sin fallar, “por los remaches”.
Segundo
– saber maniobrar. Saber acercarse de forma correcta, saber colocarse a una
buena distancia de tiro.
Tercero
– ¡“mirar”! La circunspección – es la base de todo.
Detectar – maniobrar, acercarse – abrir fuego – ¡derribar! Ésta era su
formula.
A.S. Actualmente se esta cuestionando la cuenta particular de victorias de
Safonov. ¿Es cierto que había derribado personalmente 22 aviones alemanes?
N.G.
Seguramente habría derribado más.
Safonov
disparaba de forma excelente y en ocasiones derribaba dos o tres aviones
alemanes en un solo combate. Pero Safonov tenia una regla: “no registrar en
su cuenta personal más de un avión derribado en un mismo combate”. Así que
Safonov “regalaba” a sus puntos todos los derribos “sobrantes”. Recuerdo
bien un combate, donde Safonov derribó tres aviones. Justo después de
aterrizar dio la orden de repartir los derribos de la forma siguiente: uno
se anotó en su cuenta personal, otro – fue anotado en la cuenta de Semenenko
(Petr Semenenko era el punto de Safonov) y el tercero – en la cuenta de otro
piloto. Petr se levantó y dijo: “¡Pero camarada comandante, yo no hice ni un
solo disparo este combate!
¡Ni siquiera tengo perforada
la tela!». (Cuando
teníamos los “Hurricane”, las aspilleras de las ametralladoras se tapaban
con tela para evitar que se encasquillen por el polvo. A.S.). Y Safonov le
contestó: “¡Tu no disparaste pero yo si, y yo disparé porque tu me creaste
las condiciones para disparar!”. Y esto pasaba a menudo.
A.S. ¿Nikolay Gerásimovich, cuantas veces le derribaron a Usted?
N.G.
Me dañaron el avión en dos ocasiones.
A.S. ¿Podría explicar con más detalle como fue la primera vez?
N.G.
Yo era el líder de la pareja, íbamos con los P-40 “Tomahawk”, escoltábamos a
los Shturmovik. De repente nos encontramos con varios “Messerschmitt”.
Veo
que
una pareja de “Messerschmitt” empieza a atacar, y me lanzo en un ataque
frontal para cortarles el paso. El ángulo de tiro resulto ser muy
insatisfactorio, pero disparé una ráfaga corta, no tanto para derribarlo
como para darle un aviso: “¡te vi, lárgate!”
En
estas ocasiones habitualmente los alemanes se retiraban, pero esta vez veo
que el líder alemán se cubrió de humo – abrió el fuego. Recuerdo que pensé:
“no me hará daño” – ¡e instante después veo un fogonazo, estruendo, crujido,
humo! Me quedo como inconsciente durante varios segundos, luego reacciono.
Veo que estoy volando, pero el caza esta temblando, el panel de instrumentos
completamente destrozado por la metralla, todo lleno de impactos. Probé el
mando de avión y los pedales – el avión respondía a los mandos pero el
compensador quedó inoperativo.
Empecé
a averiguar la causa de la vibración. Resultó que la hélice quedo bloqueada
en la posición de paso grueso y no había manera de ponerla en paso fino.
Bajé las revoluciones del motor, hice un giro suave y me puse rumbo a la
base.
Cuando
aterrice, descubrimos los impactos de dos proyectiles disparados por el
“Messerschmitt”. El primero impactó en el cono de la hélice y dañó el
mecanismo del ajuste del paso. El segundo proyectil impactó justo en la
cabina, en el lado izquierdo.
Solamente en la tierra me di cuenta de que toda la parte izquierda de mi
cuerpo (básicamente el brazo y la cadera) estaba herida por la metralla
fina. Recibí en mi cuerpo aproximadamente cien impactos de metralla. Y lo
curioso es que mientras volaba hacia la base ni si quiera sentí dolor
fuerte. Sabía que estaba herido pero no pensaba que era para tanto. De
verdad.
Me
enviaron a un hospital de las Fuerzas Aéreas que estaba en la ciudad de
Severomórsk. Me sacaron parte de metralla, los trozos más grandes. Pero la
mayor parte de la metralla todavía está en el cuerpo. Gracias a Dios eran
pocos trozos que penetraron profundamente. Al cabo de unos días al hospital
ingresaron a varios náufragos del convoy PQ-17, casi todos con
congelaciones. En aquel entonces todos los hospitales y policlínicas estaban
llenos de los náufragos de este convoy. Me preguntaron si me importaría
trasladarme al hospital de mi regimiento, porque en el hospital faltaban
camas. Por su puesto dije que “si”.
Al
regresar a nuestro regimiento enseguida volví a volar, sin terminar los
tratamientos médicos. Yo en aquel entonces ya era un piloto experto, quien
si no iba a luchar con los alemanes.
A.S. ¡Vaya! ¡Impacto de un proyectil en la cabina! ¿Como es que Usted pudo
sobrevivir?
N.G.
Me salvo una peculiaridad del P-40. La posición del compensador se regulaba
mediante un gran engranaje de acero de 8-10 cm de diámetro y de 1,5–2 cm de
grosor. El engranaje y el compensador se conectaban entre si mediante una
cadena Gali. Este engranaje quedaba bajo la mano izquierda, así que
proyectil impacto justo en el engranaje. El proyectil no pudo atravesar
engranaje y precisamente por esto los trozos de metralla no fueron a parar
dentro de la cabina sino pasaron a lo largo del lado izquierdo del avión.
Por esto la metralla impactó en mi cuerpo con una trayectoria tangente.
A.S. Soy consciente de que no es una pregunta muy oportuna, pero, ¿como
valoraría la potencia de los proyectiles del cañón alemán?
N.G.
Potente. Como los proyectiles de nuestro ShVAK.
A.S. ¿Y como fue la segunda vez?
N.G.
También en un combate aéreo, pero esta vez iba con una “Cobra”. Nosotros
cuatro nos enfrentamos contra ocho “Messerschmitt”. Me dañaron el motor.
Tuve que hacer el aterrizaje de emergencia, ya que no pude llegar hasta la
base. Tuve suerte y no recibí ninguna herida.
A.S. ¿Tiene derribos no registrados en su cuenta personal?
N.G.
Si.
A.S. ¿Cuantos?
N.G.
Déjalo. Hablar de esto ahora es como “sacar los puños después de la pelea”.
A.S. ¿Tiene derribos en grupo o “victorias colectivas”?
N.G.
Tengo. Ocho. Victorias “deficientes”.
Déjalo.
No pongas nada de esto en tu articulo (¡Perdóneme, Nikolay Gerásimovich!...
A.S.).
Yo
oficialmente derribe a siete aviones. Esto si esta confirmado. Por tanto no
hablemos más de este tema.
A.S. Rudel en sus memorias dice: “… Los comandantes de la RAF que pilotaban
los “Hurricane” de lado de los rusos en la región de Múrmansk, en sus
memorias cuentan unas historias muy duras… De todos nuestros pilotos que
fueron derribados no quedaba con vida casi nadie…” (Citando a: Hans Ulrico
Rudel, “El piloto de un Stuka”. El texto ha sido tomado de la web de
“Millitera”. A.S.). ¿Que era eso tan “horrible” que vieron los británicos?
N.G.
No lo se. ¿Qué podían haber visto?
A.S. ¿Puede que fusilamientos?
N.G.
Anda que tu también… ¡Piensa! ¿Para que vas a eliminar a un piloto
prisionero? A nuestro regimiento a veces traían a los alemanes derribados,
para enseñarlos.
Recuerdo que Müller estaba muy cabreado: dijo que una vez durante el
aterrizaje uno de nuestros pilotos le disparó. Müller dijo que “los
auténticos caballeros no se comportan de esta forma” – disparar a un avión
dañado cuando esta aterrizando. Por lo que nosotros le contestamos: ¿!y
fusilar en el aire a nuestros pilotos que se lanzaron en paracaídas – es
como se comporta un autentico caballero?!”
Müller
no podía creer que fue derribado por Kolia Bokiy. Kolia de estatura era
mucho mas bajo que Müller,
y era mas estrecho de hombros. El comandante de nuestra brigada se llamaba
Petrujin, un hombre bastante impulsivo. Pues Petrujin le dijo a Bokiy:
“métele una buena ostia en la cara, y ya verás que te hará caso”. Nos reímos
mucho aquel día.
Los
alemanes siempre nos pedían enseñar al piloto que les derribo. Y cuando les
presentábamos a nuestro piloto, casi nunca se lo creían: “¿éste? ¿Derribó a
un piloto tan brillante como yo? ¡No es posible!”.
A.S. ¿Pasaba a menudo que los alemanes disparaban a los pilotos que se
lanzaron en paracaídas?
N.G.
Si, a menudo.
A.S. La pregunta que le voy hacer a continuación no es éticamente correcta,
así que si no quiere – no me conteste. ¿Usted alguna vez disparó a los
pilotos alemanes que se lanzaron en paracaídas?
N.G.
¡Jamás!
A.S. Bueno, creo que ya hemos hablado lo suficiente sobre temas generales.
Ahora tengo algunas preguntas más prácticas.
¿Los alicates que llevaban los I-16 para cortar los cables de control del
tren de aterrizaje eran especiales o eran alicates normales y corrientes?
He oído que estos alicates eran especiales, diseñados expresamente para este
fin. Estaban hechos en fábrica y se guardaban en un bolsillo de lona. ¿Esto
es cierto?
N.G.
Existían alicates especiales, es cierto, pero la mayoría de los pilotos
llevaban alicates normales.
A.S. He oído que dentro de la cabina del I-16 había un dispositivo-indicador
de la posición del tren de aterrizaje. El dispositivo se encontraba entre el
parabrisas y el panel de instrumentos. Estaba formado por una flexible
manguera metálica, dentro de la cual se desplazaban unos cables con clavijas
en las puntas. Una zona de la parte superior de la manguera estaba abierta.
Cuando en esta parte se veían las clavijas – esto quería decir que el tren
de aterrizaje esta subido.
N.G.
Si, es correcto. Dentro de la manguera pasaba un cable con cursores. Además,
los indicadores de la posición del tren de aterrizaje estaban duplicados:
otras clavijas se encontraban en las alas.
A.S. ¿Acoplaban los esquíes a los I-16 y los “Hurricane”?
N.G.
I-16 tenía la posibilidad de acoplar unos esquís especiales, pero nosotros
nunca los utilizábamos. Nos faltaba la velocidad sin esquíes, y si encima
acoplas esto… “Hurricane” no tenia esquís. En cuanto yo sepa, ni siquiera se
proyectaron.
A.S. ¿Instalaban algún armamento no estándar en los I-16 u otros aviones?
¿Aumentaban la potencia de fuego de los I-16 de las primeras series?
N.G.
Como te decía antes – se instalaban ametralladoras de gran calibre y los
cohetes RS. No he oído hablar de otras mejoras de la potencia de fuego.
A.S. ¿La sustitución del motor M-25 por M-62 o M-63 del caza I-16 se
realizaba en los talleres o directamente en el regimiento?
N.G.
No. Ni en el regimiento ni en los talleres.
A.S. ¿Como disparaban con los RS? (¿Disparaban en los aviones enemigos?
¿Como se ajustaba la distancia de tiro? ¿Había mucha dispersión de fuego?
¿Como determinaban la distancia de tiro?).
N.G.
La distancia de tiro era determinada mediante el alza. La decisión de abrir
fuego era tomada por cada piloto cuando lo veía conveniente. Abríamos fuego
a salvas. Apuntábamos en un avión determinado, pero dado que había demasiada
dispersión, no había posibilidad de realizar tiros de precisión. Pero
abriendo el fuego a salvas y con los detonadores a distancia puestos, se
obtenían resultados satisfactorios.
A.S. ¿A que distancia de tiro se ajustaban las ametralladoras alares?
N.G.
Ahora mismo no me acuerdo exactamente. Las ametralladoras se ajustaban en el
campo de tiro, disparábamos en una diana especial. Se ajustaban a unos
100-200 metros, si no recuerdo mal. Acuérdate que habríamos fuego “cuando se
podía distinguir los remaches”.
A.S. ¿En un combate maniobrable era mucho mas difícil acertar con las
ametralladoras alares y sincronizadas en comparación con el cañón-motor?
N.G.
Acertar con el armamento alar es mas difícil.
El
armamento alar exige más precisión a la hora de determinar la distancia de
tiro. Además, existe una mayor dispersión de fuego y adicionalmente el
armamento alar tiene una zona muerta bastante amplia. Pero yo no podría
decir exactamente si es mucho más difícil o no.
A.S. ¿Se desviaba mucho el avión mientras se disparaba? Hágame una
comparación entre el siguiente armamento: alar, sincronizado, cañón-motor;
ShKAS, BS, ShVAK.
N.G.
Disparando con los cañones y con ametralladoras – no. Pero durante el
lanzamiento de los RS – si. Es el avión
temblaba y
se movía
de
un
lado a otro.
A.S. ¿Podría decir algo sobre los RS de 57 mm? Parece un calibre no
estándar.
N.G.
Los RS de 57 mm se utilizaban solamente a principios de la guerra. Eran de
las reservas fabricadas antes de la guerra. A finales del 1942 los gastamos
por completo y el resto de la guerra utilizábamos únicamente los RS del
calibre 82 y 132 mm.
A.S. Usted personalmente como disparaba: ¿tiro con corrección por trazadoras
o tiro directo? ¿Con que deflexión se disparaba desde los 1/4, 2/4? (¿Como
se determinaba el ángulo?).
N.G.
Normalmente disparábamos con tiro directo. Disparábamos desde una distancia
mínima, cuando se podía distinguir los remaches.
Para
obligar al enemigo a girar, a cambiar de trayectoria de vuelo, o cuando no
había posibilidad de derribarlo con seguridad por culpa de una distancia
larga – disparábamos con balas trazadoras, con deflexiones hasta 4/4. La
deflexión se determinaba por la rejilla del alza.
A.S. ¿Cual era el consumo de munición durante el combate?
N.G.
EL gasto de munición dependía del tipo de combate realizado. El mayor
consumo se producía en las misiones de escolta de bombarderos o de los
Shturmovíc. En este tipo de combate a menudo se dispara con ráfagas largas,
realizando el de fuego de detención. En un combate así a menudo no te
llegaba la munición.
A.S. ¿Hubo casos cuando los aviones derribados por los cazas se anotaban en
la cuenta de los artilleros de los bombarderos o al personal de la
artillería antiaérea?
N.G.
Supongo que si, sobre todo cuando no había fotocontrol. En el combate todo
el mundo esta disparando, y es difícil determinar quien derribó un avión.
A.S. ¿Qué se entiende por el termino “vuelo de combate”?
N.G.
Un vuelo se consideraba “de combate” cuando realizabas una misión de
combate.
A.S. ¿Hubo casos cuando un vuelo no era considerado como vuelo de combate
porque el piloto no cumplió su misión?
N.G.
Por su puesto. ¿Si no cumpliste tu misión, por que te la tienen que
considerar como cumplida?
A.S. ¿Un vuelo de combate y un combate aéreo, no es lo mismo, verdad?
N.G.
No. Un vuelo de combate puede producirse sin combate aéreo. A menudo cuanto
te encontrabas con los aviones enemigos, el combate aéreo no se producía. Un
combate aéreo – es cuando ambos bandos intentan cumplir sus misiones,
realizando un combate aéreo maniobrable, y cuando atacan unos a otros de
forma activa. Si no hubo un combate maniobrable activo – no era considerado
como un combate aéreo. Simplemente era vuelo de combate.
Por
ejemplo, estamos escoltando a un convoy. ¡Empieza la fiesta! “A la derecha –
los “Messerschmitt”!” – nos lanzamos a la derecha. Un par de ráfagas un en
ataque frontal – y nos separamos. “A la izquierda – los “Junkers”!” – nos
lanzamos a la izquierda. Ellos nos ven atacar, lanzan sus bombas al mar y se
dan a la fuga. “Atrás los Messerschmitt!” Otro ataque frontal, nosotros
disparamos un par de ráfagas, ellos también – nos separamos otra vez. Y así
sucesivamente, das vueltas encima del convoy, te tiras de un lado para otro,
llegas a la base completamente mojado de sudor, pero esto no se consideraba
un combate aéreo. Simplemente se consideraba como vuelo de combate.
A.S. ¿Como se comunicación con el convoy, los marines os guiaban hacia los
cazas enemigos?
N.G.
Básicamente nos comunicábamos por radio, pero no siempre. A menudo los
marineros nos indicaban la posición de los aviones enemigos mediante
bengalas rojas, sobre todo cuando no había comunicación por radio.
A.S. ¿Podría comparar la dificultad de pilotar los I-16, I-15, LaGG,
“Hurricane” y etc.?
N.G.
El más complicado de pilotar era I-16, los demás eran más fáciles. Pero el
pilotaje de cada avión tiene sus particularidades y dificultades. Todo
depende del nivel de cada piloto.
A.S. Cuando pilotaban los I-16 durante el invierno, ¿se ponían monos de
piel? En caso afirmativo, ¿empeoraba la circunspección?
N.G.
En los combates no llevábamos monos de piel. Eran demasiado voluminosos e
incómodos, dificultaban movimientos de cuerpo e impedían realizar la
circunspección. Volábamos con los pantalones acolchados, chaqueta sin cuello
y con bufanda de lana.
A.S ¿Utilizaban cinturones de seguridad de hombros?
N.G.
Si. Aunque a veces únicamente utilizábamos los de cintura.
A.S. ¿Que visibilidad trasera tenia el I-16? Por ejemplo, ¿se veía el
estabilizador vertical de cola, se podía observar el espacio detrás del
estabilizador, se podía asomarse para mirar hacia atrás?
N.G.
¡Nos asomábamos tanto que se veía la pata trasera! Si puedes llegar a ver la
pata trasera – significa que controlas bien la semiesfera trasera, sabes
mirar atrás.
A.S. ¿Para derribar a un bombardero cual era el consumo de munición para
dañar determinadas partes? ¿Era difícil matar al artillero, al piloto? ¿En
que parte del bombardero se disparaba normalmente?
N.G.
Cuando se atacaba un bombardero, procurábamos sobre todo disparar en los
motores. Aunque no lo derribas, lanzara sus bombas antes de llegar al
objetivo. Normalmente disparábamos en la cabina del artillero cuando
atacábamos por debajo.
El
consumo de munición dependía del tipo de armamento. Por ejemplo, para
derribar un Ju-88 con un solo ataque de P-39, se gastaba 2-3 proyectiles de
37 mm y unas 20-40 balas del calibre 12,7 mm.
A.S. La pregunta que le voy a hacer poco tiene que ver con los cazas, pero
en su opinión, ¿el “Ju-88” como bombardero de picado era mejor que “Pe-2”?
N.G.
Ju-88 jamás bombardeaba en picado, siempre bombardeaba en vuelo horizontal.
A.S. Pero según los manuales el Ju-88 era un bombardero de picado.
N.G.
¿No te estarás confundiendo? Los alemanes tenían al Ju-87 como bombardero de
picado. Este solamente bombardeaba en picado. Bombardeaba bien, pero era muy
lento. Derribarlo era bastante fácil. Si no recuerdo mal, los alemanes
dejaron de utilizarlo en el Norte a partir de mediados del 1944.
Pero
Ju-88? Nunca lo había visto bombardear de picado, ni tampoco he oído que
bombardeaba en picado.
A.S. ¿Nuestros pilotos se orientaban “por horas”? (por ejemplo – “el enemigo
a las dos”). Si no es así, ¿como determinaban la posición?
N.G.
Negativo, no nos orientábamos “por horas”. Era mas simple –
“derecha-arriba”, “izquierda-abajo”, “atrás” y etc.
A.S. ¿Era difícil lanzarse en paracaídas desde un “Hurricane”, P-40, LaGG-3?
¿A gran velocidad el parabrisas se abría sin problemas?
N.G.
El parabrisas se abría sin problemas. Los métodos de lanzarse en paracaídas
desde estos aviones eran prácticamente idénticos.
A.S. ¿Podría comparar la resistencia a los daños en un aterrizaje de
emergencia de los aviones I-16, LaGG, “Hurricane”, y etc.? ¿Era peligroso
el aterrizaje de emergencia, existía la posibilidad de reparar el avión?
N.G.
En el Subantártico teníamos la opción de aterrizar en los lagos congelados.
Como regla general, un aterrizaje de emergencia en estos aviones no
presentaba dificultades. Posteriormente los aviones eran evacuados y
reparados en los talleres. A veces los aviones sufrían daño incluso durante
el transporte desde el lugar de aterrizaje hasta los talleres.
A.S. ¿Podría comparar la capacidad de resistencia al fuego de los aviones
I-16, “Hurricane”, y otros?
N.G.
Normalmente los cazas volvían a la base con impactos de ametralladoras de
pequeño calibre, en menor medida con impactos de ametralladoras de gran
calibre y muy rara vez con impactos de cañones (proyectiles perforantes).
Comparando los daños sufridos por cada tipo de avión, no había mucha
diferencia.
A.S. ¿Cuantos aviones tenia un regimiento?
N.G.
La cantidad de aviones dependía del tipo de misiones que realizaba el
regimiento y también del nivel de preparación de los pilotos enemigos.
Como
media, nuestro regimiento tenia unos 30-40 cazas, pero hubo momentos cuando
en el regimiento podían haber quedado solamente 8-10 aviones, y en ocasiones
incluso menos.
A.S. ¿Como calificaría la defensa antiaérea de nuestros aeródromos?
N.G.
La defensa de nuestros aeródromos formaba parte del sistema de defensa de la
Marina.
Un
aeródromo normalmente era protegido por 5-6 baterías de cañones de 20 y
37mm. Se utilizaban para proteger los aviones durante las maniobras de
despegue y aterrizaje, y también para rechazar los ataques de los
bombarderos.
A.S. Cuando Usted me hablo sobre el “Hurricane”, a mucha gente le sorprendió
el hecho de que llevaban “el camuflaje del desierto”. ¿Realmente se trataba
de camuflaje amarillo, o bien era el camuflaje ingles del color
verde-marrón?
N.G.
Nosotros teníamos unos 15-20 “Hurricane” con “camuflaje del desierto” (así
es como lo llamábamos nosotros). El camuflaje estaba compuesto por unas
grandes manchas amarillas y marrones. El resto de aviones entregados a
nosotros por los pilotos ingleses llevaba en camuflaje ingles estándar – de
color verde-marrón.
A.S. Otra pregunta sobre el camuflaje: ¿podría precisar si ustedes volvían a
pintar las superficies inferiores de vuestros aviones adquiridos por medio
de “Lend-Lease” en “nuestro” color azul, o se dejaba el color gris? Y en
general, ¿se solía volver a pintar los aviones en “nuestros” colores? ¿Se
pintaban las matriculas de los aviones en color plateado? ¿Se pintaban los
aviones con cal durante el invierno?
N.G.
Los aviones americanos nunca he habían vuelto a pintar. Tampoco utilizábamos
cal. Pero es cierto que los P-40 nos venían con signos distintivos
americanos – con estrellas blancas. Nosotros pintábamos nuestras estrellas
rojas directamente sobre las blancas. Las matriculas y los conos de hélice
también se pintaban de color rojo. Por lo demás, no se volvía a pintar otras
partes del avión.
A.S. Dicen que el “Kittyhawk” de Safonov era de color azul. ¿Esto es cierto?
N.G.
Si no recuerdo mal – no. Era de color estándar: oliva-verde.
A.S. ¿Había algunas particularidades o dificultades en el mantenimiento del
“Hurricane” en comparación con otros aviones?
N.G.
No. Si no recuerdo mal, la explotación y el mantenimiento del “Hurricane” no
presentaban ninguna dificultad. Todos los trabajos de mantenimiento se
realizaban siguiendo las instrucciones de los manuales, elaborados en Gran
Bretaña. Lo mismo en caso de la vida útil del avión.
A.S. Usted había dicho que la explotación de los aviones importados ayudó a
mejorar considerablemente nuestra “cultura de aceite”. ¿Podría poner algún
otro ejemplo de mejoras en algún aspecto técnico que nos aportó la
explotación de los aparatos extranjeros?
N.G.
No. No se me ocurre nada más.
A.S. En varias publicaciones se dice que el P-40E “Kittyhawk” fue entregado
a Safonov por una delegación americana, pero Usted ha dicho que fue
entregado directamente por la VVS. ¿Esta seguro de ello?
N.G.
Podría suceder de manera siguiente: la delegación americana entregaba los
aviones a la VVS, y VVS en su lugar los entregaba a Safonov. Pero dudo mucho
que el avión fuera entregado directamente a Safonov. De todas formas, en el
regimiento no hubo ningún acto solemne de entrega, de esto estoy seguro.
A.S. Nikolay Gerásimovich, ¿podría Usted recordar, confirmar o negar la
existencia en su regimiento de un P-40 con un sobrescrito que decía “¡Por
Safonov!”? Este avión en el estabilizador vertical tenía dibujado un as de
picas con un ancla. ¿De quien era este avión? Y en general, ¿los pilotos de
su regimiento solían llevar escudos personales dibujados en sus aviones?
N.G.
No recuerdo ningún avión en nuestro regimiento con este sobrescrito.
Nosotros no dibujábamos ni ases ni anclas. Tampoco teníamos escudos
personales.
Posiblemente este avión existía, pero seguramente estaba en el regimiento
IAP N78. Les encantaba dibujar estas cosas. En el morro del avión dibujaban
las mandíbulas del tiburón, esto si lo vi y lo puedo confirmar.
Pero
Safonov durante una temporada volaba con un sobrescrito puesto en su I-16
que decía: ”¡Por el VKP!”
(“Por
el Partido Comunista de la URSS”.
Nota de HR).
A.S. ¿Por cierto, como se suministraban los repuestos?
N.G.
Los repuestos de suministraban de forma centralizada. Los repuestos para los
aviones extranjeros venían en los contenedores junto con los propios aviones.
Los repuestos eran depositados en los almacenes, y en la medida de lo
necesario se iban enviando a los destacamentos.
A.S. Nikolay Gerásimovich, en general, ¿cuantos tipos de aviones pilotó
Usted?
N.G.
Vamos a ir por orden:
Antes de la guerra: Po-2, R-5, I-15bis, I-16 tipo 4, 5, 10, 17 y 21, UTI-4.
Durante la guerra: I-16 tipo 28 y 29, LaGG-3, MiG-1, “Hurricane”, P-40
“Kittyhawk” y “Tomahawk”, casi todos los tipos de P-39 “Airacobra”, UT-2,
UT-1.
Después de la guerra: Yak-1b, Yak-7b, Yak-9, Yak-11, P-63 “King Cobra”,
La-9, La-11, Yak-12, Yak-18, MiG-15, UTI-MiG-15, MiG-17, MiG-19R,
MiG-19SPSV, Yak-25, Yak-28, Su-9, Su-15, Su-15UT, An-14, IL-14, Tu-124,
L-29, An-2.
Realicé dos o tres vuelos en un MiG-21, pero no pude conocerlo a fondo. Creo
que esto es todo.
A.S. ¿Cuales es su avión favorito del periodo de posguerra y cual es el
menos querido?
N.G.
Yo tenía varios aviones favoritos:
El
MiG-19 de la última serie PM.
El
Su-15 – era muy buen avión, fiable, con dos motores.
El Su-9
era muy bueno para el “pilotaje”. Yo con este avión realizaba todo el
complejo de figuras de alto pilotaje, pero este avión tenia un motor muy
poco duradero – “¡era desechable!”. En cuanto yo sepa, el motor era de un
misil. No estaba diseñado para ser utilizado en un avión normal, para el uso
recurrente. Perdimos a muchos pilotos por los fallos de este motor. Luego el
motor fue mejorado y el Su-9 se convirtió en un buen caza.
A.S. ¿Por que el Su-9 no evolucionó para ser un caza de frente?
N.G.
No lo se. Creo que por culpa del motor. Aunque su fuselaje era ideal para
ser un caza de frente. Era un avión único en sus cualidades de pilotaje, por
esto me gustaba tanto.
A.S. ¿Y su avión menos querido?
N.G.
Quizás el Yak-28.
Primero
– porque era un avión extraño, era raro. Era pesado, aunque tenía unos
buenos y potentes motores.
Segundo
– porque durante el vuelo supersónico aparecían grietas en el fuselaje.
Después de realizar vuelos a velocidad supersónica los ingenieros tenían que
arreglar el fuselaje, taladrando las grietas con brocas de 2mm.
Tercero
– por mucho que practiques los aterrizajes, era imposible aterrizar dos
veces en el mismo punto. Parece que estas cumpliendo estrictamente todos los
regimenes de vuelo, pero avión o volaba o caía al aterrizar. Siempre tocaba
la pista en la parte donde quería el y no donde quería el piloto.
Cuarto
– porque el funcionamiento de la radiobrújula era insatisfactorio, por eso
en las condiciones meteorológicas complicadas era difícil de pilotarlo. La
radiobrújula estaba instalada en el estabilizador vertical de cola, y cuando
el estabilizador vibraba, la aguja del indicador también se movía de un lado
a otro. Por eso teníamos que orientarnos no por la posición de la aguja sino
por el centro de sus desplazamientos.
Por eso
no yo quería al Yak-28. Nadie lo quería por esto.
A.S. Muchas gracias por la entrevista tan interesante.
Mayo del 2003.