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Héroe de la URSS, Mayor de la Guardia

M.I. STEPÁNOV

"Los ataques de Shturmovik sobre el núcleo aéreo de

Kharkov"

Informe del combate

Biografía del piloto

 

Combate realizado con: IL-2

Los ataques de Shturmovik sobre el núcleo aéreo de Kharkov

 

Durante la Guerra Patriótica en varias ocasiones participé en los ataques sobre aeródromos enemigos. El ataque sobre un aeródromo se considera como una de las misiones más complicadas para la aviacion de asalto. La mayoría de los aeródromos enemigos se encuentran muy alejados de la línea del frente, por tanto los Shturmovik están obligados a traspasar toda la banda táctica de la defensa enemiga, repleta de la artillería antiaérea y de puestos de observación antiaérea.

 

Como norma general, los aeródromos están fuertemente defendidos por la artillería antiaérea y los cazas de defensa aérea, sobre todo cuando se trata de una agrupación de aeródromos formando un importante núcleo aéreo, cuando se encuentran en las cercanías de una gran ciudad o cuando se encuentran al lado de un nudo de comunicación terrestre.

 

Todos estos factores incrementan muy considerablemente el nivel de dificultad del ataque para los Shturmovik. La probabilidad de encontrarse con los cazas enemigos aumenta. La artillería antiaérea dispone de suficiente tiempo para prepararse para rechazar el ataque.

 

Por tanto, es necesario recurrir a diversas tácticas de desorientación para engañar y confundir al enemigo, realizando un ataque sorpresa y causando el máximo daño posible.

 

Recuerdo una serie de ataques sobre los aeródromos de Kharkov-Aleshki y Kharkov-Sokolniki, muy característicos por su metodología y eficacia.

 

Entre ambos ataques pasaron 3 meses, y por tanto la situación en el frente había cambiado radicalmente.

 

El primer ataque fue realizado 6 de mayo del 1943. Atacamos el aeródromo Kharkov-Aleshki. Era el momento cuando los alemanes se preparaban frenéticamente para tomar la revancha en Stalingrado y concentraban enormes medios materiales y tropas en la zona de Belgorod-Kursk.

 

Nuestra aviacion de reconocimiento había detectado una gran concentración de aviones enemigos en los aeródromos del núcleo aéreo de Kharkov.

 

Nuestro regimiento estaba emplazado en el aeródromo de Solonets-Polyana (Nuevo Oskop). Recibimos órdenes para realizar la siguiente misión: destruir los bienes materiales, aviones y aniquilar al personal del aeródromo Harkov-Aleshki.

 

El núcleo aéreo de Kharkov estaba fuertemente defendido por la artillería antiaérea. Sobre sus aeródromos permanentemente estaban patrullando los cazas Me-109 y FW-190.

 

El enemigo utilizaba parte de su aviacion de forma periódica contra nuestras tropas y vías de comunicación, por consiguiente, la mayor parte de su aviacion solía encontrarse en el aire. Además, el enemigo defendía con los cazas las posiciones de sus tropas de tierra. Por tanto, teníamos que atacar en el momento adecuado, cuando los aviones enemigos se encuentren estacionados en el aeródromo, evitando al mismo tiempo el encuentro con sus cazas.

 

Por otro lado, había que tener en cuenta la gran saturación de tropas enemigas en la zona táctica que teníamos que sobrevolar, y por consiguiente, la gran cantidad de medios de defensa antiaérea. Adicionalmente, la propia defensa antiaérea de Kharkov era muy densa.

 

Todos estos factores creaban dificultades añadidas.

 

El comandante de regimiento tomó la siguiente decisión: el grupo tenia que despegar antes del amanecer para realizar el ataque antes del comienzo de la actividad en el aeródromo, llegando en aquel momento cuanto todos los aviones enemigos estén estacionados en tierra. De esta manera podíamos causar el mayor daño posible y evitar el encuentro con sus cazas.

 

Me encargaron liderar el grupo de 12 aviones IL-2, escoltados por 12 cazas Yak-1. Éramos muy conscientes de la complejidad de la misión, por lo cual el día anterior realizamos una minuciosa preparación.

 

Otro factor que creaba dificultad adicional era el despegue en la oscuridad, la reunión del grupo y la orientación en oscuridad sobre la ruta.

 

En la tarde del día anterior realizamos una minuciosa preparación, simulando diversos escenarios de combate, tanto para el grupo de los IL-2 como para el grupo de escolta. Los cazas de escolta estaban emplazados en nuestro aeródromo. Cada uno de los pilotos analizó los planos del aeródromo enemigo. Cada escuadrilla del grupo tenia asignado su propio objetivo. Se había asignado una escuadrilla de IL-2 especialmente para neutralizar la artillería antiaérea. Esta escuadrilla debía atacar a los antiaéreos con bombas de pequeño calibre, con los cañones y ametralladoras.

 

Despegamos en la oscuridad sin incidencias, gracias a que para la misión se había seleccionado a los pilotos y comandantes de escuadrilla con mayor experiencia; utilizamos reflectores antiaéreos y hogueras para iluminar las pistas, los líderes de escuadrillas llevaban puestas las luces de navegación.

 

Fig.55 (pulsar para abrir)

 

La formación de vuelo era la siguiente: dos grupos de 6 IL-2 iban en columna, y cada uno de estos grupos estaba formado por “cuña de escuadrillas”. Dicha formación nos garantizaba una mejor defensa contra los cazas, los artilleros podían actuar de forma coordinada y conjunta. Dicha formación también nos permitía efectuar el bombardeo con mayor densidad.

 

Los cazas de escolta iban detrás de nuestra formación, colocándose por los flancos y casi a la misma altitud que nosotros para evitar perdernos en la oscuridad.

 

Hasta la línea del frente íbamos ganando altitud, llegando alcanzar 1500m (Fig.55).

 

Cuando cruzamos la línea del frente el grupo comenzó el descenso, para:

 

- incrementar la velocidad de vuelo;

- para permanecer el menor tiempo posible sobre el territorio enemigo;

- para poder realizar mejor las maniobras de esquiva de los antiaéreos.

 

Los antiaéreos enemigos abrieron fuego en varias ocasiones, pero no llegaron a alcanzar a ningún avión: todas las explosiones quedaban detrás de nuestra formación.

 

Nos acercamos al aeródromo enemigo a 800-900m de altitud. Desde esta altitud comenzamos el ataque, realizado en planeo con un ángulo de 30 grados hasta alcanzar 200-300 de altitud. Lanzamos las bombas, los cohetes RS, disparamos con los cañones y ametralladoras.

 

Cada escuadrilla atacó su propio objetivo que había sido asignado previamente.

 

La retirada del objetivo al finalizar el ataque fue realizada con un giro a derechas y con el posterior descenso hasta pasar a vuelo rasante, volando en dirección al bosque que se encontraba al este del aeródromo.

 

Cuando estábamos sobre el objetivo, la artillería antiaérea abrió un fuego de gran intensidad. Pero no sufrimos ni una sola baja, dado que el grupo podía maniobrar bien gracias a:

 

- la buena reserva de velocidad;

- el picado poco pronunciado;

- la maniobrabilidad individual de cada tripulación;

- y la realización de la retirada del objetivo mediante un giro a derechas.

 

Durante la retirada del objetivo un grupo de 8 Me-109 intentó atacarnos,  pero nuestros cazas de escolta trabaron en combate a 6 de ellos. Los otros dos intentaron atacarnos, pero nuestros artilleros rechazaron su ataque, derribando a uno de ellos. Ni los IL-2 ni los Yak-1 no sufrieron ni una sola baja a causa de los cazas (Fig.56).

 

Durante el ataque detectamos en el aeródromo entre 10 y 15 Ju-88, hasta 25 Me-109 y 10 aviones de modelo no identificado.

 

Como resultado de nuestro ataque, eliminamos a 2 Ju-88 y 9 Me-109. Los incendios de estos aviones fueron observados por los artilleros aéreos y por los cazas de escolta.

 

También hubo explosiones de bombas de pequeño calibre en el aparcamiento de la parte norte del aeródromo, donde se encontraban estacionados 15 aviones. La escuadrilla destinada para neutralizar la artillería antiaérea cumplió su misión con éxito, neutralizando a dos baterías antiaéreas.

 

La carga bélica del grupo fue constituida por FAB-100, FAB-50, M-9, AO-25, PTAB, el fuego de los cañones, ametralladoras y cohetes RS.

 

En la ruta de vuelta sobre el territorio enemigo, el vuelo era realizado “en olas” (a 150m de altitud) para poder garantizar la maniobrabilidad y al mismo tiempo para tener la posibilidad de disparar con el armamento delantero sobre todo aquello que nos disparaba desde la tierra durante toda la ruta de vuelta. Las piezas de artillería antiaérea que nos encontrábamos por el camino eran neutralizadas con éxito mediante el armamento delantero de los IL-2.

 

Este ataque demuestra que una correcta valoración de la situación y una buena planificación, sobre todo en cuanto a la selección del momento de ataque y el método de ataque, una minuciosa preparación de vuelo, la correcta selección de la ruta y del perfil del vuelo, las decididas acciones de las tripulaciones – todo esto ha permitido cumplir nuestra misión con éxito.

 

 

Fig.56 (pulsar para abrir)

 

He de destacar que las posteriores misiones no eran una copia de la misión anterior. Al cabo de 3 meses tuve que participar en otra misión de ataque sobre el mismo núcleo aereo, pero debido a que la situación se había cambiado por completo, en el plan de la misión fueron introducidas diversas modificaciones.

 

EL ATAQUE SOBRE EL AERÓDROMO KHARKOV- SOKOLNIKI DEL 10 DE AGOSTO DE 1943.

 

La situación era muy diferente a la de hace 3 meses. El enemigo sufrió una derrota en Belgorod-Kursk y se iba retirando hacia Kharkov, oponiendo una fuerte resistencia.

 

La situación era muy tensa, tanto en la tierra como en el aire. Los alemanes continuamente lanzaban al combate nuevas unidades. Lo mismo pasaba en el aire.

 

Recibimos la orden de atacar al aeródromo por la noche. Pero la experiencia obtenida en los duros combates anteriores nos posibilitó prepararnos para el vuelo en un plazo muy breve y con todo el rigor.

 

Se planificaba atacar el aeródromo con un grupo de 18 aviones IL-2, escoltados por 12 cazas Yak-1.

 

Despegamos al amanecer. En el aire el grupo fue reunido sobre el aeródromo.

 

Nos pusimos en formación de tres grupos de 6 IL-2 en cada uno, puestos en columna. Cada grupo iba en formación de “cuña de escuadrillas”.

 

Seguidamente todo el grupo se dirigió en trepada hacia el otro aeródromo donde estaban emplazados los cazas de escolta. El aeródromo de los cazas se encontraba a 40km de nuestro aeródromo. A pesar de que en el aeródromo de los cazas se encontraba el Oficial de Comunicaciones dotado de un canal de comunicación telefónico con nuestro aeródromo, el encuentro con los cazas de escolta fue efectuado con grandes dificultades, derivadas de la pésima visibilidad. Para encontrar a los cazas, tuvimos que usar la radio. Era una medida extrema, dado que no era recomendado utilizar los radiotransmisores (para ocultar mejor nuestro ataque).

 

El vuelo fue muy tenso. A pesar de las previsiones meteorológicas, cuando cruzamos la línea del frente, por delante de nosotros a un rango de altitud de 110-1.200m apareció nubosidad. Pero esta nubosidad fue aprovechada por nosotros.

 

El frente de las nubes empezaba desde las vías ferroviarias Kharkov-Belgorod e iba dirigido hacia el oeste. Los IL-2 ganamos altitud hasta alcanzar 1400-1500m y sobrevolamos la cota superior de la nubosidad. Todo el territorio al este de las vías ferroviarias y de la carretera era perfectamente visible, lo que nos facilitaba una buena orientación.

 

Configuramos la ruta de vuelo de la forma para poder aparecer sobre el aeródromo de Sokolniki por noroeste, desde la retaguardia enemiga, al mismo tiempo evitando sobrevolar el aeródromo de Aleshki que estaba ubicado sobre nuestro camino.

 

La salida de ataque tenía que ser realizada con un giro a izquierdas (Fig.57).

 

Cuando estábamos seleccionando las maniobras de entrada, tuvimos en cuenta los errores cometidos en las anteriores misiones. Para poder acercarse al aeródromo sin ser detectados, cambiamos de táctica. En la otra ocasión entramos por el Este, y los aviones eran visibles sobre la parte clara del horizonte, por lo que la artillería antiaérea nos pudo detectar con antelación. Esta vez decidimos entrar por el Oeste, por la parte oscura del horizonte. Esta táctica había funcionado bien.

 

Cuando nuestro grupo se acercó al aeródromo, los antiaéreos no pudieron abrir fuego de precisión porque nos descubrieron demasiado tarde. Solamente pudieron abrir fuego de barrera, pero nosotros superábamos esas barreras fácilmente, realizando pequeños cambios de rumbo para esquivarlas.

 

Nuestro ataque fue realizado totalmente por sorpresa. La ciudad de Kharkov era perfectamente visible, lo que nos ayudó a la hora de localizar el aeródromo.

 

Realizamos el ataque en grupos de 6, en un picado pronunciado de hasta 40 grados. Por lo visto, a estas horas en el aeródromo ya había comenzado el trabajo, dado que había movimiento y muchos aviones estaban rodando por las pistas de maniobra o estaban estacionados en pista preparados para efectuar el despegue. Además, se había concentrado una gran cantidad de aviones en los aparcamientos, sobre todo cerca de los hangares de la parte occidental del aeródromo.

 

Los Shturmovik realizaron una serie de ataques en cadena, en grupos de 6, utilizando todo el potencial destructivo del armamento del IL-2.

 

 

Fig.57 (pulsar para abrir)

 

Dado que no era la primera vez que atacábamos los aeródromos, el enemigo estaba en alerta. En el aire se encontraba una gran cantidad de cazas, y además (según las observaciones de los cazas de nuestra escolta) los alemanes pusieron en el aire cazas de los aeródromos vecinos.

 

Pero nuestra táctica de ataque por sorpresa impidió al enemigo a aprovechar sus ventajas. Nuestro grupo fue atacado por los cazas cuando ya estábamos efectuando la salida del ataque. La estrecha formación de los IL-2 y el fuego coordinado de los artilleros aéreos impidieron al enemigo a causarnos daños significativos. Solamente uno de nuestros IL-2 sufrió daños, y además fue por su propia culpa, dado que se separó del resto del grupo durante el ataque alemán.

 

Los cazas de nuestra escolta trabaron en combate a los cazas enemigos. Aquel IL-2 que se separó de la formación, alcanzó al resto del grupo rápidamente para refugiarse de los ataques de los cazas, y posteriormente pudo aterrizar en nuestro territorio sin mayores dificultades.

 

A destacar el hecho que cuando nuestro grupo iba de camino a la base, fuimos acompañados hasta la línea del frente por 3 parejas de Me-109. Pero los alemanes no realizaron ni un solo ataque, a pesar de que con los IL-2 solamente se quedaron 2 cazas de escolta Yak-1.

 

El líder del grupo dio la orden por radio a estrechar la formación y a pasar a vuelo rasante. Los artilleros de forma coordinada no dejaban a los alemanes a acercarse al grupo a una distancia de tiro. Sobre todo destacaron dos escuadrillas de flanco, que siguiendo la orden del líder de grupo, iban pasando de un flanco a otro, rechazando los ataques de los cazas con su armamento delantero. Durante todo el tiempo que íbamos hacia la base, los cazas enemigos nos estaban siguiendo, manteniéndose a una distancia prudencial y en los flancos. Seguramente estaban esperando a que alguno de nuestros aviones se separara de la formación.

 

La actuación de la artillería antiaérea enemiga no fue efectiva, posiblemente porque estuviera desorganizada desde el principio gracias a nuestro ataque por sorpresa, y posteriormente por la presencia en la zona de los propios cazas alemanes.

 

El resultado de nuestra misión se debe considerar como exitoso. Fueron dañados 3 hangares y se detectaron numerosos incendios y explosiones de los aviones estacionados en tierra. Además, el enemigo sufrió importantes bajas en el aire, dado que nuestros cazas de escolta derribaron a 3 aviones Me-109.

 

La eficacia de nuestros ataques (misiones similares también fueron realizadas por otros regimientos) se demuestra por el hecho de que hasta el mediodía ningún avión enemigo atacó a nuestras tropas de tierra.

 

Los resultados de nuestros ataques fueron confirmados cuando nuestras tropas liberaron la ciudad de Kharkov. Lo vimos personalmente. En el aeródromo se encontraban aviones y otros bienes materiales destrozados. Por otro lado, los resultados fueron confirmados por los residentes locales, que vieron explosiones e incendios en el aeródromo, que duraron varias horas tras nuestro ataque.

 

Recordando nuestro trabajo en el frente, considero que aquellas misiones eran ejemplares en cuanto a la exactitud de realización, la organización del ataque y la firmeza de las tripulaciones en una situación muy compleja y de gran tensión. Estábamos muy orgullosos.

 

 

HR_Crash / HR_Torero

 

 

 

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