Además de cañones
y ametralladoras, muchos de los Yak-1 fueron dotados de bombas y
proyectiles a reacción (cohetes no guiados).
La instalación de
los dispositivos adecuados para portar bombas fue ordenada mediante la
resolución del GKO del 2 de mayo de 1942. Se exigía instalar este
armamento a partir de 25 de mayo de 1942 [TsGANJ, f. 8044, op. 1. d.
1166, s. 72.].
Al Yak-1 se le
dotó de portabombas a partir de la serie ¹5 y hasta la serie ¹126, y
también desde la ¹148 y hasta fin de su fabricación, es decir hasta la
serie ¹192 (series de la fábrica de Saratov ¹292). Entre febrero y junio
de 1943 (desde la serie ¹127 y hasta la ¹147) los portabombas se dejaron
de instalar, porque en aquel entonces se estaban llevando trabajos
orientados a reducir la masa del avión.
Acorde a la
resolución del GKO, el Yak-1 llevaba 2 portabombas (cierres BI-42 con
sistema de suspensión) para anclar las bombas en el exterior. Cada
cierre permitía anclar bombas con masa entre 25kg (FAB-25) y 100kg
(FAB-100). Los cierres BI-2 estaban empotrados en las partes inferiores
de los nervios de duraluminio.
El lanzamiento
simultáneo de ambas bombas se efectuaba mediante una palanca, instalada
en el panel de control izquierdo de la cabina, en lugar de la palanca de
control de potenciación del motor (forsazh), que fue desmontada. El
mecanismo del cierre se controlaba mediante el cable metálico forrado
con recubrimiento alámbrico. Para efectuar el lanzamiento, había que
quitar el seguro y luego tirar bruscamente de la palanca hacia atrás.
Este modelo del
Yak-1 con bombas podía ser usado como un caza-bombardero veloz, y cuando
iba sin bombas, como un caza frontal.
La instalación de
los portabombas y las propias bombas incrementaban la masa de vuelo del
Yak-1 y empeoraban su aerodinámica, lo que reducía sus cualidades de
vuelo y de pilotaje. Cargando dos FAB-100, la masa de vuelo se
incrementaba hasta 3.136kg. El Yak-1 se volvía más pesado de manejar y
el pilotaje se volvía desagradable. Su velocidad se reducía en más de
30km/h, la distancia al despegue aumentaba en 100m, el tiempo de ascenso
hasta 5.000 se incrementaba en 1,2 minutos, el techo práctico se reducía
en 1.400m, y etc. (ver la tabla P.2.2.).
Tras el
lanzamiento de las bombas, las características de vuelo se recuperaban,
pero debido a la existencia de los cierres y del sistema de suspensión,
no alcanzaban las características de un Yak-1 “limpio”.
La instalación de
bombas en un Yak-1 resultó ser una medida poco adecuada dado que se
realizó sin considerar las posibilidades reales del motor M-105PA, cuya
potencia era claramente insuficiente para llevar este tipo de armamento.
[En el LaGG-3 y el MiG-3 la instalación de bombas, prevista en la
mencionada resolución del GKO, resultó inadmisible dado que el vuelo se
volvía arriesgado].
El Yak-1 no
estaba dotado de un colimador para bombardeo, por tanto las bombas
solamente podían ser empleadas contra objetivos de área u objetivos
lineales, aun así la precisión de bombardeo no era suficiente.
Además, durante
la Batalla de Stalingrado e incluso en la Batalla de Kursk, los cazas
soviéticos apenas llegaban a cubrir las necesidades existentes para
efectuar combates aéreos contra cazas y bombarderos enemigos, por tanto
el bombardeo no era su misión prioritaria.
Los pilotos de
las unidades regulares se quejaban de la instalación de bombas en los
Yak-1. Ellos decían: “los portabombas son una carga muerta”.
Por tanto, a
pesar de que a todos los nuevos Yak-1 se les dotaba de portabombas, en
las unidades regulares, por norma general, las bombas no se usaban: los
cierres y los sistemas de suspensión eran desmontados, los orificios que
se empleaban para fijar los cierres a los nervios del ala eran
bloqueados.
En total fueron
fabricados en serie 7.509 Yak-1 dotados de portabombas.
El armamento a
reacción en los Yak-1 se instaló entre octubre de 1941 (a partir de la
serie ¹43) y mayo de 1942 (aproximadamente hasta la serie ¹65). Fue
utilizado por primera vez en la Batalla de Moscú. Estaba formado por 6
proyectiles RS-82. Acorde a la mencionada resolución del GKO, el Yak-1
tenía que estar dotado de cuatro lanzaderas a reacción (lanzaderas “RO”
para proyectiles a reacción RS-82 del calibre 82mm). Pero más tarde,
acorde a otra resolución del GKO del 10 de mayo de 1942 y acorde a la
orden del NKAP del 12 de mayo de 1942, el armamento a reacción fue
retirado de los Yak-1. En dicha resolución constaba que “los RS-82 y las
lanzaderas “RO” reducen la velocidad de nuestros cazas en una cifra que
puede alcanzar hasta 30km/h, además, la apertura de la cabina supone una
reducción adicional de velocidad de hasta 20km/h. Debido a estos
factores, nuestros cazas no pueden luchar eficazmente contra los nuevos
“Messerschmitt”, que vuelan con cabinas cerradas y sin cohetes. Para
solventar estos problemas y para incrementar la velocidad de vuelo y la
capacidad combativa de nuestros cazas, se ordena al NKAP a partir de la
presente fecha (es decir, a partir de 10 de mayo de 1942) a fabricar los
Yak-1, Yak-7 y LaGG-3 sin los RS”. [TsAMO, f. 35, op. 11287, d. 836.].
En total se
fabricaron 1.148 Yak-1 con RS-82.
La instalación de
lanzaderas de cohetes no exigía reformar las alas de aviones de serie
(Yak-1, Yak-7, LaGG-3 y MiG-3). Los chorros de gases, expulsados por las
toberas de los proyectiles, no causaban efectos dañinos en los aviones,
ni provocaban quemaduras en los planos ni en los alerones, y por tanto
no era necesario implantar ningún tipo de recubrimiento protector. Los
planos, los alerones y los sistemas de fijación de las lanzaderas tenían
suficiente resistencia. No hubo casos de su rotura ni deformación.
Durante el empleo de los cohetes se había demostrado que los RS-82 eran
fáciles de manejar y funcionaban sin fallos. Según los datos del 16º
IAP, por cada 100 lanzamientos se producía 1 fallo, aproximadamente.
El lanzamiento de
los RS se efectuaba mediante botón que se encontraba en la palanca de
mando del avión. A la hora de apuntar, se usaba el visor circular
mecánico VV-1, igual que para el cañón y ametralladoras.
A la hora de
atacar objetivos terrestres, se apuntaba y se corregía usando como
referencia el eje de la hélice y por las trazadoras de las
ametralladoras. En el momento de disparar, se sentía un ligero empujón
(vibración) del avión [TsGANJ, f. 8044, op. 1, d. 848.].
El anclado de 6
cohetes RS-82 incrementaba la masa de vuelo del Yak-1 aproximadamente
hasta 2.995kg y empeoraba su aerodinámica, lo que igual que en caso de
las bombas, afectaba negativamente las características de vuelo (ver
tabla P.2.2.).
Los pilotos que
volaban en el Yak-1 armado con cohetes estaban satisfechos y le daban al
armamento a reacción una valoración bastante alta. El disparo de cohetes
sobre los objetivos aéreos, sobre todo en los ataques frontales, causaba
al enemigo un fuerte efecto psicológico. A lo largo de los combates
aéreos hubo casos de impacto directo de un RS en un avión enemigo,
desintegrándolo. Además, el impacto directo no era necesario. Una
explosión del RS cerca de un avión enemigo era suficiente para
derribarlo.
La distancia de
tiro era fijada entre 500 y 800m. Pero debido a la falta de sistemas de
guiado de cohetes (y sistemas de autoguiado) se producía una elevada
dispersión de los mismos, haciendo que la probabilidad de alcanzar a un
objetivo aéreo móvil fuera baja.
Para ser precisos
hemos de destacar que muchos pilotos soviéticos estaban descontentos
cuando el armamento a reacción fue eliminado de los Yak-1 y Yak-7.
Entre los años
1941 y 1942 se probaron numerosos aviones Yak-1 (de serie) dotados de
bombas y cohetes, y se obtuvieron datos completos sobre la influencia de
las bombas y cohetes (y sus sistemas de soporte) sobre las
características tácticas y de vuelo de los Yak-1. Por ejemplo, el Yak-1
¹38-55 (el típico avión dotado de bombas y cohetes) pasaba las pruebas
estatales en NII VVS desde 7 de marzo hasta 24 de abril de 1942. Fueron
realizados 27 vuelos con una duración total de 14 horas 50 minutos. Las
pruebas fueron llevadas a cabo por la brigada del NII VVS, compuesta por
los siguientes miembros: piloto de pruebas A.G. Proshakov, ingeniero
encargado del avión M.P. Pronin y el técnico V.F. Sbitnev [TsAMO, f. NII
VVS, op. 485655, d. 474.]. |