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LAS FUERZAS AÉREAS SOVIÉTICAS EN LA GRAN GUERRA PATRIA DE LOS AÑOS 1941-1945

 

CAPÍTULO XIV

La aviación en la operación de Lvov y Sandomir

 

En la primavera de 1944, las tropas del 1er Frente Ucraniano, liberaron varias regiones de la margen derecha del río Dniéper en Ucrania y llegaron a los accesos a Lvov. La exitosa ofensiva de verano de otros frentes en Carelia y Bielorrusia creó premisas favorables para realizar una gran operación ofensiva con el fin de derrotar definitivamente al enemigo en territorio ucraniano.

En las direcciones de Rava-Rússkaya, Lvov y Stanislav se defendía el grupo de ejércitos alemanes «Ucrania septentrional», que era apoyado desde el aire por la 4ta flota aérea, la cual dis­ponía de unos 750 aviones. Además, el mando alemán podía reforzar la zona de la ofensiva del 1er Frente Ucraniano con 300 a 400 aparatos más, pertenecientes a su 6ta flota aérea, que se encontraba cerca.

El Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo planteó a las tropas del 1er Frente Ucraniano las siguientes tareas: romper la defensa enemiga, con dos potentes golpes, en las direcciones de Rava-Rússkaya y Lvov, fraccionar y derrotar por partes a las fuerzas enemigas y llegar a la línea de Grubshuv, Tomashuv y Gálich.

El frente contaba con el 2° ejército aéreo (del que era co­mandante en jefe, el general S. Krasovski, adjunto para el trabajo político, el general N. Romazánov y jefe del estado mayor, el general K. Telnov). A principios de julio de 1944 fue reforzado el ejército aéreo con 4 cuerpos de aviación y 2 divisiones inde­pendientes. En vísperas del inicio de la ofensiva, el ejército de aviación disponía de 9 cuerpos de aviación, 3 divisiones y 4 regi­mientos independientes, con un total de más de 3.000 aviones. El aseguramiento de la retaguardia de las grandes unidades de aviación corría a cargo de 65 batallones de servicio de aeródromo, 10 batallones de ingeniería de aeródromo y 10 de transporte automóvil. Al ser reforzado el ejército aéreo, su superioridad numérica respecto al enemigo llegó al triple.

El 24 de junio, las grandes unidades de aviación comenzaron su preparación para la operación. Partiendo de los objetivos de la misma, el Comandante en Jefe del 2° ejército aéreo constituyó 2 grupos de aviación. Para apoyar y proteger a los ejércitos que atacarían en la dirección de Rava-Rússkaya se destinaron 4 cuerpos de aviación, con un total de 1.200 aviones, que estarían dirigidos por el general S. Sliusárev, adjunto del Comandante en Jefe. Además, para ayudar al Comandante en Jefe del 2° ejército aéreo, de la reserva del Gran Cuartel General se puso a sus órdenes a la dirección de campaña del 8° ejército aéreo, que en cuanto empezó la ofensiva se trasladó de Crimea a la zona de operaciones, y el 17 de julio se incorporó a la dirección de las grandes uni­dades de aviación que actuaban en la dirección de Rava-Rússkaya. En la dirección de Lvov fueron concentrados 5 cuerpos de aviación, que disponían de 1.400 aparatos. Su dirección estuvo a cargo del Comandante en Jefe del ejército aéreo. Además, en el sector central se estacionaron 3 divisiones independientes de aviación, con 400 aviones, los cuales constituían la reserva del Comandante en Jefe del ejército aéreo.

En el período de preparación de la operación, la tarea pri­mordial consistió en la ubicación de numerosas unidades de avia­ción de acuerdo con las decisiones adoptadas. El 25 de junio comenzó la construcción de aeródromos en la zona del frente.

El reagrupamiento de las grandes unidades de aviación se efectuó aplicando las medidas necesarias para asegurar el secreto de la preparación de la operación. Al volar los aviones se limitaba el empleo de los medios de trasmisión por radio. Los regimientos de aviación fueron estacionados previamente en aeródromos de la retaguardia situados a 100-150 km de la línea del frente, para ser trasladados después a los aeródromos de vanguardia uno o dos días antes de que se diera comienzo a la ofensiva.

En las zonas de Kolema, Chernovitsi y Buchach fueron si­muladas concentraciones de grandes agrupaciones de aviación y tanques. Fue construida toda una serie de aeródromos ficticios, en los que trabajaban estaciones de radio, y se colocaron maquetas de aviones y de diversos materiales e instalaciones propias de la aviación. Sobre las zonas de supuestas concentraciones patru­llaban pequeños grupos de caza. Al empezar la operación se disponía de 33 aeródromos ficticios, de los cuales 9 eran para vuelos nocturnos. El reconocimiento alemán no pudo descubrir nuestra verdadera agrupación de aviación. En junio y en la primera mitad de julio, el 87 % de los vuelos de la aviación alemana fue dedicado a atacar los aeródromos ficticios, y sólo el 13 % a atacar los verdaderos.

El estado mayor del ejército de aviación planeó minuciosa­mente las acciones de las grandes unidades de aviación para los primeros días de la ofensiva. El plan estipulaba que antes de iniciar la operación las tropas terrestres, serían bombardeados in­tensamente los dos sectores de ruptura de la defensa enemiga. Tras los bombarderos debían aparecer sobre el campo de batalla grandes grupos de aparatos de asalto. Se estipulaba que al comenzar la ofensiva se asestaría un golpe muy potente con dos mil aviones. La finalidad que perseguía ese golpe era la de desorganizar el sistema de fuego y la dirección, así como relajar la resistencia de las tropas enemigas en la zona principal de la defensa. También se planeaba asestar un golpe semejante para inmovilizar las re­servas, y entre los dos golpes, pequeños grupos de aviones de asalto aplastarían las bocas de fuego que hubieran quedado indemnes y los nudos de resistencia del enemigo.

De este modo, se preveía que al empezar la operación las Fuerzas Aéreas atacarían resueltamente a las principales agrupa­ciones de tropas alemanas en toda la profundidad de la zona táctica de la defensa.

Teniendo en cuenta la gran importancia que tenía el apoyo y la protección a los ejércitos de tanques y grupos de caballería motorizada, los jefes y oficiales de los estados mayores de aviación prestaron mucha atención a los problemas de la cooperación de la aviación con las grandes unidades de tanques. Desde el momento en que entraran en combate las tropas móviles tenían que ser apo­yadas por 16 divisiones de aviación de asalto y caza, lo que cons­tituía el 60 % de las fuerzas del 2° ejército aéreo. Además, en caso de que lo necesitaran las tropas de tanques, podrían cooperar con ellas las grandes unidades de aviación que formaban la re­serva del Comandante en Jefe del ejército aéreo.

Los organismos políticos y las organizaciones del Partido y del Komsomol trabajaron intensamente en la aplicación de las me­didas adoptadas para preparar la operación. En vísperas de la ofensiva hubo una gran afluencia de aviadores a las filas del Par­tido. Más de 700 expresaron su deseo de ir al combate como comunistas.

El 13 de julio de 1944, 2 días antes de lo previsto, comenzó la operación ofensiva. Ese día, todos los tipos de reconocimiento advirtieron que él mando alemán de la dirección de Rava-Rús­skaya trataba de retirar sus tropas para que ocuparan las posi­ciones construidas en la profundidad de la zona defensiva. Por esta razón, el Comandante en Jefe del frente ordenó al 3er ejército de la guardia y al 13° ejército que, con el apoyo de la aviación, hicieran fracasar el repliegue del enemigo, lo derrotaran en la zona de Gorojuv y desarrollaran la ofensiva en la dirección de Sokal y Rava-Rússkaya.

De acuerdo con la situación creada, la aviación del grupo norte empezó a actuar el 13 de julio en la dirección de Rava-Rússkaya. Los aparatos de asalto del 1er cuerpo mixto de avia­ción de la guardia y del 5° cuerpo de aviación de asalto atacaron las columnas del enemigo que se replegaba y aplastaron los nudos de resistencia. Los bombarderos atacaron a las tropas fascistas y los pasos del río Bug occidental.

Sobre el campo de batalla se entablaron combates aéreos muy encarnizados. En estos encuentros participaron por nuestra parte los pilotos del 7° cuerpo de aviación de caza, al mando del general A. Utin. Pelearon con extraordinaria maestría y arrojo los pi­lotos de la 9na división de aviación de caza de la guardia, man­dados por el famoso piloto coronel A. Pokrishkin.

En una ocasión, tres patrullas de caza, con cuatro aparatos cada una, se encontraban protegiendo a las tropas terrestres en la zona de Radzejuv. Mandaba la primera patrulla el capitán G. Rechkálov; la segunda, A. Pokrishkin, y la tercera, el primer teniente A. Trud.

De pronto apareció en la zona un grupo de 40 bombarderos y 8 cazas del enemigo. «No hay que permitir que lleguen los aviones enemigos al dispositivo de nuestras tropas», fue el propó­sito unánime de nuestros pilotos. Pokrishkin dio una orden: «La patrulla del primer teniente Trud entablará combate con los cazas fascistas y todos los demás pilotos atacarán al primer grupo de bombarderos.» Nuestros pilotos dieron dos pasadas a los aparatos de bombardeo. Envueltos en llamas cayeron a tierra 5 aviones alemanes. Los pilotos hitlerianos tuvieron que arrojar las bombas antes de llegar al objetivo y, perdiendo altura, se dieron a la fuga. Los aviadores soviéticos persiguieron a los fascistas hasta que agotaron las municiones. En total derribaron 9 apa­ratos alemanes, sin perder ni uno solo.202

Otros oficiales de esta división pelearon también con igual valentía. He aquí una concisa relación de sus victorias. En los primeros días de la operación, el teniente I. Babak derribó 6 aviones alemanes; el teniente V. Bondarenko 4; el teniente coronel L. Goregliad 4, y 3 el teniente coronel V. Bobrov.

El 16 de julio, 12 aparatos de caza, mandados por el Héroe de la Unión Soviética, capitán A. Klúbov, que protegían a las tropas terrestres en las zonas de Radzejuv, Stoyánuv y Sushno, rechazaron a un numeroso grupo de bombarderos enemigos. En el combate entablado, Klúbov, fiel hijo del Partido Comunista y ardiente patriota, abatió 2 aviones hitlerianos. El capitán Klúbov peleó desde el 10 de agosto de 1942 hasta noviembre de 1944, participando en 457 combates aéreos, en los que derribó personal­mente 31 aviones del enemigo. Por decreto del Presídium Su­premo de la URSS le fue concedido por segunda vez, post mortem, el título de Héroe de la Unión Soviética.

Mostró gran valentía el primer teniente M. Deviatáev, subor­dinado de Bobrov, que para el verano de 1944 había realizado más de 100 misiones y participado en 35 combates aéreos, en los que derribó personalmente 9 aparatos enemigos. Después de ser herido gravemente, cayó prisionero, pero continuó valerosamente la lucha contra los fascistas. Mijáil Deviatáev, se comportó valien­temente en los interrogatorios y no reveló secretos que le había confiado la Patria. Por organizar la evasión de prisioneros fue condenado a muerte, pero sus camaradas le cambiaron el número de recluso y pudo salvar la vida.

El 8 de febrero de 1945 consiguió fugarse con otros 8 pri­sioneros en un avión «Heinkel-111» arrebatado al enemigo. Deviatáev aterrizó felizmente con sus compañeros en el dispositivo de las tropas soviéticas, llegando a la Patria desde el campo de la muerte hitleriano. El 16 de agosto de 1957 Deviatáev fue galar­donado con el título de Héroe de la Unión Soviética en premio a su hazaña.

En los cuatro primeros días de ofensiva en la dirección de Rava-Rússkaya, nuestros cazas abatieron 115 aviones enemigos, lo que redujo la actividad de la aviación fascista. Los pilotos alemanes tuvieron que renunciar a volar en grandes grupos y en lo sucesivo sólo aparecían parejas o patrullas de aviones en la línea del frente.

La aviación de asalto actuó con gran tensión. Grupos de 8 a 12 aparatos IL-2 atacaban constantemente a la artillería, los tanques y las concentraciones de tropas, despejando el camino a las tropas soviéticas en su avance. Pueden servir de ejemplo de acciones eficaces los golpes asestados por algunos grupos de avio­nes de asalto a las tropas enemigas que defendían la ciudad de Radzejuv.

El 16 de julio llegaron a esta ciudad las tropas del 13° ejér­cito, tropezando con una encarnizada resistencia. Correspondiendo a la petición de las tropas, el coronel G. Yarotski, jefe del estado mayor del 5° cuerpo de aviación de asalto, ordenó por radio al aeródromo que acudieran dos grupos de aparatos IL-2. Al poco rato llegaban al campo de batalla 15 IL-2 del 90° regimiento de aviación de asalto de la guardia, al mando del comandante A. Kuzin. Los pilotos cumplieron magnífica­mente la tarea planteada, ya que en cuatro pasadas hicieron en­mudecer a las baterías de artillería y morteros. Después del grupo de Kuzin, llegó al objetivo otro grupo de ocho aviones IL-2, que luego de arrojar las bombas, dispararon sus ametralladoras y cañones contra las tropas que se cobijaban en las trincheras. Nuestras tropas atacaron inmediatamente al enemigo, que apenas ofreció resistencia, y ocuparon la ciudad de Radzejuv.

El 16 de julio fue superada la resistencia del enemigo en la dirección de Rava-Rússkaya. En la batalla participó un ejército de tanques y un grupo de caballería motorizada. En 4 días de encar­nizados combates nuestros pilotos realizaron 3.200 misiones. Su enérgica actuación fue uno de los factores fundamentales que predeterminó el éxito de las tropas terrestres.

Aún alcanzaron una escala mayor las acciones de nuestra aviación en la dirección de Lvov. En esta dirección las tropas emprendieron la ofensiva a las 16 horas, el 14 de julio. Diez minutos antes de iniciar el ataque empezaron a llegar al sector de la rup­tura, grupo tras grupo, aparatos del 2° cuerpo de aviación de bombardeo de la guardia y del 4° cuerpo de aviación de bombardeo. En total 252 aviones arrojaron sus bombas sobre las tropas y las bocas de fuego del enemigo. La preparación de aviación se transformó inmediatamente en apoyo a las tropas. Desde el momento del ataque, 366 aviones de asalto IL-2 atacaron con bombas y fuego de ametralladoras y cañones los tanques, arti­llería y tropas fascistas. En el primer golpe masivo participaron unos 1.300 aparatos de bombardeo, asalto y caza. Este ataque debilitó considerablemente todo el sistema de defensa enemigo. Las tropas de los ejércitos 60° y 38° avanzaron en unas cuantas horas 8 km en la profundidad de la defensa de los alemanes.

El segundo golpe masivo fue asestado, según había sido pla­neado, a las reservas del enemigo en las zonas de Sásov y Zolochov. En este golpe participaron 1.400 aparatos. Los ataques de nuestra aviación causaron grandes pérdidas a las divisiones de tanques del enemigo, que constituían la reserva del grupo de ejér­citos «Ucrania septentrional». Además desorganizó su desplaza­miento por la zona en que los hitlerianos se proponían contra­atacar.

El 15 de julio de madrugada, una gran agrupación de tanques fascistas contraatacó en la zona de Pluguv a las unidades del 38° ejército, que tuvieron que pasar a la defensiva. Con este motivo, el Comandante en Jefe del frente ordenó que el grueso de las fuerzas del ejército aéreo asestara un golpe masivo a la agru­pación de tanques enemiga. Para apoyar a las tropas del 38° ejército fueron empleadas las grandes unidades de los grupos de aviación del sector central, todas las divisiones que constituían la reserva del Comandante en Jefe, y parte de las fuerzas del grupo norte.

El golpe masivo empezó a las 14 horas. Los primeros en llegar al punto de control, que se encontraba en la aldea de Zolochov, fueron grupos constituidos por regimientos completos del 4° cuerpo de aviación de bombardeo. Los aviones volaban a una altura de 1.500 m. Los regimientos sobrevolaron el punto de control en el momento fijado, con intervalos de 2 min. El intervalo entre los cuerpos de aviación fue de 5 a 8 min.

Después de atacar los objetivos 135 aparatos Pe-2 del 4° cuerpo de aviación de bombardeo, aparecieron 3 grupos de aviones de bombardeo en picado, con 5 aparatos cada uno. El primer grupo lo mandaba el famoso general I. Polbin, verdadero maestro del bombardeo en picado, jefe del cuerpo de aviación de bom­bardeo de la guardia. Mandaba el segundo grupo el coronel G. Gribakin, jefe de la 8° división de aviación de bombardeo de la guardia y el tercero, el teniente coronel A. Nóvikov, jefe del 162° regimiento de aviación de la guardia. Los grupos de bom­barderos en picado iban escoltados por 18 cazas, mandados por el capitán N. Guláev. A una orden del jefe de los bombarderos, los aviones empezaron a volar en círculo, y los cazas los prote­gieron en dos grupos: uno que volaba a la altura de la entrada en picado (1.500 m) y el otro a la salida del picado (700 m).

El primero en atacar a los tanques en el poblado de Tustoglov fue el general Polbin. Siguiendo su ejemplo las demás tripulaciones atacaron el objetivo. En total los aviones dieron 4 pasadas.

Tras los grupos de bombardeo en picado, atacaron el objetivo en bombardeo horizontal los 117 aparatos restantes del 2° cuerpo de aviación de bombardeo de la guardia. A continuación entraron en acción, el 1er cuerpo de aviación de asalto de la guardia, el 8° cuerpo de aviación de asalto y la 10ma división de aviación de asalto de la guardia.

Los cazas escoltaron a los aviones de bombardeo y de asalto y patrullaron permanentemente en el aire la zona en que se libraba la batalla. Los aviones de caza rechazaron todas las incur­siones del enemigo en la zona de Pluguv y derribaron 30 apa­ratos fascistas en combates aéreos.

El golpe masivo duró 4 horas, pero después de terminado, los aviadores soviéticos continuaron atacando la agrupación de tan­ques enemiga. En los aeródromos despegaban nuevos y nuevos grupos de aviones que hasta aquel momento habían estado en la reserva de los jefes de las grandes unidades. Estos aparatos seguían atacando al enemigo. Desde el sector norte llegaron los aviones del 5° cuerpo de aviación de asalto, que también tomaron parte en la destrucción de los tanques alemanes.

El 15 de julio, nuestra aviación realizó 3.288 misiones para atacar a los tanques fascistas. La densidad del bombardeo fue de 102 t de bombas por km2 de superficie del objetivo. En la zona de Pluguv sufrieron cuantiosas bajas las tropas alemanas.

El enemigo no pudo desplazar a su 8° división de tanques para que participara en el contraataque. Nuestra aviación atacó oportunamente a las columnas de tanques que avanzaban desde Zolocheva. El ex-general hitleriano F. Millentin se refirió a la suerte corrida por la 8° división de tanques: «La 8° división de tanques había emprendido la marcha, avanzando en largas co­lumnas. Atacó la aviación rusa, que causó enormes pérdidas. Ardieron muchos tanques y camiones. Se esfumaron todas las esperanzas de contraatacar.»203

De este modo, el 2° ejército aéreo desbarató con sus acciones el contraataque, minuciosamente preparado por el mando hitle­riano y con ello aseguró el exitoso desarrollo de la ofensiva en la dirección de Lvov. No es fortuito que el Mariscal de la Unión Soviética I. Kónev declarara al analizar la operación: «El 15 de julio la aviación salvó al 13° ejército de la crítica situación en que se encontraba.»204

Las tropas terrestres, firmemente apoyadas por la aviación, prosiguieron la ofensiva. El 16 de julio terminaron de romper la zona táctica de la defensa enemiga. En la dirección de Lvov, así como en el ala derecha del frente, entraron en combate las grandes unidades móviles. Desde ese momento, el apoyo y protección a los ejércitos de tanques y grupos de caballería motorizada pasó a ser la tarea principal de la aviación.

Los aparatos de asalto, en grupos de 6 a 8, atacaban los focos de resistencia que surgían en el itinerario de los tanques y la caballería y luchaban contra las reservas. Escuadrillas de caza patrullaban permanentemente, protegiendo a las grandes unidades de tropas móviles.

Los grupos operativos formados por unos cuantos oficiales de aviación, que se encontraban en los puestos de mando de los ejér­citos de tanques y del grupo de caballería motorizada, cumplieron exitosamente, la misión de dirigir las acciones de las unidades de aviación. Esos grupos pertenecían al 5° cuerpo de aviación de asalto, al 1er cuerpo mixto de aviación de la guardia y al 7° cuerpo de aviación de caza. A pesar de desplazarse esos grupos con los jefes de las agrupaciones de tropas terrestres, no cesó en ningún momento el enlace por radio con los aeródromos en que se encon­traba estacionada la aviación y con los aviones que se hallaban en vuelo. Los oficiales de los grupos operativos trasmitían oportuna­mente las peticiones de aviación que hacían los jefes de las tropas terrestres, orientaban con gran pericia a los aviones hacia los objetivos fundamentales en el campo de batalla y eran el eslabón de enlace entre la aviación y las fuerzas terrestres.

El 1er ejército de tanques de la guardia y el grupo de caba­llería motorizada, apoyados por la aviación de asalto y protegidos por la aviación de caza, desarrollaron a un elevado ritmo la ofen­siva, alejándose la infantería unos 50-60 km. El 22 de julio llegaron al río San y empezaron a forzarlo sobre la marcha.

El mando alemán trató de impedir, al precio que fuera, el paso de nuestras tropas a través del río San. En primer término empleó la aviación para destruir los pasos del río. Nuestros cazas tuvieron que luchar en una situación complicada. Y pese a las dificultades, los pilotos pelearon valientemente para proteger a los tanquistas de los ataques de la aviación alemana. A menudo, de 6 a 8 aparatos de caza soviéticos tenían que enfrentarse a fuerzas superiores del enemigo. No obstante salieron victoriosos, obligando a los aviones enemigos a arrojar las bombas antes de llegar al objetivo. En los combates sobre el río San realizaron nuevas hazañas los pilotos de la división de caza mandada por el coronel Pokrishkin. En 4 días de combates aéreos derribaron 28 aviones fascistas.

El mando del 7° cuerpo de aviación de caza y los comba­tientes de los servicios de retaguardia de la aviación aplicaron enérgicas medidas para ubicar a los regimientos de caza más cerca de la línea del frente. El 26 de julio se consiguió aproximar al río San el 205° regimiento de aviación de caza, mandado por el teniente coronel L. Goregliad. Esto permitió duplicar los vuelos de nuestros cazas. En consecuencia, crecieron considerablemente las pérdidas de la aviación alemana, que suspendió sus acciones.

Al entrar en combate los ejércitos de tanques en la dirección de Lvov, creció la resistencia del enemigo, que se hizo muy en­carnizada. Esta circunstancia hizo que se reforzara la protección aérea a las tropas. En los combates por Lvov participó toda la aviación de bom­bardeo, comprendido el 2° cuerpo de aviación de bombardeo de la guardia, al que anteriormente se le había ordenado actuar en el ala derecha del frente. También actuaron periódicamente uni­dades del 5° cuerpo de aviación de asalto, perteneciente a las Fuerzas Aéreas del sector norte. De este modo, hasta el 75% de los aviones del 2° ejército aéreo, tomaron parte en los combates decisivos del sector central del frente.

Los ejércitos de tanques entraron en combate en la dirección de Lvov en unas condiciones muy especiales. La zona táctica de la defensa enemiga había sido rota en un sector muy angosto. En los flancos de la ruptura, tanto en el norte como en el sur, había grandes agrupaciones de tropas fascistas. El 16 de julio, el 3° ejército de tanques de la guardia se incorporó a las tropas en ofensiva penetrando por un estrecho desfiladero al sur de Koltuv. El «corredor de Koltuv», como le llamaron los tanquistas, tenía una anchura de 4 a 6 km, y estaba batido por el fuego fascista desde los dos lados.

En estas condiciones sólo podían entrar en combate los ejér­citos de tanques con una activa protección desde el aire. El 16 de julio fueron empleados para ese fin seis cuerpos de aviación y tres divisiones independientes, mientras que las agrupaciones enemigas de los flancos eran atacadas por dos cuerpos de aviación de bombardeo. Ese mismo día, el 2° cuerpo de aviación de bom­bardeo de la guardia asestó golpes muy violentos a las concen­traciones de tropas alemanas en las zonas de Sásov, Koltuv, Bieli Kámeñ. Unidades del 4° cuerpo de aviación de bombardeo con­tinuaron operando contra las tropas enemigas en los distritos de Pluguv y Zolochov.

Entre tanto, el 1er cuerpo de aviación de asalto de la guardia y el 8° cuerpo de aviación de asalto, así como la 10° división de aviación de asalto de la guardia, se dedicaron escalonadamente a machacar las bocas de fuego fascistas en los flancos del sector de la ruptura y en el camino que debían seguir nuestros tanquistas. Los cazas de 2 cuerpos y de una división independiente formaron una firme barrera aérea que impedía la irrupción de la aviación hitleriana al «corredor de Koltuv».

Fue extraordinariamente eficaz la protección que proporcionó el 1er cuerpo de aviación de asalto de la guardia, gracias a la cual fue asegurado el avance del ejército de tanques. El jefe del cuerpo de aviación V. Riazánov, con un grupo operativo, que disponía de dos transmisores de radio, se encontraba en la aldea de Nusche, situado en el lugar más angosto del corredor, desde donde veía perfectamente las columnas de nuestros tanques y las bocas de fuego del enemigo.

De acuerdo con un plan previamente elaborado, desde los aeródromos despegaban una escuadrilla tras otra de aviones de asalto, que volaban sobre el puesto de mando, para dirigirse desde allí a los objetivos que más obstaculizaban el avance de los tanques. Cuando el número de aparatos era insuficiente para destruir el objetivo dado, se pedían al aeródromo pequeñas uni­dades complementarias de las que se encontraban de guardia. Fueron también muy eficaces los golpes asestados al enemigo por la 9° división de aviación de asalto de la guardia, mandada por el general F. Agaltsov.

Los expertos pilotos, maestros del asalto aéreo, V. Andrianov, T. Begueldínov, N. Stoliárov, S. Volodin, G. Chernetsov, V. Artamónov, B. Mélnikov, I. Mijailichenko y M. Odintsov volaban 3 ó 4 veces cada día y asestaban golpes muy certeros a los obje­tivos fijados.

Tras el 3er ejército de tanques de la guardia entró en combate el 4° ejército de tanques. El 18 de julio, en la zona de Krasna, unidades del 3er ejército de tanques de la guardia establecieron contacto con el grupo de caballería motorizada, mandado por el general B. Baránov, con lo que quedó cercada la agrupación ene­miga de Brodski, formada por los restos de 8 divisiones.

La aviación soviética actuó muy activamente al emprender la ofensiva los ejércitos de tanques y al desarrollar éstos el éxito, haciendo una importante aportación a la derrota del enemigo en la dirección de Lvov. En tres días, del 6 al 18 de julio, realizó 4.500 misiones.

A partir del 19 de julio, las tareas ulteriores del 1er Frente Ucraniano consistían en liberar Lvov y liquidar la agrupación de tropas enemigas que se encontraban en Brodski, por lo que el grueso de las fuerzas de la aviación se dedicó a contribuir al cumplimiento de tales tareas.

La dinámica y cambiante situación, creada por la participación en la operación de grandes contingentes de tanques y aviación por ambas partes, hizo aún más importante el reconocimiento aéreo, que era uno de los medios principales de información acerca de las agrupaciones de tropas enemigas y de sus propósitos. Además de los regimientos de reconocimiento aéreo se empleó a otros aviones y pequeñas unidades de aviación, principalmente aparatos de caza, para la exploración. En los regimientos de aviación de caza de la guardia 728°, 91° y 31°, mandados res­pectivamente por el coronel V. Basialiak, el teniente coronel A. Kovaliov y el comandante S. Kúdel, fueron organizadas tripu­laciones de reconocimiento, a las que el 19 de julio se les ordenó que consiguieran la información necesaria relativa a las tropas alemanas que se encontraban en la zona de Lvov.

Ese día la lluvia, la niebla y la baja nubosidad impedían de una manera absoluta el vuelo de los aviones para cumplir las tareas, pero a pesar de las condiciones tan desfavorables, el co­mandante F. Morózov y el subteniente A. Siradze lograron sobre­volar la zona de Lvov. A su regreso informaron sobre la composición y disposición de las tropas alemanas en Lvov y en sus accesos. En base a los datos obtenidos, el Comandante en Jefe del frente decidió asaltar Lvov. Las tropas del 38° ejército y del 4° ejército de tanques, atacaron la ciudad desde el este y el 3° ejército de tanques de la guardia tenía que rodear Lvov desde el norte.

Mientras que las tropas del 38° ejército, del 3° ejército de tanques de la guardia y del 4° ejército de tanques se aproximaban combatiendo a Lvov, en su retaguardia se peleaba para aniquilar a la agrupación de tropas alemanas cercada en Brodski, que tra­taban de salir del cerco hacia el sur. La tensa situación creada en los combates con esa agrupación requería a menudo el empleo de grandes fuerzas de la aviación. Los días 20 y 21 de julio la necesidad se hizo acuciante en vista del carácter extraordinaria­mente encarnizado de los combates librados en el distrito de      Bieli Kámeñ.

Unidades del 2° cuerpo de aviación de bombardeo de la guardia, del 4° cuerpo de aviación de bombardeo, del 1er cuerpo de aviación de asalto de la guardia y del 5° cuerpo de aviación de asalto, asestaron esos días potentes golpes concentrados a las tropas cercadas. En 2 días la aviación efectuó 2.500 misiones, causando enormes pérdidas al enemigo y desmoralizándolo. El 22 de julio capitularon los restos de la agrupación.

En los combates por la liberación de Lvov, participó el grueso de las fuerzas del 2° ejército aéreo. Los nudos de resistencia del enemigo en los accesos a la ciudad en los distritos de Vinnikov, Zhuravka y Kratoshin, fueron atacados exitosamente por grupos de 30 a 40 bombarderos. Aviones del 8° cuerpo de aviación de asalto y de la 10° división de aviación de asalto de la guardia aplastaron las baterías de artillería y morteros, contribuyendo al avance las tropas del 60° ejército y del 4° ejército de tanques.

El 1er cuerpo de aviación de asalto de la guardia continuó cooperando eficientemente con el 3er ejército de tanques de la guardia. Durante los días de la operación, el jefe del cuerpo es­tuvo junto con el Comandante en Jefe del ejército de tanques. Los jefes de las divisiones de la aviación de la guardia 8° y 9°, teniente coronel A. Fetísov y general F. Agaltsov, se desplazaban, acompañados de sus grupos operativos, provistos de emisoras de radio, con los jefes de los cuerpos de tanques y motorizados.

Los aparatos de asalto actuaban a requerimiento de los puestos de mando móviles, donde se hallaban los jefes de las di­visiones o de los cuerpos. Puede ofrecerse como ejemplo de eficacia de los aviones IL-2, que cooperaban con las grandes uni­dades móviles, el ataque de la 9° división de aviación de asalto de la guardia al nudo de resistencia alemán del distrito de Zholkov. Luego de ser machacado por 36 aviones IL-2, ese im­portante punto de apoyo fue ocupado por las unidades del 9° cuerpo motorizado, sin que el enemigo ofreciera resistencia de consideración.

Apoyado por la aviación, el 3er ejército de tanques de la guardia pudo efectuar una rápida maniobra y el 23 de julio se situó a la retaguardia de la agrupación alemana de Lvov en la zona de Sudova Vishnia. Nuestras tropas desarrollaron simultá­neamente la ofensiva contra Lvov desde el este y el oeste. El enemigo no resistió el impetuoso empuje de nuestras tropas y se retiró apresuradamente de la ciudad. El 27 de julio fue liberado Lvov, importante centro industrial y nudo de comunicaciones. A 5 cuerpos, 3 divisiones y 5 regimientos de aviación, que se habían destacado de manera especial en la liberación de la ciudad, se les concedió la denominación honorífica «de Lvov».

El 30 de julio se celebró en Lvov un mitin multitudinario de los trabajadores con motivo de la liberación de la ciudad. Ese día, los pilotos del 5° cuerpo de aviación de caza, mandado por el general D. Galunov, que más se habían destacado en los com­bates, cumplieron ese día una honrosa misión. Grupos de 8 aviones, que se fueron relevando de tiempo en tiempo, se man­tuvieron patrullando sobre la ciudad, protegiendo a sus vecinos en las horas solemnes del triunfo contra los ataques de la aviación enemiga. Fueron designados jefes de los grupos los famosos pi­lotos V. Borodachov, A. Vorozheikin, A. Vajláev, A. VflWnov, V. Mishustin, M. Sachkov y otros.

Para finales de junio, el grupo de ejércitos «Ucrania septen­trional» había sufrido una aplastante derrota. Sus principales agrupaciones fueron aniquiladas en la dirección de Rava-Rússkaya y en los accesos a Lvov. Los restos de las derrotadas divisiones se retiraron apresuradamente hacia el Vístula y los Cárpatos.

El 2° ejército aéreo realizó 30.500 misiones entre el 13 y el 27 de julio. En combates aéreos y en los aeródromos nuestra aviación destruyó unos 350 aparatos enemigos.

A finales de julio, las tropas del frente emprendieron el cum­plimiento de nuevas tareas. Partiendo de los distritos de Yaroslav, Lvov y Peremishl reanudaron la ofensiva en dirección al río Vístula para perseguir ininterrumpidamente al enemigo en reti­rada y forzar sobre la marcha esa importante arteria fluvial.

Las acciones ulteriores en las estribaciones de los Cárpatos fueron encomendadas a las tropas del 4° Frente Ucraniano, de reciente formación. Ese frente fue integrado por el 1er ejército de la guardia y el 18° ejército, y también por el 8° ejército aéreo (del que era comandante en jefe, el general V. Zhdánov, adjunto para el trabajo político el general A. Rítov y jefe del estado mayor el general V. Izótov), cuya dirección de campaña había estado subordinada al comandante en jefe del 2° ejército aéreo. El 2° ejército aéreo cedió al 8° ejército el 8° cuerpo de aviación de asalto, el 10° cuerpo de aviación de caza, la 321° división de aviación de bom­bardeo y las unidades de 2 zonas de estacionamiento de la aviación. En agosto de 1944, el 8° ejército aéreo realizó más de 2.000 misiones al participar en la liberación de la zona petrolera de Drogobiusk y en la persecución y ataque a las tropas alemanas, que se retiraban a los puertos de montaña.

En el transcurso de la operación de Lvov y Sandomir se in­corporó al 2° ejército aéreo el 1er regimiento de aviación de caza checoslovaco, pertrechado de aviones La-5. Mandaba el regi­miento el comandante Frantishek Faito.

Los pilotos del regimiento recibieron el bautismo de fuego en los días de la insurrección popular de Eslovaquia. La base desde la que operaba era el aeródromo de Tri Duba. Durante más de un mes los pilotos checos pelearon heroicamente en la retaguardia del enemigo, realizando en ese período unas 500 mi­siones, en las que destruyeron en combates aéreos y en los aeró­dromos más de 20 aviones fascistas. Lucharon con gran valentía y acierto los pilotos I. Steglik,    L. Shrom, F. Japer, F. Shrichka y L. Koza. En lo sucesivo este regimiento se transforma en la 1ra división mixta de aviación, que fue la forja de cuadros de las Fuerzas Aéreas de la nueva Checoslovaquia democrática.

Después de toda una serie de medidas de reorganización, el parque de aviones del 2° ejército aéreo se redujo hasta 2.000. A finales de julio y primeros de agosto sus regimientos pelearon en condiciones muy difíciles. El traslado de las unidades a los nuevos aeródromos se demoraba por existir en la retaguardia de nuestras tropas la agrupación fascista cercada y por los encarni­zados combates que se libraban en la zona de Lvov.

Cuando el 29 y 30 de julio los destacamentos de vanguardia llegaron al Vístula y empezaron a forzarlo, el 2° ejército aéreo sólo podía protegerlos con un número muy limitado de cazas. El enemigo intentó aprovechar esta circunstancia, realizando in­cursiones con grupos de 40 a 50 bombarderos contra los pasos del río en la zona de Baranuv.

Para proteger los pasos del río fueron empleados los regi­mientos que se encontraban más cerca del Vístula. Se trataba de la 304° división de aviación de caza, mandada por el coronel I. Jotelev; la 6ta división de aviación de caza de la guardia man­dada por el coronel I. Gueibo, y la 12° división de aviación de caza de la guardia, mandada por el general K. Baranchuk.

Sobre los pasos del río Vístula se entablaron encarnizados combates aéreos. Haciendo uso de la radiolocalización, nuestros aviones despegaban oportunamente de sus aeródromos e inter­ceptaban a los bombarderos fascistas, a los que causaban pérdidas y no les permitían llegar a los objetivos. Por la mañana y al atardecer, cuando era más probable la aparición de los aparatos enemigos, patrullaban los pasos de los ríos, grupos de 4 a 6 cazas. Crecieron las pérdidas de la aviación enemiga: el 1° de agosto fueron derribados 4 bombarderos y el día 5 los fascistas perdieron 19 aparatos.

A la zona de operaciones llegaron 2 divisiones de aviación más, procedentes del 7° cuerpo de aviación de caza. Con ello cambió la correlación de fuerzas a nuestro favor. A causa de las grandes pérdidas sufridas por la aviación enemiga, el mando alemán decidió enviar sus bombarderos sólo por la noche, y más tarde, suspendieron completamente sus vuelos a los pasos del río.

Peleando resueltamente, nuestras tropas ampliaron rápida­mente la cabeza de puente del Vístula. El enemigo intentó a todo trance liquidar la cabeza de puente de Sandomir, entablándose combates muy encarnizados en tierra y aire en los distritos de Sandomir, Opatuv, Rakuv y Patsanov.

A principios de agosto, el 2° ejército aéreo trasladó el grueso de sus fuerzas a los distritos de Razvaduv, Zheshuv, Melets y Peremishl. El Gran Cuartel General le asignó 7.500 t de com­bustible para el mes de agosto, creciendo con ello sus posibilidades combativas. Por otra parte, la limitación del consumo de com­bustible, que sólo alcanzaba para realizar unas 15.000 a 17.000 misiones, exigía una gran economía de recursos. Precisamente por eso se adoptó la decisión de apoyar a las tropas de la cabeza de puente con acciones escalonadas de grupos de 8 a 12 aparatos de asalto. Sólo en caso de extrema necesidad serían empleados los aviones de bombardeo, cuando fuera preciso asestar golpes concentrados. Fue centralizada la dirección de todas las grandes uni­dades de aviación, lo que permitió emplearla de una manera más racional en apoyo a las tropas de aquellos sectores, en los que la situación fuera especialmente tensa.

Los aparatos de asalto prestaron una inapreciable ayuda a las tropas terrestres al rechazar los ataques del enemigo. Con sus golpes de gran precisión aplastaron la artillería e inutilizaron los tanques en el campo de batalla, lo que a menudo hacía fracasar los propósitos del enemigo. El 17 de agosto se entabló un com­bate muy cruento en la zona de Stopritsa, donde el enemigo atacó con cuantiosas fuerzas de tanques el dispositivo del 5° ejér­cito de la guardia. Cuando los tanques fascistas lograron penetrar en el dispositivo, por orden del Comandante en Jefe del ejército aéreo, acudieron al lugar del combate dos escuadrillas de aviones IL-2, mandadas por los capitanes A. Kompaniets y M. Odintsov. En su primera pasada, la escuadrilla de Kompaniets incendió unos cuantos tanques que encabezaban la columna. A con­tinuación atacó la segunda escuadrilla. La segunda pasada de nuestros aviones causó enormes bajas al enemigo. Quedaron ar­diendo 15 tanques, lo que hizo fracasar el ataque. El Coman­dante en Jefe del ejército de la guardia expresó su gratitud a los aviadores.

De vez en cuando, los aparatos de bombardeo, atacaban las grandes concentraciones de tropas enemigas. Por lo general actuaban en grupos de 9 a 18 aviones después de haberse efec­tuado un minucioso reconocimiento del objetivo. En esos ataques el enemigo sufría grandes pérdidas, lo que frecuentemente le hacía desistir de sus proyectados ataques.

A finales de agosto, fueron extinguiéndose los combates en la cabeza de puente. Las tropas soviéticas, con el apoyo de la aviación, no sólo mantuvieron la cabeza de puente, sino que la ampliaron considerablemente en la orilla izquierda del río Vís­tula. El 29 de agosto el gran Cuartel General del Alto Mando Supremo ordenó al 1er Frente Ucraniano que pasara a la defensiva.

En su exitosa ofensiva, las tropas del 1er Frente Ucraniano consiguieron importantes resultados estratégicos. Fue aniquilado el grupo de ejércitos «Ucrania septentrional». Las tropas sovié­ticas liberaron las regiones occidentales de Ucrania y la parte sudeste de Polonia. En la orilla izquierda del Vístula ocuparon la extensa cabeza de puente de Sandomir, que más adelante fue un magnífico trampolín para la nueva ofensiva en la dirección de Silesia.

Las acciones de las Fuerzas Aéreas desempeñaron un impor­tante papel e influyeron favorablemente en el curso y el desenlace de la operación de Lvov y Sandomir. Habiendo mantenido fir­memente el dominio en el aire, nuestra aviación destruyó más de 550 aparatos alemanes.

Desde el 13 de julio hasta el 29 de agosto, los ejércitos aéreos 2° y 8° realizaron 48.000 misiones. En su actividad arrojaron sobre el enemigo 6.500 t de bombas y dispararon 3.300.000 pro­yectiles y balas, causando al enemigo grandes pérdidas en ma­terial bélico y en hombres, lo que facilitó el incremento del ritmo de la ofensiva de las tropas terrestres. Las reservas del mando alemán y las comunicaciones fueron los objetivos fundamentales contra los que operó con gran eficacia la aviación de bombardeo y de asalto.

En la operación fue adquirida gran experiencia del empleo de grandes grupos de aviación para cumplir sucesivamente las más importantes tareas operativas. Los jefes de la aviación con­centraron con gran maestría los esfuerzos de las Fuerzas Aéreas en las direcciones principales, a fin de cumplir las tareas de mayor responsabilidad y atacar los objetivos cuya destrucción pre­suponía el éxito de las tropas terrestres.

La rigurosa centralización de la dirección, conjugada con una acertada distribución de las grandes unidades de la aviación de acuerdo con las direcciones de la ofensiva de las fuerzas terrestres, dio buenos resultados y permitió emplear la aviación, en con­cordancia con la situación creada, para cumplir diversas tareas. Los grupos operativos que trabajaban en los puestos de mando de las tropas terrestres brindaron las mejores condiciones para lograr la más estrecha cooperación entre la aviación y las tropas, im­primían a la dirección la flexibilidad necesaria y permitían dar solución rápidamente a los problemas del empleo de la aviación en beneficio de las tropas.

Resultó ser extraordinariamente valiosa la experiencia de la concentración en secreto, ocultamente, de las fuerzas de la aviación y de la construcción de numerosos aeródromos en un plazo muy breve, y también del enmascaramiento de grandes agrupaciones de aviación.

Los potentes golpes masivos, en los que participaban de 1.000 a 1.500 aviones, fueron un procedimiento muy eficaz del empleo de la aviación. Esos golpes no sólo causaban al enemigo grandes pérdidas, sino que ejercían una gran influencia desmoralizadora en sus tropas. Pero la ejecución de los golpes masivos, requería un minucioso trabajo de organización. El Comandante en Jefe y el estado mayor del ejército aéreo elaboraban el método de actua­ción de las grandes unidades, al asestar los golpes, sin que con­fiaran esta labor a las instancias inferiores.

Los aviadores soviéticos, mostraron en los combates una ele­vada maestría. Dominaban a la perfección el bombardeo en picado las tripulaciones del cuerpo de aviación de bombardeo de la guardia, que realizaban en pasadas sucesivas desde distintas direcciones, por lo que se reducía considerablemente la eficacia de la artillería antiaérea.

En los combates contra el odiado enemigo, los pilotos sovié­ticos, dieron ejemplo de intrepidez y valentía. Fueron realizados por ellos cientos de hazañas para mayor gloria de su amada Patria. Las honoríficas denominaciones «de Lvov», «de Vladímir-Volinsk», «de Rava-Rússkaya», «de Stanislav», «de Peremishl» y «de Sandomir» fueron adjudicadas a 38 regimientos, divisiones y cuerpos de aviación.

Cientos de aviadores fueron condecorados con órdenes y me­dallas. En agosto-octubre de 1944, a los 17 mejores pilotos les fue concedido el título de Héroe de la Unión Soviética, figurando entre ellos T. Begueldínov, P. Plótnikov, G. Beregov, S. Goriélov, I. Fráchenko, S. Lázarev, M. Mustafín, N. Nikolaenko, B. Pestrov, A. Petrov y otros.

Al intrépido piloto de caza comandante A. Vorozheikin le fue otorgado dos veces el título de Héroe de la Unión Soviética. Y el coronel A. Pokrishkin, hábil organizador de los combates aéreos, recibió ese título por tercera vez.

La activa participación de la aviación en la operación de Lvov y Sandomir, fue un brillante testimonio del fortalecimiento de las Fuerzas Aéreas y un índice muy expresivo del desarrollo de su arte operativo y su táctica, así como un ejemplo de va­lentía y heroísmo de nuestros aviadores.

 

RKKA_OverG y HR_Tokarev

 

 

 

 

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