CAPÍTULO
X
En la margen derecha del Dniéper en Ucrania
Una de las principales tareas del Ejército Rojo en la
campaña del invierno de 1943, consistía en liberar la margen derecha del
Dniéper en Ucrania. Se trataba de una tarea de gran importancia militar
y política. Las acciones militares, encaminadas a la liberación, se
iniciaron ya en el otoño de 1943, cuando las tropas de los frentes, con
el apoyo de la aviación de éstos y de la de bombardeo de largo radio de
acción liberaron la margen izquierda del Dniéper, forzaron esta gran
arteria fluvial, se apoderaron de importantes cabezas de puente en la
orilla derecha del río y recuperaron cientos de poblaciones y ciudades,
comprendida Kiev, capital de la República Socialista Soviética de
Ucrania.
El mando alemán no esperaba una poderosa ofensiva en
Ucrania de las tropas soviéticas en el invierno de 1943 y primavera de
1944. El enemigo continuó fortificando sus líneas defensivas y
concentrando tropas y aviación, confiando en recuperar las cabezas de
puente de la orilla derecha del Dniéper y establecer contacto con su
agrupación de Crimea.
A finales del año 1943, el Gran Cuartel General del Alto
Mando Supremo, planeó una operación ofensiva estratégica en el ala
meridional del frente soviético-alemán. Su objetivo fundamental
consistía en romper la defensa enemiga, derrotar por partes a las tropas
fascistas y liberar la margen derecha del Dniéper. Esta operación debía
ser realizada por el 1°, 2°, 3° y 4° Frentes Ucranianos y con los
ejércitos aéreos 2°, 5°, 7° y 8° respectivamente, que contaban con
2.360 aviones de combate.
A las tropas soviéticas se enfrentaban tres grupos de
ejércitos alemanes y la 4° flota aérea, que disponía de más de 1.460
aviones, lo que constituía el 54% de toda la aviación hitleriana
dislocada en el frente soviético-alemán.
Al empezar la ofensiva, la superioridad numérica de las
tropas soviéticas sobre las alemanas era del 70% en hombres, cañones y
morteros, y del 60% en aviones. Los fascistas tenían una ligera ventaja
en tanques y cañones autopropulsados. A uno y otro bando le esperaban
encarnizados combates en las estepas ucranianas, en los que habrían de
participar más de 4.000.000 de hombres, 4.400 tanques y cañones
autopropulsados, 48.000 piezas artilleras y morteros y más de 3.800
aviones.
El 24 de diciembre de 1943, empezó la operación tendente
a liberar la margen derecha del río Dniéper en Ucrania. Después de una
preparación de aviación y artillería, las tropas del 1° Frente Ucraniano
emprendieron la ofensiva y en los tres primeros días, con la
cooperación de la aviación, derrotaron a las fuerzas enemigas que se les
enfrentaban y se apoderaron del nudo de resistencia de Radomish. Para el
30 de diciembre, la ruptura del frente se extendía a lo largo de 300 km
y alcanzaba una profundidad de 100 km.
Las grandes unidades del 2° ejército aéreo (del que era
comandante en jefe el general S. Krasovski, adjunto para el trabajo
político el general S. Romazánov y jefe del estado mayor el coronel K.
Telnov) atacaron sistemáticamente los nudos de resistencia y a las
tropas enemigas en retirada y contribuyeron al éxito ulterior de los
ejércitos 1°, 18° y 38° en la dirección de Zhitomir y Berdíchev.
Simultáneamente, la aviación atacaba los objetivos ferroviarios y los
aeródromos del enemigo. El golpe más afortunado fue asestado el 7 de
enero al nudo ferroviario de Shepetovka por un grupo de aparatos IL-2,
del 525° regimiento de aviación de asalto, al mando del oficial
I.
Dólgov. Formaban el grupo, los pilotos L. Breskalenko, A.
Kosolápov, G. Pastujov, N. Rodin, I. Ujábov, y N. Sharónov. A pesar del
intenso fuego de la artillería antiaérea, los aviadores soviéticos
irrumpieron en el nudo ferroviario, que estaba repleto de trenes
militares y a una orden del jefe del grupo, arrojaron las bombas. A
consecuencia de la certera acción de los siete intrépidos aviadores
fueron destruidos 12 trenes con tropas y material de guerra. El nudo
ferroviario de Shepetovka quedó inutilizado durante mucho tiempo.153
Los pilotos fueron condecorados por su exitosa acción. En uno de
los sorpresivos ataques de los aviones de este regimiento al aeródromo
de Vínnitsa fueron destruidos 12 aviones y volado un almacén de
combustible.
Las tropas del 1° Frente Ucraniano, con el apoyo de la
aviación, habían avanzado hasta 200 km para finales de enero. La
exitosa ofensiva de nuestras tropas en la dirección de Vinnitsa y su
penetración en las zonas de Jritinovka y Umañ, amenazaba con el cerco de
la agrupación enemiga en la zona de Korsuñ-Slicvelienko. En esas
condiciones, el enemigo se vio en la necesidad de adoptar diversas
medidas. A principios de enero comenzó un gran desplazamiento de tropas
y aviación alemanas a la franja de la ofensiva del
4°
Frente Ucraniano. Habiendo concentrado cuantiosas fuerzas
de aviación y disponiendo ya casi del doble de aviones que nosotros, el
enemigo empezó a operar intensamente. El 10 de enero asestó un
contragolpe en la zona de Vinnitsa y después al noroeste de Umañ.
Durante dos semanas se libraron encarnizadas batallas en
el aire y en tierra. Las unidades y grandes unidades del 2° ejército
aéreo atacaban preferentemente a las agrupaciones de tanques del enemigo
y peleaban con la aviación fascista en el aire, con lo que prestaban una
gran ayuda a las tropas en el rechazamiento de la contraofensiva enemiga.
Para cumplir estas tareas fueron realizadas 4.200 misiones y de ellas
2.500 contra las unidades de tanques.154 Solamente al precio
de enormes pérdidas, los alemanes consiguieron hacer replegarse para el
24 de enero de 25 a 30 km a las tropas de los ejércitos 40° y 38° y al
1° ejército de tanques.
Las tropas del 2° Frente Ucraniano, apoyadas por la
aviación del 5° ejército aéreo (del que era comandante en jefe el
general Goriunov, adjunto para el trabajo político el general
V.
Alexéiev y jefe del estado mayor el general N. Seleznov)
emprendieron la ofensiva el 5 de enero de 1944. Después de la
preparación artillera rompieron la defensa enemiga y continuando la
ofensiva, con el apoyo de la aviación, a los tres días liberaron
Kirovograd. En los primeros dos días de operaciones para liberar
Kirovograd fueron realizadas 1.100 misiones.155 La
concentración de las acciones en un estrecho sector del frente
contribuyó a que las tropas terrestres cumplieran las tareas
encomendadas. Por sus exitosas acciones, el 1° cuerpo de aviación de
asalto, la 1° división de aviación de bombardeo de la guardia y las
divisiones de aviación de caza 205° y 302° fueron distinguidas con la
denominación honorífica «de Kirovograd».
Además de apoyar a las tropas, los pilotos soviéticos
peleaban exitosamente contra la aviación alemana, que intentaba contener
la ofensiva de las tropas del frente. El 8 de enero, 4 cazas al mando
del primer teniente N. Guláev, Héroe de la Unión Soviética, se lanzaron
contra un grupo de 50 bombarderos y cazas alemanes. Aprovechando la
nubosidad, nuestros pilotos atacaron de improviso y derribaron en la
primera pasada cuatro aviones. En ese fugaz ataque Guláev abatió dos
aparatos hitlerianos.
Las tropas del 3° y 4° Frentes ucranianos, apoyadas por
los ejércitos aéreos 17° y 8°, del 10 al 16 de enero penetraron
solamente de 5 a 10 km en la defensa enemiga. Esto se debió
fundamentalmente a la escasez de material, sobre todo de tanques y a la
insuficiencia de municiones, cuyo transporte se hacía muy difícil por
haber empezado el deshielo.
A mediados de enero, el enemigo continuaba manteniendo
una extensa cabeza de puente en las zonas de Korsuñ-Shevchenko y Nikópol.
Por esta razón el Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo planteó la
siguiente tarea: el
1°
Frente Ucraniano y el 2° Frente Ucraniano debían cercar y
aniquilar al enemigo en la zona de Korsuñ-Shevchenko, en tanto que el 3°
y el 4° Frentes Ucranianos tenían que desarrollar la ofensiva. La
preparación de las tropas de los frentes para la nueva operación se
prolongó del 12 al 25 de enero. El 2° y 5° ejércitos aéreos concentraron
sus ataques en las direcciones principales de las tropas de los frentes.
Al empezar la operación de Korsuñ-Shevchenko, los
ejércitos aéreos 29° y 5° tenían 768 aviones de combate. El enemigo
había concentrado en ese sector hasta 1.000 aparatos.
El mando alemán trató de entorpecer la ofensiva de las
tropas soviéticas, cifrando grandes esperanzas en su aviación. Nuestros
aviadores cooperaron activamente con las tropas del frente. El 24 de
enero, los pilotos del 4° cuerpo de aviación de caza rechazaron con todo
éxito las incursiones de grandes grupos de aparatos alemanes y con ello
desbarataron los propósitos del enemigo.
El 25 de enero, empezó la ofensiva de las tropas del 2°
Frente Ucraniano destinada a cercar al enemigo en la zona de
Korsuñ-Shevchenko. El 26 de enero emprendieron la ofensiva las tropas
del 1° Frente Ucraniano. Las tropas y la aviación tuvieron que actuar en
condiciones extraordinariamente difíciles, con nubosidad de 100 a 150 m,
niebla y nevadas. Nuestra aviación operó periódicamente en grupos de 4
a 8 aviones, apoyando la ofensiva de las tropas.
El reconocimiento aéreo fue muy importante para las
tropas. Esta tarea la cumplían los pilotos de caza y asalto con mayor
experiencia, lo que permitió proporcionar al mando de las tropas
terrestres, los datos necesarios acerca del enemigo. Las informaciones
que se recibían constantemente sobre sus acciones permitían aprovechar
de la manera más eficiente, el pequeño número de misiones que podía
realizar nuestra aviación, que debían efectuar en condiciones
meteorológicas extremadamente difíciles.
En lo sucesivo, cuando se llevó a cabo el cerco de la
agrupación enemiga quedaron fuera de servicio los aeródromos con pistas
de tierra a causa del deshielo. Hubo días en que sólo pudimos utilizar
162 aeródromos, en tanto, la situación reclamaba acciones muy activas.
Por ello, el mando tuvo que concentrar en un solo aeródromo unos cuantos
regimientos de aviación de diversos tipos, asegurando con ello la
actividad permanente contra las tropas enemigas.
Además de atacar a las unidades fascistas en el campo de
batalla, la aviación asestó golpes a las reservas que se dirigían al
frente. El 31 de enero, de acuerdo con los datos proporcionados por el
capitán G. Krasota, obtenidos en el reconocimiento aéreo, fue atacada
una columna de tanques y camiones que se acercaba a la aldea de Shpola.
Al día siguiente, el capitán Krasota, que volaba con el primer teniente
I.
Mijailichenko, descubrió otra columna de unos 70 tanques,
que se dirigían hacia Shpola desde el sur
y atacó la cabeza de la columna, lo que produjo el atasco de la
misma. Después de esto, esa columna fue atacada el mismo día por
aparatos del 1° cuerpo de aviación de asalto de la Guardia que le
causaron grandes pérdidas. Durante toda la operación el capitán Krasota
efectuó reconocimiento aéreo y asestó golpes certeros al enemigo,
mostrando coraje y heroísmo, por lo que fue galardonado con el título de
Héroe de la Unión Soviética.
Gracias a sus enérgicas acciones, la aviación logró
contener a las grandes unidades de tanques del enemigo que se dirigían
al frente, lo que permitió al 1° ejército de tanques de la guardia, al
4° y al 53° ejército de la Guardia rechazar exitosamente al enemigo y a
los Frentes Ucranianos 1° y 2°, cerrar el cerco en torno a la agrupación
fascista de Korsuñ-Shevchenko, el 28 de enero.
El 2 de febrero por la mañana, el enemigo emprendió
vigorosos contraataques para facilitar la salida de sus tropas del
cerco en que se encontraban. A causa de que no teníamos reservas en esa
dirección se creó una situación peligrosa a nuestras tropas, pero la
aviación acudió en su ayuda. El Comandante en Jefe del 5° ejército aéreo
envió a unidades del
1°
cuerpo de aviación de asalto de la Guardia a fin de que
atacaran a la agrupación de tanques alemana que realizaba el
contraataque.
Durante muy poco tiempo los aviones de asalto efectuaron
127 misiones en las que causaron grandes pérdidas al enemigo y prestaron
oportuna ayuda a las tropas del 5° ejército de tanques y del 53°
ejército en el rechazamiento de los contraataques de los hitlerianos.
También operó muy activamente nuestra aviación de caza,
que en el período en que se tendía el cerco al enemigo, mantuvo
firmemente el dominio en el aire protegiendo con toda seguridad a
nuestras tropas. Del 29 de enero al 3 de febrero libró 120 combates
aéreos y abatió en ellos 130 aparatos enemigos.
A pesar de la complicada situación creada, las grandes
unidades de los ejércitos aéreos 2° y 5° realizaron más de 2.800
misiones desde el 29 de enero hasta el 3 de febrero, mientras que la
aviación fascista realizaba solamente la mitad.156 Ese
enorme número de misiones en condiciones desfavorables y cuando se
producía el deshielo primaveral fue factible gracias a la iniciativa y
tenacidad de todo el personal de las unidades de aviación en el
cumplimiento de la misión de combate, a la elevada preparación de los
pilotos y a la aspiración a prestar la mayor ayuda posible a las tropas
que estaban cerrando el cerco al enemigo.
Encontrándose ya cercadas las tropas alemanas, su mando
trató de abastecerlas por medio de la aviación e intentó romper el
frente exterior del cerco. Para ello, al oeste y sudoeste de Zvenigorod
concentró importantes contingentes de tanques e infantería y para
apoyarlos envió una gran agrupación de aviación.
A fin de aniquilar a la agrupación cercada, se hizo cargo
de la dirección general de nuestras tropas el Comandante en Jefe del 2°
Frente Ucraniano. Las tropas eran apoyadas por el 5° ejército aéreo y el
bloqueo de la agrupación cercada desde el aire fue mantenido por el 2°
ejército aéreo y el 10° cuerpo de aviación de caza de la Defensa
Antiaérea. Después de reagrupadas nuestras fuerzas, el 3 de febrero se
procedió al aniquilamiento del enemigo.
Pese a las condiciones meteorológicas desfavorables,
nuestra aviación operó día y noche, apoyando a las tropas, luchando
contra la aviación enemiga, transportando carga a las tropas y
realizando reconocimiento aéreo. Debido al gran atraso de las unidades
de artillería y tanques y a la dificultad de abastecerlas por tierra de
proyectiles y combustible en el período del deshielo primaveral, la
aviación fue uno de los principales medios que cooperaron con las tropas
terrestres al aniquilamiento de la agrupación enemiga de
Korsuñ-Shevchenko.
A la vez, nuestra aviación participó activamente en el
rechazamiento de los contraataques de las tropas alemanas en el frente
exterior del cerco en las zonas de Tolmach y Lisianka.
Surgió la situación más complicada el 4 de febrero de
madrugada, en el sector en que operaban las tropas del 53° ejército,
cuando unidades de tanques del enemigo penetraron en su orden combativo.
El general I. Vorobiov, jefe del estado mayor del 53° ejército envió, al
estado mayor del 5° ejército aéreo el siguiente radiograma: «Ataquen los
tanques y transportes blindados que se hallan en las zonas de Tolmach y
Sobolevka, pues son del enemigo, pero no toquen la artillería, que es
nuestra.»157
Despegaron grupos de aparatos de asalto, que atacaron
certeramente a los tanques enemigos. Ese día por la larde, el estado
mayor del 53° ejército comunicó que los soldados y oficiales habían
quedado satisfechos de la actuación de nuestra aviación. «La ofensiva
del enemigo ha sido contenida gracias a los certeros y masivos golpes de
la aviación de asalto, conjuntamente con la artillería.»158
La agrupación cercada era atacada constantemente por
nuestras tropas y aviación, noche y día. El 8 de febrero, después de los
golpes asestados por los aparatos de asalto y bombardeo a la zona de
concentración de tropas enemigas, éstas abandonaron el importante
centro de resistencia de Gorodische. Del 4 al 18 de febrero sólo las
unidades del 5° ejército aéreo realizaron 1.400 misiones para aniquilar
la agrupación cercada.159
Cuando estaba culminando el aniquilamiento de la
agrupación cercada, unos 3.000 hitlerianos se concentraron en la aldea
de Shandorovka, en la que ofrecían tenaz resistencia. El 16 de febrero
por la noche, el 392° regimiento de aviación de bombardeo nocturno
atacó al enemigo en esa zona y creó focos de incendios que habrían de
facilitar la acción de nuestras tropas terrestres. A pesar de la nevada
y del fuerte viento que soplaba, el capitán
V.
Zaevski, con el observador
V.
Lokotosh, provocó incendios que permitieron al resto de
las tripulaciones del regimiento bombardear con precisión. La aldea en
que se encontraban los alemanes fue devorada por las llamas de los
incendios. Gracias a los ataques conjuntos de las tropas terrestres y la
aviación fue liquidado el último resto de la agrupación enemiga de
Korsuñ-Shevchenko.
Además de apoyar a nuestras tropas, la aviación atacó los
aeródromos y pistas de aterrizaje del enemigo en la zona del cerco e
interceptó a los aviones enemigos, con lo que cumplió a cabalidad la
tarea de bloqueo desde el aire de la zona del cerco.
El 3 de febrero, el 10° cuerpo de aviación mixta y la
264° división de aviación de asalto atacaron por sorpresa los aeródromos
de la región de Vinnitsa, destruyendo unos 80 aviones de transporte.
Esto redujo considerablemente el número de vuelos que realizaban los
aviones enemigos para abastecer a la agrupación cercada. En el telegrama
del Comandante en Jefe del frente a los jefes de estas grandes unidades
de la aviación se decía: «El Consejo militar del 1° Frente Ucraniano
está satisfecho de la actuación de las grandes unidades que han
participado en la destrucción de la aviación de transporte del enemigo
el 3 de febrero de 1944. Les felicitamos con motivo de la victoria y
expresamos nuestra gratitud al personal de vuelo que ha participado en
la derrota del enemigo. El Consejo militar les desea grandes éxitos en
el aniquilamiento de los invasores alemanes.»160
La enérgica actividad de nuestra aviación contra los
aeródromos en que se encontraba la aviación de transporte del enemigo y
su destrucción en el aire hizo fracasar el suministro a la agrupación
cercada. Del 31 de enero al 18 de febrero, nuestra aviación realizó 210
misiones contra los aeródromos y libró 75 combates, a consecuencia de lo
cual fueron destruidos unos 200 aviones fascistas, de ellos 125 en los
aeródromos.161
En el período del deshielo primaveral tuvo gran
importancia el transporte de municiones y combustible realizado por
nuestra aviación para abastecer a las unidades de vanguardia de los
ejércitos 2° y 6° de tanques. El brusco deshielo y las frecuentes y
copiosas lluvias hicieron casi intransitables los caminos para todo tipo
de transporte terrestre.
En su avance, las unidades de tanques se alejaban mucho
de sus bases de suministro, por lo que necesitaban ayuda. Para cumplir
esta tarea, el Comandante en Jefe del 2° ejército aéreo, designó a la
326° división de aviación de bombardeo nocturno. Sus regimientos de
aviación, que contaban con aviones Po-2, se encontraban en los
aeródromos de Fursa y Yanushevka, próximos a la vía férrea, lo que
facilitaba el rápido traslado de las cargas desde la estación del
ferrocarril y el incremento de la intensidad del transporte aéreo. Del 8
al 16 de febrero, día y noche, en condiciones meteorológicas muy
desfavorables, fueron realizadas 822 misiones, en las que se
suministraron a las tropas 49 t de bencina, 65 de municiones y 525
proyectiles reactivos para los morteros de la Guardia.162
En el período en que operaban las tropas y la aviación
del
1°
Frente Ucraniano y el 2° Frente Ucraniano para aniquilar
a la agrupación enemiga cercada en la zona de Korsuñ-Shevchenko, el 31
de enero de madrugada, las tropas del 3° Frente y del 4° Frente
Ucraniano, con la cooperación del 17° ejército aéreo (comandante en
jefe, el general Sudets, adjunto para el trabajo político, el general
V.
Tolmachov y jefe del estado mayor, el general N.
Korsakov) y el 8° ejército aéreo (del que era comandante en jefe, el
general T. Jriukin, adjunto para el trabajo político, el general A.
Vijorev, y desde el 20 de abril de 1944, el coronel A. Rítov, y jefe del
estado mayor el general I. Bielov), emprendieron la ofensiva desde la
cabeza de puente de Nikópol.
En el período de ruptura de la defensa enemiga y de
desarrollo de la ofensiva, el 67 % de las misiones realizadas por la
aviación tuvieron por finalidad apoyar directamente a las tropas
terrestres, lo que contribuyó a su exitoso avance. Ya el 2 de febrero,
las tropas a la ofensiva, con la cooperación de la aviación, amenazaron
con cercar a la agrupación enemiga de Nikópol. El mando alemán empezó a
retirar a sus tropas y material bélico por carretera y ferrocarril.
Además de apoyar a las tropas, la aviación se dedicó a atacar el
transporte del enemigo.
Los regimientos del 9° cuerpo de aviación mixta (mandado
por el general O. Tolotikov) fueron muy activos en el cumplimiento de
estas tareas. Con ataques sistemáticos de pequeños grupos de apáratos de
asalto, fue prácticamente interrumpido el transporte de los alemanes en
la vía férrea Nikópol-Apostólovo. En lo sucesivo, las unidades de ese
cuerpo de aviación atacaron a las columnas de tropas en las carreteras
que parten del Nikópol al oeste y al sudoeste. Solamente el 4 de
febrero fueron realizadas 117 misiones y destruidos unos 100 camiones y
carros con tropas y cargas.163
Las tropas soviéticas, con la cooperación de la aviación,
el 9 de febrero liberaron Apostolovo y Nikópol, y a finales de febrero
Krivoi Rog y llegaron al río Ingulets. Por efecto de los golpes de
nuestras tropas y aviación, se derrumbó la defensa enemiga. Los
aviadores soviéticos —auténticos amigos de los infantes, artilleros y
tanquistas— no regatearon esfuerzos ni la propia vida para apoyarlos
desde el aire. Con sus ataques a las tropas enemigas en el campo de
batalla, a las reservas que se dirigían al frente y a las columnas que
retrocedían, los ejércitos aéreos 17° y 8° cooperaron activamente con
las tropas terrestres en la derrota de las agrupaciones enemigas de
Nikópol y Krivoi Rog.
En el período en que eran derrotadas estas agrupaciones,
el mando alemán incrementó el envío de refuerzos, pero para evitar que
llegaran al frente, nuestra aviación asestó unos cuantos golpes muy
potentes a las vías férreas. La 306° división de aviación de asalto
actuó enérgicamente en cumplimiento de esta tarea. Un grupo de aparatos
de asalto, al mando del primer teniente M. Platónov, jefe de escuadrilla
del 672° regimiento de aviación de asalto actuó enérgicamente en
cumplimiento de esta tarea. En uno de sus vuelos, realizados en
condiciones meteorológicas muy difíciles, Platónov condujo con gran
precisión el grupo a la vía férrea. Después de unos cuantos ataques
certeros ardieron varias cisternas con combustible y empezaron a
estallar las municiones que se encontraban cargadas en los vagones, lo
que hizo huir en medio de un gran pánico a las tropas hitlerianas. Por
el ejemplar cumplimiento de las tareas que le fueron planteadas al
liberar la margen derecha del Dniéper, al piloto N. Platónov le fue
otorgado el título de Héroe de la Unión Soviética.
Durante los meses de enero y febrero, las tropas
soviéticas, con la activa participación de la aviación, derrotaron a las
agrupaciones de tropas alemanas más importantes y completaron la
liberación de las regiones de Kíev, Dniepropetrovsk y Zaporozkie,
expulsaron a los fascistas de la región de Zhitomir, liberaron casi
enteramente las regiones de Roven y Kirovograd y unos cuantos distritos
de las regiones de Vinnitsa, Nikoláiev, Kámenots-Podolsk y Volinsk. El
enemigo fue arrojado del río Dniéper, replegándose a gran distancia del
mismo. Se crearon condiciones favorables para continuar la ofensiva de
las tropas a todo lo largo del frente.
A pesar de las difíciles condiciones meteorológicas y del
deshielo primaveral, los aviadores soviéticos apoyaron y protegieron
constantemente a las tropas. En 2 meses de combate, las unidades de los
ejércitos aéreos 2°, 5°, 17° y 8° realizaron 31.836 misiones, de ellas
13.176 tuvieron por finalidad atacar a las tropas enemigas.
Habiendo sufrido grandes derrotas en el invierno de 1943,
el enemigo adoptó toda clase de medidas para mantener las zonas que
ocupaba en la margen derecha del Dniéper en Ucrania. En marzo de 1944,
su agrupación de tropas meridional contaba con 83 divisiones (de ellas
el 27 % eran de tanques y motorizadas) y 1.475 aviones,
En la segunda etapa de la operación ofensiva, las tropas
de los Frentes Ucranianos 1°, 2° y 3° tenían que asestar potentes golpes
en las direcciones de Chernovits, Umañ-Tassi y Nikolaiev-Odesa, derrotar
definitivamente a las tropas enemigas, liberar por completo la margen
derecha del Dniéper en Ucrania y llegar a las montañas de los Cárpatos.
Después de reagrupadas las tropas de los tres frentes se reanudó la
ofensiva en los primeros días de marzo.
El 4 de marzo por la mañana, las grandes unidades del 2°
ejército aéreo empezaron a actuar en apoyo de las tropas del 1° Frente
Ucraniano en el inicio de la operación en la dirección de
Proskurov-Chernovits. Por causa del mal tiempo, la aviación de asalto
apoyó a las tropas con aparatos solitarios o parejas de los mismos,
tripulados por los mejores aviadores, que se dedicaban a atacar
preferentemente los puntos de apoyo y las baterías de artillería y
morteros. A los 3 días, debido al mejoramiento del tiempo operaban ya
grupos de 6 a 8 aviones.
Al cumplir las tareas en difíciles condiciones
meteorológicas, el personal de vuelo dio muestras de audacia e ingenio,
lo que elevó la eficacia de los golpes de la aviación. El 7 de marzo, un
grupo de 5 aparatos IL-2, al mando del teniente S. Kamenski, protegidos
por cazas, se dirigió a atacar a las tropas y el material bélico del
enemigo que se encontraban concentrados al norte de Starokonstantinova.
Antes de llegar al objetivo nuestros aviadores descubrieron dos grandes
columnas que se aproximaban a la ciudad. El teniente Kamenski atacó
sobre la marcha a una de ellas. El golpe fue tan inesperado que los
alemanes no pudieron utilizar la artillería antiaérea. A consecuencia
del imprevisto ataque quedó paralizada la columna y nuestros aparatos de
asalto dieron sobre ella varias pasadas, causando a los fascistas
grandes pérdidas.
También fueron muy eficaces los ataques lanzados por
nuestros aviadores contra los objetivos ferroviarios. De acuerdo con los
datos suministrados por el reconocimiento aéreo, grupos de aparatos de
asalto y de bombardeo atacaron sistemáticamente los nudos ferroviarios,
las estaciones y apeaderos, lo que hizo fracasar la maniobra de las
tropas alemanas y entorpeció la evacuación de los objetos y víveres
robados por ellas.
Ocho aviones IL-2, al mando del capitán
V.
Bochkarov, atacaron la estación ferroviaria de
Klemashovka, en las que se encontraban muchos trenes. En su primera
pasada los aviadores volaron un tren que salía de la estación e
interrumpieron el tráfico ferroviario por mucho tiempo. En las
siguientes pasadas los IL-2 causaron grandes daños al enemigo. La
estación fue devorada por las llamas. Ardieron también los trenes y
estallaron los vagones cargados de municiones y bencina.
Las tropas del frente, con la activa participación de la
aviación, el 11 de marzo habían avanzado ya 100 km, cortando la
importante vía férrea de Odesa a Lvov.
En lo sucesivo, las tropas del
1°
Frente Ucraniano después de una preparación de la
artillería y la aviación reanudaron la ofensiva el 21 de marzo. Nuestras
Fuerzas Aéreas asestaron 2 golpes con grupos de 60 a 100 aviones, lo que
contribuyó a que las tropas del frente rompieran con éxito la defensa
enemiga. La actuación de la aviación fue altamente calificada por el
general
I.
Cherniajovski, comandante en jefe del 60° ejército, el
que manifestaba en su telegrama dirigido al Comandante en Jefe del 2°
ejército aéreo: «Vuestra aviación ha actuado excelentemente.»164
En el segundo día de la operación ofensiva, el 2°
ejército aéreo se dedicó preferentemente a apoyar a los ejércitos de
tanques 19° y 4°, que perseguían constantemente a las tropas enemigas.
La aviación cooperó en todo momento con las grandes unidades de tanques.
Desalojadas de las posiciones fortificadas, las tropas alemanas
quedaron sin acceso a los principales caminos, por lo que, temiendo ser
cercadas, se retiraron apresuradamente. El experto piloto capitán N.
Bíkov, de la aviación de reconocimiento, cuando estaba cumpliendo una
misión de exploración descubrió una columna de tanques enemiga, de lo
que informó por radio al puesto de mando del regimiento de aviación.
Unos minutos más tarde los aviones de asalto asestaban un duro golpe a
los tanques fascistas. Una vez que hubieron regresado los aviones al
aeródromo se recibió un telefonema en el estado mayor del regimiento de
aviación, expedido por el mando de las tropas, en el que se decía:
«Transmita nuestra gratitud a las tripulaciones de los aparatos de
asalto. Sus golpes contra los tanques han sido muy certeros. Rogamos que
ataquen a la infantería.» Y otra vez volvieron a despegar las
incansables tripulaciones de los aviones de asalto, que con sus golpes
de alta precisión causaron grandes pérdidas al enemigo en su retirada y
contribuyeron al éxito de la ofensiva de nuestros ejércitos de tanques.
Debido al deshielo primaveral quedaron inservibles los
aeródromos de campaña, y la construcción de otros era empresa casi
imposible. El mal estado de los caminos dificultaba considerablemente
el transporte, lo que provocaba interrupciones en el suministro. Pero
aún en estas condiciones tan desfavorables no dejaron de actuar ni un
solo día nuestros aviones de asalto y de caza. Y en esto correspondió un
gran mérito a los trabajadores de la retaguardia de la aviación, sobre
todo a los choferes, que a pesar de lo intransitable de los caminos
suministraron municiones, bencina y demás medios materiales necesarios
a los aeródromos de vanguardia.
En aquellos días de deshielo y pésimo estado de los
caminos, el suministro de municiones y bencina a las grandes unidades de
tanques pasó a ser una tarea primordial de nuestra aviación. En su apoyo
directo a las tropas, el 2° ejército aéreo, a pesar de las difíciles
condiciones del tiempo, hasta el 17 de abril realizó diariamente unas
400 misiones, de las cuales el 15% tuvo por finalidad suministrar
municiones y combustible a las grandes unidades de tanques. Todo esto
contribuyó a que éstas pudieran mantener su ofensiva sin interrupciones.
En el curso de la ofensiva, los combatientes del 4°
ejército de tanques, liberaron el 26 de marzo la ciudad de
Kamenets-Podolsk, y el 19° ejército de tanques liberó el 29 de marzo la
ciudad de Chernovtsa. En los días sucesivos las tropas y la aviación
lucharon encarnizadamente contra las reservas enemigas que se dirigían
al frente. Su intenso traslado desde Francia, Dinamarca, Grecia,
Yugoslavia y de otras zonas permitió al enemigo incrementar su
resistencia. Por esta razón, las tropas del 1° Frente Ucraniano, por
orden del Gran Cuartel General del Alto Mando Supremo, suspendieron la
ofensiva el 17 de abril y pasaron provisionalmente a la defensiva.
Casi simultáneamente a la operación de
Proskurovo-Chernovtsa empezó (el 5 de marzo) la operación ofensiva de
Uman-Botoshansk del 2° Frente Ucraniano. El mal tiempo, las dificultades
en la preparación de los aeródromos y las interrupciones en el
suministro limitaron considerablemente las acciones del 5° ejército
aéreo. Por ello, algunos regimientos de aviación fueron trasladados a
los aeródromos de vanguardia, desde los que apoyaron a las tropas,
realizando unas 80 misiones diarias. Para proteger a las tropas, los
cazas volaban en el radio de acción máxima. En estas condiciones peleó
con gran éxito la escuadrilla mandada por el comandante N. Guláev, Héroe
de la Unión Soviética. Seis cazas a su mando despegaron para proteger a
las tropas. Patrullando al otro lado de la línea del frente los pilotos
descubrieron 27 bombarderos alemanes, escoltados por 8 cazas, que se
dirigían al orden combativo de nuestras tropas. Los pilotos soviéticos
atacaron audazmente a los aparatos enemigos y en un breve combate
derribaron once. Cinco de ellos fueron abatidos por Guláev, que ya
había derribado 50.
También peleó intrépidamente en el firmamento de la
margen derecha del Dniéper el Héroe de la Unión Soviética G. Rechkálov.
En los combates por la liberación de esa zona hizo asimismo una gran
aportación el capitán S. Luganski, Héroe de la Unión Soviética, que
peleó en un avión comprado por sus paisanos, los komsomoles y jóvenes de
Almá-Atá. En los combates aéreos derribó más de 30 aparatos enemigos.
La Patria apreció altamente las hazañas de sus hijos. Por decreto del
Presídium del Soviet Supremo de la URSS, del 1 de julio de 1944, Guláev,
Rechkálov y Luganski fueron galardonados por segunda vez con el título
de Héroe de la Unión Soviética.
Las tropas del 2° Frente Ucraniano, con el apoyo de la
aviación, llegaron el 26 de marzo de 1944 al río Prut (frontera estatal
de la URSS) en un sector de 85 km.
Habiendo terminado su concentración y reagrupación, el 6
de marzo, después de una preparación de la artillería y la aviación,
también emprendieron la ofensiva las tropas del 3° Frente Ucraniano en
la dirección de Novi Bug, participando en la operación los ejércitos 46°
y 8° de la guardia. También entró en combate ese día el grupo de
caballería motorizada del general
I.
Plíev. Se encargó de proteger a las tropas el 17°
ejército aéreo, que actuó preferentemente contra las bocas de fuego y
nudos de resistencia del enemigo y también obstaculizó el reagrupamiento
de sus tropas y desorganizó la dirección. Con la enérgica participación
de la aviación, el grupo del general Plíev liberó dos días más tarde, la
ciudad de Novi Bug. Continuando el desarrollo de la ofensiva, en la
dirección de Bereznigovatoe y Snieguivovka el mencionado grupo,
conjuntamente con los ejércitos que se hallaban a la ofensiva, creó la
amenaza de cerco del 6° ejército alemán.
En vista de esto, las tropas alemanas empezaron a
retirarse en pequeños grupos a la otra parte del río Yuzhni Bug en
dirección a Nikoláev. Entonces la aviación se dedicó a atacar a las
columnas que se replegaban.
A pesar de las enormes dificultades creadas por el
deshielo y de haber quedado inservibles muchos de los aeródromos con
pistas de tierra, nuestra aviación realizó unas 300 misiones diarias. En
el período de los combates por la liberación de la margen derecha del
Dniéper en Ucrania, los aviadores y jefes de todos los niveles dieron
muestras de ingenio, valentía y coraje en la lucha contra los invasores
alemanes.
El 24 de marzo al amanecer, el coronel A. Isupov, jefe de
la 306° división de aviación de asalto, llegó al aeródromo. De acuerdo
con los datos del reconocimiento aéreo, los aparatos de asalto debían
asestar un golpe a una agrupación enemiga que se disponía a
contraatacar. La baja nebulosidad no permitía que los cazas
acompañaran a los IL-2. Teniendo en cuenta lo complicado de la
situación y la importancia de la tarea a cumplir, el coronel Isupov
decidió mandar personalmente el grupo. A las 10 y 15 min de la mañana,
los aviones de asalto llegaron al poblado de Bezuvarovo, donde
descubrieron el objetivo y lo atacaron.
Los aviones de asalto asestaron un golpe demoledor con
sus audaces y repetidos ataques. El jefe de la división transmitió por
radio sus felicitaciones a las tripulaciones por el exitoso
cumplimiento de la tarea y dio la orden de regresar al aeródromo. En
ese momento aparecieron cazas alemanes, que trataron de atacar a los
aparatos de asalto, pero los ametralladores rechazaron su ataque. En una
segunda pasada los cazas hirieron gravemente a Isupov y a su
ametrallador Krivko. El avión se incendió y empezó a perder altura.
Cuando volaba sobre la aldea de Kovalevka dejó de funcionar el motor,
teniendo que hacer un aterrizaje forzoso en territorio ocupado por el
enemigo.
Encontrándose gravemente herido, el coronel Isupov fue
apresado por los fascistas y enviado a Alemania. Los hitlerianos
propusieron al piloto que hablara a los prisioneros exhortándoles a
participar en la guerra contra su Patria. Días más tarde se ordenó
formar a los aviadores soviéticos que se encontraban cautivos. Subió a
la tribuna el comunista Isupov. En las palabras que dirigió a sus
compañeros de armas, desenmascaró las mentiras de los fascistas, acerca
de la situación en el frente soviético-alemán y exhortó a los
prisioneros a que fueran hijos fieles de la Patria hasta su último
aliento. Interrumpieron al orador. El 15 de julio de 1944, fueron
formados de nuevo los prisioneros e hicieron salir de las filas a Isupov
y a otros 5 pilotos soviéticos, los esposaron e introdujeron en un
automóvil de la policía y se los llevaron. Isupov y sus compañeros se
despidieron de sus camaradas gritando: «¡Viva nuestra Patria soviética!»
El coronel A. Isupov, jefe de una división de aviación, que había
cumplido con honor su deber, cayó defendiendo a su Patria.
A consecuencia de los golpes de las tropas y la aviación
de los Frentes Ucranianos 2° y 3°, las grandes unidades del 6° ejército
alemán, se retiraron hacia occidente. El 4 de abril, el 37° ejército y
el grupo de caballería motorizada del general Plíev, con el apoyo del
17° ejército aéreo, liberaron el nudo ferroviario de Ruzdélnaya y
fraccionaron la agrupación enemiga en dos partes. El 10 de abril las
tropas soviéticas liberaron Odesa y 4 días más tarde llegaron al río
Dniéster, apoderándose sobre la marcha de unas cuantas cabezas de puente
en su orilla derecha. El 17° ejército aéreo prestó gran ayuda a las
tropas terrestres en esta operación. Actuaron magníficamente el 9°
cuerpo mixto de aviación y la 288° división de aviación de caza.
La aviación militar de transporte, ayudó mucho a las
tropas. En el período en que los caminos se encontraban en muy mal
estado por el deshielo primaveral, se encargó del transporte de
municiones y combustible. Sólo en 17 días del mes de abril, las
unidades de la aviación militar de transporte realizaron 4.817 misiones,
en las que suministraron al frente 670 t de municiones y combustible,
transportaron más de 5.000 hombres de refuerzo y evacuaron heridos.165
En el cumplimiento exitoso de esta tarea se destacó la patrulla mandada
por el subteniente L. Postupáev y un grupo de pilotos del 866°
regimiento de aviación de caza, al mando del capitán A. Koldunov.
El grupo de caballería motorizada del general Plíev
penetró profundamente en la retaguardia enemiga, quedando aislado de su
propia retaguardia, por lo que se hizo necesario prestarle ayuda
material. 6 aviones de transporte Li-2, custodiados por seis cazas,
debían localizar a nuestras unidades de caballería en la retaguardia
enemiga y arrojarles cargas en paracaídas. Al cruzar la línea del frente
nuestros aparatos fueron atacados por 12 cazas alemanes. La situación
era favorable al enemigo.
El capitán Koldunov dio a sus subordinados la orden «¡Atacamos!»
y se lanzó en ataque frontal contra el jefe del grupo de aviones enemigo.
Parecía que el choque de los dos aparatos era inminente, pero el piloto
hitleriano no pudo dominarse y tomó altura bruscamente. Una corta ráfaga
de ametralladora disparada por Koldunov abatió al piloto alemán. A
continuación derribó al segundo aparato desde muy poca distancia.
Disparando desde lejos contra nuestros aviones de transporte Li-2, el
enemigo abandonó el combate. Los aparatos de transporte lanzaron la
carga en el lugar indicado y regresaron sin pérdidas a su aeródromo. El
capitán Koldunov tenía ya en su haber 22 aviones fascistas derribados.
En virtud de un decreto del Presídium del Soviet Supremo de la URSS, del
2 de agosto de 1944, fue galardonado con el título de Héroe de la Unión
Soviética, y al terminar la guerra, en la que abatió 46 aviones
fascistas, le fue concedido por segunda vez ese título.
En marzo y abril de 1944 actuó en esa dirección la
aviación de bombardeo de largo radio de acción, trabajando con gran
intensidad el segundo cuerpo de aviación de la guardia, mandado por el
general E. Loguinov. Con sus ataques a las vías férreas y a las reservas
del enemigo, ese cuerpo prestó una gran ayuda n las tropas de los
frentes en la persecución del enemigo y en la completa liberación de la
margen derecha del río Dniéper en Ucrania.
En el invierno de 1943 y la primavera de 1944, las tropas
soviéticas, con la activa participación de la aviación, infligieron una
dura derrota a las tropas y la aviación alemanas, liberaron la margen
derecha del Dniéper en Ucrania y llegaron a Rumania. La aviación de los
frentes participó activamente en 9 operaciones ofensivas y realizó más
de 66.000 misiones de combate, mientras que la aviación alemana efectuó
unas 31.000. Durante ese período fueron arrojadas a las tropas y a
otros objetivos unas 7.000 t de bombas y librados alrededor de 1.000
combates aéreos. Además de las pérdidas sufridas por los alemanes en
hombres y material de guerra, les fueron destruidos más de 1.400 aviones
en los aeródromos y en combates aéreos.
Gracias a la experta dirección del mando y a la
aspiración del personal de los regimientos de aviación y de los
servicios de retaguardia a cumplir las tareas planteadas a la aviación,
algunos días de buen tiempo fueron realizadas más de 2.000 misiones. La
organización de tripulaciones de guardia en los aeródromos y el
aprovechamiento del más mínimo mejoramiento del tiempo para cumplir las
tareas de combate, las elevadas cualidades morales y combativas del
personal de vuelo, y las acciones en pequeños grupos y a cargo de
aviones solitarios contribuyeron al cumplimiento de las tareas de las
Fuerzas Aéreas.
En las condiciones del deshielo primaveral y disponiendo
de un ínfimo número de aeródromos, la aviación de asalto y de caza
constituyó el medio fundamental de apoyo a las tropas. El
estacionamiento de un gran número de unidades en aeródromos
magníficamente enmascarados, y el aseguramiento de una gran tensión de
sus acciones fue una de las condiciones principales de la elevación de
la actividad de la aviación.
En las operaciones realizadas, nuestra aviación, además
del apoyo a las tropas terrestres y la lucha contra la aviación alemana,
prestó un valiosa ayuda en el transporte de municiones y combustible,
sobre todo a las grandes unidades de tanques. Al cumplimiento de esta
tarea se dedicó el 14% del número total de misiones de combate.
Durante los encarnizadísimos combates librados para
liberar la margen derecha del río Dniéper en Ucrania, el personal de
vuelo de los ejércitos de aviación dio muestras de valentía e ilimitada
fidelidad al Partido Comunista y a la Patria socialista. Los aviadores
soviéticos cumplieron con éxito las tareas de combate tendentes a
derrotar a los invasores fascistas, por lo que a 18 de ellos les fue
concedido el título de Héroe de la Unión Soviética, entre los que
figuraban los comandantes A. Vorozheikin e
I.
Krasnov, el capitán A. Kumanichkin, los primeros
tenientes G. Kraseta, M. Odintsov, G. Alexándrov, I. Kozhedul y otros.
El resto del personal de las unidades y grandes unidades
de aviación, hizo también un gran aporte con sus hazañas laborales, al
aseguramiento del cumplimiento exitoso de las tareas de combate. En
estas operaciones destacaron ante todo el técnico teniente D. Burkov,
los suboficiales
V.
Ivanovski y N. Rudakov, los sargentos S. Titarenko, S.
Kurudínov, M. Usatiuk y muchos otros. El Alto Mando Supremo evaluó
altamente las acciones de combate realizadas por la aviación al liberar
la margen derecha del Dniéper en Ucrania. Numerosos aviadores fueron
condecorados con órdenes y medallas. Algunas unidades y grandes
unidades de aviación pasaron a ser de «la Guardia» y recibieron las
denominaciones honoríficas «de Berdíchev», «de Vinnitsa», «de
Kamenets-Podolsk», «de Kirovograd», «de Nikoláiev», «de Nikópol», «de
Odesa», «de Proskurovo» y «de Umañ». |