El 25 de noviembre recibimos la orden del CG del 16º Ejército de
retirarnos al Río Istra. La división fue reforzada por la 146ª
Brigada Acorazada. La orden llegó tarde y no pudimos organizar la
defensa al a lo largo del río a pesar de todos los esfuerzos.
Los nazis, actuando a lo largo de la carretera Volokolamsk-Istra
esperaban derrotarnos antes de que alcanzáramos la orilla oriental
del Istra, pero gracias a la cobertura de una poderosa retaguardia
alcanzamos esa línea en la mañana del 26 de noviembre y tomamos
posiciones defensivas en el sector Istra-Trusovo-SannikovoLuzhki .
Nuestro 258º Regimiento de Infantería tuvo la tarea de organizar la
defensa en la línea Vysokovo-Manikhino Station, en el bosque al
norte de Trukholovka estaba la 146ª Brigada Acorazada, la 108º
División de Infantería rechazaba a la infantería enemigo en la línea
de Krasnovidovo-Kozmino a nuestra izquierda. A nuestra derecha, al
norte de Istra, la 18º División de Infantería combatía duramente
contra grandes masas de blindados y de infantería. Una situación
particularmente conflictiva se nos presentó en el sector de nuestra
división. En la mañana del 25 de noviembre, las unidades nazis
convergieron en la orilla oriental del Istra, cruzaron el río y
rompieron las defensas. La división sufrió considerables bajas.
Ahora, eramos atacados por unidades de la 11ª y 5ª Divisiones Panzer.
La delicada situación de la 18ª División de Infantería también
afectaba a la estabilidad de las defensas de la 78ª División. En
nuestro flanco derecho, el 40º Regimiento de Infantería junto con el
871º Grupo de Artillería Anticarro que defendían el área al sur de
Istra luchaban medio cercados. Debía repeler los ataques no solo
desde el frente, sino también desde la retaguardia. En los
alrededores al noreste de la ciudad había un monasterio que habían
tomado las tropas de asalto alemanas. Debían ser desalojados o de
otra forma no se podría enlazar con el regimiento. Para ayudar el
regimiento fue reforzado con el 3er Batallón del 131º Regimiento de
Infantería. También enviamos unidades de reconocimiento al área de
Kashino-Rychkovo. Ya habiamos utilizado todas nuestras reservas
cuando los alemanes rompieron al norte de Istra.
Para restaurar la situación en el flanco derecho usamos el
regimiento del segundo escalón de la división. Con apoyo artillero
lanzamos un contraataque sobre los nazis al sur de Istra. Pero las
fuerzas eran desiguales. El enemigo disfrutaba de gran superioridad
y hombre, artillería, medios acorazados, aviación, .... Las unidades
de la división lucharon con valor y coraje, pero no pudieron
mantener la línea.
El 27 de noviembre la batalla se trasladó a la ciudad y a la orilla
oriental del río. Nos comenzó a atacar la 10º Panzer, la División
Motorizada SS Das Reich y la 252º División de Infantería, que
lanzaron el ataque principal a lo largo de la carretera en un
intento de alcanzar la ciudad por el suroeste.
Desde el puesto de observación del comandante del 40º Regimiento de
Infantería había buena visibilidad de las unidades enemigas. El
rugido de los tanques que se aproximaban se incrementó. Arriba en lo
alto, un Focke-Wulf de reconocimiento sobrevolaba el campo de
batalla.
Desde detrás de una colina apareció un punto gris y pronto docenas
de tanques se aproximaban a nuestras posiciones ¿cuantos? No tuvimos
tiempo de contarlos.
Los tanques se aproximaban en forma de cuña.
En ese momento recordé por algún motivo la escena del ataque
psicológico de la película Chapayev. Entonces, a través de la
neblina de la mañana, nuestra artillería empezó a disparar contra
los tanques. Al mismo tiempo negras columnas de tierra y humo
llenaron el aire. Cuando el humo se disipó vimos los tanques en
llamas. Sin embargo, el resto de ellos se seguían desplazando hacia
nosotros y entonces, el fuego directo de la artillería entró en
acción. Hicimos un gran trabajo. El ataque fue rechazado. No
quedaban panzer que nos atacaran.
Un momento de calma. Pero ¿cuanto iba a durar? Las cosas iban mal en
el flanco derecho, la 18ª División de Infantería. Presionada por
fuerzas superiores se retiraron al final del 28 de novimebre al
oeste de Dukhanino-Yermolino. El enemigo se movió al noroeste a lo
largo de la carretera de Rychkovo amenazando cortar la retaguardia
de las unidades que defendían Istra.
Mientras tanto las 146ª Brigada Acorazada estaba ayudando a la 18ª
División atacando en dirección a Ivanovskoye y Dukhanino con lo que
no nos podía ayudar. Las unidades de nuestra división sufrieron
bajas considerables y debían luchar sin apoyo acorazado, solo con
sus propios recursos. Se nos ordenó retirarnos a una nueva línea.
Los nazis seguían su marcha hacia Moscú. Pero ese fue su último
éxito. En ese momento, el 16º Ejército fue reforzado con unidades de
refresco. Por orden del GCG la 7ª División de Infantería de la
Guardia, dos brigadas acorazadas y varias unidades de artillería
llegaron a las áreas de Solnechnogorsk y Kryukovo. Una fuerza al
mando del Coronel A.I. Lizyukov llegó al área Krasnaya Polyana. Este
grupo pronto se integró en el 20º Ejército.
Unidades del 1er Ejército de Choque al mando del Teniente General
V.I. Kuznetsov, también de la reserva del GCG fueron llegando al
canal Moscú-Volga. Estas tropas atacaron a los alemanes que había
cruzado el canal y les rechazaron hasta la otra orilla.
Hacia el final de noviembre, el 20º Ejército se enfrentó de nuevo al
enemigo, pasando a la zona del 16º Ejército y rechazando el avance
enemigo en el área de Krasnaya Polyana.
En el centro del Frente Occidental, en el área de Akulovo
(Naro-Fominsk direction) las tropas del 33º Ejército, al mando del
Teniente General M.G. Yefremov y las reservas del Frente cerraron
con éxito la brecha abierta por los nazis.
Unidades de la 32º División de Infantería al mando del Coronel V.I.
Polosukhin se distinguieron especialmente en estas batallas. La
división, al igual que nosotros, había llegado desde el Lejano
Oriente y pronto aumentó la gloria del Ejército Rojo en la batalla
en Boridino. En estos campos glorificados en canciones y versos
llegaron a ser el símbolo de la gloria militar Soviética, los
soldados lucharon tan bravamente como los de Kutusov. Y por supuesto,
muchos de ellos recordaron esos días un poema del colegio:
“Moscú está detrás de nosotros, soldados
Muramos defendiendo Moscú entonces
Como nuestros hermanos lo hicieron antes”
Los hombres del Ejército Rojo mantuvieron su juramento. La división
defendió la capital con energía. El enemigo hizo repetidos intentos
de romper las defensas para alcanzar la carretera de Minsk en el
área de Kubinka. Como resultado de sus ataques los nazis solo nos
consiguieron desalojar de nuestras posiciones tras una dura lucha y
nos obligaron a retirarnos a la línea principal de defensa.
Habiendo fracasado la rotura en la zona de la 32ª División, los
nazis rompieron las defensas en un pequeño sector en los alrededores
de la división al principio de diciembre e intentaron avanzar a lo
largo de la carretera de Naro-Fominsk-Kubinka para alcanzar la
retaguardia de la 32ª División, pero nuestras unidades en Akulovo
frustraron sus intenciones. Nuestra artillería, rifles antitanque y
campos de minas destruyeron 12 carros y cuatro transportes blindados.
La 110ª División de Voluntarios del distrito de Naro-Fominsk-Kubinka
participó activamente en la lucha.
Simultáneamente con la lucha en el noroeste de Moscú, intensos
combates se desarrollaban en el flanco izquierdo del Frente
Occidental, en el área de Tula, donde el 50º Ejército, reforzado por
unidades de trabajadores armados de Tula mantenía las defensas. Los
nazis lanzaron el grueso de las fuerzas del General Guderian, el 2º
Ejército Panzer contra ellos.
Se peleó con especial fiereza a mediados de noviembre. Durante tres
días (del 18 al 20) el 50º Ejército rechazó furiosos ataques nazis.
El 20 de noviembre el enemigo consiguió romper las defensas en un
sector del flanco izquierdo de la división t lanzó un ataque contra
Venev y Kashira.
El intento enemigo de explotar el efecto de la ofensiva fracasó en
dirección a Stalinogosk. Por su obstinada defensa la 239ª División
de Infantería traía de la reserva y mandada por el coronel G.O.
Martirosyan, detuvo por seis días cuatro divisiones enemigas (del 24
al 30 de noviembre) y creó las condiciones favorables para un
contraataque en el área de Kashira. Mas tarde y bajo la presión de
fuerzas enemigas superiores la división se retiró en dirección a
Khavertovo.
El 27 de noviembre, la 1ª División de Caballería de la Guardia al
mando del Major-General P.A. Belov reforzada por a la 173ª División
de Infantería de Voluntarios del Distrito Frunze de Moscú, al mando
del Coronel A.K. Bogdanov, mas la 212ª Brigada Acorazada del Coronel
A.L. Getman mas una brigada acorazada y dos batallones acorazados
lanzó un contraataque desde el sur de Kashira. Como resultado, el
17ª División Panzer y parte de la 29ª División Motorizada fueron
derrotadas y rechazadas hacia el área de Mordves.
La ofensiva del 2ª Ejército Panzer orientada a rodear Moscú por el
sur fue detenida.
El 30 de noviembre la división consolidó la línea
Nadovrazhino-Selivanikha-Trukholovka-Lenino. La 18ª División de
Infantería y la 146ª Brigada Acorazada formó las defensas en la
línea Barantsevo-Bakeyevo a nuestra derecha. mientras la 108ª
División de Infantería lo hizo a nuestra izquierda, en la línea
Krasnovidovo Kozmino. una nueva fase de la batalla comenzaba.
Un importante hito sucedió en la vida de la 78ª División de
Infantería durante la lucha en la ribera del Istra. El 27 de
noviembre del 41 fue reorganizada por orden del GCG como 9ª División
de Infantería de la Guardia por el coraje, la determinación y el
heroísmo mostrado en la lucha contra loso invasores nazis. Esta
noticia hizo sentirse felices y orgullosos a todos los hombres.
Recibimos muchos telegramas expresando cálidas felicitaciones de
todo el Ejército Rojo. Se nos citó en el Consejo Militar del Frente
de Lejano Oriente, en el Comité del Partido del Territorio de
Khabarovsk y en el Consejo Militar del Frente Occidental y en el 16º
Ejército
El Consejo Militar del Frente del Lejano Oriente y los Comités
Ejecutivo y Territorial del Partido en Khabarovsk nos felicitaron
añadiendo “Estamos orgullosos y deseamos desde el fondo de nuestros
corazones que continuéis vuestra victoriosa aniquilación de las
sangrientas hordas germanas”
El mensaje de felicitación que recibimos del Consejo Militar del 16º
Ejército contenía palabras mas exultantes “Recibir la consideración
de Guardias durante los encuentros amargos con las tropas nazis es
el mas alto honor. Representáis las mejores características del
pueblo soviético, su coraje, bravura y desprecio por la muerte.
Habéis cumplido sobradamente con vuestro deber hasta la última gota
de sangre para que nuestra amada Patria pueda vivir. Esto es típico
de soldados, oficiales y comisarios políticos preparados por el
Partido. Honor y Gloria a vosotros, heroicos Guardias. Estamos
seguros que justificaréis la confianza del Partido y del Gobierno,
continuareis derrotando al enemigo y vuestros hechos pasarán a los
anales de la historia de Rusia.”
El General V.D. Sokolovsky, jefe del EM del Frente no felicitó por
teléfono en nombre del Consejo Militar del Frente.
Habíamos alcanzado no solo lo que sabíamos que era un gran honor,
sino una enorme responsabilidad. En el día en que recibimos la
bandera de la Guardia los hombres le hicieron un juramento de
lealtad de forma sincera y solemne.
Recuerdo los rostros graves y sin temor de nuestros hombre
repitiendo:
“Juramos por nuestras vidas, por la sangre de nuestros camaradas y
prometemos, miembros y no del Partido que firme y victoriosamente
llevaremos esta sagrada bandera en todas las batallas con el enemigo
hasta que los invasores alemanes sean completamente aniquilados”
Ese día no entregamos ni una sola aldea.
El 30 de noviembre los nazis concentraron su principal esfuerzo en
la zona ahora designada a la 9ª División de la Guardia e intentaron
romper en dirección a Moscú por la carretera de Volokolamsk. En
nuestro sector actuaban también unidades de la 5ª División Panzer.
Ahora, nuestra división y la 18ª División de Infantería combatía con
cuatro divisiones enemigas. Pero a pesar de la superioridad de dos a
uno el enemigo no consiguió pasar. Todos los ataques nazis fueron
rechazados y sufrieron bajas considerables. Ni las tropas de
refresco enviadas al combate ni los ataques aéreos masivo ni incluso
los ataques acorazados apoyados por artillería rompieron nuestras
defensas. La división aguantó con firmeza la línea. El enemigo no
solo fue detenido sino que quedó tan agotado que se tuvo que
replegar al oeste, alejándose de Moscú.
Esos días Rokossovski visitó la división. Quería conocer
personalmente el estado de las defensas de cada regimiento sugerir
mejoras, destacando particularmente su atención a la organización de
la defensa contra carro. Decidió que deberíamos reforzar la
carretera de Volokolamsk y la zona de contacto con la 18º División.
El comandante ordenó que batallones de artillería ligera de la
división ocuparan posiciones anti carro en las zonas del 40º y 131º
Regimientos de Infantería. Cuando volvimos al CG de la División en
Zhevnevo, Rokossovski nos informó que el Ejército había recibido
considerables refuerzos y en el futuro pasaría a la ofensiva.
Nuestra 9ª División de la Guardia lo haría junto con la 36ª y 40ª
Brigada de Infantería, la 17ª Brigada Acorazada y el 471ª Regimiento
de Artillería que podríamos usar en combates defensivos a nuestra
discreción, pero solo podríamos recurrir a las brigadas solo con su
permiso. Al final, Rokossovski nos ordenó pasar a la defensa activa,
siguiendo a cada ataque por un contraataque, obligando a los nazis a
luchar de noche, donde no podían aprovechar su superioridad aérea y
blindada “No podemos retroceder mas bajo ninguna circunstancia”
fueron las palabras finales del comandante.
Esto hicimos en los combates en la línea NefedyevoLenino-Zhevnevo
mientras que la división se preparaba para su mas grande y quizás,
mas difícil prueba.
Amargados por sus pérdidas y fracasos, los nazis rabiaban.
Despreciando las pérdidas en sus fuerzas de choque se infiltraban en
dirección a Moscú. Golpearon nuestras líneas con proyectiles, minas
y bombas, lanzaron ataques de infantería y blindados. Al fallar esto
decidieron allanar el camino a Moscú con un poderoso ataque en el
flanco en la intersección de la 18ª División de Infantería y
nosotros en dirección a Nefedyevo. Lanzaron un ataque aéreo masivo
sobre el flanco derecho de nuestra división, donde estaba el 258º
Regimiento de Infantería, seguido por un ataque artillero. La lucha
duró cuatro días y cuatro noches. Se combatía casa por casa,
cambiando algunas de manos varias veces. Dos batallones del 258º
Regimiento de Infantería no recibió alimentos en 24 horas, incluso
las cocinas fueron puestas fuera de combate o no había tiempo de
comer, la comida llegaba fría en un lío de latas. En enemigo lanzó
unidades de la 5º y 10ª Divisiones Panzer sin darnos un respiro
“Nuestros hombres llegaron al límite, pero al final, aguantaron”
El comisario y yo a menudo visitábamos los regimiento y
preguntábamos por la situación en el sector. M.A. Sukhunov, el jefe
del Regimiento que no había dormido en tres noches decía alegremente
“¡Todo está bajo control! Resistiremos. Todo está bien”
Sabíamos que decía “resistiremos”
La lucha continuaba furiosa. Recuerdo como el 2 de diciembre, los
alemanes lanzaron dos divisiones Panzer, apoyadas por artillería
sobre las posiciones mantenidas por dos batallones del 258º
Regimiento en el flanco izquierdo de las unidades de la 18ª División
de Infantería. El solo acababa de salir cuando 50 tanque y vehículos
acorazados con infantería atracaron a las formaciones del 40º
Regimiento de Infantería cerca de Blümentrit, el punto principal de
nuestras defensas. Agotados por anteriores ataques y machacados por
bombas y proyectiles, los heroicos batallones de la 258ª División
resistieron como nunca. Pero las fuerzas eran desiguales. El jefe
del regimiento telefoneó:
El enemigo ha roto en . Estoy cercado en mi puesto de mando en el
campanario de la iglesia”
Sukhanov nos pidió ayuda, inicialmente con fuego artillero antes de
que el enemigo le descubriera. Se lo prometí y obtuve el permiso del
Jefe de Ejército para usar una de las brigadas de infantería en un
ataque nocturno contra el enemigo en Nefedyevo. Ordenamos a la 146ª
Brigada Acorazada restaurar la situación en el área de Selivanikha.
En la noche nos reunimos con ellos. Todo estaba listo para lanzar el
contraataque. No dudábamos que tendríamos éxito Como resultado del
mismo expulsamos a los nazis de Nefedyevo la mañana del 3 de
diciembre. Capturamos dos tanques, cinco piezas de artillería,
cuatro carros de munición, cartas, documentos y otros trofeos.
El Coronel Sukhanov nos dijo que había pasado. Cuando los soldados
enemigos aparecieron en el área decidió mientras las comunicaciones
funcionaban llamar a la artillería sobre su posición. Los nazis
pensaron que como resultado del ataque artillero la iglesia estaba
en llamas y se alejaron del centro de Nefedyevo. Así, aunque
cercado, el comandante del regimiento dirigió las operaciones del
regimiento y dirigió el fuego de artillería hasta el fin de la
batalla.
Mientras tanto, batallas similares se libraban en el frento
izquierdo de la división, donde el 131º Regimiento de Infantería
tenía sus defensas. El regimiento estaba al mando del Coronel N.G.
Dokuchayev. Un soldado raso de la Guardia en el Ejército Zarista y
que luchó en la IGM y en la Guerra Civil y era un comandante hábil y
experimentado. El regimiento mostraba una gran dosis de coraje y
rresistencia sin muestras de temor o fatiga. Por su maniobrabilidad
y habilidad en el uso del terreno, el regimiento infligió duras
bajas al enemigo. Atacando en dirección a Snigiri y Lenino, en el
sector de las defensas del regimiento, el enemigo trató de envolver
las posiciones de la división por el flanco izquierdo. Aquí,
presionado por fuerzas muy superiores el regimiento se tuvo que
retirar a la línea al este de Lenino-Cota l 201.8-Dedovsk.
Selivanikha, en el sector del 40º Regimiento de Infantería cambió de
manos cuatro veces. Los nazis perdieron mas tropas que cuando
capturaron París. El 3 de diciembre los alemanes también atacaron
ese sector.
Cumpliendo la orden de Htiler de lanzar al combate hasta el último
batallón lo que presumiblemente decidiría la batalla, Bock, el jefe
del Grupo de Ejércitos Centro, en su orden del 2 de diciembre
arengaba a sus tropas con “Las defensas enemigas están a punto de
quebrarse” Lanzó a la batalla todas sus defensas, pero sus ataque no
podía dar la vuelta a la situación. La situación en la zona del 16º
Ejército y sus alrededores estaba cambiando a nuestro favor.
Nuestras tropas no solo mantenían sus posiciones sino que infligían
fuertes pérdidas al enemigo. Es mas, ganamos el tiempo necesario
para concentrar tropas de reserva y preparar un poderoso ataque al
enemigo. La máquina de la Wermatch fue detenida por fin.
Como resultado de la enconada resistencia de nuestras tropas en el
flanco derecho del Frente Occidental y la asignación de nuevas
reservas, la ofensiva del grupo alemán mas fuerte que trataba de
rodear la ciudad por el norte fue rechazada. El enemigo tenía que
pasar a la defensiva en posiciones poco ventajosas. Su saliente
estaba rodeada por nuestras tropas por tres lados.
El 5 de diciembre, las tropas del Frente Occidental detuvieron por
completo la ofensiva nazi en la línea Volga
ReservoirDmitrov-Lobnya-Zvenigorod-Stremilovo-Tula-Mordves
Khavertovo-Keltsy line
Los partisanos nos dieron un soplo de aire fresco, matando y
saboteando su equipo lo que ayudó a frustrar la segunda ofensiva
nazi sobre Moscú.
El fallo de la ofensiva general contra Moscú fue el hecho mas
importante del frente Germano-Soviético. Este cambio cerca de Moscú
que el mando nazi no esperaba tuvo muchos efectos. Halder, un
general alemán se refiere a estos hecho como una catástrofe y el
comienzo de una tragedia en el Este. Blümentrit escribió que “la
campaña de Rusia, especialmente en la Batalla de Moscú, fue el
primer revés militar y político alemán” Coincidía con él Guderian
que refiriéndose al problema del Ejército Alemán cerca de Moscú dijo
“Sufrimos una severa derrota en pocas semanas que tuvo fatales
consecuencias”
Los fallos cerca de Moscú sembraron la incertidumbre en los
soldados, oficiales y generales alemanes. Fue precisamente en los
alrededores de Moscú donde el poder militar y la moral del Ejército
Alemán se rompió. En el curso de 20 días, del 16 de noviembre al 6
de diciembre, los nazis sufrieron 55.000 muertos, mas de 100.000
heridos y congelados, perdiendo 777 tanques, 297 morteros y cañones,
244 ametralladoras y mas de 500 subfusiles.
El fracaso de la ofensiva alemana contra Moscú mostró el enorme
poder del Pueblo Soviético y su Ejército que, en las mas terribles
condiciones, no solo fue capaz de detener al enemigo sino de generar
la reservas que se necesitaban para el contraataque.
El otoño del 1941 fue seguramente el mas difícil y crítico periodo
de toda la Gran Guerra Patria. Los nazis se plantaron en las puertas
de Moscú y se preparaban como una enorme bestia para saltar sobre la
capital.
Los hechos ocurridos esos días en los alrededores de Moscú fueron
inigualables en la historia, tanto en número de fuerzas implicadas
como en sus consecuencias. Entraron en la historia de la Gran Guerra
Patria como la mayor explosión del Pueblo Soviético.
Nuestro fue el duro camino hacia la victoria. Experimentamos la
amargura de la derrota y la retirada bajo la presión de fuerzas
superiores. Los nazis pisotearon sin piedad nuestra Patria,
destruyendo nuestros monumentos históricos, saqueando y destruyendo
los tesoros creados por nuestro industrioso pueblo.
Las tropas luchando en las primeras líneas tuvieron que contenerlos
con lo poco de que disponían ya que la mayor parte del armamento,
alimentos y equipos fueron enviado a las unidades de nueva formación.
A menudo las compañías y batallones tenían poco hombre cuando
comenzada el combate. Las tropas que habían estado bajo un huracán
de artillería nazi y fuego de ametralladora se tenían que retirar a
duras penas por el barro. Pero el pueblo nunca perdió su coraje.
Nuestros hombre confiaban en la victoria y se mantuvieron en sus
puestos hasta detener a las hordas nazis.
La batalla defensiva fue ganada pro el Ejercito Rojo cerca de Moscú
y culminó la primera y mas complicada etapa de la lucha de la Unión
Soviética contra la Alemania de Hitler.
Para la 9ª División de Infantería de la Guardia los combates en
dirección a Istra con el enemigo disfrutando de superioridad en
hombre, blindados y aviación fue una prueba dura de madurez
combativa. Y pasaron la prueba con honores. Enfrentado con el 10ª
División Panzer, la División Motorizada SS Das Reich, la 252ª
División de Infantería, parte de la 78ª División de Infantería y de
la 5ª División Panzar, nuestra División luchó duramente y rechazó
los ataques del enemigo. En la lucha el enemigo perdió cerca de
12.000 hombres entre muertos, heridos y prisioneros.
Por su heroísmo y valor en la batalla 303 hombres de la 9ª División
de la Guardia fueron condecorados con diversas órdenes y medallas. |