Tuvimos poco tiempo para prepararnos para las batallas que
tendríamos que librar para nuestra misión. Al volver al CG de la
división, el comisario y yo convocamos al jefe del EM (Estado Mayor)
al oficial político, al jefe de artillería y a los diferentes
comandites de la división para transmitirles las instrucciones que
habíamos recibido del mando. Hicimos énfasis de manera particular en
la necesidad de cambiar la habitual línea de defensa antitanque en
una concentración de equipo antitanque en las direcciones en las que
se esperaba la amenaza y se intentó llevar estas instrucciones a
todos los comandantes, en especial a los artilleros.
Ordenamos al 258º Regimiento de Infantería atacar el área de
Mikhailovskoye mientras los otros dos regimientos debía cubrir la
dirección de Istra, al oeste y al sudoeste, estos dos regimientos
recibieron la orden de defender a lo largo de la línea
Kholshchevniki Station-Frolovskoye. La organización de la defensa
fue asignada al jefe del EM y al jefe político, mientras el
comisario, el jefe de la artillería y yo atendíamos a los
preparativos del ataque.
Tras despachar las ordenes y asegurarnos de que habían llegado a las
unidades, el comisario y yo fuimos en la madrugada a las posiciones
del 258º regimiento de infantería. Comprobamos en detalle la
organización y la cooperación entre la infantería y la artillería
tanto con el regimiento como con las unidades vecinas, comprobamos
la defensa antitanque y antiaérea, la organización, las
comunicaciones y el resto de los factores que influirían en el
resultado de la batalla. Cuando quedamos satisfechos con los
resultados aunque nos preocupaban las comunicaciones con el 144º
División de Infantería que estaba a nuestra izquierda ya que la
cooperación con ella no había sido organizada. La cuestión de los
alimentos tampoco estaba resuelta satisfactoriamente. Las cocinas
estabas separadas de las unidades y estaban lejos, en la retaguardia,
lo que significaba que la comida no se podía distribuir regularmente.
Un oficial de enlace fue enviado a establecer contacto con los
vecinos (la 144º División) y las cocinas se acercaron a las unidades.
Para aumentar la sorpresa del ataque decidimos prescindir de la
preparación artillera y esperar a que las primeras compañías
empezaran el asalto para romper el fuego artillero.
Las cosas se hicieron bien. El ataque del 258º sorprendió al enemigo
y cuando los nazis empezaron a salir de sus refugios fueron
sorprendido por el fuego de la artillería, lo que nos permitió
capturar sus posiciones con facilidad.
A medida que el enemigo retrocedía lanzó un contraataque con un
batallón de tanques, pero fueron incapaces de frenar nuestro avance.
Seguíamos adelante
Los siguientes hechos atestiguan el efecto de nuestro avance.
El Río Ozerna era una barrera en el camino de los atacantes. Todavía
no estaba helado y los soldados vacilaron. Mientras tanto, el
enemigo lanzó un contraataque con casi in regimiento de infantería
apoyado por tanques y seis batallones de artillería. Nuestro ataque
estaba en riesgo de fracasar pero el jefe de la 7º compañía, el
teniente I.A.Ivanoc, un comunista, se lanzó a las aguas heladas
gritando “Hurra” y fue seguido por el resto de sus hombres. Su
compañía cruzó el río y atacó al enemigo por el flanco. Las otras
unidades del regimiento hicieron lo mismo y combatiendo fieramente
repelieron el contraataque enemigo. Las 7º Compañía fue la primera
en llegar a Mikhailovskoye, el 2º Batallón capturó la ciudad de
Fedchino y cerró la carretera de Ruza.
El ataque de la 18º División de Infantería a nuestra derecha tuvo
éxito. Conocía a su comandante, el Coronel P.N. Chernyshov del
Lejano Oriente. Sus unidades avanzaron en la dirección de Skirmanovo
y alcanzaron el río Gryada. Sin embargo, el enemigo volvió a tomar
Skirmanovo de nuevo.
Nuestro primer combate fue un éxito. La división capturó
Mikhailovskoye y la ciudad de Staroye cumpliendo su misión. La
primera batalla nos enseñó a los primeros héroes de la división: I.
A. Ivanov, P. Ognev, V. D. Kuzmin, K. S. Sinitsyn, A. M. Yankubayev
y otros. Sin embargo, no todo salió redondo en esta batalla. La
falta de experiencia de combate era evidente. También sufrimos
nuestras primeras bajas. El capitán Pyotr Borisov, jefe del 2º
Batallón de Infantería fue herido muy seriamente. Su segundo, el
capitán Pyotr Turakov tomó el mando del batallón. Nuestras unidades
medicas trabajaron muy bien desafiando peligros y luchando por las
vidas de nuestros camaradas. En la lucha por Mikhailovskoye y en la
siguiente operación defensiva, el soldado Ivan Avdeyev, ordenanza
médico de la 3ª Compañía (258º Regimiento) evacuó a 270 soldados y
oficiales heridos del campo de batalla. Pero no era solo un
ordenanza médico. Era además el mejor observador del regimiento:
muchas veces descubrió a los tanques enemigos en posiciones de
ataque. Sus esfuerzos fueron recompensados con la Orden de Lenin. La
mayor parte de nuestros soldados lucharon con similar bravura,
especialmente los miembros del Partido y los Komsomoles que siempre
estaban en primera línea de ataque.
Una vez retorné al CG en la madrugada del 4 de noviembre telefoneé
al CG del Ejército e informé de los resultados de la batalla. El
Mayor-General Mikhail Malinin, jefe de EM del 16º Ejercito oyó mi
informe y en nombre del comandante felicitó a la división en su
bautismo de fuego y nos deseó que fuera el primero de una larga
serie de éxitos frente al enemigo. Me preguntó acerca de la
organización de la defensa y prometió enviarme instructores para
tareas de minado. El propio general vino con los instructores y nos
dio buenos consejos.
El mando quería que nuestra división consiguiera experiencia de
combate y estuviera lista para la defensa lo antes posible. La
decisiva final era inminente y sería de suma importancia en la
batalla por Moscú.
El GCG ordenó a las tropas del Frente Occidental mantener la
posición y evitar los movimientos del enemigo para rodear Moscú en
el Noroeste y en el Suroeste. Para este propósito se reforzó con las
reservas la dirección por donde se esperaba el ataque enemigo. De
esta forma, una división acorazada y cinco de caballería fueron
enviadas al área de Volokolamsk con órdenes de cooperar con las
unidades del flanco derecho del 16º Ejército y lanzar un
contraataque contra el flanco izquierdo del 3º Grupo Panzer.
La fuerza atacante se organizó en el flanco izquierdo del Frente
Occidental con la intención de contraatacar en el flanco del 2º
Ejército Panzer de Guderian.
El 14 de Noviembre, el consejo militar del Frente Occidental apeló a
los soldados, oficiales y oficiales políticos para la defensa de
Moscú hasta la última gota de sangre. Los slogans “No rendiremos
Moscú” y “La derrota de los invasores nazis empieza en Moscú”
claramente expresaban las esperanzas y aspiraciones de cada soldado
y comandante.
En esos días los defensores de Moscú eran a menudo visitados por
delegaciones de trabajadores. Los soldados recibieron los encargos
de la Patria. Las unidades del 16º Ejército también recibieron esas
visitas. Nuestra división recibió la visita de representantes de los
trabajadores de Moscú. En las reuniones con esa gente los soldados
aseguraron que no ahorrarían esfuerzos en la defensa de la capital.
La batalla decisiva estaba cerca. El mando nazi realizaba frenético
los preparativos.
Bock, jefe del Grupo de Ejércitos Centro ordenó a su fuerza aérea
destruir Moscú. La artillería de largo alcance y gran calibre se
estaba acercando a la capital.
Los nazis formaron destacamentos especiales para capturar
importantes objetivos. Para este propósito, la División Motorizada
SS Das Reich, que estaba atacando a unidades de nuestra división
recibió la orden, según rezan las memorias de Otto Scorzeni, un
importante saboteador de las SS, de formar un destacamento especial
con instrucciones de tomar las presas del Canal Moscú Volga.
Los nazis confiaban tanto en el éxito de su ofensiva que incluso se
precipitaron a designar al General von dem Bach-Salewski, uno de los
mas cercanos a Himmler, como jefe de las SS en Moscú. Este general
formó un destacamento especial de las SS para Moscú al mando del SS
Standartenführer Saks. El mismo Saks había sido nombrado comandante
de Londres.
[Ver L. Bezymensky, Generales Alemanes con y sin Hitler, Moscú,
Sotsekgiz, 1961, p. 180 (en Ruso)]
La ofensiva decisiva nazi empezó el 15-16 de Noviembre con ataques
del 3er y 4º Grupo Panzer contra el flanco derecho del Frente
Occidental. El 18 de noviembre, el 2º Ejército Panzer reanudó su
ofensiva al sur-este de Tula y el 4º Ejército Alemán lo hizo en el
centro.
En dirección a Volokolamsk el enemigo lanzó su ofensiva contra el
16º Ejército el 16 de noviembre. El mismo día, las unidades del
flanco derecho del 16ª Ejército al norte de Volokolamsk lanzaron un
contraataque en las unión del 3er y 4º Grupos Panzer.
Libraron batallas particularmente duras la 316º División de
Infantería del Mayor-General I.V.Panfilov, el Grupo de caballería
del Mayor-General L.M. Dovator y las Brigadas 1ª de Guardias y 27º,
28º y 23ª Blindadas. El 16 de noviembre estas unidades del 16º
Ejército repelieron poderosos ataques acorazados.
A la presión de las divisiones nazis se opuso el deseo del Pueblo
Soviético, consciente de la importancia del momento. Aquellos fueron
días de gran heroísmo que demostraron al mundo el coraje cada
ciudadano soviético.
En la guerra no hay batallas sin sangre. Continuamente atacando las
posiciones de nuestras tropas y despreciando sus perdidas los nazis
chocaron contra la defensa del 16º Ejército. La infantería enemiga
que seguía a los tanques caían sobre las trincheras luchando mano a
mano para romper las lineas y tomar los fuertes.
Una inolvidable jornada ocurrió ese día por parte de un grupo de
destructores de tanques del Regimiento 1077º (316º División de
Infantería) que firmemente detuvo el avance enemigo en el área
ferroviaria de Dubosekovo. La mayor parte de ellos cayó en el
cumplimiento de su misión. La pasionales palabras “Rusia es grande,
pero no tenemos donde retirarnos mas allá de Moscú” pronunciadas por
V. G. Klochkov, comunista e instructor político que murió junto con
los demás héroes resonaron sobre todo el país. Fueron el Leit-Motiv
de los defensores de Moscú.
Mucho mas soldados soviéticos cayeron en acción con el mismo
heroísmo, pero permanecen en el olvido.
Hasta el 16 de Noviembre, las mayores batallas en la zona de nuestra
división fueron en el sector del 258º Regimiento de Infantería. En
un intento de retomar las ciudades deshabitadas que había perdido y
la carretera Ruzanov-Petrovskoye los nazis les lanzaron un
regimiento motorizado y otro de infantería. El enemigo atacó
nuestras unidades continuamente, pero todos los ataques fueron
repelidos por el valores nuestros luchadores. Los nazis lo
intentaron todo; Panzers, ataques aéreos y artillería contra las
unidades de la división, intentos de infiltración entre las unidades
y envíos de tropas de asatlo a nuestra retaguardia. Pero todas las
estratagemas enemigas fueron vanas, rápidamente descubríamos sus
intenciones y tomábamos las medidas oportunas.
Al fallar en su ataque frontal, los alemanes decidieron flanquear al
258º Regimiento de Infantería y enviaron un regimiento motorizado a
Barynino. Nuestros exploradores les localizaron y enviamos al 3er
batallón del 131º Regimiento de Infantería y un batallón antitanque
al área amenazadas. Como los nazis tenían superioridad numérica
forzaron a retirarse a nuestras unidades y capturaron Mikhailovskoye
pero fueron incapaces de avanzar nada mas.
Los combates del 4 al 15 de noviembre templaron a la 78º División de
Infantería. Nuestros hombres maduraban cada día que pasaba. Los
soldados y oficiales consiguieron experiencia y mejoraron su
capacidad de combate. Recuerdo el siguiente episodio: tras tres días
de lucha (del 7 al 10 de noviembre) el 2º Batallón del 131º
Regimiento de Infantería fue flanqueado por los nazis y recibieron
la orden de abandonar la ciudad de Vayukhino. A la unidad de
ametralladoras de Pyotr Ognev se les encomendó cubrir la retirada
del batallón. Ognev situó el arma en el techo de una casa de piedra.
Los nazis los descubrieron Pronto, Ognev era el único superviviente
del equipo de la ametralladora. Estaba herido pero continuaba
disparando y manteniendo a los alemanes lejos mientras el batallón
se retiraba. Los nazis situaron una pieza de artillería y
destruyeron el edificio pero la ametralladora seguía disparando. El
heroico ametrallador continuaba disparando desde el edificio en
llamas hasta que fue cubierto por el humo. Varios días después el
batallón reconquistó la ciudad. Los habitantes nos contaron que tras
el encuentro con Ognev los nazis se llevaron cinco camiones de
muertos por Ognev.
El 15 de noviembre recibimos un radiograma que con la orden del Jefe
del Ejercito de preparar todos las unidades de la división para
rechazar un posible ataque enemigo la mañana del 16 de noviembre. A
través del CG de la división rápidamente instruimos a todos los
oficiales que permanecieran en sus puestos, intensificaran el
reconocimiento, reforzaran la protección y comprobaran de nuevo la
disponibilidad para el combate de las armas y el funcionamiento de
las comunicaciones. Integrantes del mando y del departamento
político fueron enviados a cada regimiento para ayudarles en la
ejecución de lar órdenes.
Pronto recibimos la orden del CG del Ejército: la 78º división de
infantería debía asumir la ofensiva a las 10:00 del 16 de noviembre
y capturar las ciudades de Skirmanovo y Barynino. A nuestra derecha,
la 18º División de Infantería también tenía una misión ofensiva.
La ofensiva de estas dos divisiones no tuvo éxito, pero jugó un
papel positivo ya que obligó al mando nazi a reforzar a sus tropas
en el sector con dos divisiones y redujo su presión sobre el centro
del Ejército.
El 17 de noviembre las divisiones nazis atacaron con furia al 16º
Ejército a lo largo de todo el frente. Bajo la presión de fuerzas
superiores parte del 16º Ejercito tuvo que retirarse a la zona del
30º Ejército bajo el mando del Mayor-General D. D. Lelyushenko.
Ese día, todos los ataques enemigos en el centro y en el flanco
izquierdo del 16ª Ejército fueron rechazados. La 316º División de
Infantería y el Grupo de Caballería del General Dovator resistieron
firmemente solo al final del día se replegaron a una nueva línea con
el permiso del mando del Ejército. Por su valor y coraje la 316º
División de Infantería fue condecorada con la Orden de la Bandera
Roja el 17 de Noviembre y al día siguiente fue renombrada a 8º
División de la Guardia.
El enemigo nos superaba casi en 3 a 1. Para detener la avalancha de
panzer sobre la capital se exigió a nuestras tropas grandes
esfuerzos.
Los organizadores nazis de la última ofensiva contra Moscú no podía
comprender la firmeza desplegada por nuestros soldados en los campos
cubiertos de nieve. Estaban desconcertados por la fiera e
insuperable resistencia de las tropas soviéticas que se encontraban
en Volokolamsk y otras direcciones.
Nuestra 78º División había detenido el avance enemigo y con el
grueso de sus fuerzas consolidó la línea Onufriyevo-Rakovo-Mery,
cubriendo la aproximación a Istra desde el Suroeste. La 18º División
de Infantería luchaba a nuestra derecha y la 144º División del 5º
Ejército a la izquierda. Nuestra división defendía una zona de 12 km.
Las primeras defensas de la línea Sloboda Gorodishche-Petryaikha las
ocupaba el 258º Regimiento de Infantería, la segunda línea de
defensa - Onufriyevo-Rakovo-Mery – la mantenía el 40º y el 131º
Regimientos de Infantería. Ahí estaban también las reservas general
y anti-tanque y las mayor parte de la artillería. Para mejor
controlar la situación en el regimiento de vanguardia se decidió
mover el CG de la división a Safonikha, por su mejor protección,
desplegar parte de la artillería a posiciones de tiro al este de
Gorodishche, en Uglyn. Dicha organización obligó al enemigo a lanzar
un ataque de preparación artillero con apoyo aéreo contra la primera
línea de defensa donde solo una parte de la división se había
desplegado. Cuando tomó la primera línea, organizó una rotura y una
preparación artillera para el ataque.
El comisario y yo visitamos las posiciones artilleras y nos
aseguramos de que los soldados y oficiales hicieran todo lo que
podían. En ese corto periodo tenían que hacerlo todo para preparar
unas buenas defensas. Pero no podíamos contenerlos con eso porque el
enemigo disfrutaba de una considerable superioridad, especialmente
en blindados. De acuerdo con nuestras información, frente al 16º
Ejército había nueve divisiones completas, de las que tres eran
acorazadas. También estaba preocupado por un ataque frontal.
Inclinados sobre el mapa, apretados en una habitación mal iluminada,
los jefes y yo vimos el peligro que implicaba la punta de lanza
acorazada en la unión entre el 16º y 30º Ejércitos para la defensa
del Frente Occidental. Era la garra izquierda que amenazaba con
rodear Moscú al Noroeste. Las tropas del 30º, 16º y parte del 5º
Ejércitos en el flanco derecho tenía que cortar la garra gigante y
arruinar su plan de capturar Moscú.
A nuestra división se le asignó un papel no menos importarte:
detener al enemigo en dirección a Istra. |