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En toda guerra hay objetivos que merecen gran atención por parte de uno
de los bandos en conflicto, y que es ferozmente defendido por el otro
bando. Durante la 2ª Guerra Mundial un ejemplo fue el acorazado alemán
Tirpitz, atacado varias veces hasta ser finalmente hundido a fines de
1944. En Vietnam el puente Ham Rung (“Las Fauces del Dragón”, en Thanh
Hoa) fue un blanco atacado constantemente por los estadounidenses entre
1965 y 1972 (perdiendo la USAF y la USN muchos aviones en estas
incursiones). Durante la Guerra de Corea (1950-53) ese objetivo fue, sin
duda, la represa hidroeléctrica de Supjun, de cuya defensa era
responsable la PVO de la URSS. Y pese a ser tomados con la guardia baja
en el primer ataque, en las siguientes incursiones los MiG-15 y la AAA
soviéticos defendieron la estación hidroeléctrica ferozmente contra la
poderosa Fuerza Aérea de los EE UU.
La
GES (Gidro-Elektricheskaya Stantsiya = Estación hidro-eléctrica)
de Supjun -a veces también llamada Supung o Suphung, y conocida en la
cartografía anglosajona como Sui-ho- era, al momento de la Guerra de
Corea (1950-53) la cuarta central hidroeléctrica más grande del mundo.
Construida en 1941 por Japón (que en ese momento controlaba toda Corea y
toda Manchuria), la inmensa estructura mide 853 metros de una punta a la
otra del río Yalu (el cual separa a Corea del Norte y a la República
Popular China), 97 metros de ancho en su base y 18 en la cúspide, y
tiene t all,ceih (one confirmed una
altura de 160 metros. El inmenso embalse formado detrás de este tiene
una capacidad de almacenamiento de 20 billones de metros cúbicos, y cada
uno de sus seis generadores es capaz de generar 100.000 kilowatts. Esta
estación proveía energía eléctrica a toda Corea noroccidental y a las
regiones de Port-Arthur y Dairen en China.
Al
comienzo del conflicto coreano en junio de 1950, inicialmente la represa
no recibió demasiada atención por parte del Alto Mando de la Far East
Air Force (FEAF) estadounidense. Incluida en una lista de objetivos
estratégicos en Corea del Norte a ser atacados hecha el 23 de agosto,
fue descartada como tal debido a que los planes estadounidenses en ese
momento eran reunificar Corea bajo la hégida del sus aliados surcoreanos.
Ironicamente aún cuando este plan se volvió impracticable tras la
intervención de las tropas chinas y la VVS soviética en noviembre de
1950, la restricción no fue levantada nunca por el comandante en jefe
aliado que sucedió a Douglas McArthur, el General Matthew Ridgeway.
Decisión de Atacar
Esta situación cambió el 28 de abril de 1952 cuando el Presidente de EE
UU Harry S. Truman nombró como nuevo comandante supremo aliado al
General Mark Clark. Tras asumir el 12 de mayo, Clark se reunió con el
comandante de las Fuerzas Navales en el Lejano Oriente Vicealmirante
Robert P. Briscoe el 6 de junio, y con el comandante de la FEAF General
Otto P. Weyland el día siguiente. Estos veían en un ataque contra Supjun
y la red energética norcorena la oportunidad de romper con la situación
de estancamiento de las negociaciones de tregua en Panmujon (suspendidas
desde noviembre de 1951), poniendo a los comunistas de rodillas al dejar
sin energía a sus fabricas militares. Ambos le sugierieron planear un
ataque contra Supjun y otras tres estaciones generadoras de electricidad
(Choshin, Fusen y Kyosen), y Clark coincidió con ellos. El 11 de junio
Weyland y Briscoe presentaron su propuesta, y el 17 Clark primero, y el
19 su Estado Mayor Conjunto, la aceptaron.
Una descripción detallada de todo el plan de ataque contra las cuatro
estaciones hidroeléctricas excedería las pretensiones de este artículo,
pero baste con decir que las restantes tres (Choshin, Fusen y Kyosen)
debían ser atacadas por aviones a hélice F4U-4 Corsair y AD-4 Skyraider
de los portaaviones USS Boxer, Bon Homme Richard, Princeton y
Philippine Sea, y cazas a pistón F-51D Mustang de la 18ª FBW y del
No.2 Sqdn de la SAAF. Esto era así porque debido a la distancia a la que
se encontraban de Manchuria, donde estaban las bases aéreas de Andun,
Myaogu y Dapu (conocidas en la bibliografía norteamericana como Antung,
Tatang-kou y Fen-Cheng), se estimaba que los cazas soviéticos MiG-15 no
tendrían tiempo de interferir con la incursión.
En
el único lugar donde la FEAF temía que los MiG soviéticos pudieran
interceptar la fuerza de ataque y causarle serias pérdidas era sobre la
propia represa Supjun, ya que se encontraba a solo 65 kms de Andun. En
esta base se encontraban desplegados aproximadamente 60 cazas MiG-15bis
de los dos regimientos de la 97ª IAD, el 16º IAP y el 148º GIAP. Pocos
kilómetros hacia el oeste, en el aeródoromo de Myaogou (Tatang-kou), se
encontraba la 190ª IAD, consistente de tres regimientos, los 256º, 494º
y 821º IAP, que sumaban otros 90 MiG-15bis a la potencial fuerza de
defensa. Las 97ª y 190ª IAD estaban deplegadas dentro del 64º IAK bajo
el mando del Teniente General Georgiy A. Lobov (un as de la Gran Guerra
Patria con 19 victorias, más otras 4 que había conseguido en Corea en
agosto-septiembre de 1951 antes de ser designado comandante del Cuerpo).
Estas divisiones realmente represntaban un gran peligro potencial, ya
que algunos de sus comandantes y estado mayor –tales como el jefe del
821º IAP, Grigoriy Dmitryuk- eran ases de la de la GGP, y otros
aviadores ya tenían varias victorias en su haber en los meses anteriores.
Sin embargo, la mayor parte de sus pilotos no habían participado de la
GGP, y tenían poco tiempo volando el MiG-15 al momento de ser enviados a
Corea (en promedio unas 60 horas), y estaban sufriendo de gran fatiga y
stress de combate, sin poder acostumbrarse a la dura realidad de la
guerra aérea en los cielos de Corea.
La
exagerada estimación que hizo la FEAF acerca de la cantidad de reactores
comunistas en estas bases fue de … 250-300 MiG!! Una posible razón de
semejante sobre-estimación es que efectivamente una tercera división de
la PVO (Protiv Vozdushnaya Oborona), la 133ª IAD, se encontraba
en las bases chinas de retaguardia de Anshan y Mukden. Pero solo un
escuadrón (12 aviones) de su 147º GIAP estaba realizando misiones de
combate desde Andun, y como unidad de caza nocturna. El resto de la
división realizaba misiones de entrenamiento en combate aéreo, y no
vería combate hasta el mes siguiente.
Sin saber esto, y debido a estas estimaciones de más de 250 reactores
enemigos en Manchuria, la FEAF decidió que la vasta mayoría de los 194
cazabombarderos que atacarían Supjun serían reactores (unos 159,
divididos entre 35 F9F Panthers, 79 F-84E Thunderjets de las 49ª y 136ª
FBW, y 45 F-80C Shooting Stars de la 8ª FBW), y solo 35 serían aviones a
pistón AD-4 Skyrider de la US Navy. Además, unos 84 cazas F-86A/E Sabre
de las 4ª y 51ª FIW (los únicos capaces de enfrentar a los ágiles y
veloces MiG-15 en paridad de condiciones) proveerían cobertura al ataque.
Primer Ataque
Los AD-4 Skyriders de los escuadrones VA-65, VA-115 y VA-195 fueron los
primeros en despegar de sus respectivos portaaviones (USS Philippine
Sea, Boxer y Princeton respectivamente) a las 14:00 hs
del 23 de junio de 1952, ya que al ser más lentos necesitarían más
tiempo para llegar al blanco. Treinta minutos más tarde despegaron de
Kimpo y Suwon los ochenta y cuatro Sabre de las 4ª y 51ª FIW, seguidos
media hora más tarde por los cazabombarderos: Thunderjets y Shooting
Stars desde Suwon y Taegu, y los Panther de los VF-24 (USS Boxer)
y VF-191 (USS Princeton).
Los pilotos de estos aviones de ataque estuvieron todo el viaje de ida y
parte del de regreso con el corazón en la boca, temiendo la aparición de
los MiG soviéticos, pero para su sorpresa (y alivio) nunca aparecieron.
Esta ausencia de oposición aérea seria a este primer ataque fue siempre
tema de especulación entre los historiadores norteamericanos en los años
’60, ’70 y ‘80, e incluso los más patrioteros de ellos llegaron a acusar
a los “commies” (pilotos comunistas) de cobardes.
Nada más alejado de la realidad. De hecho esta inusual ausencia de
resistencia en el aire fue consecuencia de algo que los pilotos de Sabre
que esos mismos historiadores entrevistaron nunca se animaron a
confesarles: que los aviadores de F-86 solían cruzar el Yalu en grandes
grupos para emboscar a los MiG que decolaban y aterrizaban en Andun,
Myaogou y Dapu. Esto estaba oficialmente prohibido, y quienes
participaban de estas incursiones se arriesgaban a una corte marcial.
Esta operación había sido ideada por el anterior comandante de la 51ª
FIW, el famoso as de la 2GM Francis Gabreski, con el nombre código
“Maple Special”, y era solo conocida por un reducido grupo de los más
agresivos pilotos de la 4ª y 51ª FIW. El 64º IAK venía sufriendo serias
pérdidas a causa de esto: en abril siete de las 17 pérdidas en combate
fueron aviones derribados sobre sus propias bases en China. La situación
empeoró en mayo de 1952 cuando 10 de los 16 MiG perdidos ese mes (un
60%) cayeron abatidos sobre Antung y Myaogou. En junio mismo incluso
ocho de los nueve MiG derribados (88%) fueron atacados por Sabre
mientras despegaban o aterrizaban.
La
solución que Georgiy Lobov encontró para contrarrestar esta ilegal
táctica norteamericana fue desplegar parte de sus cazas a las bases de
retaguardia chinas de Anshan y Mukden (150 kms al NO de Andun, fuera del
radio de acción de los Sabre) y desde allí hacer despegar patrullas que
protegerían los despegues y aterrizajes de los MiG-15 en Andun, Myaogou
y Dapu. Pero el 23 de junio una inusual circunstancia climática ayudó a
los estadounidenses: mientras que el cielo permaneció despejado sobre
Andun y Supjun, hubo feroces tormentas monzónicas y nubes muy bajas
sobre Mukden y Anshan, impidiendo que los cazas de la 133ª IAD pudieran
despegar para cubrir el decolaje de sus camaradas de las 97ª y 190ª IAD.
Sin esta protección, y con una veintena de Sabres del 334º FIS orbitando
sobre Andun (entre ellos el futuro as Frederick Blesse) para cazar
cualquier MiG que se atreviera a despegar, Lobov decidió que
“intentar lanzar MiGs desde Andun y Myaogou hubiera resultado en enormes
e inútiles pérdidas a manos de los F-86 que bloqueaban estas bases.”
Fue eso y no la “cobardía” de los pilotos comunistas lo que salvó a los
caza-bombarderos de sufrir duras pérdidas a manos de los MiG-15.
Sin esa oposición, a las 16:00 hs los treinta y cinco F9F-2 Panthers de
los VF-24, -114 y -191 comenzaron a atacar a las 44 baterías antiaéreas
de 85 y 37 mm de la 87º ZAD (Zenitnaya Artilleriskaya Divizya =
División de Artillería Antiaérea) de la PVO que defendían Supjun.
Ciertamente hicieron un buen trabajo, ya que el fuego antiaéreo que
recibió el grupo principal de ataque fue bastante débil. Primero
llegaron doce AD-4 Skyriders del VA-65, seguidos por otros 23 de los
VA-115 y VA-195. Entre las 16:10 y 17:00 hs fueron los cazabombarderos
de la USAF quienes golpearon los transformadores de la estación
hidroeléctrica: primero los setenta y nueve F-84E Thunderjet de las 49ª
y 136ª FBW, y a continuación los cuarenta y cinco F-80C Shooting Stars
de la 8ª FBW. Estos sumaron un total de 145 toneladas de bombas a las 81
que habían lanzado los AD-4, destruyendo cinco de los seis
transformadores. Pero este éxito no estubo libre de pérdidas, ya que
algunos de los artilleros soviéticos de la 87ª ZAD consiguieron
recuperarse del ataque de los F9F e infringir bajas a los incursores:
Dos AD-4 del VA-115 fueron alcanzados por la antiaérea (uno de ellos
debió hacer un aterrizaje forzoso en Kimpo, donde fue dado de baja) y
luego dos F-80C (BuNos 47-558 y 49-758) del 35º y 36º FBS/8ª FBW
respectivamente también fueron descartados como chatarra a causa del
extenso daño causado por proyectiles de 37 mm (sus pilotos, Rolling C.
Snelling y Dale E. Smith, sobrevivieron a la experiencia). A esto hay
que sumar el F4U-4 No. 81299 del VF-63 (USS Boxer), alcanzado por
la Triple A sobre Kyosen, y que debió amerizar en el Golfo de Corea – su
piloto W. S. Miller fue rescatado sano y salvo. Pero esas bajas no
cambian el hecho que los ataques a Suiho, Choshin y Kyosen habían sido
un resonante éxito, tal como confirmaron los vuelos de reconocimiento
tras la incursión efectuados por varios RF-80A del 15º TRS y F2H-2P del
VMJ-1. Aún así, Weyland decidió asestarle el coup d’grace a estas
instalaciones, y repetir el ataque al día siguiente.
Esto resultó ser un error, ya que el 24 de junio de 1952 la PVO estubo
mucho mejor preparada para recibir a los intrusos. De nuevo ochenta
Sabres cubrieron el ataque a Supjun, con una veintena de ellos (pretenecientes
a la 4ª FIW) realizando una incursión ilegal “Maple Special” a Manchuria
durante la mañana. Pero esta vez si encontraron a cazas soviéticos
protegiendo los decolajes de sus camaradas, y de hecho un par de Sabres
del 335º FIS que intentaron atacar a uno de los MiG fueron a su vez
sorprendidos por dos MiG-15bis del 494º IAP. El líder soviético,
Starshiy Leitenant Aleksey Aristojovich Alekseyenko (que ya tenía
tres victorias en su palmarés), transformó la aeronave del líder
estadounidense 1º Teniente Albert B. Smiley (el F-86E BuNo 50-669) en
queso gruyere. Y si bien Smiley –que también tenía tres derribos de MiG
en su haber- logró regresar sano y salvo a Kimpo, su Sabre fue
inmediatamente dado de baja. Asimismo los artilleros de 87ª ZAD
demostraron su puntería sobre Choshin y Kyosen: sobre la primera fueron
abatidos dos Mustang del 67º FBS/18ª FBW (los F-51D BuNos 44-74363 y
45-11627) durante la incursión matutina, muriendo sus tripulantes –
Archibald H. Connors y John M. McAlpine. Sobre la segunda durante la
tarde fue alcanzado un F4U-4 del VF-192 (USS Princeton), pero su
piloto H.S. Barbour pudo saltar sobre el mar y ser rescatado.
Los ataques norteamericanos consiguieron su objetivo inmediato, que era
afectar y poner fuera de acción las industrias de guerra china y
norcoreana: la provisión de energía en Manchuria cayó un 23%, y Corea
del Norte estubo en apagón total durante dos semanas. Pero el objetivo a
mediano plazo, que era poner de rodillas a los comunistas y obligarlos a
negociar un cese al fuego, fracasó por completo – la determinación china
de proseguir la guerra se mantuvo inalterable.
Segundo Ataque
Enterado por sus fuentes de inteligencia que Corea del Norte podría
empezar a salir del apagón total causado por el primer ataque despues de
dos semanas, Otto Weyland decidió atacar de nuevo aún antes de que ese
período de catorce días hubiera llegado a su fín, y se fijó el 4 de
julio de 1952 como la fecha del segundo ataque. No hay informes
oficiales que lo confirmen, pero es posible que la elección de esa fecha
no fuera casual: era el 176º aniversario de la Independencia de los EE
UU en 1776, y posiblemente los pilotos asignados a cubrir el ataque y al
ataque mismo estarían más motivados a cumplir su misión. De ser así, eso
se logró, al menos entre los pilotos de Sabre encargados de cubrir la
incursión. A diferencia del ataque anterior, la bibliografía
estadounidense no da muchos detalles de cuantas aeronaves y de que
unidades participaron del asalto, pero la evidencia disponible parece
indicar que al menos unos 60 Thunderjets de la 49ª FBW estuvieron
involucrados, junto con una cantidad similar de Panthers, Corsairs y
Skyriders del USS Boxer. Dos escuadrones de la 4ª FIW (335º y
336º FIS) junto con dos de la 51ª FIW (25º y 39º FIS) –unos 60 F-86- se
interpondrían entre los MiG y la fuerza atacante.
Sin embargo esta vez el 64º IAK no fue tomado por sorpresa, ni siquiera
por los vuelos de reconocimiento previos al ataque. En la noche previa,
a las 22:29 y 22:40 hs del 3 de julio de 1952 (hora de Beijing, 23:29 y
23:40 para los estadounidenses, que usaban la hora de Seúl) despegaron
respectivamente dos pares de MiG-15bis del 351º IAP -una de las unidades
especializadas en la caza nocturna- para interceptar un solitario eco en
el radar sobre Chinampo. El líder del segundo par resultó ser nada más
ni nada menos que el Mayor Anatoly Mijailovich Karelin, no solo
el subcomandante del regimiento, sino además posiblemente el más
experimentado piloto soviético de caza nocturna, que ya tenía tres
victorias en su palmarés (un B-26B en abril de ese año, cuando aún
volaba los Lavochkin La-11 a hélice, y dos B-29A el 10 de junio, ya
volando el MiG-15). Esto resultó trágico para el avión de reconocimiento
estadounidense, el RB-29A BuNo 44-61727 (91º SRS/55ª SRW). Solo seis
minutos después de haber despegado Karelin vió la silueta de este
Superfortress de reconocimiento señalada por la luz de los reflectores
soviéticos, y ya en su primera pasada de ataque lo hizo incendiarse.
Tras impactarle en tres ocasiones más, finalmente el aparato
norteamericano comenzó a caer, siendo abandonado por su tripulación.
Todos los tripulantes fueron capturados (incluyendo su piloto, 1º
Teniente Kenneth S. Brazil) menos dos, uno muerto por los proyectiles de
Karelin, y el otro que no pudo abandonar el malogrado aparato a tiempo.
En total Karelin necesitó solo 16 proyectiles de 37 mm y 60 de 23 mm de
su MiG-15bis “Rojo 300” para abatirlo, y para el fín de la guerra
derribaría dos Superfortress más.
El
derribo de este avión de reconocimiento y el hecho de que hubiera
sobrevolado Supjun minutos antes puso al Cuartel General del 64º IAK en
estado de alerta. Toda la mañana cazas de la 133ª IAD patrullaron sobre
Antung y Myaogou, y cuando a las 11:00 hs las estaciones de radar
avisaron que una gran fuerza enemiga se aproximaba, más de 100 MiG-15 de
las 97ª y 190ª IAD despegaron sin inconvenientes para enfrentar a los
incursores. Una de las batallas aéreas más grandes e importantes de toda
la Guerra de Corea estaba a punto de comenzar.
Desgraciadamente los controladores en tierra les dieron indicaciones
contradictorias: primero les ordenaron dirigirse hacia un grupo de
Sabres a gran altitud (la escolta) pero luego hacia los Thunderjet a
mediana altura (la fuerza de ataque). En esa situación, sin la ventaja
de una superior altura, y “sandwicheados” entre la escolta y los
cazabombarderos, los MiG fueron masacrados. La punta de lanza de la
fuerza interceptora soviética fue el 494º IAP, y fue la que sufrió en su
mayoría el golpe de la 4ª FIW. Varios de los futuros ases de esta Ala de
Caza estadounidense se anotaron sus primeras victorias, y algunos ya
coronados aumentaron sus palmareses a costa de los desmoralizados
pilotos comunistas: el par compuesto por los Starshye Leitenanti
Ivan P. Potelitsyn (leader) y Yury V. Tyurichyev (numeral) se
transformaron en las presas del Capitán James A. Horowitz y su numeral
el ya as James F. Low (quién lograría 9 victorias). Ambos aviadores
comunistas se eyectaron sanos y salvos. El oficial al mando del 336º FIS
–Coronel Royal Newman Baker- se anotó la segunda de las 13 victorias con
las que sería acreditado al obligar a abandonar su MiG en llamas al
Starshiy Leitenant M. N. Kozdoba (16º IAP), y también el Capitán
Clifford D. Jolley (335º FIS) consiguió su segunda victoria de un total
de siete al derribar al Starshiy Leitenant M. I. Kosynkin. En
total siete MiGs del 494º IAP y uno del 16º IAP fueron abatidos en estos
primeros minutos de combate entre las 11:20 y 11:30 hs, aunque
afortunadamente todos los pilotos soviéticos involucrados pudieron
eyectarse y aterrizaron sanos y salvos.
Pero la lucha no fue unilateral: el experimentado piloto de MiG-15bis
Vasily Romanovich Krutskij del 494º IAP (que ya había derribado un F-84D
el 17 de mayo) pudo contratacar y acribilló a corta distancia el F-86E
BuNo 51-2769 “Bernie’s Bo” de Clifford Jolley, arrancándole la mascara
de oxígeno de su cara y agujereándole el casco. A duras penas pudo el
futuro as llegar al Golfo de Corea y eyectarse allí a las 11:27 hs,
siendo pronto rescatado por un hidroavión SA-16 del 3º ARS. Aún más
importante: parte de la 3ª AE (escuadrilla) del 494º IAP y el 148º GIAP
pudo pasar a través de la pantalla de los Sabre y llegar a los
cazabombarderos atacando Supjun. Entre estos MiG estaba el Kapitan
Piotr Vasilyevich Minervin (148º GIAP, con tres victorias en su
haber), quien ese día volaba el MiG-15bis Nº 2415308:
Capitán Piotr V. Minervin:
“En uno de esos días a principios de
julio hubo algún tipo de accidente en la estación de energía
hidroelectrica de Supjun que involucraba una turbina, y esto causó que
la estación dejara de producir energía [Nota de los autores: para no
desmoralizar a los pilotos sobre lo ocurrido el 23 y el 24 de junio, se
les dijo que Supjun había dejado de producir energía por un accidente y
no por un ataque aéreo]. Los norteamericanos inmediatamente enviaron
su aviación de ataque contra Supjun con la misión de completar su
destrucción.
El regimiento había recién regresado de una misión
y sus aviones estaban aún siendo rearmados y cargados de combustible. Y
entonces llegó la orden ‘¡Envíen todos los aviones que ya recargaron
combustible al aire!’. Mi zveno [Nota de
los autores: grupo de 4 aviones] ya había sido recargado con todo lo
necesario así que despegamos y pusimos curso directo hacia la estación.
Mientras nos acercábamos a la estación divisé cuatro Shooting Stars más
abajo que estaban haciendo sus pasadas de ataque sobre contra la sección
de maquinaria de la estación. Rapidamente tomé la decisión de atacarlos.
Acercándome a los aviones enemigos que daban vueltas abrí fuego a una
distancia de 200-250 metros contra uno de los F-80 con todos mis tres
cañones – el avión enemigo se dio vuelta sobre su ala derecha soltando
humo negro, y se estrelló directo contra el suelo.
El F-80 líder arrojó sus bombas sobre el río Yalu
sin apuntar e hizo varias furiosas maniobras para salir del área de la
estación hidroléctrica. Volvimos a casa sin sufrir pérdidas. Esta fue mi
última victoria en esta guerra.”
Los archivos soviéticos indican que este avión se estrelló cerca de
Deenguangdong, y que su piloto falleció. De ser así, se trataría del
F-84E BuNo 51-572 de Robert H. Warner (8º FBS, 49ª FBW), si bien la USAF
lo lista como perdido a causa de una “falla de motor” (esta costumbre de
atribuir pérdidas en combate a accidentes ocurriría a lo largo de toda
la guerra). Uno más de los aviones atacantes caería a manos de los
MiG-15: el F9F-2 No.123030 de Jack W. Griffith (VF-24, USS Boxer),
que escoltaba al F2H-2P de reconocimiento para después del ataque, sería
alcanzado por el piloto soviético Kapitan Nikolay Petrovich
Chistyakov (3ª AE, 494º IAP) y se estrellaría cerca de Wonsan mientras
intentaba regresar a su portaaviones.
En
tanto una feroz lucha seguía en las alturas entre los Sabre de escolta y
los nuevos grupos de MiG que intentaban llegar a Supjun. Nuevamente se
saldó a favor de los estadounidenses, ya que tres MiG más del 821º IAP
fueron derribados (el piloto de uno de ellos, Vladimir Vasilyevich
Shmagunov, se transformó en la única pérdida mortal soviética del día).
Pero la llegada a las 11:45 hs de los MiG-15 del 256º IAP sorprendió a
los estadounidenses, y uno de sus pilotos -Starshiy Leitenant
Viktor Mijailovich Mitin- hizo pedazos el F-86E BuNo 50-683 del 1º
Teniente Austin W. Beetle (335º FIS). El desafortunado aviador
estadounidense llegó al Mar Amarillo y se eyectó a las 11:57 hs, pero
pese a amerizar a solo 300 metros de una lancha de rescate, desapareció
sin dejar rastro. Conmocionados por esta pérdida, con ya bastantes
victorias, cortos de combustible y munición, y con la mayoría de los
F-84 ya habiendo realizado sus ataques y retirándose, los
estadounidenses decidieron no presionar su suerte y dejaron el cielo en
manos de las nuevas oleadas de MiG-15 que llegaban.
La
mayoría de los Thunderjet, Panther, Corsair y Skyrider habían podido
hacer sus pasadas sin ser molestados por los MiG, pero hicieron
relativamente poco daño. Sin el beneficio del reconocimiento previo al
ataque (anulado cuando Karelin derribó el RB-29 la noche anterior) solo
atacaron los mismos cinco transformadores destruidos en el ataque del 23
de junio (aún no reconstruidos), y no afectaron al que ya había sido
reparado por los técnicos rusos y chinos. Además esta vez no tomaron por
sorpresa a las 44 baterías de la 87º ZAD, las cuales se cobraron dos
víctimas entre los aviones del USS Boxer: el F4U-4 No.81835 del
VF-113 (su piloto, Grover C. Chick, falleció) y el AD-4 No.127876 del
VA-115 (su tripulante Charles H. Carr llegó al Mar del Japón, amerizó
allí y fue rescatado).
Los resultados del día fueron agridulces para los defensores. Las
pérdidas habían sido terribles (once MiG y un piloto) pero esta vez se
había conseguido derribarle al adversario siete aeronaves (cinco a manos
de los MiG-15, y dos por la antiaérea) con un total de seis tripulantes
muertos y 12 prisioneros. Una aparente indicación de que este precio
había sido demasiado alto para la USAF, la da el hecho que la siguiente
vez que la USAF volvió a Supjun no lo hizo de día sino de noche, y no
con cazas sino con los bombarderos pesados B-29.
Tercer Ataque
La
decisión norteamericana de atacar de noche era sabia, y tenía sus
beneficios: el 64º IAK tenía solo dos unidades especializadas en combate
nocturno en ese momento: el ya mencionado 351º IAP –del cual solo la 1ª
AE (Aviatsionaya Eskadryla =
Escuadrilla de Aviación) estaba equipada con MiG-15bis, la 2ª AE aún
utilizaba los La-11 a hélice- y la 2ª AE del 147th GIAP. Esto
era un máximo teórico de solo 24 interceptores capaces de enfrentar a
los Superfortress, y en la práctica nunca había más de quince listos
para volar al mismo tiempo. Para aumentar sus posibilidades de éxito la
FEAF equipó con novísimos dispositivos de “jamming” (saturación) a
cuatro B-29 para interferir las radios y los radares de guía de la AAA,
y asignó a un escuadrón de B-26 Invaders y a otro de Corsairs del USS
Princeton
la misión de suprimir los reflectores que pudieran ayudar a los MiG a
ubicar a los bombarderos en la oscuridad de la noche. La fuerza
principal de ataque serían 25 bombarderos pesados B-29A Superfortress de
las 19ª y 307ª BW. La elección de estos aviones tenía como ventaja que,
pese a ser menos aeronaves, ellos solos ya lanzarían un tonelaje de
bombas igual al de los casi 80 Thunderjets que participaron del primer
ataque. El ataque fue programado para que las sucesivas oleadas de
bombarderos golpearan la estación hidroeléctrica con intervalos de 60
segundos entre una y la siguiente, entre las 23:55 del 12 de septiembre
de 1952 y las 00:15 del día 13 (hora en Seúl, las 22:55 y 23:15 para
los defensores rusos).
En
teoría toda esta preparación debería servir para que el ataque fuera
devastador y no sufriera pérdidas. Pero la teoría y la práctica no
siempre coinciden, y los tripulantes de los bombarderos parecían tener
más idea que el Altos Mando de la FEAF acerca de lo que iban a enfrentar
– los veteranos norteamericanos de esa misión recuerdan haber esperado
con mucha tensión y angustia el comienzo de la misma. La razón era que,
debido a la restricción de no sobrevolar territorio chino, la única vía
de ataque era llegar hasta un punto ligeramente al noreste del embalse,
hacer un giro para volar paralelos al Yalu, soltar las bombas sobre
Supjun, e inmediatamente girar hacia el sur (el río Yalu hace una curva
hacia el sur inmediatamente luego de la estación hidroeléctrica, y para
no violar espacio chino era necesario girar abruptamente en dirección
sur). Por eso, aún si las comunicaciones radiales y los radares de la
AAA eran interferidos, y los reflectores anulados, los pilotos y
artilleros soviéticos sabían por donde obligatoriamente los bombarderos
debían pasar, y solo tenían que esperarlos allí.
La
fuerza de ataque tuvo problemas ya durante el vuelo de ida. Habiendo
despegado de Kadena a las 19:00 hs, al acercarse el Paralelo 38 se
cruzaron con un inesperado frente frío, que causó que se formara hielo
sobre las alas, alerones y flaps de los bombarderos. En la mayoría de
los casos, sucesivos aumentos en la potencia de los motores permitió
librarse de este problema, pero uno de los Superfortresses (BuNo
44-69802, 93º BS de la 19ª BW) no lo logró, entró en pérdida y toda su
tripulación excepto uno (el Sargento Maestro Alphonse Gerrato Jr.)
pereció al estrellarse el aparato a 30 kms de Kangnug, en Corea del Sur.
Fue un mal presagio para los tripulantes de los restantes 24 bombarderos.
Mientras tanto los B-26 y los Corsair comenzaban a lanzar bombas de
fragmentación contra los reflectores que podían encontrar. Y allí surgió
el segundo inconveniente: anticipando ese movimiento, los servidores del
10º Regimiento de Reflectores no los encendieron prematuramente,
esperando la llegada de los “peces gordos”. Además los artilleros rusos
los habían camuflado tan bien, que solo ocho reflectores de un total de
30 (que habían sido detectados en los vuelos de reconocimiento previo)
pudieron ser destruidos. No solo eso, uno de los atacantes fue abatido
por la antiaérea: el F4U-4 No.97130 (VF-193, USS
Princeton)
del Teniente en Grado Junior Daniel C. Johnson, quién logró saltar con
éxito sobre Hoeryong, y ser luego rescatado por un helicóptero.
Los
supervivientes 22 reflectores tornarían la noche en día para la
antiaérea y los catorce cazas que esa noche defendieron Supjun – diez
MiG-15bis de la 2ª AE/147º GIAP, más tres MiGs y un La-11 del 351º IAP.
Pese a la pesada saturación de radares y comunicaciones radiales que el
cuarteto de Superfortress “especiales” realizaron, dos MiG-15bis
encontraron los bombarderos. Estos estaban tripulados por el
Kapitan
Aleksandr Sergeyevich Trishkin (líder, komesk
de la 2ª AE, 147º GIAP) y su numeral Starshiy
Leitenant Yury
Nikolayevich Dobrovichan. Este último, en la cabina del MiG-15bis Nº
2915346, demostró sus habilidades de cazador nocturno:
1º Tte. Yury N. Dobrovichan:
“Informo que durante la noche del 12-13 de
Septiembre de 1952, a las 22:36 hs, recibí la orden de despegar del KP
54892 [Nota de los
autores - Puesto de Mando Nº 54892]. Despegué
a las 22:38 hs, recibí la misión de ira hacia el área Siodzio, a las
23:11 hs ví un avión B-29 en haces de los reflectores. Estaba a una
distancia de 10-15 kms. Con un giro a la izquierda a máxima potencia
comencé a a alcanzarlo y mientras me aproximaba al B-29 a una distancia
de 800-1.000 metros, comencé a disparar, pero erré. Seguí acercándome. A
una velocidad de 850 km/h, con una dirección de brújula de 90-100 grados
y a una altura de 6.500 m, abrí fuego por segunda vez a una distancia de
250-300 metros. Ví que el motor izquierdo más externo se incendiaba y
entonces sobrepasé al avión enemigo. Con un giro de 360º, me puse en
posición para repetir el ataque, apuntando a las llamas del avión y a la
senda de humo, pero no disparé porque el avión enemigo, a una altura de
4.000 metros, comenzó a arder intensamente y comenzó a levantar la nariz.
Tras esto comenzó a caer y explotó en el aire. Recibí la orden de
aterrizar y la cumplí a las 23:28 hs. Mi ángulo de ataque fue ¼-0/4 por
detrás a la misma altitud utilizando el retículo del colimador. Munición
utilizada: 9 proyectiles del cañon N-37, y 28 proyectiles de los cañones
NR-23.”
La
desafortunada presa de Dobrovichan fue el B-29A BuNo 44-86343 (371º BS,
307ª BW). Cuando explotó (alcanzado por los terribles proyectiles de 37
y 23 mm) mató a once de sus tripulantes – solo el Aviador de 1ª Clase
Fred Parker Jr. sobrevivió, transformandose en un prisionero tras dos
semanas de eludir a los soldados chinos y norcoreanos que lo buscaban.
Esta fue la primera victoria aérea del piloto de origen armenio, pero no
la última, ya que abatiría dos Superfortress y un Invader más por la
noche a su tanteador personal. Poco después de la victoria de
Dobrovichan, su lider el Kapitan
Aleksandr Trishkin
encontró otro Superfortress a 6.800 metros y abrió fuego contra él a una
distancia de 250-300 metros, impactándolo. Desgraciadamente el
bombardero logró salirse de los haces de los reflectores y Trishkin no
pudo repetir su ataque. Este aparato (el B-29A BuNo 44-61790, 93º BS de
la 19ª BW), cuyo piloto era el Capitán Ralph Walt, tuvo suerte de
sobrevivir al ataque de Trishkin, ya que la ráfaga de 37 mm dañó
seriamente el motor Nº 3 (que tuvo que ser apagado), y la metralla causó
heridas muy serios a dos de sus tripulantes (Frank Skarritt y William
King, que afortunadamente sobrevivieron), por que debió hacer un
aterrizaje de emergencia en Suwón. Al menos otros dos Superfortresses
fueron seriamente averiados por la antiaérea, y aterrizaron en Taegú.
Muchos veteranos estadounidenses afirmaron que la barrera de fuego
antiaéreo fue la más densa que nunca experimentaron (¡y algunos eran
veteranos de la 2GM sobre Alemania!). Luego de eso Supjun recibió de
parte de los tripulantes de los B-29 el sobrenombre de “The Gauntlet” (Samoe
Surovoe Ispytanie
en ruso, o “La Prueba Más Dificil” en español).
La
evaluación que hizo la FEAF es que la mayoría de los bombarderos, pese
al pesado fuego antiaéreo y los MiG, lanzaron las bombas sobre el blanco.
Asimismo, la USAF proclamó que el asalto fue un éxito, y que dejó otra
vez a Supjun totalmente fuera de servicio. Pero la evaluación del Alto
Mando del 64º IAK soviética es completamente distinta:
“Más de 500 bombas pesando 250, 450 y 1000 kgs fueron
lanzadas sobre el objetivo. Tres bombas impactaron la parte superior de
la represa, una impactó en el cuarto de turbinas que ya había sido
destruido, y más de 50 golpearon la sala de control de los
transformadores, previamente destruida. Las restantes bombas erraron el
blanco por 1-2 kms hacia el sudoeste. En adición a las bombas de alto
explosivo, el enemigo utilizó bombas incendiarias y napalm. LA REPRESA,
LAS TURBINAS QUE ESTÁN FUNCIONANDO, LOS GENERADORES Y LOS
TRANSFORMADORES NO FUERON DAÑADOS. Las ondas de choque destruyeron un
cable de alta tensión y seis refugios de campesinos. El almacén
conteniendo la comida para los prisioneros se quemó por completo. Una
persona local murió y dos fueron heridas.”
Como se ve, la gran mayoría de las bombas erró el blanco. Las valientes
tripulaciones de los B-29 habían hecho su mejor esfuerzo, pero los
pilots de los MiG-15, los operadores de los reflectores y los artilleros
soviéticos demostraron su profesionalismo derribando y averiando a
varios de ellos, y haciendole perder precisión a los restantes
bombarderos. De las bombas que que si dieron en el blanco, impactaron en
instalaciones que aún no habían sido reparadas de los ataques anteriores.
Resumiendo, la incursión causó poco o ningún daño adicional a la
estación hidroeléctrica, y está siguió proveyendo la misma energía que
antes del ataque.
Ataques Cuarto y Quinto
Tras estos tres primeros ataques estaban claras para Mark Clark y Otto
Weyland dos cuestiones:
·
Los ataques a Supjun por si solos no
lograrían quebrar el estancamiento de las negociaciones, y forzar a
Corea del Norte y a China a aceptar un armisticio en Panmujon.
·
Ahora alertas, las defensas
soviéticas de la estación hidroeléctrica (tanto MiG-15 como AAA) eran
más formidables que nunca, y causarían terribles pérdidas a cualquier
gran fuerza de ataque que se atreviera a atacarla, tanto de día como de
noche.
Por lo tanto no tenía sentido enviar ya a grandes formaciones para
intentar destruirla. Era más adecuado realizar incursiones sorpresa con
pequeños grupos de cazabombarderos que causaran algún daño, cumpliendo
así el fín táctico de la misión – obligar a suspender por unos días al
menos el trabajo de las fábricas militares chinas y norcoreanas. Por
supuesto los cazabombarderos igual contarían con la cobertura de dos o
tres escuadrones de Sabre.
El
primero de tales ataques ocurrió cerca del mediodía del 19 de febrero de
1953 cuando dos docenas de F-84E Thunderjet de la 49ª FBW hicieron una
rápida pasada sobre las turbinas y los transformadores. Dada la relativa
pequeña entidad de la fuerza de ataque, el Alto Mando del 64º IAK (ahora
liderado por el General Sidor Vasilyevich Slyusaryev) tardó en
determinar cual era el objetivo, y envío tarde al aire a los MiG-15 de
dos regimientos de la 32ª IAD – los 535º y 913º IAP. Desafortunadamente
no pudieron llegar a molestar a los cazabombarderos estadounidenses (que
completaron su tarea sin pérdidas) ya que los tres escuadrones de la 4ª
FIW que los escoltaban perfectamente cumplieron su misión de mantener
los MiG a raya y lejos de la fuerza de ataque. Pero este combate con la
escolta terminó a favor de los aviadores soviéticos, con dos victorias y
una pérdida.
Ambas victorias fueron conseguidas por un mismo zveno (cuatro
aviones) del 913º IAP compuesto por los Starshiye Leitenanti
Yevgeny Georgievich Aseyev, Valentin Shorin, Kapitan Semyon
Fedorets y Starshiy Leitenant Aleksandr Popov como numerales.
Aseyev mismo relata su victoria:
1º Tte. Yevgeny G. Aseyev:
“Conseguí mi única victoria aérea en febrero
de 1953 – fue durante una salida con todo el regimiento, y nos
encontramos con el enemigo sobre el río Yalu – un grupo de Sabres, y el
combate comenzó. El regimiento de dividió en pares y zvenos. Mi numeral
el Starshiy Leitenant S. T. Tyurin rapidamente me perdió el rastro, y yo
me quedé solo. Pero pronto se unió a mí el Starshiy Leitenant Valentin
Shorin, y juntos nos dirigimos al área de la Supjun GES. Tras arribar a
Supjun, vimos a nuestros MiGs ya estaban volviéndose, pero un par de
Sabres se les estaban acercando, esperando el momento favorable para
atacar. Nosotros con Shorin estábamos más alto que ellos y los veíamos
muy bien. Le grité a mi numeral por radio: ‘¡Ataquemos!’ y me abalancé
hacia abajo hacia este par de Sabres. Los pilotos de los Sabres también
nos vieron y el Sabre numeral hizo un viraje brusco hacia la derecha,
pero el piloto del Sabre líder cometió un error – trepó pronunciadamente
y yo lo impacté con mis tres cañones a corta distancia. Probablemente dí
en la cabina del piloto y lo maté, porque el avión no ardió ni comenzó a
humear , simplemente cayó a tierra. Entonces apareció un par adicional
de Sabres, por lo tanto continué la lucha. [...] Pronto un equipo de
búsqueda halló a este Sabre con el piloto muerto en la cabina.”
Pese a que este F-86 no es mencionado en la lista oficial de bajas de la
USAF, el hecho que los restos y el cadáver de este piloto fueron
encontrados por los equipos de búsqueda soviéticos confirman la victoria
de Aseyev. Una de nuestras fuentes menciona que el desafortunado piloto
norteamericano se apellidaba “Kaiser”, y es listado como Desaparecido en
Acción.
La llegada de ese nuevo par de Sabres dio la oportunidad al Kapitan
Semyón Alekseyevich Fedorets de aumentar su palmarés – que ese día
volaba en su MiG-15bis Nº 2315393 (“Rojo 393”).
Capitán Semyon A. Fedorets:
“En nuestro zveno un Sabre se puso a la cola
del avión de Valentin Shorin. Shorin giró bruscamente ganando altura con
ángulo de alabeo de 60º para salir de la línea de fuego y evitar el
ataque. Yevgeny Aseyev se puso detrás del Sabre y disparó algunas
ráfagas contra él. Yo estaba detrás de ellos, a la derecha y más alto, a
70-100 metros, y observé este ataque. Súbitamente Aseyev transmitió:
’25 [Nota de los
autores – los pilotos soviéticos se distinguian entre si con números
como indicativos radiales, y 25 era el indicativo asignado a Fedorets],
acércate, se me acabaron las municiones.’ Empujé la palanca de mando y
con un picado me puse a la cola del Sabre, y a una distancia de 400-500
meters disparé, alcanzándolo. El piloto del Sabre se dió cuenta que
estaba en una situación peligrosa, invirtió y comenzó a descender.
Repetí con exactitud su maniobra y y en una posición invertida lo pusé
en mi colimador y a una distanca de 80-100 metros disparé una corta
ráfaga. Claramente ví como una enorme bola de fuego naranja causada por
las trazadoras del cañon N-37 emergieron desde el fuselaje del Sabre
justo detrás de la cabina. Ví el brillante reflejo del sol en la
cubierta en la expulsada cabina del Sabre, y también ví como el fuselaje
del Sabre se partía en dos y cayó hacia tierra. Nivelé y mi zveno puso
un curso seguro hacia nuestra base.
El avión de Shorin recibió
algunos pequeños agujeros, los mecánicos pronto lo repararon, y fue
envciado a volar de nuevo. No sufrimos ninguna pérdida ese día. Durante
algunos días en que el clima no nos dejó volar vino a mí un oficial del
estado mayor de la división y nos leyó el interrogatorio del piloto
norteamericano abatido por mí. Este piloto resultó ser relativamente
joven, con 21 salidas de combate. Sin embargo tenía mucho tiempo volando
Sabres, alrededor de 500 horas. Este piloto deseaba mucho derribar a un
MiG en este combate, pero esto no fue posible.”
Esta fue la segunda victoria aérea de Fedorets, de un total de siete que
conseguiría en la guerra. El piloto que tuvo la mala suerte de cruzarse
con Semyon Fedorets ese día era el 2º Teniente Edward G. Izbicky (336º
FIS), quién se vió obligado a saltar de su F-86E BuNo 52-2839 en llamas
para ser capturado por tropas chinas poco después.
Desgraciadamente en ese mismo combate un piloto soviético falleció – el
Starshiy Leitenant Ilya Konstantinovich Sokolov (535º IAP) fue
acribillado por el as Teniente Coronel Royal Newman Baker, aterrizó su
seriamente dañado MiG muy rápido y se salió de pista. Aún vivo cuando
los mecánicos chinos lo sacaron de la cabina, murió luego a causa de sus
heridas.
El
siguiente ataque fue aún menor: el 10 de mayo de 1953 ocho Thunderjet de
la 474º FBW escoltados por dos escuadrones de Sabre (el 334º FIS de la
4ª FIW, y el 16º FIS de la 51ª FIW) hicieron otra corta “visita” a
Supjun. Esta vez sus defensores no fueron soviéticos, sino MiG-15 chinos
del 7º Regimiento de la 3ª Division (una de las mejores unidades de la
Fuerza Aérea Popular china). El piloto So Cher Hwa derribó a uno de los
Sabre de la escolta – el F-86E BuNo 50-620 del 16º FIS (el piloto,
apellidado Weghorn, fue rescatado). Desgraciadamente fue a su vez
subsecuentemente abatido y muerto por el as Capitán Manuel “Pete”
Fernández (334º FIS). Uno de los Thunderjet –el F-84G BuNo 51-10444 de
James F. Davis (muerto)- cayó a manos de la antiaérea.
Último Ataque
Justo poco después del cuarto ataque Supjun dos Alas de Cazabombardeo (las
8ª y 18ª FBW) cambiaron sus Shooting Star y Mustang por la versión más
reciente del Sabre, el F-86F-30, y comenzaron a atacar blancos
terrestres en Corea del Norte. En el verano de 1953 se decidió probar
que tal se desempeñaba el Sabre en su rol de avión de ataque contra el
objetivo más “duro” de Corea del Norte. Se diseñó pues un plan por el
cual veinte F-86F-30 (ocho de la 8ª FBW y doce de la 18ª FBW) atacarían
una vez más la estación hidroeléctrica con dos bombas de 454 kgs cada
uno, protegidos por 66 F-86E y F de la 4ª y 51ª FIW. Desconocido para la
FEAF era que los encargados de defender Supjun eran los pilotos del 535º
IAP y sus tovarishchi, los moryaki (“marineros”) del 781º
IAP de la TOF (Tijo Okeanskogo Flota = Flota del Océano Pacífico),
unos sesenta MiG-15bis aproximadamente. Se fijó la fecha del ataque para
la tarde del 7 de junio de 1953.
Como lo habían hecho ya un año antes, varios de los pilotos
estadounidenses de la escolta decidieron violar las reglas y cruzar el
Yalu para así bloquear Andun, Myaogou y especialmente Dapu (desde donde
operaban los dos regimientos ya mencionados). De acuerdo a la versión
norteamericana, a eso de las 15:55 hs un cuarteto de Sabres del 335º FIS
se abalanzó sobre una gran formación enemiga que se dirigía a Suphun ya
sobre territorio norcoreano, pero perdieron el contacto uno con los
otros en el picado a alta velocidad, y solo uno de sus miembros, el
luego famoso Capitán Ralph S. Parr, debió combatir heroicamente él solo
contra ... ¡más de 30 MiG!! ¡Y aún así derribó a dos e hizo huir a los
restantes! Las fuentes soviéticas revelan que en realidad Parr solo
combatió contra ocho aeronaves rusas de la 3ª AE del 535º IAP. Los
soviéticos efectivamente reconocen que Parr derribó a dos MiG, los del
Kapitan Piotr N. Blinov (quién debió aterrizar con su avión en
llamas en Dapu) y el Starshiy Leitenant Stepan Dorojov (muerto en
acción). Pero los aviones rusos no fueron sorprendidos sobre Corea del
Norte, sino sobre su propia base en Manchuria. Dado que los MiG recién
habían despegado de Dapu, iban bajo y lento. Parr tenía, por lo tanto,
todo a su favor, sobre todo la ventaja en velocidad y altura. No hay
duda que la hazaña de Parr es remarcable, pero es mucho menos romántica
que la versión oficial del Tío Sam.
Además la 1ª AE del 535º IAP y el 781º IAP TOF lograron eludir a los
Sabre de los 335º y 336º FIS que bloqueaban Dapu, ganar una altura
optima de combate (12.000 metros) y llegar a Supjun. Allí el líder de la
primera unidad, el Kapitan Anatoly Georgievich Andreyev y su
numeral Starshiy Leitenant Sergey N. Bayushkin sorprendieron a un
grupo de Sabres de la 51ª FIW. Andreyev (que ya tenía un B-29A en su
haber) transformó la sección de cola del F-86E BuNo 51-2905, y lo
transformó en un colador. Además, pese a ser superados en número (ocho
contra no menos de 24), con su sorpresivo ataque Andreyev y sus hombres
desarmaron la pantalla protectora de la escolta. Por esa brecha pudo
pasar el 781º IAP TOF, que llegó cuando los Sabre cazabombarderos ya se
retiraban de sus blancos. Uno de los moryaki, el Kapitan
D. V. Semyonov, logró dar alcance a uno de ellos –el F-86F BuNo 52-4384
del 67º FBS, 18ª FBW- y se encargó de convertirlo en chatarra volante.
Las fuentes estadounidenses afirman que este Sabre se perdió en un
ridículo accidnte cuando “una llanta se reventó durante el despegue”,
pero la intercepción de las comunicaciones por radio hecha por los rusos
muestra que en realidad fue apaleado por Semyonov, a duras penas llegó a
su base Osan, y una vez allí fue dado de baja.
Otros tres pilotos estadounidenses reclamaron victorias contra los MiG a
lo largo del día, pero la verdad es que la PVO no sufrió más pérdidas
esa jornada. No es de extrañar, ya que los reclamos de victorias por
parte de la USAF de todo ese mes fueron groseramente exagerados:
mientras que los pilotos de Sabre fueron acreditados con la increible
cantidad de 77 MiG derribados, la verdad es que el 64º IAK perdió solo
22 aeronaves y los chinos otras once, muy por debajo de los reclamos
norteamericanos.
Balance
Ciertamente el primer ataque contra Supjun consiguió un éxito total,
dejándola casi totalmente fuera de servicio. Pero como hemos visto, los
sucesivos ataques subsiguientes hicieron poco o ningún daño adicional.
Las pérdidas comunistas no fueron pequeñas: catorce MiG y tres pilotos
fallecidos (más un avión y un piloto chino), ocho reflectores, y una
cantidad no establecida de cañones antiaéreos y sus sirvientes. Pero
ciertamente sus defensas obligaron a la USAF y USN a pagar un también
elevado precio: 22 aeronaves derribadas o dadas de baja (ocho F-86E/F,
tres F-80C, dos F-84E/G, dos F-51D, un B-29A, un RB-29A, tres F4U-4 y
dos AD-4) y cuatro dañadas (un AD-4 y tres B-29A), con un saldo de 21
aviadores muertos y otros 14 hechos prisioneros. Los defensores de
Supjun habían demostrado a la todopoderosa USAF que eran nueces muy
duras de cascar.
Fuentes:
·
Entrevista realizada por Igor A.
Seydov a Yevgeny Georgievich Aseyev el 10 de octubre de 1990.
·
Carta enviada por Piotr Vasilyevich
Minervin a Igor Ateyevich Seydov el 30 de diciembre de 1991.
·
Carta enviada por Semyon Alekseyvich
Fedorets a Igor Ateyevich Seydov el 7 de agosto de 1990.
·
TsAMO RF 97ª IAD, opus 612386s, delo
5 “Prikazy komandira v/ch 62340 97ª IAD ot 2.01.52 – 29.08.52 (Ordenes
del comandante de la 97ª IAD desde el 2/01/1952 al 29/08/1952).
·
Leonid Krylov & Yury Tepsurkaev
(2008), “Soviet MiG-15 Aces of the Korean War” Aircraft of the Aces Nº
82, Osprey Publishing Ltd.
·
“Sui-ho: The Gauntlet” por Frank
‘Bud’ Farrell (artillero de B-29 y veterano de la guerra de Corea) (http://home.comcast.net/~b29sinthekoreanwar/farrell-suiho.htm).
·
KORWALD (http://www.dtic.mil/dpmo/pmkor/korwald_date.htm).
·
Warren Thompson & David McLaren
(2003) “MiG Alley – Sabres vs MiGs over Korea”.
·
Larry Davis (2001). “The 4th Fighter
Wing in the Korean War”, Schiffer Military.
·
Sephen L. “Cookie” Sewell, del
Departamento de Defensa de los EE UU.
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