I. Disposiciones generales
1.
La “caza libre” es uno de los métodos empleado en las fuerzas
aéreas. La “caza libre” comprende la libertad de acciones para el
piloto, derivada de una amplia iniciativa en cuanto a la selección
del objetivo, del momento y del método de ataque.
2.
Por su modo de actuación, naturaleza y características, la “caza
libre” es mas propia de la aviación de caza, en la cual se exige el
espíritu ofensivo, iniciativa, audacia y el factor sorpresa a la
hora de efectuar un ataque.
3.
Actuando bajo el principio de “caza libre”, el piloto siempre
dispone de la ventaja táctica respecto a su adversario (altitud,
velocidad, factor sorpresa), lo que le permite eliminarlo allí donde
aquel menos se lo espera y sin ser dañado por este último.
4.
Las operaciones efectuadas con el método de la “caza libre”
requieren pocos recursos, pero al mismo tiempo causan bajas
irreversibles al enemigo y consiguen causarle un fuerte efecto
psicológico.
5.
El uso de los “cazadores” debe ser llevado a cabo de manera
centralizada; solo en este caso los “cazadores” pueden mantener al
enemigo en un estado de gran tensión, desmoralizando a su
retaguardia, frustrando la dirección de sus tropas e interrumpiendo
a sus suministros.
El
uso de los “cazadores” por parte de algunas unidades sueltas y por
su propia iniciativa solamente dispersa las fuerzas disponibles y no
logra alcanzar el efecto esperado.
6.
Las acciones bélicas de los “cazadores” son una medida de carácter
táctico-operativo, por lo cual deben ser implantadas por el
determinado Ejercito del Aire en las zonas de la mayor actividad de
la aviación enemiga y en los sectores donde nuestras tropas
terrestres desarrollan su principal ataque.
7.
La misión encomendada a los “cazadores” no se fija para cada vuelo
concreto, sino para un periodo determinado, acorde a los objetivos
propuestos para nuestra aviación en el marco de una determinada
operación.
8.
Los comandantes de los Cuerpos Aéreos y de las Divisiones Aéreas
dirigen personalmente el trabajo de los “cazadores”, orientando su
esfuerzo para alcanzar con éxito los objetivos de una determinada
tarea.
9.
La composición de los grupos de “cazadores” es configurada en
función de la situación en el aire y en la tierra, de las
características del objetivo y de las tácticas empleadas por el
enemigo, así como en función de las condiciones meteorológicas
durante el vuelo. Por norma general, los “cazadores” actúan en
pareja o en grupos formados por 4-6 aviones.
10.
La profundidad de penetración de los “cazadores” en la retaguardia
enemiga depende de los lugares de su emplazamiento y de las reservas
de combustible en sus aviones, así como de la situación dada en el
aire y en la tierra. Los “cazadores” pueden actuar a una profundidad
de hasta 70-80km.
11.
La decisión de usar a los “cazadores” debe ser justificada y
preparada minuciosamente por el respectivo estado mayor, tanto desde
el punto de vista de la razón de ser de la misión como de su
preparación.
El
estado mayor de la agrupación aérea debe:
-
facilitar al “cazador” datos más completos sobre la zona de “caza”,
el emplazamiento de la aviación enemiga, su nivel de actividad, sus
elementos tácticos empleados en combate, las comunicaciones mas
importantes, en las cuales se puede frustrar el trafico, el lugar de
emplazamiento de los estados mayores enemigos, información sobre la
agrupación de las tropas terrestres y sobre sus vías de trafico;
-
fijar una misión concreta, indicando por orden de prioridades cuales
son los objetivos que se deben atacar o neutralizar en primer lugar;
-
informar sobre el trabajo de los grupos de “cazadores” de las
unidades vecinas y en que zona están actuando los últimos.
12.
Los “cazadores” no se agrupan en ningún tipo de grupos organizados,
y forman parte del personal de los regimientos aéreos. Los pilotos
son seleccionados entre los voluntarios y en función de su nivel de
preparación, deben ser aptos para cumplir el rol de “cazadores”. La
unidad táctica básica es una pareja bien coordinada y cohesionada.
En cada regimiento puede haber una o dos parejas de “cazadores”.
Los
“cazadores” seleccionados perfeccionan continuamente sus
conocimientos y habilidades de eliminar al enemigo.
La
responsabilidad de su preparación corre personalmente a cargo del
comandante del regimiento.
13.
En cuanto a su trabajo, los “cazadores” se especializan en
determinados objetivos (aéreos o terrestres), pero en caso de no
haber detectado el objetivo asignado en la zona de “caza”, eliminan
cualquier otro objetivo que detectan.
14.
Esta prohibido utilizar a los “cazadores” en otras tareas bélicas
que no sean la “caza libre” de los objetivos aéreos o terrestres, en
los cuales éstos se especializan.
15.
Los “cazadores” están registrados en una base de datos en los
estados mayores de las agrupaciones aéreas y no pueden ser
trasladados de una unidad a otra sin una orden expresa del
comandante del Ejercito del Aire y del comandante del Cuerpo Aéreo.
16.
Para controlar los resultados de ataque y los errores cometidos por
los “cazadores”, en sus aviones se instalarán fotoametralladoras.
II. Como debe ser un “cazador” aéreo
1.
El piloto “cazador” debe:
-
saber dominar a la perfección su aparato, poder volar en condiciones
meteorológicas adversas, ser un excelente tirador y saber orientarse
bien en condiciones meteorológicas adversas;
-
estar bien preparado tácticamente, ser extremadamente audaz, tener
iniciativa y ser decidido, astuto e inteligente;
-
ser un oficial honesto y saber prestar todo el apoyo necesario a sus
compañeros en un combate aéreo;
-
tener suficiente experiencia bélica, sobre todo en misiones de
reconocimiento llevadas a cabo en la retaguardia enemiga.
2.
Antes del despegue para efectuar la misión de “caza”, el piloto debe
conocer:
-
la situación en el aire y en la tierra, saber por donde pasa la
línea de contacto y lugares de traspaso de la línea del frente;
-
los aviones que van a ser empleados;
-
las rutas empleadas por la aviación enemiga;
-
la ubicación de los aeródromos y estados mayores enemigos;
-
el sistema de PVO (defensa antiaérea) en la zona de “caza”;
-
las carreteras principales, las cuales son utilizadas por el enemigo
para transportar a sus tropas y suministros.
3.
Tras haber recibido los objetivos de la misión, el piloto “cazador”
debe estudiar a fondo:
-
la zona donde va a actuar, las referencias características y el
relieve del terreno;
-
la ruta de vuelo hacia el objetivo y la ruta de la vuelta;
-
las características del objetivo, por donde se debe buscarlo, los
puntos vulnerables del objetivo y como se debe atacarlo;
-
las condiciones meteorológicas en la ruta y en la zona de “caza”;
-
los últimos datos obtenidos por el servicio de reconocimiento sobre
el enemigo aéreo y terrestre, su agrupación y su nivel de actividad.
III: Los objetivos de los “cazadores” y su
búsqueda
1.
Los principales objetivos de los “cazadores” son:
-
aviones de reconocimiento, de comunicación y de transporte, así como
los aviones que se separan de la formación, dañados en los combates
aéreos o por la AAA, los que despegan o aterrizan en sus aeródromos;
-
las locomotoras, cisternas de combustible y los vagones con
municiones en los tramos ferroviarios;
-
los vehículos ligeros y automóviles de los estados mayores, los
camiones cisterna y vehículos de transporte con municiones, los
vehículos de tracción animal, medios de tracción para la artillería,
motocicletas sueltas, oficiales de comunicación a caballo que
transportan ordenes bélicas o comunicados para sus tropas;
-
lanchas, barcas y navíos no blindados;
-
grupos sueltos de infantería, de caballería y de artillería sobre la
marcha o durante los descansos.
2.
Los “cazadores”, aparte de los objetivos mencionados anteriormente,
pueden cumplir misiones siguientes:
-
bloquear aeródromos enemigos;
-
limpiar el aire de la IA (aviación de caza) enemiga sobre el
objetivo dado;
-
cubrir las tropas terrestres por el método de “caza libre”;
-
acompañar a los bombarderos y a los IL-2.
3.
Los “cazadores” seleccionan el objetivo según su criterio propio, y
para ello estudian continuamente el carácter de las acciones
enemigas, sus preferencias, costumbres y las particularidades de su
táctica.
4.
Los estados mayores de todas …<texto ilegible en el original,
posiblemente “las partes”>… realizan continuamente misiones de
reconocimiento de la zona de “caza”, reúnen la información obtenida
de todas las fuentes posibles, la resumen y la envían a los
“cazadores”. Indican, cuales son los objetivos que deben ser
eliminados, para que la eficacia de la “caza” sea lo más elevada.
5.
Los “cazadores” actúan con el método de la búsqueda del enemigo. La
búsqueda es la actividad efectuada por el piloto, orientada a
detectar al enemigo para posteriormente realizar un ataque por
sorpresa.
Lo
importante es detectar primero al enemigo, antes de que el te
detecte a ti, y atacarlo primero y por sorpresa. Hay que tomar la
iniciativa del combate en sus manos y obligar al enemigo a pasar a
un combate defensivo.
Las
acciones con el carácter ofensivo de un piloto de caza es el pilar
del éxito en un combate aéreo.
6.
La búsqueda del enemigo debe ser llevada a cabo por todas partes.
Para ello hay que conocer los métodos de acción y las tácticas
enemigas.
A
los aviones de reconocimiento hay que buscarlos sobre nuestras
comunicaciones en las zonas de las estaciones ferroviarias donde se
descargan los convoyes, en las zonas de concentración de nuestras
tropas y sobre sus rutas.
La
observación diaria de la actividad de los aviones de reconocimiento
enemigos permite determinar su ruta y eliminarlos por sorpresa. El
razonable efectuar la búsqueda volando a 4000-8000m de altitud.
Los
cazas enemigos deben ser buscados sobre la línea del frente, donde
éstos actúan contra nuestra aviación, así como en las zonas donde
ellos cubren a sus tropas, en las rutas de sus bombarderos, sobre
los aeródromos donde éstos están emplazados y en los accesos a los
mismos.
Los
bombarderos enemigos deben ser buscados en los aeródromos de paso,
en las rutas más probables que llevan a lugares de reunión, o sobre
el propio objetivo. La altitud de la búsqueda depende de las
tácticas empleadas por el enemigo, y fluctúa entre altitudes medias
y grandes.
A
los directores de artillería y a los aviones de reconocimiento
cercano hay que buscarlos en las altitudes bajas y medias, sobre la
línea del frente, en los aeródromos de su emplazamiento y en los
accesos a los mismos.
A
los aviones de transporte hay que buscarlos en las rutas de vuelo
más probables y en los aeródromos básicos. La altitud de la búsqueda
fluctúa entre la altitud baja y el vuelo rasante. Los aviones de
enlace deben ser buscados sobre las rutas que pasan entre los
estados mayores y los aeródromos, así como en las zonas de ubicación
de los estados mayores y de los puestos de mando de las tropas
enemigas.
7.
La búsqueda de los objetivos terrestres resulta ser más fácil, dado
que los últimos están vinculados a las vías férreas, carreteras,
poblados y otras referencias terrestres.
Para eliminar a una locomotora, los convoyes ferroviarios deben ser
buscados en los tramos ferroviarios. Actuar sobre las locomotoras
detectadas en las estaciones ferroviarias no es recomendable debido
a la posible oposición por parte de la ZA (AAA) y la IA (aviación de
caza).
Los
automóviles y vehículos de tracción animal deben buscarse en las
carreteras que comunican el frente con las estaciones de
abastecimiento, almacenes militares o puntos de intercambio.
Las
lanchas, barcazas y navíos no blindados deben ser buscados en las
vías fluviales/marítimas en las cercanías de sus bases. Actuar sobre
estos objetivos en los muelles y en los pasos de ríos no es
razonable, dado que por norma general estos objetivos son
fuertemente cubiertos por la ZA (AAA) y la IA (aviación de caza).
8.
Lo más difícil resulta localizar los emplazamientos de los estados
mayores, nudos de comunicación y radiotransmisores, dado que por
norma general estos objetivos están camuflados. Los “cazadores”
deben localizar a los estados mayores por los elementos secundarios
que descubren su presencia (los cables, el movimiento de automóviles
de turismo y de vehículos de los estados mayores, motocicletas
sueltas, oficiales y soldados a pie y a caballo) y por las pistas de
aterrizaje de los aviones de enlace.
IV. Formas y métodos de acción de los
“cazadores”
1.
El método de la “caza libre” se emplea para eliminar a los objetivos
aéreos y terrestres.
2.
Las acciones de los “cazadores” siempre son rápidas y efectuadas por
sorpresa. Un “cazador”, dominando a la perfección a su avión, con
toda su astucia y audacia cae como un relámpago sobre el enemigo.
Como regla general, el “cazador” realiza un solo ataque, golpea con
seguridad, abre el fuego a cortas distancias y con todo el armamento
de su avión.
3.
Atacando al enemigo, el “cazador” tiene por objetivo derribarlo, si
se trata de un enemigo aéreo, o frustrar el flujo en las vías
férreas, incendiar a un vehiculo, los vagones, causar bajas a las
tropas y neutralizar sicológicamente al enemigo, si se trata de un
objetivo terrestre.
4.
Un “cazador” siempre debe escoger una posición ventajosa para el
ataque y debe respetar la regla siguiente: “si no estas en ventaja,
no ataques”.
5.
Métodos de ataque más ventajosos son:
a)
Para atacar locomotoras, entrar de frente o a un ángulo no menor de
45º, empleando proyectiles y balas perforantes para los cañones y
ametralladoras de gran calibre (el fuego de las ametralladoras del
calibre estándar no hace daño a las locomotoras);
b)
Para atacar automóviles, hay que entrar a lo largo de su eje de
movimiento con un pequeño ángulo de planeo o en vuelo rasante;
c)
Para atacar lanchas y navíos no blindados, hay que entrar desde
arriba y por detrás o por delante a un ángulo no menor de 45º,
abriendo fuego a distancias de 400-500m y dejando de disparar a
200m, dado que es difícil determinar la distancia hasta el agua,
sobre todo durante la calma.
6.
Un “cazador” que actúa contra un enemigo aéreo, siempre debe tener
una ventaja en altitud: “el que esta mas alto, logra la victoria”.
El “cazador” en cada vuelo está obligado a aprovechar correctamente
el sol, la nubosidad, el relieve y el fondo del terreno, procurando
verlo todo pero al mismo tiempo sin ser visto por el enemigo. Las
maniobras deben ser efectuadas a grandes velocidades, empleando las
tácticas basadas en el factor sorpresa, astucia y audacia.
7.
El método básico de ataque de los aviones enemigos es el ataque
efectuado desde arriba a gran velocidad y abriendo fuego a cortas
distancias y a reducidos escorzos (ángulos), posteriormente saliendo
del ataque hacia arriba o hacia abajo.
8.
Los métodos de ataque deben ser seleccionados en función del tipo
del avión atacado, de su armamento, de su vulnerabilidad y capacidad
de defensa. En todos los casos hay que procurar realizar un ataque
rápido y por sorpresa, aprovechando la altitud y la velocidad.
A
los aviones de reconocimiento hay que atacarlos por la semiesfera
trasera. Los aviones de transporte y de comunicación deben ser
atacados en vuelo rasante, aprovechando el relieve y el fondo del
terreno para acercarse de manera oculta.
9.
Los “cazadores”, al encontrarse con un gran grupo de bombarderos,
por su desventaja numérica (hablando de una pareja de “cazadores”)
no siempre puede llegar a romper la formación de los bombarderos,
por eso no atacan a los aviones en formación sino se dedican a
buscar los aviones que se separan de la formación o los aviones
dañados, para eliminarlos.
10.
Frente a un grupo de bombarderos escoltados por los cazas, los
“cazadores” en un ataque por sorpresa derriban a los cazas de
escolta, y si las condiciones lo permiten, a gran velocidad atacan a
los bombarderos, saliendo del ataque hacia arriba o abajo.
11.
Es más ventajoso eliminar a los bombarderos enemigos cuando estos se
encuentran en su territorio, cuando vuelven hacia su base. Su
atención y capacidad de observación son menores, además existe una
gran probabilidad de encontrar a los bombarderos que se separaron de
la formación o a los bombarderos dañados.
12.
El ataque a los aviones que se encuentran sobre su propio aeródromo
causa al enemigo un fuerte efecto psicológico. Lo mas importante a
la hora de “cazar” a los aviones en sus aeródromos es evitar ser
descubierto antes del momento de comenzar el ataque; se debe emplear
el factor sorpresa atacando por arriba o por abajo en vuelo rasante.
Cuando aterriza un grupo de aviones, se debe atacar a los últimos
aviones que quedan en el circuito; por el contrario, durante el
despegue, se debe atacar a los primeros que acaban de despegar.
Es
mejor atacar a los aviones que despegan una vez éstos estén en el
aire.
V. Preparación de los “cazadores”
1.
La preparación de los “cazadores” es gestionada personalmente por el
comandante del regimiento.
2.
El programa de preparación debe incluir los aspectos siguientes:
a)
Preparación de vuelo:
-
practicas de las técnicas de pilotaje y de vuelos en ruta;
-
vuelos en condiciones meteorológicas adversas;
-
perfeccionamiento de tiro sobre objetivos terrestres y aéreos;
-
preparación para vuelos a gran altitud.
b)
Preparación terrestre:
-
estudio de la organización, de las tácticas y de las formaciones de
combate de las tropas enemigas;
-
misiones de reconocimiento para obtener fotografías, análisis de la
zona de acción;
-
preparación en cuestiones de navegación y meteorología.
3.
El “cazador” debe estar informado en todo momento por el estado
mayor de la unidad aérea sobre los cambios en la situación terrestre
y aérea, sobre la agrupación enemiga, sobre el emplazamiento de las
fuerzas aéreas y las tropas terrestres enemigas en la zona de
“caza”: su sistema de PVO (defensa antiaérea) y servicio VNOS
(observación aérea, alerta y comunicaron).
Jefe del estado mayor del 3er Cuerpo Aéreo de
cazas
Coronel BARANOV
Manual de los documentos bélicos de la Gran
Guerra Patriótica. Edición 7. |