Como es bien sabido, el combate aéreo se
compone de la maniobra y del fuego.
El piloto de caza, que sabe dominar a la
perfección las maniobras y el armamento de su avión, es el maestro
del combate aéreo.
El piloto de caza, cuando se encuentra en el
aire, siempre debe estar consciente de la amenaza de ser atacado.
El lema de un vuelo de combate debe ser el
siguiente: búsqueda – ataque – comunicación – ayuda.
La formula básica de un combate aéreo moderno
es la siguiente: altitud – velocidad – maniobra – fuego.
Para concluir un combate aéreo con éxito y
eliminar al enemigo, el piloto de caza ante todo debe saber preparar
su “puesto de trabajo” de manera inteligente y eficaz: ser primero
en detectar al enemigo (antes de que el enemigo te detecte a ti) y
durante la fase de aproximación lograr ventajas tácticas, y en
primer lugar, lograr el factor sorpresa y la ventaja en altitud.
Cuando el piloto detecta a su enemigo primero, evita la posibilidad
de ser atacado por sorpresa por su parte y logra la oportunidad de
efectuar un ataque por sorpresa: como norma general, este ataque no
tiene riesgo para el piloto y permite eliminar a su adversario.
Un enemigo visible no es peligroso, pero un
enemigo invisible amenaza con causar la derrota.
La ventaja en altitud, lograda durante la fase
de aproximación, da posibilidad de ganar iniciativa en el combate
aéreo, permite adelantarse al enemigo en cuanto a las maniobras y el
ataque.
La táctica ofensiva de nuestros cazas veloces
se basa principalmente en las maniobras verticales; las maniobras
verticales son maniobras ofensivas. Y la base de las maniobras
verticales es precisamente la altitud y la velocidad.
Por eso, la tarea de un piloto de caza consiste
en saber dominar el arte de ganar altitud, así como en saber
convertir esta altitud en velocidad, y viceversa. La calidad de las
maniobras verticales depende en gran medida del conocimiento de las
prestaciones de vuelo y de las características tácticas de su propio
avión, así como de las habilidades del piloto en aprovecharlas a
pleno rendimiento.
La eliminación del enemigo con el armamento es
el objetivo primordial en un combate aéreo. Por eso, una maniobra
complicada y en ocasiones prolongada, es efectuada en beneficio del
fuego y esta enfocada en un solo objetivo: abrir el fuego con
precisión y eliminar al enemigo. Por tanto, si el piloto no domina
las maniobras a la perfección, no será capaz de abrir fuego con
precisión, y viceversa: por mucho que el piloto sepa maniobrar, no
sirve de nada si este piloto no es un excelente tirador aéreo y no
sabe eliminar a su enemigo con toda la seguridad.
El piloto debe saber finalizar la maniobra de
tal manera que le permita dirigir su avión hacia el enemigo e
introduciendo mínimas correcciones, abrir fuego con precisión.
La maniobra debe ser razonable, y debe ser
razonable precisamente respecto al fuego.
Para llevar el combate aéreo con éxito, el
piloto de caza debe conocer a la perfección las prestaciones
técnicas y las tácticas de sus enemigos. Esto le da la posibilidad
de realizar la aproximación con la plena seguridad y asestar el
golpe con la máxima precisión y en las partes más vulnerables del
adversario.
Los pilotos de caza deben saber a la perfección
como organizar una interacción constante y eficaz. La interacción es
la mejor defensa contra los ataques enemigos y debe estar basada en
el apoyo mutuo, en la ayuda y en la cohesión.
La iniciativa del piloto tiene una gran
influencia sobre el grado del éxito logrado en un combate. Se
necesita rechazar los modelos estándar en cuanto a la actuación y
las tácticas. Un piloto con iniciativa es aquel piloto que actúa con
un profundo sentido y acorde a la situación; es un piloto que toma
decisiones y actúa de forma rápida y audaz, es un piloto que busca
continuamente nuevos elementos tácticos, es un piloto que actúa de
forma decidida y persistente, llevando sus ataques de manera
decidida hasta su final lógico. El piloto no debe comportarse de
forma mecánica o formal, sino que debe actuar de manera creativa
para resolver las cuestiones que se plantean en un combate rápido y
de manera inesperada.
La maestría del combate aéreo es lograda
mediante el profundo conocimiento de los principios del combate
aéreo, mediante la creatividad y la razón, y también mediante un
excelente nivel de preparación.
Dicho lo anterior, la preparación de un piloto
maestro del combate aéreo debe estar orientada en perfeccionar:
1) La constante búsqueda del enemigo y el
combate con el, lo que garantiza que las acciones sean activas y
muestra el gran espíritu ofensivo de un piloto de caza;
2) Saber lograr el factor sorpresa durante la
aproximación con el enemigo para atacarle de forma inesperada. Dicho
factor es el mejor medio para lograr la victoria;
3) Saber lograr la superioridad en altitud
durante la fase de aproximación y ganar la iniciativa en un combate
aéreo, saber imponer su voluntad al enemigo.
4) La excelente técnica del pilotaje aéreo,
saber dominar su avión a la perfección, volar jugando con él; saber
efectuar todas las figuras que es capaz de efectuar el avión. Todas
las figuras pueden ser consideradas como figuras de combate, no
existen otras. Cualquier figura o una parte de ella pueden ser
utilizadas como una maniobra del combate aéreo;
5) Una gran maestría del tiro aéreo. El piloto
debe saber eliminar a su adversario en el primer ataque. Hay que ser
un maestro en efectuar primeros ataques;
6) Saber organizar la interacción de manera
impecable. Saber conservar su puesto en la formación de combate, y
no separarse en ningún momento y sin excusas.
7) El continuo perfeccionamiento bélico.
Conocer a la perfección las tácticas de combate empleadas por el
enemigo, así como nuestras propias tácticas y saber aprovechar la
experiencia de nuestros pilotos más punteros, maestros del combate
aéreo; siempre buscar nuevas formas del combate aéreo e imponerlas
al enemigo, y nunca quedarse con lo conseguido hasta el momento. La
maestría no tiene límite. Aflojar tu perfeccionamiento significa
quedarte atrás. Y los que se quedan atrás, son derrotados;
8) La máxima exigencia a si mismo, la férrea
disciplina militar y disciplina de vuelo son los factores que forman
la base del éxito en un combate aéreo;
9) El piloto debe ser educado con el amor y la
fealdad a su pueblo, a su Patria y a su Partido, desarrollando la
constante voluntad de lograr la victoria y el desprecio hacia la
muerte; cultivar la estabilidad moral y física.
La preparación del piloto debe estar basada
en:
1) El estudio de la experiencia acumulada
durante la Guerra Patriótica, el análisis de la experiencia lograda
por nuestros pilotos más punteros, los maestros del combate aéreo;
2) Practicar todos los elementos en la tierra y
en los simuladores. Hay que lograr que estos elementos sean
efectuados de manera subconsciente;
3) Practicar todos los elementos en el aire,
haciendo que las condiciones de vuelo sean aproximadas a la realidad
bélica al máximo posible.
4) El profundo y sistemático trabajo del piloto
sobre si mismo, bajo la dirección y control de sus instructores
oficiales. |