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Granadas de aviación AG-1 y AG-2, lanzagranadas aéreo DAG-5 y DAG-10

 

AG-1

 

El lanzagranadas aéreo tuvo una gran aplicación durante la guerra. El lanzagranadas AG-1 fue propuesto en diciembre de 1941 por M. Usachev como un arma puramente defensivo. Disparaba granadas de infantería F-1 detrás del avión, con la finalidad de “quitar de la cola” a los cazas que atacaban a un bombardero por detrás. En la parte trasera del fuselaje de un Pe-2 se instalaba un tubo casi en ángulo recto. En la recámara de esta especie de “cañón” improvisado se introducía una granada con la anilla quitada. Hasta el momento de lanzar la granada, la palanca de la espoleta estaba bloqueada por las paredes del “cañón”. Un cartucho pirotécnico efectuaba el lanzamiento de la granada que detonaba tras haber pasado 4 o 5 segundos, y era capaz de causar daño con sus fragmentos en un radio de hasta 100m.

 

Las pruebas de tiro de las granadas aéreas, efectuados a varios ángulos, dieron buenos resultados. Se había decidido fabricar en serie un lanzagranadas de 3 cañones, puestos a varios ángulos; el disparo de los tres se efectuaba de forma simultánea, para que la zona de destrucción fuera más amplia. Pero este diseño no se produjo en serie.

 

AG-2

 

Para defender a los aviones de ataque en el aire ante los ataques de cazas enemigos desde atrás y por debajo, en el GSKB-47, bajo la dirección del A.F. Turajin, en el año 1938 se desarrolló la granada AG-2, aunque lamentablemente, el arma tardó en entrar en servicio. Consistía en un cuerpo metálico en forma de esfera, fundido de hierro y armado con 80 gramos de explosivo K-2; además, tenía un paracaídas de frenado y una espoleta. En la posición de transporte el paracaídas estaba ubicado en una caja cilíndrica, fijada firmemente al cuerpo de la espoleta (tubo del mecanismo de activación). La ligera tapa de la caja (hecha de chapa) del paracaídas se fijaba a la anilla de apertura del paracaídas, y se abría cuando la granada era lanzada, con lo que se garantizaba la apertura segura del paracaídas.

 

En un orificio hecho dentro del explosivo se fijaba un casquillo de cartón que aislaba la espoleta del explosivo. La espoleta empleada en la granada era la UZRG del ejército, usada en las granadas de mano; la modificaron para el uso específico en el aire. Por ejemplo, el retardo de 6 segundos tras tirar de la anilla, suficientes para el uso en la infantería, era demasiado largo, con lo que tuvo que reducirse hasta 3.2-4 segundos. Además, el seguro de la espoleta de la granada terrestre no era necesario, con lo que fue suprimido.

 

 

 

Granada de aviación AG-2, índice de VVS: 7-G-105, código del dibujo técnico 3-01127 (1942)

 

El DAG representaba un cajón estrecho rectangular, dentro del cual pasaban dos conductos para las granadas; en medio había una columna con un piñón, encima del cual había un imán eléctrico con un trinquete y piezas para la señalización. El DAG se fijaba al fuselaje mediante 3 soportes, y para su instalación el recubrimiento del fuselaje era recortado. El DAG era controlado por el sistema electromagnético. Para ello, en las cabinas del piloto y artillero se instalaban paneles con los interruptores, con el botón para el lanzamiento y lámpara de señalización.

 

La granada era lanzada por el artillero del avión, empleando el lanzagranadas DAG-5 o DAG-10 (con capacidad de 5 y 10 granadas, respectivamente). En la parte inferior del contenedor había una escotilla que se abría para soltar las granadas: al abrirse, las granadas se desprendían en caída libre, siendo arrastradas por la corriente del aire. Tras ser despedida del avión, el golpe aerodinámico arrancaba la tapa de la caja con el paracaídas; al mismo tiempo se retiraba la anilla de la espoleta. La granada, gracias al paracaídas de frenado, se separaba rápidamente del avión a una distancia segura, y su espoleta se activaba. La explosión fragmentaba el cuerpo de la granada en unos 100-130 fragmentos (con masa entre 3 y 80 gramos), creando una zona de destrucción continua con un radio de 8-10 metros. Parte de los fragmentos tenían una distancia de destrucción de 40-50m. El lanzagranadas era montado prácticamente en todos los bombarderos soviéticos.

 

A lo largo de los combates, los pilotos de los bombarderos y de los IL-2 desarrollaron varios métodos de uso de estas granadas. Los artilleros de los aviones Pe-2, IL-2 y IL-10 usaban las granadas lanzándolas en series de 2-3 unidades, tanto en vuelo horizontal como durante el picado con ángulos de hasta 30º. Cuando el avión volaba a 270km/h en vuelo horizontal, la AG-2 se separaba del avión a 40-55m en altitud y 220-280m en distancia. Para defender a la semiesfera superior trasera, las granadas eran lanzadas también en picado, lo que garantizaba su detonación a 280-320m del avión, pero 50-100m más alto. Para usar las granadas, había que dejar acercarse al caza enemigo a 400-500m. Pero había que tomar precauciones a la hora de usar las AG-2 y hacerlo de forma correcta, para no causar daño a los aviones amigos que iban en formación. Por ejemplo, cuando el grupo de bombarderos era atacado, solo se permitía usar las granadas a la tripulación del avión que cerraba la formación y siempre teniendo en cuenta la posición de los aviones vecinos.

 

Granada de aviación estándar AG-2 del modelo de 1943

 

Características técnicas:

Longitud total (sin la espoleta), mm:

129-132

Diámetro del cuerpo, mm

82

Peso, kg:

 

- la granada con espoleta:

1.80

- el explosivo:

0.08

 

Granada de aviación estándar AG-2 del modelo de 1944

 

Características técnicas:

Longitud total (sin la espoleta), mm:

129-132

Diámetro del cuerpo, mm

82

Peso, kg:

 

- la granada con espoleta:

1.80

- el explosivo:

0.08

 

 

1- Tapa del contenedor del paracaídas; 2- contenedor del paracaídas; 3- paracaídas; 4- tubo del mecanismo de activación;

5- anilla guía; 6- percutor; 7- muelle del detonador; 8- anilla del percutor; 9- palanca de activación; 10- barra del seguro;

11- anilla del seguro; 12- casquillo de fijación; 13- anillo; 14- anilla de fijación; 15- percutor de encendido; 16- casquillo de retardo; 17- tubo de retardo; 18- cuerpo de la granada; 19- explosivo; 20- espoleta adicional; 21- casquillo.

 

USO EN COMBATE

 

Los lanzagranadas aéreos se instalaron en los bombarderos de picado al comienzo de la guerra. Por ejemplo, en el 9º Regimiento Independiente de bombarderos, los lanzagranadas fueron instalados en diciembre de 1941.

 

El 8 de marzo de 1943, un sexteto de Pe-2, escoltado por los Yak-1 del 15º Ejercito del Aire, en la zona de Krásnoe Póle, fue atacado por 5 Bf-109. Para detenerles, fueron lanzadas 12 granadas AG-2, lo que posibilitó rechazar el ataque sin sufrir bajas. Los alemanes perdieron a un caza, el cual cayó en la zona del río Donets.

 

La utilización de las granadas de aviación en combate daba resultados notables. Al día siguiente, 9 de marzo de 1943, 8 bombarderos de picado Pe-2 de la 241º División Aérea de Bombarderos (3er BAK) realizaba el ataque sobre la concentración de tropas en la zona del río Sura. Tras haber lanzado las bombas desde 900-1.000m de altitud, el artillero-operador de radio del avión que cerraba la formación avisó al líder sobre la aproximación de 4 FW-190A. Los “FW” atacaron por debajo tras haber realizado la “montaña” tras salir del picado. Las tripulaciones lanzaron 20 granadas AG-2. El navegante Stárostin lanzó una serie de 4 granadas AG-2 e incendió el caza alemán, el cual tuvo que realizar el aterrizaje de emergencia al norte de Rajovets.

 

5 de diciembre de 1943 el avión de reconocimiento Pe-3bis de Ml. Leytenant de la Guardia Nikolaenko del 98º Regimiento Independiente de Reconocimiento Aéreo de largo alcance de la Guardia fue atacado en la zona de Kazatin por una pareja de cazas Me-109G. El navegante, St. Leytenant de la Guardia Yuriev, detectó a los cazas a tiempo: dio la orden al piloto para girar hacia la nube más cercana. El piloto comenzó a ganar altitud. A los “Messerschmitt” les dio tiempo a efectuar un ataque, pero éste fue rechazado con éxito por el navegante, que disparo con su ametralladora superior y lanzó una serie de granadas AG-2. Uno de los caza alemanes que atacó desde atrás y por arriba el avión de Nikolaenko recibió daños por los fragmentos de la granada AG-2 y se retiró en descenso hacia su territorio.

 

Las granadas AG-2 fueron utilizadas con éxito por las tripulación es del 453º Regimiento Aéreo de Bombarderos, dotado de aviones A-20G. A comienzos de mayo de 1944, la 1ª escuadrilla del regimiento, escoltada por los “Airacobra”, realizó un ataque con bombas sobre una estación ferroviaria. Durante el giro, realizado tras efectuar el bombardeo, el grupo alargó la formación y fue atacado por los cazas alemanes, que entraron por debajo y en la lateral. Por la orden del comandante de la Escuadrilla, los navegantes lanzaron una salva de granadas AG-2. Como resultado, uno de los Bf-109 fue derribado.

 

30 de junio de 1944 los aviones de la 5ª División Aérea de Bombarderos realizaron el ataque sobre el aeródromo Borisovka. Cuando fueron atacados por los alemanes, con las ametralladoras y granadas AG-2 las tripulaciones causaron perdidas a 5 FW-190.

 

Como muestra de la eficiencia de las granadas de aviación AG-2 se puede considerar la orden del Ingeniero de Jefe de la Aviación de Largo Alcance, el General Leytenant de IAS (Servicio de Ingeniería Aérea), Markov: en julio de 1944 dio la orden al personal técnico de las unidades aéreas instalar el lanzagranadas DAG-10 en todos los aviones IL-4, Li-2, Pe-8 y B-25.

 

Las granadas AG-2 eran instaladas también en los aviones IL-2/IL10

 

También hubo casos de uso de granadas AG-2 contra objetivos terrestres.

 

En el 39º Regimiento de Reconocimiento Aéreo, las granadas AG-2 eran utilizadas en vuelo rasante con bastante éxito contra los vehículos en las carreteras.

 

En noviembre de 1943 el avión Pe-2 del Mayor de la Guardia P.A. Plotnikov, tras haber realizado el ataque sobre la estación ferroviaria de Smela, durante la vuelta a la base, antes de cruzar la línea del frente, atacó un vehiculo ligero, bombardeándolo con las granadas AG-2 desde 30 metros de altitud. El vehiculo volcó y quedó destruido.

 

Una nube de humo negro, producto de la explosión de la AG-2, asustaba a los cazas, y los fragmentos y la onda expansiva dañaban el caza atacante. Pero la principal finalidad de esta munición no era derribar al enemigo, sino en primer lugar asustarlo, no dejarle efectuar el ataque desde la semiesfera inferior trasera, la cual era difícilmente defendible por el artillero en caso de un IL-2.

 

Así es como cuenta sobre el primer uso de las AG-2 en el 16 ORAP (Regimiento Independiente de Reconociendo Aéreo) el navegante del Pe-2, N.Z. Utyupin:

 

“Al regimiento llegaron las AG-2, así como los conjuntos de DAG (cassetes) y piezas auxiliares para su instalación. Durante dos días, sin interrumpir los vuelos de combate, trabajando básicamente por las noches, el personal técnico instaló el nuevo armamento en todos los aviones de la escuadrilla.

 

El ingeniero de armamento aéreo del Regimiento realizó clases con el personal de vuelo para explicar el diseño de la granada, las reglas de su uso, medidas de seguridad, y enseñó esquemáticamente la trayectoria de vuelo de la granada; nos enseñó la distancia óptima hasta el avión enemigo, cuando se debía lanzar la granada. Todos los navegantes y los artilleros-operadores de radio practicaron en tierra el lanzamiento de las granadas desde los aviones, usando las maquetas de las granadas, fabricadas en PARM (Taller de Campo de Reparación de Aviones).

 

Estuvimos volando durante varios días con este armamento defensivo. Tuvimos varios encuentros con los cazas enemigos, pero siempre logramos retirarnos. En la siguiente misión nos ordenaron efectuar el reconocimiento de la primera línea de defensa enemiga, en el campo de operaciones de Mangushev. El enemigo concentraba sus fuerzas, emprendía desesperadas acciones para liquidar este campo de operaciones y restablecer sus defensas en el río Visla. Teníamos que realizar una misión de reconocimiento visual y también fotografiar en plano el terreno. Despegamos desde el aeródromo de Byalo-Podlyaska y manteniendo la debida altitud, velocidad y dirección de vuelo, cruzamos la línea del frente y tomamos fotografías respetando la ruta establecida, giramos a 180º y comenzamos a fotografiar de nuevo.

 

Los “Oerlikon” abrieron un denso fuego antiaéreo. El avión de reconocimiento, cuando toma fotografías, no tiene posibilidad de maniobrar variando el rumbo. El vuelo debe proceder estrictamente en línea recta, de lo contrario no se podrán juntar las fotografías y la misión será un fracaso. Solamente puede maniobrar variando, dentro de ciertos límites, la velocidad y la altitud. Las explosiones de los proyectiles de gran calibre cerca del avión eran tan fuertes, que el comandante de la tripulación, un piloto experimentado St. Leytenant I.V. Yasinskiy, apenas podía mantener los mandos del avión. Hasta la línea del frente aun quedaban unos 30 kilómetros, cuando las antiaéreas dejaron de disparar. Llegó el silencio inusual. Era evidente que por la zona operaban los cazas enemigos y así fue, se nos acercaban 4 FW-190 desprendiendo humo por sus sobrealimentados motores. El piloto incrementó la velocidad, el avión comenzó a hacer un ligero descenso, pero los cazas enemigos seguían acercándose. Una pareja ocupó la parte superior de la semiesfera trasera, mientras que la segunda se preparó para el ataque desde abajo. Disparando ráfagas cortas con mi ametralladora de gran calibre, impido a la pareja superior a acercarse a nuestro avión. De repente veo dos nubes negras entre los aviones, los cuales intentaban atacarnos por debajo. Era el artillero-operador de radio Aleksandr Osipchuk, quien comenzó a lanzar las grandas AG-2. Los “FW” se lanzaron cada uno por su lado, pero luego de nuevo comenzaron a tomar la posición inicial para el ataque.

 

Disparando ráfagas cortas con mi ametralladora, impido a la pareja superior a ocupar una posición inicial adecuada para comenzar el ataque, mientras que la pareja inferior no puede superar la zona de las explosiones de las granadas. El combate duró unos 4-5 minutos. Por fin alcanzamos la línea del frente y cumplimos nuestra misión. El avión entró en un picado pronunciado descendiendo hasta el vuelo rasante; así logramos separarnos de de la persecución de cuatro aviones alemanes.

 

Los cazas enemigos temían a las AG-2 incluso más que a las ametralladoras. Tras la explosión de la granada, el enemigo, como norma general, giraba su avión, lo que nos daba la posibilidad de ganar tiempo y separarse de él. Algunos artilleros-operadores de radio en ciertas unidades de asalto y de bombardeo lograron derribar o dañar hasta diez aviones enemigos”.

 

Timofey Puniov en la entrevista (disponible en este portal) valoraba así las granadas AG-2:

 

“No conozco ningún caso de derribo de un caza con estas granadas, pero los alemanes desaparecían momentáneamente, salían del ataque enseguida. Así que estas “AG-2” eran bastante útiles”.

 

PRUDICCION DE LAS AG-2 DURANTE LA GUERRA: 

 

Denominación de las municiones aéreas

Suministro de las municiones aéreas (en miles de unidades) {1}

TOTAL

1941

1942

1943

1944

1945

Plan ificado

Suminist rado

Plani ficado

Suminist rado

Plani ficado

Suminist rado

Plani ficado

Suminist rado

Plani ficado

Suminist rado

Plani ficado

Suminist rado

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

AG-2

 

 

41

2

362

270

310

28

85

25

798

325

 

Fotos de las AG-2, encontradas por los miembros del club de arqueología militar “Trizna”, www.trizna.ru

 

 

 

 

 

FUENTES:

 

{1} E. Pyriev, S. Reznichenko: "Bombas de aviación rusa 1912-1945"

{2} Departamento de Planificación del Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas (GSH VVS), d.103, ll.118-129

{3} I.P. Novichenko, N.M. Lopatin, N.S. Polyakov: “Trabajos pirotécnicos: organización y ejecución de los trabajos de detección, extracción, desactivación y destrucción de municiones”. Edición Militar del Ministerio de Defensa de la URSS, 1967.

{4} A. Medved. “Armamento aéreo: modelos exóticos”.

{5} Pavel Plótnikov: “La “caza libre” de los bombarderos”, manual de episodios bélicos.

{6} V.B. Shavrov: “Historia de la construcción de aviones en la URSS, 1938-1950”.

{7} S.N. Ikonnikov. “La guerra vista por los ojos de un ingeniero aeronáutico”. – K.: Instituto de las Fuerzas Aéreas de Kiev, 1993

{8} Aleksandr Medved, Dmitriy Jazanov: El bombardero de picado “Pe-2”.

{9} Aleksandr Medved, Víctor Markovskiy: “El armamento del Pe-2”.

{10} Gracias a los miembros del club de arqueología militar “Trizna” por facilitar las fotos de loas AG-2 encontradas en tierra: www.trizna.ru

 

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