Cubriendo
las tropas de tierra en el campo de batalla, en numerosas ocasiones
tuve que efectuar combates aéreos en grupo contra grandes grupos de
bombarderos enemigos y su escolta.
En otoño
de 1943 en las zonas de Orsha y Vitebsk, donde nuestras tropas se
estaban reagrupando, los alemanes trataron de impedir la
reagrupación con sus bombarderos con el fin de detener nuestro
avance en esa dirección. Para ello el enemigo en los aeródromos de
las zonas de Orsha y Vitebsk concentró una gran cantidad de
bombarderos tipo Ju-88, Ju-87, He-111.
Nuestro
regimiento recibió la misión de frustrar el bombardeo de nuestras
tropas de tierra por parte de bombarderos enemigos.
En la
mañana del 23 de octubre de 1943, despegué con un grupo de 8 La-5 en
misión de cobertura. Tras reunir el grupo sobre el aeródromo en la
formación acordada con el comandante del regimiento, nos dirigimos a
la zona asignada.
La
formación de combate estaba compuesta por el grupo de combate
liderado por mí (4 cazas) y el grupo de escolta (4 cazas). Al llegar
a la zona asignada, me puse en contacto con la estación de guiado.
Tras pasar 15 minutos desde que comenzamos a patrullar la zona,
desde la estación nos informaron sobre la aproximación hacia la
línea del frente de un gran grupo de bombarderos enemigos. Tras
avisar al resto de mi grupo, me dirigí en la dirección indicada por
la estación. En efecto, a una altitud de 3000 metros iba un grupo de
hasta 40 Ju-88 escoltados por 6 FW-190.
Sin
esperar la llegada de los aviones enemigos a la línea del frente,
ordené al grupo de escolta bloquear en combate a los cazas de
escolta enemigos, mientras que con mi cuarteto desde una altitud de
3.500-4.000m me dirigí hacia los bombarderos para atacarles. Nuestro
ataque resultó ser inesperado.
Gracias a
que nuestro cuarteto abrió fuego simultáneamente a mi orden,
logramos romper la formación de los bombarderos que comenzaron a
desprenderse de sus bombas sobre sus propias tropas y a retirarse a
su territorio. En el segundo ataque logré derribar a un Ju-88 desde
una distancia de 50-100 m y disparando a un escorzo de ¼ (15º), que cayó a 5 kilómetros tras la línea del frente.
En este
combate habíamos derribado dos FW-190 y un Ju-88 sin perder un sólo
avión por nuestra parte. Cumplimos la misión. Nuestra victoria se
debe al hecho de que atacamos al grupo de bombarderos con todo
nuestro cuarteto, disparando al mismo tiempo con los 8 cañones.
La
adecuada evaluación de las tácticas de combate enemigas, realizada
en los días anteriores, me ha permitido llegar a la zona de patrulla
con una buena reserva de altitud, lo que también tuvo un impacto
significativo en el resultado del combate.
El éxito
en combate aéreo en grupo depende de la precisa organización y la
interacción entre grupos, de una correcta elección de pilotos para
formar las parejas, de su cohesión y comprensión mutua.
El líder
del grupo antes de entrar en combate debe evaluar la situación
correctamente. Debe conocer lo más precisamente posible los datos
sobre la presencia de cazas y bombarderos del enemigo en la zona,
los tipos de aviones y sus tácticas de combate. Esto le permitirá
tomar rápidamente la decisión más adecuada en una situación dada. Si
estas dispuesto a llevar a cabo tu decisión con persistencia y hasta
el final, oponiendo tu voluntad a la voluntad del enemigo, siempre
vas a ganar el combate aéreo. |