Durante
la operación de Orel, especialmente antes de tomar la ciudad de Orel
por nuestras tropas, la aviación alemana fue enviada a la zona con
el objetivo de frenar el avance de nuestra vanguardia, que penetraba
a través de las líneas defensivas alemanas. En este periodo se podía
observar que los alemanes usaban a los cazas Me-110 no sólo contra
nuestros bombarderos sino también como aviones de asalto para atacar
a tierra.
Nuestro
grupo de seis Yak-9 patrullaba en la zona de la estación Mojovaya.
Detecté a nueve aviones Me-110. Éstos iban en formación de “cuña” en
rumbo hacia nosotros, a un escorzo de 3/4 (50º). Tras avisar a mi
grupo, di la orden: “atacamos todos juntos”. A causa del humo
provocado por los incendios, la visibilidad no superaba los 3-4 km.
Nos aproximamos por sorpresa a los alemanes a una distancia corta y
abrimos fuego con cañones y ametralladoras. En el primer ataque fue
derribado un Me-110. Los ocho restantes se pusieron de inmediato en
círculo defensivo.
Ponerse
en circulo defensivo era el método de defensa favorito de los
pilotos de Me-110, dado que acercarse a la cola del “Messerschmitt”
era muy arriesgado debido a que el atacante entraba en una doble
zona de fuego: en el sector de tiro del artillero del Me-110 atacado
y en el sector de tiro del piloto del Me-110 que seguía al avión
atacado; además, hay que tener en cuenta que el Me -110 tenia un
potente armamento frontal.
Todos
nuestros intentos de romper el círculo defensivo, entrando en viraje
para colocarse en la cola del enemigo, no dieron resultado y no
logramos derribar ningún alemán. Uno de nuestros cazas recibió daños
y tuvo que salir del combate. El comandante de la Agrupación Aérea,
que se encontraba en el Puesto de Mando observando el combate,
ordenó a mi cuarteto a ganar altitud y atacar desde arriba, mientras
que la otra pareja de Yak-9 tenia que seguir atacando, disparando
ráfagas cortas desde unas distancias de 300-200m.
Atacando
desde arriba, mi cuarteto enseguida logró incendiar a dos Me-110; la
tripulación de uno de ellos saltó en paracaídas. Estos aterrizaron
en nuestro territorio y fueron capturados por nuestras tropas.
El empleo
de maniobras verticales en un combate contra Me-110 nos permitió
atacar a los alemanes sin peligro, dado que permanecíamos poco
tiempo dentro del alcance de su fuego defensivo. Los ataques fueron
realizados por parejas y a una distancia aumentada entre los aviones
que formaban cada pareja, lo que permitía al líder disparar sobre un
avión, y al punto disparar sobre el avión que le seguía. Cuando el
punto atacaba al Me-110, éste se veía obligado a maniobrar, con lo
que ya no podía disparar con precisión usando el armamento frontal
sobre el líder de nuestra pareja que atacaba al avión precedente. De
esta manera nuestro punto cumplía de manera ejemplar la misión de
prestar apoyo a su líder, mientras éste atacaba a otro avión. La
salida del ataque, por norma general, no era efectuada a la misma
altitud con el enemigo, sino tras finalizar el ataque seguíamos en
picado, traspasando a gran velocidad la formación de los Me-110,
para posteriormente salir del picado y repetir el ataque, pero esta
vez entrándoles por abajo.
En este
combate, gracias al empleo de la maniobra vertical, se derribaron
tres Me-110, dos de los cuales con los alemanes formados en circulo
defensivo. |