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Heroe de la URSS, Podpolkovnik de la Guardia

S.N. SOKOLOV

"Raids nocturnos del bombardero IL-4

sobre Budapest"

Informe del combate

Biografía del piloto

 

Combate realizado con: Pe-2

Raids nocturnos del bombardero IL-4 sobre Budapest

 

En el mes de septiembre de 1944 nuestra aviación de largo alcance realizaba bombardeos sobre los objetivos estratégicos de Hungría,  último aliado de Alemania.

 

Yo tuve la ocasión de participar en misiones de bombardeo sobre Budapest, Debrecen y Somu-Mare. Yo ocupaba el cargo de suplente de Comandante de escuadrón. Nuestro escuadrón estaba emplazado en el aeródromo Borispol (a 30km al nor-este de Kiev).

 

El día 13 de septiembre de 1944 aproximadamente a las 9 horas recibimos una orden preliminar desde el Estado Mayor de la División para preparar el ataque sobre Budapest. El ataque tenia que ser efectuado en la noche del día 14.09.44. El personal de vuelo se puso a preparar los mapas y a estudiar la zona de acción. Posteriormente el personal de vuelo fue llevado al aeródromo para realizar la preparación y verificación de los aparatos.

 

A las 14:00 horas el Comandante del regimiento puso los objetivos de la misión a todo el personal que iba a participar. El objetivo de nuestro ataque era el centro de la ciudad: los barrios donde se encontraban los edificios gubernamentales.

 

La tripulación de mi avión tenía una tarea especial adicional: al realizar el bombardeo, teníamos que efectuar el control visual sobre los resultados del bombardeo del resto de los aviones de nuestra división.

 

Cuando las tripulaciones actúan por la noche de forma individual, la formación es mantenida mediante rigurosos intervalos de tiempo a la hora de aparecer sobre el objetivo. El momento temporal es fijado mediante órdenes individuales dadas a cada una de las tripulaciones.

 

A pesar de que la distancia hasta el objetivo era de más de 900km, teníamos que llegar al objetivo justo a una hora prevista. A la hora de planificar la misión teníamos una dificultad adicional que consistía en no saber la posición exacta de los medios de defensa antiaérea enemiga, tanto a lo largo de la ruta hasta el objetivo como en la zona de Budapest. Solamente disponíamos de datos generales sobre la existencia de baterías antiaéreas, de los reflectores antiaéreos y de los cazas nocturnos en los aeródromos Dobrecen, Mishkolts, Nifedjose y Budapest.

 

Para planificar la misión disponíamos de 6 horas. Yo me dediqué a preparar el mapa a escala de 25km/1cm. El navegante tenia el mapa a escala 10km/1cm y el mapa del objetivo a escala 200.000.

 

En mi mapa marque: la ruta, los ZOS necesarios (puestos de guiado de aviones, nota HR) sobre la ruta, los aeródromos de reserva. También seleccioné las referencias terrestres, que tenían que ser visibles en un vuelo nocturno: río Dnieper, río Tissa, río Dunay. En base a esas referencias realizamos los cálculos y el trazado de la ruta.

 

Adicionalmente yo tenía un formulario de cartón duro, que se depositaba en el bolsillo del mono. Con este formulario rellené una tabla con los siguientes parámetros: el tiempo de vuelo por tramos de la ruta, las distancias, la altitud, MPU (ángulo magnético de la ruta), la hora de conexión de los depósitos de combustible. Este tipo de preparación permitía realizar una orientación básica por la noche y servia para localizar los puntos de referencia terrestres para determinar la posición exacta.

 

Realicé el despegue a las 18:00 horas (Fig.43).

 

Antes de la llegada de la oscuridad total de la noche, varias veces tomamos medidas del viento, precisamos el rumbo y la velocidad de crucero.

 

Dado que:

 

- el vuelo sobre nuestro territorio duró casi 2 horas;

- el avión iba sobrecargado (depósitos de combustible completamente llenos y con la carga bélica siguiente: 1 FAB-500, 5 FAB-100-TSh, 5 ZAB-100-CK);

- y para que los radares enemigos nos detecten lo mas tarde posible,

nosotros íbamos a 1500m de altitud prácticamente hasta el río Dnieper, y sobrevolamos los montes Karpatos a 3500m de altitud.

 

Las condiciones meteorológicas eran las siguientes:

 

- Hasta los montes Karpatos – cielo despejado, las montañas estaban cubiertas por  nubes de 6 a 8 grados de intensidad;

 

- Hasta el momento de acercarse al río Tissa no había ningún punto de referencia terrestre, y la visibilidad era de 5-7km. El vuelo tenia que ser realizado prácticamente a ciegas, en base a las indicaciones de los instrumentos de aeronavegación.

    

Fig.43 (pulsar imagen para ampliar)

 

Después de haber sobrevolado las montañas, durante el resto de la ruta hasta llegar al objetivo iba cambiando de altitud y de rumbo, para despistar a los radares y a los cazas nocturnos:

 

- Cuando sobrevolaba el valle del río Tissa, bajé hasta 2300m de altitud, y posteriormente volví a poner el avión en trepada y cada vez que ganaba 500-600m estabilizaba el avión para ir en línea con el horizonte durante 4-5 minutos;

 

- Cuando ganamos 5300m de altitud, cada 3-4 minutos cambiaba de rumbo 15-20°, para que la tripulación pudiera tener bajo control la parte trasera (las “6” del bombardero).

 

Dado que la visibilidad era muy deficiente, no podíamos determinar la posición de los nudos ferroviarios y poblaciones de gran tamaño. En consecuencia, en varias ocasiones fuimos atacados por la artillería antiaérea que disparaba sin encender los reflectores antiaéreos. A pesar de ello, los proyectiles detonaban justo a nuestra altitud y cerca de los aviones. El avión que iba delante fue derribado y cayó envuelto en llamas en la región de Mashkolts. Llegamos a la conclusión de que la artillería antiaérea era guiada por los radares antiaéreos. Por tanto yo realizaba la maniobra siguiente: justo cuando alguien de la tripulación detectaba explosiones de proyectiles antiaéreos, me daba la orden y yo realizaba cambios de rumbo bruscos y con una perdida de altitud, y cuando me alejaba del alcance de la artillería antiaérea, volvía a tomar el rumbo planificado.

 

Cuando hasta el objetivo faltaban 35-40min, precisé nuestra posición. Seguía la ruta prevista pero periódicamente me desviaba de rumbo unos 20-30° y ganando simultáneamente la altitud. Así íbamos cambiando de rumbo cada 3-4 minutos, pero manteniendo el rumbo promedio planificado.

 

Utilizábamos esta táctica de despiste de los antiaéreos a partir de finales de 1943, cuando se intensificó la actividad de los cazas nocturnos enemigos.

 

Nos acercábamos a la zona del objetivo con un exceso de altitud de 1000m respecto a la altitud de lanzamiento de bombas prevista. Teníamos una reserva de tiempo de 8 minutos. Para corregir el exceso de altitud y el tiempo sobrante, salimos al río Dunay (al norte de Budapest) y aparecimos sobre el lugar de lanzamiento justo en el momento previsto, cuando toda la división ya estaba reunida para efectuar el bombardeo (Fig.44).

 

Dado que antes de nuestra llegada primero actuó el grupo de aviones asignado a la iluminación del objetivo lanzando bombas de iluminación, pudimos apreciar el trabajo de la defensa antiaérea enemiga.

 

Se pusieron en marcha unos 80 reflectores antiaéreos colocados en un radio de 15-20km. La artillería antiaérea realizaba tiro de detención, creando una barrera. Los focos actuaban de manera extraña: no buscaban los aviones en el cielo como suele suceder, sino prácticamente no se movían, se quedaban en vertical, creando junto a nuestras “SAB” (Bomba Aérea de Iluminación) un espacio común iluminado. Cuando un avión era atrapado por el foco del reflector, salir de su rayo mediante el deslizamiento no era difícil.

 

Algunas “SAB” enemigas se encendían por encima nuestra altitud de lanzamiento. Eran de color amarillo e iluminaban de forma intensa. Todo esto indicaba que los cazas nocturnos enemigos no estaban lejos.

 

Giramos a 170° y nos pusimos en rumbo paralelo al río Dunay. Nos acercábamos al objetivo en descenso y a una velocidad elevada. Cuando salimos en NBP (punto del comienzo del rumbo de combate) pasamos al vuelo horizontal a 4500m de altitud. La iluminación creada por las “SAB” era de tal intensidad que no hubo ninguna dificultad a la hora de seleccionar el objetivo garantizando el bombardeo de precisión.

 

Volando en rumbo de combate, sobrepasamos la zona de fuego de detención creada por la artillería antiaérea y lanzamos las bombas en vuelo horizontal volando a 320 km/h.

 

Fig.44

 

Cuando las bombas fueron lanzadas, salimos del alcance de la artillería y reflectores antiaéreos a 3000m de altitud, cambiando de rumbo de forma caótica y volando en dirección sur-este.

 

Posteriormente, para registrar los resultados del bombardeo rodeamos la ciudad por el sur y por el oeste, cambiando continuamente de altitud y de rumbo. La mayor parte de las bombas explotaban en el sector previsto del centro de la ciudad.

 

Para evitar el encuentro con los cazas nocturnos, la ruta de vuelta a la base era realizada a una altitud inferior de la que cuando íbamos hacia el objetivo.

 

Volvimos a nuestro aeródromo sin ninguna incidencia a las 7:30 horas después de haber despegado.

 

 

HR_Vadder / HR_Torero

 

 

 

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