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Heroe de la URSS, Capitan de la Guardia

V.V. PIROGOV

"Caza libre del torpedero

a baja cota"

Informe del combate

Biografía del piloto

 

Combate realizado con: A-20

La “caza libre” del torpedero a baja cota

 

En diciembre del 1943 el mando alemán, aprovechando la prolongada duración de las noches nórdicas, pasaba sus convoyes por el sector Honningsvog-Kirkines. Desde la región de Tromse y Gamerfest hasta el puerto de Honningsvog los transportes iban en solitario o en pequeños grupos, acompañados por una reducida cantidad de barcos de escolta.

 

El día 17.12.43 recibí la orden de salir en misión de “caza libre” en un avión A-20 llevando un torpedo de lanzamiento a baja cota con el objetivo de patrullar la zona Gamerfest – Honningsvog. En base a las experiencias obtenidas en anteriores vuelos, yo sabia que la región del puerto de Honningsvog y el golfo de Magarey-Sun están fuertemente protegidos por la artillería antiaérea. Además, el golfo era muy estrecho, con una anchura máxima de 300-400m, y cuyas costas tenían altitud hasta 400m, por tanto, para un torpedero realizar un ataque era prácticamente imposible.

 

Dicho lo anterior, decidí comenzar la búsqueda de barcos enemigos desde Masse Fiord hasta la isla de Serey. La presencia de las islas en esta región y de golfos con unas orillas bajas, que yo conocía muy bien, me permitía detectar el objetivo sin ser detectado y realizar un ataque-sorpresa.

 

Teniendo en cuenta que en las costas de la península de Varanger estaba instalado un radar y que había pistas de despegue de cazas, la ruta de vuelo fue análoga a las anteriores misiones: a 50km de la costa, volando a 50-100m de altitud hasta llegar a  cabo Nordkap.

 

El torpedo AN-45 con el estabilizador metálico y con profundidad de inmersión de 1m permitía realizar ataques desde una altitud de 30m sobre cualquier tipo de navíos, a excepción de goletas y lanchas pequeñas.

 

Despegamos en oscuridad el día 18 de diciembre a las 10 horas de la mañana. Condiciones meteorológicas eran: nubosidad a gran altitud, visibilidad de 40km al comienzo de la ruta que posteriormente se redujo a 8-10km en dirección sur (es decir, en la parte iluminada del horizonte). La velocidad óptima era de 275 km/h (170 millas/hora), dado que el avión iba sobrecargado. Manteníamos la altitud a 100m prácticamente en toda la ruta, a excepción de cuando estábamos cruzando la península Rybachiy y la isla Varde, donde tuvimos que bajar, dado que en este sector continuamente se encontraban cazas enemigos.

 

Entramos en la zona de búsqueda por el norte, lo que permitía tener una buena visibilidad. Incrementamos la altitud a 200-300m. Condiciones meteorológicas: nubosidad de 5-6 grados, parte sur despejada e iluminada por la aurora (a estas horas en estas latitudes el sol aun no se pone). Algunos barcos se podían distinguir a distancias de hasta 8km.

 

En el sector entre las islas Rolvsey y Pelmsey detectamos una serie de navíos de poco desplazamiento. No detectamos ningún objetivo que podía ser atacado por torpedos, por tanto yo decidí atacar un navío que se encontraba en la región de Haveysun. Cuando comenzamos a realizar la segunda pasada, desde 600-700m de altitud detectamos en el agua el rastro de los barcos (Fig.35).

 

Dejamos de disparar y comenzamos a observar la superficie. Detectamos a 2 transportes, que iban en columna. El líder del convoy tenía unas 6000-8000T de desplazamiento, el segundo era mucho menor. Por delante, en formación de “cuña” iban tres barcos de escolta. El rumbo del convoy era de 40-45°.

 

No era posible realizar el ataque de entrada, ya que no se podía bajar hasta 30m sin pasar de 290 km/h. Teniendo en cuenta que el rumbo del avión prácticamente coincidía con el rumbo de los barcos (0°), decidí  retirarme a la parte sur del fiordo, detrás de la isla Sture-Latey y desde allí atacar al transporte-líder, realizando la salida del ataque en dirección norte a través del convoy, lanzando el torpedo desde 500-800m de distancia.

 

Para no ser descubierto, bajé bruscamente y camuflándome con el color de las altas costas, comencé a alejarme en dirección de la isla Sture-Latey. Avise a la tripulación. Dado que el navegante del avión Ŕ-20 se encontraba en la cabina trasera, el piloto es quien tenía que calcular el tiro y apuntar, es decir, tenia que hacerlo yo.

 

Desde la isla íbamos rumbo 360° a una altitud de 20-30m y a una velocidad de 320-330 km/h. Desde esta perspectiva el objetivo se encontraba en la parte oscura del horizonte, por tanto, no era posible distinguirlo desde bajas altitudes. Pero me acordé de la posición de los pequeños navíos que se encontraban en la zona, y en referencia a ellos pude llegar al objetivo.

 

Fig. 35

 

A una distancia de 3km volví a detectar visualmente el objetivo. Quité el gas por completo y estirando ligeramente la palanca del avión, establecí rápidamente el régimen de vuelo óptimo: altitud – 30m, velocidad – 290km/h. Al mismo tiempo, realicé un cálculo de tiro preliminar.

 

A continuación incrementé gases. El objetivo era un transporte de 7000t de desplazamiento que iba 6-8 nudos. A las 12:15 horas lancé el torpedo a un ángulo de tiro de 110-100° respecto al rumbo del objetivo y desde una distancia de 600-800m, con una deflexión de 1/3 de la longitud del navío. Apuntaba con el colimador de tiro frontal.

 

Según el informe de la tripulación, el torpedo arrancó sin incidencias. El ataque fue realizado por sorpresa, dado que hasta el momento del lanzamiento del torpedo el transporte no había realizado ninguna maniobra.

 

Después del lanzamiento del torpedo los barcos de escolta realizaron simultáneamente un giro izquierdo a 90° y abrieron fuego con sus cañones antiaéreos de pequeño calibre. Llevaban rumbo paralelo al nuestro.

 

Salí del ataque a máxima velocidad. Mientras realizábamos la salida del ataque, el fuego de los antiaéreos causó la rotura del cable de control del timón de dirección. Esto me obligaba realizar maniobras de desorientación de los antiaéreos solamente en dimensión vertical. Al poco tiempo los barcos de escolta dejaron de dispararnos y se dirigieron hacia el transporte para prestarle apoyo, dado que éste se quedó dañado por el impacto del torpedo y envuelto en humo negro comenzó a hundirse rápidamente.

 

La vuelta a la base fue realizada por la misma ruta. Procuré evitar el encuentro con los cazas enemigos, dado que el avión perdió la maniobrabilidad a causa de los daños sufridos. Elegí el KPM (punto final de ruta) más al sur: en dirección a la isla M. Oleniy rodeando la región formada por las islas Kildin y península Rybachiy, donde los cazas enemigos con frecuencia interceptaban a nuestros aviones. Realicé el informe por radio 15 minutos antes de salir al KPM.

  

CONCLUSIONES

 

Una baja altitud de vuelo y una ruta alejada de las costas enemigas nos permitieron entrar en el sector de búsqueda sin ser detectados.

 

A causa de la baja altitud de vuelo en la zona de búsqueda hemos detectado el convoy demasiado tarde.

 

A esta hora, en la oscuridad, en la zona de búsqueda es necesario mantener la altitud de vuelo como mínimo de 500-600m.

 

La entrada en rumbo de ataque a baja altitud fue justificada, dado que nos ha permitido establecer el régimen de vuelo óptimo desde una distancia corta y en poco tiempo, sin ser descubierto antes de realizar el lanzamiento.

 

En las condiciones de mala visibilidad para poder realizar una correcta entrada al objetivo es necesario establecer unos objetivos de referencia para poder orientarse mejor.

 

El ataque con las ametralladoras realizado sobre el navío al principio de la misión no era necesario, ya que el efecto de este ataque no era significativo, sin embargo el riesgo de ser descubiertos era alto.

 

 

HR_Crash / HR_Torero

 

 

 

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